CCURA
Los trabajadores venezolanos han sido sometidos a una bárbara ofensiva por parte del gobierno venezolano, el cual implementa desde el año 2008 un plan de ajuste para descargar todo el peso de la crisis económica sobre las espaldas del pueblo pobre y exprimir hasta la saciedad a la clase obrera. La liberación de los precios de los alimentos, la devaluación, el aumento del IVA, el congelamiento de los salarios, son parte del repertorio antiobrero ejecutado por el gobierno en estos años, con el acompañamiento de la comparsa roja-rojita de los dirigentes sindicales tarifados que secuestraron a la Unión Nacional de Trabajadores, para convertirla en un apéndice del gobierno y del PSUV.
Los trabajadores venezolanos han sido sometidos a una bárbara ofensiva por parte del gobierno venezolano, el cual implementa desde el año 2008 un plan de ajuste para descargar todo el peso de la crisis económica sobre las espaldas del pueblo pobre y exprimir hasta la saciedad a la clase obrera. La liberación de los precios de los alimentos, la devaluación, el aumento del IVA, el congelamiento de los salarios, son parte del repertorio antiobrero ejecutado por el gobierno en estos años, con el acompañamiento de la comparsa roja-rojita de los dirigentes sindicales tarifados que secuestraron a la Unión Nacional de Trabajadores, para convertirla en un apéndice del gobierno y del PSUV.
El apoyo de estos usurpadores ha sido fundamental para que el gobierno ataque con saña los derechos de los trabajadores y depauperice a las grandes mayorías. Cumplen la misma función que durante décadas cumplió el buró sindical de Acción Democrática, como brazo sindical patronal y gobiernero.
Lavándole la cara al gobierno
Los voceros sindicales del PSUV intentan encubrir la política antiobrera del gobierno, aludiendo a supuestas "conspiraciones" inflacionarias, cuando lo cierto es que fue el propio Presidente Chávez quien liberó los precios de los productos básicos de la canasta familiar y ha desarrollado una política nefasta de congelación de los salarios y bloqueo a las discusiones contractuales en la administración pública y empresas del Estado, lo cual ha envalentonado a los patronos del sector privado para hacer lo mismo. Es decir, aquello que los burócratas sindicales del PSUV llaman "conspiración" no es más que la mecánica normal y consuetudinaria del capitalismo en crisis, en la que operan coordinadamente los empresarios y el gobierno nacional.
A tal punto de degeneración han llegado los secuestradores de la UNETE, que en su comunicado ni siquiera exigen un aumento general de salarios, sino que apenas piden una "sinceración del salario". Curioso concepto, el de la explotación "sincera". Tampoco plantean acción o plan alguno para combatir las medidas antiobreras del gobierno. Claro, se trata de burócratas cuyo comunicado está diseñado para mostrar su complacencia con el gobierno y no para llamar a la movilización de los trabajadores. Tampoco piden en el comunicado que se acaten las 2000 órdenes de reenganche que los patronos públicos ignoran impunemente, ni que se discutan los contratos colectivos pendientes de la administración pública; se hacen los locos con la criminalización de la protesta y la huelga. Como si vivieran en otro planeta, ignoran los problemas más urgentes de los trabajadores.
El camino de la independencia de clase
Los trabajadores venezolanos estamos convocados a repudiar a esta burocracia sindical patronal, marchando de manera autónoma por nuestros derechos este 5 de febrero en Caracas. Allí podremos plantear con toda claridad que el salario mínimo no puede ser menor a la canasta básica, que la inamovilidad laboral debe respetarse, que en los procesos de estatizaciones de empresas no pueden continuar violándose los derechos de los trabajadores; por el reenganche de los trabajadores y sindicalistas ilegalmente despedidos, especialmente los petroleros de la Refinería El Palito que se encuentran en huelga de hambre; por el cumplimiento del contrato colectivo petrolero; y por la libertad de Rubén González y Sabino Romero, presos políticos del movimiento obrero y popular. Esta agenda autónoma sólo la podemos impulsar los trabajadores que estamos libres de ataduras con el gobierno y los patronos.
Por la dirección de CCURA:
Orlando Chirino, José Bodas, Emilio Bastidas, Alexis Polanco, Robert González, Fran Luna, Armando Guerra, Esperanza Hermida
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