Guadalupe Rivera
Dice Wallerstein que “el uso abierto de la fuerza por parte del aparato de Estado para controlar a sus trabajadores es una técnica desestabilizadora y costosa y que generalmente es más un signo de debilidad que de fuerza. Los aparatos de estado verdaderamente fuertes han podido, de una y otra forma, controlar a los trabajadores por medios más sutiles”. De esta manera podemos referirnos a grandes espectros de la población -no sólo trabajadores- de México, como por ejemplo los jóvenes y jovenas (como dijeran lxs compas de Chiapas). La población juvenil en su mayoría se encuentra lastimosamente enajenada en su mundo Pop, escuchando música estéril y consumiéndose, buscando sobresalir en una sociedad uniformadora, preparándose para un trabajo que les garantice una bonita casa, un bonito carro, una linda familia y un lindo perro. Juventud que forma en países como México el grueso de la población, que gracias a la hegemonía buscan su identidad solamente en su corte de cabello, en algún artista de moda, en su ropa, en tal o cual bebida o en tal o cual coche, jóvenes que de esta manera tratan de derrocar la máxima de Salvador Allende de “ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta genética”.
Gracias al movimiento oaxaqueño de 2006, muchxs de esxs compas que de otra manera hubieran terminado enajenados tuvieron la oportunidad de conocer el anarquismo, el punk, el veganismo, el black block, el arte callejero, el software libre y otras formas contemporáneas de lucha. La identidad que de otra manera hubiera sido suplantada por la violenta sociedad de consumo se nutrió de todas estas experiencias en la lucha en las calles. Ahora en Oaxaca hay varios colectivos libertarios.
Otro movimiento en auge (en Oaxaca y México) es el de Liberación Animal/Veganismo, que basa su ética en el no consumo de productos en los que haya crueldad animal directa, productos de las granjas industriales que es una manera suave de llamar a los centros de producción/exterminio que representan las industrias de la carne, la leche y los huevos. El discurso liberación animal incluye los conceptos de especismo, antropocentrismo y antidominación.
Desafortunadamente algunxs de estxs compañerxs sobrevaloran este discurso antidominación, criticando ferozmente a quienes todavía consumen carne/cuero y llegando a nefastas descalificaciones para con el resto del movimiento. Un recurso muy común es declarar no-consecuente a él/la compañerx que no practica su ética, y que consideran no ser tan radical o consecuente como ellxs. Curiosamente varixs de estxs compañerxs veganxs son muy drogadictos y creen que destruir su cerebro es una forma de protesta.
Hemos llegado a un punto crítico en el desarrollo de este ensayo, el de la consecuencia. No sólo compañerxs antidominación esgriman el descalificativo de “no consecuencia”, es un vicio muy común. Tópicos comunes como consumir o no Coca Cola, usar o no drogas (legales o ilegales) e incluso vestir de tal o cual forma, escuchar tal o cual música, sirven de pretexto para calificar de no consecuentes a colectivos enteros, generando un desgaste dentro del movimiento.
Uno de los mejores contra argumentos sobre la consecuencia fue señalado por el Sub Comandante Marcos, en una ocasión en la que le reprocharon haber tomado una lata de Coca Cola [Ver texto referido en http://old.kaosenlared.net/noticia/sub-nos-explica-porque-zapatistas-toman-coca-cola]. Este es un muy buen argumento contra todxs aquellxs que descalifican desde su muy “radical” posición, a los que no son -desde su particular punto de vista- tan consecuentes como ellxs.
Otra anécdota curiosamente gira alrededor del mismo refresco. Cuenta una compañera que durante los días más duros del 2006 en Oaxaca, un grupo de compas estaba festejando después de una marcha, al centro de la mesa se encontraba su botella de Coca Cola, al cuarto entró una compañera de España que reclamó a lxs compañerxs que si eso se hubiera visto en alguna okupa de por allá ella hubiera dicho que qué tipo de niñatos eran esos, con que consecuencia tomaban su lucha, que estaban jugando a la revolución, a lo que un compañero le contestó ¿y tú cómo llegaste hasta aquí? Ella respondió que en un avión de Iberia y agradeció al compañero la reflexión.
Ejemplos como estos podemos citar muchísimos; después de todo estamos sumergidos hasta el cuello en el sistema capitalista y prácticamente TODO lo que hagamos, en mayor o menor medida, sigue haciendo girar la rueda de la desigualdad -incluso si nos suicidamos tendremos que consumir ataúdes y pagar por nuestro entierro, incluso si adoptáramos la ética de hazlo-tú-mismx, seguramente nosotrxs estaríamos incompletos, pues aunque nos hiciéramos unos pantalones entubados muy chulos, no estaríamos ni fabricando la tela ni el hilo, ni las agujas, ni los tintes que se usaron para nuestros parches serigrafiados, ni el colorante para nuestras crestas, ni el hule de nuestras botas o huaraches... después de todo, lo que lxs compañerxs veganos/antidominación no ven es que al no usar cuero ni otros productos animales, su “alternativa” es proponer usar sintéticos (como la mona). La fabricación de estos productos contamina terriblemente el planeta, asesinando a millones de seres, plantas, animales y microorganismos incluidos. Además muchos de los vegetales que los veganos comen han sido tratados con una extrema crueldad, quizá estos vegetales no gritan, o no sangran o no exudan pus, pero son de igual manera torturados y explotados. Otra solución propuesta es la comida con soya, alimento transgénico y altamente procesado e industrializado.
Entonces... ¿tenemos que desechar todo lo que hemos estado haciendo? ¿tenemos por esos motivos que empezar a depilarnos las axilas, cortarnos las barbas y las rastas, usar desodorante Axe y empacharnos de Coca Cola? No necesariamente.
La identidad anticapitalista
Si señalamos que esta ética de consumo “anticapitalista” sigue alimentando en mayor o menor medida al capitalismo ¿Es totalmente criticable y/o absurda? ¿Tendrá algún sentido valorarla? ¿Cuál será su “utilidad”?
Para tratar de explicar esto el concepto de hegemonía de Gramsci nos es útil. El capital y su desprecio dicta lo que nos da estatus al ser consumido, de esta manera buscamos no pertenecer a los de abajo y ser más como los de arriba, no por nada México uno de los países que más tinte rubio consume por persona. Esta ética que estamos formando -escribir con una x, escuchar cierto tipo de música, no consumir cierto tipo de alimentos, vestir de cierta manera- es importante en cuanto a que rompe con la manera en la que el sistema desea que nos comportemos, con la manera en la que quiere que pensemos y actuemos, demostrando que otros mundos son posibles. Si bien dejar de comer carne no va a derrocar al sistema capitalista, nos proporciona un buen terreno de donde buscar una identidad colectiva -por eso el punk y el veganismo tienen tanto auge en lxs compañeros de secundaria y preparatoria-, identificarnos con algunas letras de Manu Chao (por ejemplo) nos da de igual manera un lugar común para compartir nuestra rebeldía, un lugar para conocernos y reconocernos como compañerxs anticapitalistas. Uno de las propuestas más importantes del Ejército Zapatista de Liberacioń Nacional ha sido la Otra Campaña, en la que nos sentimos compañerxs de lucha tanto aquí como en las europas, así como en otros países y otros continentes. Los símbolos promovidos tanto por el EZLN como por luchas anteriores y nuevas hacen que no necesitemos los símbolos del capitalismo para crearnos una identidad propia y colectiva.
Este ensayo está escrito en un tipo de letra llamado FreeSerif, en un programa llamado OpenOffice.org Writer,20 en un sistema operativo llamado Debian GNU/Linux. Todo, desde el tipo de letra, el diccionario ortográfico, el diseño del puntero del mouse, la programación del procesador de textos y el entorno gráfico del sistema operativo, incluido el sistema operativo mismo, está hecho bajo los términos del software libre, que es una manera más consecuente de usar las computadoras, pues en el Software Libre no se limitan las licencias de los programas para que sólo sea una compañía o una persona la que los puedan editar y/o mejorar, de lo que se trata es de compartir no competir para mejorar. Es más, el Software Libre es casi siempre gratuito y es legal compartirlo y hacerle copias. Sin embargo la computadora por donde escribo fue hecha por trabajadores explotados en varias partes del mundo, pero de otra manera no habríamos podido escribir nada ni compartirnos nada, ni mandarnos correos, por muy consecuentes que hubiéramos querido ser.
Es precisamente porque estamos buscando construir nuevos mundos que este tipo de actitudes son importante siempre y cuando no lleguen al extremo de la descalificación. ¿Para qué esperar a que el mundo perfecto llegue y podamos ser libres? ¿Para qué hacer en dos revoluciones lo que podemos hacer en una?
[Fragmento (pp. 57-67) de Apuntes para una ética libertaria, México, Edición del Autor, 2014; el libro completo está accesible en http://opendesing.wordpress.com/2014/07/07/apuntes-para-una-etica-anarquista.]
Dice Wallerstein que “el uso abierto de la fuerza por parte del aparato de Estado para controlar a sus trabajadores es una técnica desestabilizadora y costosa y que generalmente es más un signo de debilidad que de fuerza. Los aparatos de estado verdaderamente fuertes han podido, de una y otra forma, controlar a los trabajadores por medios más sutiles”. De esta manera podemos referirnos a grandes espectros de la población -no sólo trabajadores- de México, como por ejemplo los jóvenes y jovenas (como dijeran lxs compas de Chiapas). La población juvenil en su mayoría se encuentra lastimosamente enajenada en su mundo Pop, escuchando música estéril y consumiéndose, buscando sobresalir en una sociedad uniformadora, preparándose para un trabajo que les garantice una bonita casa, un bonito carro, una linda familia y un lindo perro. Juventud que forma en países como México el grueso de la población, que gracias a la hegemonía buscan su identidad solamente en su corte de cabello, en algún artista de moda, en su ropa, en tal o cual bebida o en tal o cual coche, jóvenes que de esta manera tratan de derrocar la máxima de Salvador Allende de “ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta genética”.
Gracias al movimiento oaxaqueño de 2006, muchxs de esxs compas que de otra manera hubieran terminado enajenados tuvieron la oportunidad de conocer el anarquismo, el punk, el veganismo, el black block, el arte callejero, el software libre y otras formas contemporáneas de lucha. La identidad que de otra manera hubiera sido suplantada por la violenta sociedad de consumo se nutrió de todas estas experiencias en la lucha en las calles. Ahora en Oaxaca hay varios colectivos libertarios.
Otro movimiento en auge (en Oaxaca y México) es el de Liberación Animal/Veganismo, que basa su ética en el no consumo de productos en los que haya crueldad animal directa, productos de las granjas industriales que es una manera suave de llamar a los centros de producción/exterminio que representan las industrias de la carne, la leche y los huevos. El discurso liberación animal incluye los conceptos de especismo, antropocentrismo y antidominación.
Desafortunadamente algunxs de estxs compañerxs sobrevaloran este discurso antidominación, criticando ferozmente a quienes todavía consumen carne/cuero y llegando a nefastas descalificaciones para con el resto del movimiento. Un recurso muy común es declarar no-consecuente a él/la compañerx que no practica su ética, y que consideran no ser tan radical o consecuente como ellxs. Curiosamente varixs de estxs compañerxs veganxs son muy drogadictos y creen que destruir su cerebro es una forma de protesta.
Hemos llegado a un punto crítico en el desarrollo de este ensayo, el de la consecuencia. No sólo compañerxs antidominación esgriman el descalificativo de “no consecuencia”, es un vicio muy común. Tópicos comunes como consumir o no Coca Cola, usar o no drogas (legales o ilegales) e incluso vestir de tal o cual forma, escuchar tal o cual música, sirven de pretexto para calificar de no consecuentes a colectivos enteros, generando un desgaste dentro del movimiento.
Uno de los mejores contra argumentos sobre la consecuencia fue señalado por el Sub Comandante Marcos, en una ocasión en la que le reprocharon haber tomado una lata de Coca Cola [Ver texto referido en http://old.kaosenlared.net/noticia/sub-nos-explica-porque-zapatistas-toman-coca-cola]. Este es un muy buen argumento contra todxs aquellxs que descalifican desde su muy “radical” posición, a los que no son -desde su particular punto de vista- tan consecuentes como ellxs.
Otra anécdota curiosamente gira alrededor del mismo refresco. Cuenta una compañera que durante los días más duros del 2006 en Oaxaca, un grupo de compas estaba festejando después de una marcha, al centro de la mesa se encontraba su botella de Coca Cola, al cuarto entró una compañera de España que reclamó a lxs compañerxs que si eso se hubiera visto en alguna okupa de por allá ella hubiera dicho que qué tipo de niñatos eran esos, con que consecuencia tomaban su lucha, que estaban jugando a la revolución, a lo que un compañero le contestó ¿y tú cómo llegaste hasta aquí? Ella respondió que en un avión de Iberia y agradeció al compañero la reflexión.
Ejemplos como estos podemos citar muchísimos; después de todo estamos sumergidos hasta el cuello en el sistema capitalista y prácticamente TODO lo que hagamos, en mayor o menor medida, sigue haciendo girar la rueda de la desigualdad -incluso si nos suicidamos tendremos que consumir ataúdes y pagar por nuestro entierro, incluso si adoptáramos la ética de hazlo-tú-mismx, seguramente nosotrxs estaríamos incompletos, pues aunque nos hiciéramos unos pantalones entubados muy chulos, no estaríamos ni fabricando la tela ni el hilo, ni las agujas, ni los tintes que se usaron para nuestros parches serigrafiados, ni el colorante para nuestras crestas, ni el hule de nuestras botas o huaraches... después de todo, lo que lxs compañerxs veganos/antidominación no ven es que al no usar cuero ni otros productos animales, su “alternativa” es proponer usar sintéticos (como la mona). La fabricación de estos productos contamina terriblemente el planeta, asesinando a millones de seres, plantas, animales y microorganismos incluidos. Además muchos de los vegetales que los veganos comen han sido tratados con una extrema crueldad, quizá estos vegetales no gritan, o no sangran o no exudan pus, pero son de igual manera torturados y explotados. Otra solución propuesta es la comida con soya, alimento transgénico y altamente procesado e industrializado.
Entonces... ¿tenemos que desechar todo lo que hemos estado haciendo? ¿tenemos por esos motivos que empezar a depilarnos las axilas, cortarnos las barbas y las rastas, usar desodorante Axe y empacharnos de Coca Cola? No necesariamente.
La identidad anticapitalista
Si señalamos que esta ética de consumo “anticapitalista” sigue alimentando en mayor o menor medida al capitalismo ¿Es totalmente criticable y/o absurda? ¿Tendrá algún sentido valorarla? ¿Cuál será su “utilidad”?
Para tratar de explicar esto el concepto de hegemonía de Gramsci nos es útil. El capital y su desprecio dicta lo que nos da estatus al ser consumido, de esta manera buscamos no pertenecer a los de abajo y ser más como los de arriba, no por nada México uno de los países que más tinte rubio consume por persona. Esta ética que estamos formando -escribir con una x, escuchar cierto tipo de música, no consumir cierto tipo de alimentos, vestir de cierta manera- es importante en cuanto a que rompe con la manera en la que el sistema desea que nos comportemos, con la manera en la que quiere que pensemos y actuemos, demostrando que otros mundos son posibles. Si bien dejar de comer carne no va a derrocar al sistema capitalista, nos proporciona un buen terreno de donde buscar una identidad colectiva -por eso el punk y el veganismo tienen tanto auge en lxs compañeros de secundaria y preparatoria-, identificarnos con algunas letras de Manu Chao (por ejemplo) nos da de igual manera un lugar común para compartir nuestra rebeldía, un lugar para conocernos y reconocernos como compañerxs anticapitalistas. Uno de las propuestas más importantes del Ejército Zapatista de Liberacioń Nacional ha sido la Otra Campaña, en la que nos sentimos compañerxs de lucha tanto aquí como en las europas, así como en otros países y otros continentes. Los símbolos promovidos tanto por el EZLN como por luchas anteriores y nuevas hacen que no necesitemos los símbolos del capitalismo para crearnos una identidad propia y colectiva.
Este ensayo está escrito en un tipo de letra llamado FreeSerif, en un programa llamado OpenOffice.org Writer,20 en un sistema operativo llamado Debian GNU/Linux. Todo, desde el tipo de letra, el diccionario ortográfico, el diseño del puntero del mouse, la programación del procesador de textos y el entorno gráfico del sistema operativo, incluido el sistema operativo mismo, está hecho bajo los términos del software libre, que es una manera más consecuente de usar las computadoras, pues en el Software Libre no se limitan las licencias de los programas para que sólo sea una compañía o una persona la que los puedan editar y/o mejorar, de lo que se trata es de compartir no competir para mejorar. Es más, el Software Libre es casi siempre gratuito y es legal compartirlo y hacerle copias. Sin embargo la computadora por donde escribo fue hecha por trabajadores explotados en varias partes del mundo, pero de otra manera no habríamos podido escribir nada ni compartirnos nada, ni mandarnos correos, por muy consecuentes que hubiéramos querido ser.
Es precisamente porque estamos buscando construir nuevos mundos que este tipo de actitudes son importante siempre y cuando no lleguen al extremo de la descalificación. ¿Para qué esperar a que el mundo perfecto llegue y podamos ser libres? ¿Para qué hacer en dos revoluciones lo que podemos hacer en una?
[Fragmento (pp. 57-67) de Apuntes para una ética libertaria, México, Edición del Autor, 2014; el libro completo está accesible en http://opendesing.wordpress.com/2014/07/07/apuntes-para-una-etica-anarquista.]
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.