Con la tecnología de Blogger.

viernes, 9 de septiembre de 2016

¿Por qué vivimos en una prisión?


Wolfi Landstreicher
* Fragmento tomado de la obra La Red de Dominación (editada por La Hermandad Ediciones).

En esta sociedad existe un lugar donde una/o se encuentra perpetuamente bajo vigilancia, donde cada movimiento es monitoreado y controlado, donde todas/os están bajo sospecha, a excepción de la policía y sus jefes, donde se asume que todas/os son criminales. Hablo, de la cárcel, por supuesto…

Pero a un ritmo cada vez rápido, esta descripción se está ajustando cada vez más a los espacios públicos. Los centros comerciales y los centros de las principales ciudades están bajo video vigilancia. Guardias armados patrullan escuelas, bibliotecas, hospitales y museos. Una/o es registrada/o en aeropuertos y estaciones de bus. Los helicópteros policiales vuelan sobre las ciudades e incluso sobre los bosques, en busca del crimen. La metodología del encarcelamiento, que junto con la metodología policial son una sola, está siendo impuesta gradualmente en todo el paisaje social.

Este proceso está siendo impuesto por medio de miedo y las autoridades lo justifican sobre nosotras/os en función de nuestra necesidad de protección — de los criminales, de los terroristas, de la vigilancia y las drogas. Pero ¿quiénes son esos criminales y esos terroristas, quienes son tales monstruos que a cada momento amenazan nuestras vidas llenas de miedo? Solo un momento de cuidadosa atención es suficiente para responder esta pregunta. A los ojos de los amos del mundo, nosotras/os somos los criminales y los terroristas, nosotras/os somos los monstruos — potencialmente, al menos. Después de todo, somos las/os únicas/os a quienes ellas/os controlan y vigilan. Somos las/os únicas/os que son observadas/os por las cámaras de vídeo y registradas/os en las estaciones de bus. Una/o solo puede preguntarse si el hecho que este sea manifiestamente obvio es lo que provoco a la gente cegarse a ello.

El dominio del miedo es tal que el orden social incluso nos pide ayuda en nuestra propia vigilancia. Padres registran los pulgares de sus niñas/os en agencias policiales conectadas con el FBI. Una compañía con sede en Florida llamada «Applied Digital Solutions» ha creado el «VeriChip» (conocido también como «Ángel Digital») el que puede almacenar información personal, médica y de otros tipos, y se pretende que esté implantado bajo la piel. Su idea es promover en las personas su uso voluntario, para su propia protección, por supuesto.

Prontamente puede estar conectado a la red del satélite del Sistema de Posicionamiento Global (GPS) de tal forma que cualquier persona con el implante pueda ser monitoreado constantemente[9]. Además, hay docenas de programas que fomentan la delación — otro factor que es también similar a las prisiones, donde las autoridades buscan y recompensan a las/os soplones. Por supuesto, hay otros presos que tiene una actitud bien diferente hacia esta escoria.

Pero todo esto es puramente descriptivo, una imagen de la sociedad/cárcel que está siendo construida a nuestro alrededor. Una comprensión real de esta situación que nosotras/os podemos usar para combatir este proceso, necesita un análisis más profundo. De hecho, la prisión y la policía se sostienen en la idea de que hay crímenes, y esta idea se sostiene en la ley. La ley es representada como una realidad objetiva mediante la cual las/os ciudadanas/os de un Estado pueden ser juzgadas/os. La ley crea, de hecho, una especie de igualdad. Anatole France expresó irónicamente esto señalando que ante la ley tanto a vagabundos como a reyes se les prohibió robar pan y dormir bajo puentes. Desde este punto, está claro que ante la ley todas/os nos volvemos iguales, porque nos convertimos simplemente en cifras no-seres sin sentimientos, relaciones, deseos y necesidades individuales.

El objetivo de la ley es regular a la sociedad. Esta necesidad implica que la sociedad no está satisfaciendo o llenando los deseos de todos quienes están dentro de ella. Esta existe más bien como una imposición sobre la mayor parte de aquellas/os que la componen. Es obvio que tal situación solamente podría llegar a ocurrir donde el más importante tipo de desigualdad existe — la desigualdad de acceso a los recursos para que cada una pueda crear su vida a su propia manera. Para aquellas/os que tienen la delantera, esta situación de desigualdad social tiene el doble nombre de propiedad y poder. Para las/os que están abajo, sus nombres son pobreza y sometimiento. La ley es la mentira que transforma esta desigualdad en una igualdad que sirve a los amos de la sociedad.

En una situación en la que todas/os tienen total e igual acceso a todo lo que necesario para realizarse a una/o misma/o y para crear su vida en sus propios términos, una riqueza de diferencias individuales florecería. Un vasto conjunto de sueños y deseos se expresarían a sí mismos, creando un aparentemente infinito espectro de pasiones, amores y odios, conflictos y afinidades. Esta igualdad en la que ni la propiedad ni el poder existirían, se empresaria por tanto la aterradora y hermosa desigualdad no jerárquica de individualidades.

Por el contrario, donde la desigualdad de acceso a los medios para crear la propia vida existe —por ejemplo, donde la gran mayoría de la gente ha sido despojada de sus propias vidas— todos se vuelven iguales, porque todos se convierten en nada. Esto es cierto inclusive para aquellas/os con propiedad y poder, porque su estatus en la sociedad no esta basado en quienes son, sino en lo que tienen. La propiedad y el poder (el cual siempre reside en un rol y no en una persona) es todo lo que tienen que vale la pena en esta sociedad. La igualdad ante la ley beneficia a los amos, precisamente porque su meta es preservar el orden que ellas/os gobiernan. La igualdad ante la ley disfraza la desigualdad social precisamente detrás de lo que la mantiene.

Pero, por supuesto, la ley no mantiene al orden social con palabras. La palabra de la ley no tendría sentido sin la fuerza física que se encuentra detrás de ella. Y esta fuerza existe en el sistema de aplicación de la ley y el castigo: la policía, la cárcel y el sistema judicial. La igualdad ante la ley es, en realidad, un delgado barniz que oculta la desigualdad de acceso a las condiciones de existencia, los medios para crear nuestras vidas a nuestro modo. La realidad constantemente rompe con este barniz y su control solo puede mantenerse por la fuerza y mediante el miedo.

Desde la perspectiva de los amos del mundo, todo somos, de hecho, criminales (potencialmente, al menos) todas/os somos monstruos amenazando sus dulces sueños, porque todos somos potencialmente capaces de ver a través del velo de la ley y escoger ignorarla y recuperar los momentos de nuestras vidas a nuestra manera, cada vez que podamos. Por tanto, la ley por sí misma (y el orden social de la propiedad y el poder que la necesitan) nos hace iguales precisamente al criminalizarnos. Esta es, por lo tanto, la lógica resultante de la ley y del orden social que la produce, que el encarcelamiento y la vigilancia se volverían universales, de la mano con el desarrollo del supermercado global.

A la luz de esto, deberla estar claro que no vale la pena hacer leyes más justas.

No sirve vigilar a la policía. No vale la pena intentar mejorar este sistema porque cada reforma inevitablemente reproducirá el sistema, incrementando el número de leyes, aumentando el nivel de vigilancia y control, haciendo el mundo algo cada vez más parecido a una cárcel. Si deseamos tener nuestras vidas en nuestras manos, hay solo una manera de responder a esta situación. Atacar a esta sociedad con el fin de destruirla.

LA PROPIEDAD: LAS REJAS DEL CAPITAL QUE ENCIERRAN

Entre las grandes mentiras que mantienen el dominio del capital se encuentra la idea de que la propiedad es libertad. La naciente burguesía hizo esta reclamo a medida que particionaban la tierra con rejas de todo tipo — físicas, legales, morales, sociales, militares… lo que sea que hubieran encontrado necesario para cercar las riquezas asesinadas de la tierra y para excluir a las muchedumbres indeseables, salvo por su fuerza de trabajo.

Como muchas de las mentiras del poder, esta consigue engañar por medio de una maniobra propia de ilusionistas. Las multitudes “desencadenadas” de sus tierras fueron libres de escoger entre morirse de hambre o vender el tiempo de sus vidas a cualquier amo que las comprase. “Trabajadores libres” les llamaron sus amos, ya que a diferencia de las/os esclavas/os, los amos no tenían necesidad de responsabilizarse por sus vidas. Era solamente su fuerza de trabajo lo que los amos compraban. Les dijeron que ellas/os eran dueñas/os de sus vidas, aunque de hecho estas habían sido ya arrebatadas, renunciando a cualquier vestigio de opción real, cuando los amos capitalistas le pusieron cercos a las tierras y expulso a estos “trabajadores libres” a la búsqueda de su supervivencia. Este proceso de expropiación, que permitió al capitalismo desarrollarse, continúa hoy día hasta sus márgenes, pero otro truco ilusionista mantiene en el centro esta ilusión burguesa.

Se nos dijo que la propiedad es una cosa y que la conseguimos con dinero.

Según esta mentira, la libertad se basa en las cosas que podemos comprar y que se incrementa al acumularlas. En la búsqueda de esta libertad que nunca está verdaderamente alcanzada, la gente se encadena a actividades que no son de su elección, renunciando a cualquier opción real, con el propósito de ganar dinero que se supone le comprará libertad. Y mientras sus vidas son consumidas al servicio de proyectos que nunca les han sido propios, ellas/os gastan sus salarios en juguetes y entretenimiento, en terapias y en drogas, los anestésicos que garantizan que no vean a través de la mentira.

De hecho, la propiedad no son las cosas que alguien posee. La propiedad son las rejas — las rejas que nos mantienen dentro, que nos tiene afuera, todos los límites por los cuales nuestra vida se nos es robada. Por lo tanto, la propiedad es, por sobre todo, una restricción, un limite de tal magnitud que garantiza que ningún individuo podrá realizarse completamente mientras estos límites existan. Para entender completamente esto, debemos ver a la propiedad como una relación social entre las cosas y la gente, mediadas por el Estado y el mercado.

La institución de la propiedad no podría existir sin el Estado, el que concentra el poder en las instituciones de dominación. Sin las leyes, las armas, los policías y los tribunales, la propiedad no tendría una base real, ninguna fuerza para sustentarla.

A decir verdad, se podría decir que el Estado es en sí mismo una institución de la propiedad. ¿Qué es el Estado, sino una red de instituciones por las cuales controla cierto territorio, y sus recursos son asegurados y mantenidos mediante la fuerza de las armas? Toda la propiedad es en el fondo perteneciente al Estado, ya que existe solo con el permiso y bajo la protección de aquel.

Dependiente de los niveles de poder real, esta protección y este permiso pueden ser quitado en cualquier momento y por cualquier motivo, y la propiedad volverá al estado. Esto no quiere decir que el Estado sea más poderoso que el Capital, sino más bien que los dos están tan profundamente conectados que constituyen un único orden social de explotación y dominación. Y la propiedad es la institución a través de la cual hace valer su poder en nuestra cotidianeidad, imponiéndonos el hecho de trabajar y de pagar con el fin de reproducirla.

Por lo tanto, la propiedad es en realidad el alambre de púas, el cartel que dice “no pasar”, la etiqueta con un precio, el policía y la cámara de vigilancia. El mensaje que cada uno de estos trae es el mismo: una/o no puede usar o disfrutar de algo sin permiso, el que debe ser otorgado por el Estado y pagado con dinero en alguna parte del proceso.

No se vuelve entonces una sorpresa que el mundo de la propiedad, dominado por el Estado y el Capital sea un mundo empobrecido donde la carencia, no la satisfacción, llena la existencia. La búsqueda de la realización individual, bloqueada en cada vuelta por una u otra reja, es reemplazada por la competencia (que homogeniza y atomiza) por acumular cosas, ya que en este mundo el “individuo” es medido solo según las cosas que tiene. Y la inhumana comunidad de etiquetas con precios se empeña en enterrar la singularidad por debajo de las identidades que se encuentran en las ventanas de las tiendas.

Atacando las posesiones de las/os dueñas/os de este mundo —rompiendo las ventanas de los bancos, quemando los vehículos policiales, explotando la oficina del empleo o rompiendo máquinas— ciertamente tiene su mérito. Una/o puede conseguir un poco de placer, si acaso algo más, y varias acciones de este tipo pueden incluso obstaculizar proyectos específicos del orden dominante. Pero, al final, debemos atacar a la propiedad como institución, a cada cerco físico, mental, moral o social. Este ataque empieza con el deseo de cada una/o de recuperar nuestra vida y determinarla de la forma que nosotras/os queramos.

Cada espacio y cada momento que recuperamos a esta sociedad de consumo y producción nos proporciona un arma para expandir esta lucha. Pero, como un compañero escribió “… esta lucha o se extiende o no es nada. Solo cuando los saqueos sean una práctica a larga escala, cuando el intercambio de regalos se subleve contra el comercio de productos,[5] cuando las relaciones no están ya mediadas por mercancías y los individuos le dan su propio valor a las cosas, solo entonces la destrucción del mercado y del dinero —que es la misma que la demolición del estado y de cada jerarquía— se vuelve una posibilidad real”, y con esta, la destrucción de la propiedad. La revuelta individual contra el mundo de la propiedad debe expandirse en una revolución social que eche abajo cada reja y abra todos las posibilidades para la realización individual.

[Tomado de http://culturayanarquismo.blogspot.com/2016/09/por-que-vivimos-en-una-prision.html.]


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.

Ser gobernado es...

Charla: El Anarquismo en América Latina

Seguidores

Etiquetas

@kRata (comic) `Sabino Romero 10deLuluncoto 18 años El Libertario 1º de Mayo 27 de febrero 4 de febrero Aana Wainjirawa abajo los muros de las prisiones Abdicación del rey de España abolicionismo Aborto abstencion Abstención abstención electoral abuso militar en Venezuela abuso policial abuso sexual niños Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat acampada Acampadas acción directa anarquista Acción Directa Autogestiva Accion directa no violenta Acción Ecológica Acción Libertaria actividades activismo actualidad del anarquismo Acuerdo Venezuela China adecos chavistas agresiones en Venezuela agresiones a sindicalistas en Venezuela agroecología Agustín García Calvo Alan Furth Alan Moore Albert Camus Alberto Acosta Alcedo Mora Alejandro Álvarez Alentuy Alexander Luzardo Alfonso "el Set@" Alfredo Bonanno Alfredo Vallota Alí Moshiri Alí Primera Alí Rodríguez Araque alternativa Alternativa Antimilitarista Alto costo de la vida Alvaro García Linera Amador Fernández-Savater América Latina Américo Alejandro Balbuena Aministía Internacional Amnistía Internacional Amnistía Internacional Venezuela Amor amor libre Amor y Rabia análisis análisis anarquista sobre Venezuela análisis asamblea nacional análisis conflicto con Colombia análisis de izquierda Venezuela análisis de la revolución bolivariana análisis económico análisis reformas en Cuba análisis sobre Venezuela anarchico anarchism anarchism kurdistan anarchism venezuela anarcofeminismo anarcopunk venezuela anarquismo a la venezolana anarquismo básico anarquismo caracas Anarquismo en América Latina anarquismo en Argentina anarquismo en barquisimeto anarquismo en Francia Anarquismo en México anarquismo en Perú anarquismo en rusia anarquismo en Uruguay Anarquismo en Venezuela Anarquismo es movimiento anarquismo hoy anarquismo ilegalista Anarquismo social anarquismo suiza anarquismo venezuela anarquismo vs. Estado anarquismo y cárceles anarquismo y comunicación anarquismo y derecho anarquismo y ecología anarquismo y educación anarquismo y literatura anarquismo y luchas sociales anarquismo y marxismo anarquismo y nacionalismo anarquismo y planificación urbana Anarquismo y política Anarquismo y Postestructuralismo anarquismo y religión anarquismo y violencia anarquismo zulia anarquistas anarquistas caracas Anarquistas contra el muro anarquistas de Alemania anarquistas de Brasil anarquistas de Chile anarquistas de Cuba anarquistas de México Anarquistas de Temuco anarquistas de Turquía anarquistas en Bolivia anarquistas en Colombia anarquistas en Costa Rica anarquistas en Cuba anarquistas en El Salvador anarquistas en Paraguay anarquistas en Venezuela anarquistas presos anarquistas solidarios con los yukpa anarquistas ucv anarquistas y prisiones Andreas Speck Ángel Cappelletti anonymous venezuela antiimperialismo antimilitarismo antimilitarismo anarquista Antonio Ledezma Antonio Pasquali Antonio Serrano antropología Antulio Rosales Anzoátegui apagones apoyo a El Libertario apoyo internacional al chavismo apoyo internacional al madurismo APPO Archivo Histórico del Anarquismo en Venezuela armamentismo Armando Chaguaceda Armando Guerra Armando Investiga Armando la Resistencia arte callejero arte y anarquismo artistas asesinato de estudiantes asesinatos de manifestantes Asier Guridi Asilo y refugio ataques contra defensores de derechos humanos ataques contra defensores de derechos humanos en Venezuela ataques contra el movimiento anarquista ataques contra el movimiento popular en Venezuela ataques libertad de expresión autodefensa autogestion autogestión Autonomía autonomía de los movimientos sociales autonomía universitaria autoritarismo burocratico en Cuba Barquisimeto Bernhard Heidbreder biblioteca anarquista bicentenario bakunin bicicletas biciescuela urbana bienes comunes brutalidad policial Buenaventura Durruti Buenos Aires calentamiento global Cambiar el mundo sin tomar el poder Cambio Climático cambio social Campaña contra la Criminalización del Anarquismo capitalismo y medio ambiente caracas Carlos Crespo Carlos Crespo Flores Carmen García Guadilla Casa de la Mujer "Juana la Avanzadora" de Maracay Casa de la Mujer Juana la Avanzadora de Maracay Centro de Derechos Humanos UCAB chavismo y religiosidad popular chile ciberactivismo ciclismo urbano ciclo guerrilla urbana ciencia y tecnología en Venezuela Civetchi CNT Coalicion Anarquista y Libertaria de Porto Alegre Coalición Venezolana de Organizaciones LGBTI Colombia comercio de armas comic comics comida vegetariana Comitê Popular da Copa 2014 Comites de Defensa de la Revolución compra de armas concretera caracas concretera de chuao Concretera la carlota conflicto universitario conflicto yukpa consecuencias ambientales explotación petrolera en Venezuela contaminación ambiental contaminación PDVSA Cooperativismo cooptación de movimientos sociales cooptación medios alternativos Venezuela CORPOELEC Correo A coyuntura mexicana 2012 coyuntura venezolana 2010 coyuntura venezolana 2012 coyuntura venezolana 2013 coyuntura venezolana 2014 coyuntura venezolana 2015 coyuntura venezolana 2016 criminalización de la protesta en Colombia criminalización de la protesta en Venezuela Criminalización de los pueblos indígenas crisis agropecuaria en Venezuela crisis económica en Venezuela crisis economica venezuela crítica anarquista al marxismo crítica de izquierda al chavismo críticas de izquierda al madurismo críticas revolucionarias a Rafael Ramírez Cuba Libertaria Cuba Libertaria 22 Daniel Ortega Daniel Pinos deforestación delimitación de tierras indígenas demarcación de territorios indígenas demarcación de tierras en Venezuela deporte y anarquia deporte y capitalismo derecho a la manifestación derecho a la protesta desabastecimiento desaparecidos en Argentina desaparecidos en México desaparecidos en Venezuela desarrollo científico-tecnológico desencanto en el chavismo despidos injustificados detenciones difusión anarquista Douglas Bravo ecologismo ecologismo en Venezuela economía educación en Venezuela Ejército Venezolano Eliseo Reclus Emma Goldman endeudamiento Enfermedad Hugo Chávez equidad de género en Venezuela Erick Benítez Escritos de Domingo Alberto Rangel Espacio Público Estado y corrupción en Venezuela Estado y economía en Venezuela Esteban Emilio Mosonyi ética y práctica médica Europa Eva Golinger Evo Morales extractivismo EZLN falso socialismo Fanzine Exilio Interior FARC fascismo Federación Anarquista Centroamericana y Caribeña Federación Anarquista Centroamericana y del Caribe Federación Anarquista de México Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) Felipe Pérez Martí Feria del libro anarquista Feria del Libro Independiente y Autogestionario Ferrominera Ferrominera Orinoco FIFA Filosofía Filosofía en la Ciudad Francisco Flaco Prada Frente Clasista Argimiro Gabaldón futbol brasil Gadafi Galsic Género Genocidio GLBIT Global Voices globalizacion en Venezuela golpe de Estado en Venezuela Grupo de Estudio y Trabajo Jesús Alberto Márquez Finol Guardia Nacional Bolivariana Guardianas de Chávez Gustavo Godoy Gustavo Rodríguez hacktivismo Heinz Dieterich Henrique Capriles hiperinflación Historia de Venezuela historia del anarquismo homicidios Homofobia Humano Derecho Humberto Decarli Humberto Márquez Humor ilustraciones imágen El Libertario indigenas ecuador indígenas en Argentina indígenas en Bolivia indígenas en Brasil indígenas en México indígenas en Perú indigenas en venezuela indígenas en Venezuela indígenas presos en Venezuela Indígenas Venezuela indìgenas y revolución bolivariana individualismo y anarquismo industria forestal en Chile industria petrolera inflación en Venezuela informática libertaria Informe situación indígenas en Venezuela Inseguridad Ciudadana en Venezuela Instituto de Prensa y Sociedad Venezuela Irak Iris Varela Isbel Díaz Torres Israel izquierda antiautoritaria en Cuba izquierda antichavista izquierda en Venezuela James C. Scott Javier Gárate John Holloway Jorell Meléndez Jorge Videla jornadas de diversidad sexual Jornadas Magonistas Jose Manuel Delmoral Jose María Korta José María Korta José Quintero Weir José Rafael López Padrino Juan Carlos La Rosa la Justicia y los Derechos Humanos Laura Vicente LEEME CARACAS legado del chavismo Lexys Rendón Ley Antiterrorista Liber Forti Líber Forti liberacion animal liberación animal liberación humana libertad a los presos anarquistas libertad Bernhard Heidbreder libertad de expresión libertad de expresión en Venezuela libertad para detenidos en Lulea los Salarios y los Sindicatos lucha indígena en Colombia lucha indígena en Venezuela lucha revolucionaria lucha socio-ambiental luchas ambientales Venezuela luchas de los pueblos indígenas luchas de los trabajadores luchas de los trabajadores Venezuela luchas de mujeres luchas estudiantiles luchas indígenas en Venezuela luchas obreras luchas populares en Venezuela luciano pitronello Luis Carlos Díaz Luis Fuenmayor Toro Luis Rafael Escobar Ugas Luis Reyes Reyes Madres de Plaza de Mayo Madrid madurismo maestros manifestaciones manifestaciones en Venezuela manipulación mediática manipulación religiosa Manuales Manuel Castells Marc Saint-Upéry Marcela Masperó Marea Socialista María Esperanza Hermida Mario Antonio López mario gonzalez masa crítica Masacre de Cantaura Masacre de El Amparo Masacre de Haximú Masacre de Loma de León Masacre de Monte Oscuro masacre de San Vicente Masacre de Uribana medio ambiente medios comunitarios y alternativos de Venezuela medios de transporte alternativos megaminería Mercosur Mérida Mijaíl Martínez minería mineria en Venezuela minería en Venezuela Misiones Sociales MOC movilizacion en la planta muerte de neonatos en Venezuela mujeres anarquistas Mujeres Libres Mundial de Fútbol 2014 narcotráfico neoliberalismo Nicaragua nicolas maduro Nicolás Maduro Niñas y Adolescentes no a la concretera no a la extradicion de Bernhard Heidbreder no a las corridas de toros Nu-Sol objeción de conciencia Observatorio Venezolano de Conflictividad Social Occupy Wall Street Octavio Alberola organizacion nelson garrido Organización Nelson Garrido Origen de las Fuerzas Armadas en Venezuela Orlando Chirino Pablo Hernández Parra Paquete económico paramilitarismo paro universitario Parque Verde La Carlota patriarcado patriotismo Pedro Pablo Peñaloza Pelao Carvallo pelea de almohadas periódico anarquista Periódico Apoyo Mutuo periodico Bandera Negra periódico CNT Periódico El Amanecer Periódico El Libertario periódicos petróleo venezolano Picnic urbano poder y política en Latinoamérica poder y política en Venezuela poesía libertaria polarización en Venezuela Policía Nacional Bolivariana policías corruptos en Venezuela práctica anarquista prensa anarquista preso anarquista presos anarquistas presos políticos en Venezuela prision venezuela prisiones en venezuela proceso bolivariano producción agrícola protesta creativa protesta pacífica protestas contra el Mundial 2014 protestas en venezuela proyecto de reforma de la Ley de Conscripción y Alistamiento Militar pueblos originarios pugnas internas del chavismo Punk Latinoamericano punk veneziuela Quiteria Franco Rafael Ramírez Rafael Uzcátegui Raisa Urribarri Ramón Álvarez Ramón Carrizales Ramón Rodríguez Chacín Raúl Zibechi rebelion en venezuela recursos Red Latinoamericana Antimilitarista red Observatorio Crítico Red por los Derechos Humanos de Niños Red Protagónica Observatorio Crítico (OC) de la Revolución Cubana Regeneración Radio relaciones Cuba-EE.UU. relaciones de Venezuela con China relaciones de Venezuela con Colombia relaciones de Venezuela con Cuba relaciones de Venezuela con U$A relaciones entre la banca y chávez represión represión antianarquista represión en Colombia Represión en Cuba represion en Venezuela represión en Venezuela represión policial represion policial en Venezuela Repsol YPF resistencia indígena resistencia venezuela revista AL MARGEN revolución bolivariana Revolución ciudadana robert serra Roberto Yépez Rodolfo Montes de Oca Rodolfo Rico Roger Cordero Lara Rubén González Rubèn González Rusia Sacudón salario en venezuela salario mínimo en Venezuela San Cristóbal sanciones sancocho Santiago de Chile secuestro seguridad industrial semana pro presos anarquistas 2014 Servicio Militar Obligatorio sexismo sexualidad libre sicariato Sidor Sierra de Perijá Simón Rodríguez Porras sindicalismo situación agraria latinoamericana situación de la salud situación de los trabajadores en Venezuela situación del periodismo en Venezuela situación del sindicalismo en Argentina situación del sindicalismo en Venezuela situación político-social en Brasil situación político-social en la península ibérica situación político-social mexicana situación venezolana situation in Venezuela 2014 soberanía alimentaria en Venezuela Soberanía energética bolivariana Sociedad Homo et Natura Sociedad Homoetnatura Sofía Comuniello Sofía Esteves software libre solidaridad con Cuba Subcomandante Marcos Taller Libertario Alfredo López Tamoa Calzadilla Tarek William Saab tercerización en Venezuela terrorismo terrorismo cotidiano terrorismo de Estado en Colombia Testimonio represión Testimonios de la revolución cubana Todo por Hacer toma yukpa del TSJ Tomás Ibáñez torturas en Venezuela totalitarismo Trabajadores de la Chrysler trabajadores del Estado trabajadores en Argentina Transexuales Transfobia Transformando información en acción transición transnacionales chinas Transparencia Venezuela Transportes Camila Trasnacionales Tribunal Supremo de Justicia turquia Turquía tweets anarquistas Twitter UBV UCV ULA UNETE UNEY universidad central de venezuela Uribana Uruguay utopía Valles del Tuy Vaticano vegetarianismo Venevisión venezuela Venezuela bolivariana Venezuela protests in February 2014 Víctor Muñoz vidas anarquistas viento sin fronteras vigilia frente al TSJ violaciones a los derechos humanos violencia contra la mujer violencia contra niños Vivienda Vladimir Aguilar Williams Sanguino Wladimir Pérez Yaracuy Yendri Sánchez Zaida García Zapatistas Zara zona temporalmente autónoma Zulia