Vladimir
Aguilar Castro
Centro
de Estudios Políticos y Sociales de América Latina (CEPSAL)
Universidad
de Los Andes
“Es
muy complicado explicar lo inexplicable…”
Julio
Cesar (Arquero de Brasil)
Todo inició en el Mundial Sudáfrica 2010. Un tipo de futbol (fantasma) recorre el mundo. El corporativo.
Brasil renunciaría al jogo bonito para darle paso al juego de las grandes exigencias, de la pelota larga y de las individualidades más o menos creativas. Hoy, con salida de Brasil del Mundial 2014, llegó el colapso de ese festival de goles al que Brasil estuvo acostumbrado. Desde hoy no fue victimario de sus más acérrimos rivales. Sería la víctima. Trató de emular el juego del “otro” y no el históricamente suyo.
Brasil fue esperado en la otra cancha, prácticamente haciendo gala de lo que ya más nunca volvería a ser. Pareciera que estaba en las premoniciones de las manifestaciones de antes y durante del Mundial 2014, que algo no funcionaba bien, ni en el país ni en su futbol. Y de pronto vino la debacle. Brasil, el equipo y el país entero, han sido goleados.
Hoy queda al menos la dicha de que el camino a transitar de aquí en adelante por los cariocas, debe ser justamente lo que ha sido desandado. Volver al futbol impuesto por el clásico Tele Santana y su quinto zaguero en el Mundial de España 82, tiene que ser para Brasil más que una necesidad, una exigencia.
Una vez más, Brasil por
haber sido más corporativo que creativo perdió su último juego y la copa
Mundial 2014…Brasil simplemente no fue Brasil…
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