Luis Fuenmayor
Hay 2 mil obreros de SIDOR en comisión de servicio, denunció Diosdado Cabello como si se tratara de algo ajeno al Gobierno y al PSUV. Pregunto al denunciante: ¿Quiénes autorizaron todas esas comisiones de servicios? ¿Acaso se las auto aprobaron los mismos trabajadores? La denuncia no incluyó el señalamiento de los responsables, se parece a la denuncia hecha por Giordani cuando reveló el fraude por 20 mil millones de dólares contra CADIVI, pero fue incapaz de señalar siquiera una de las empresas de maletín involucradas; no son tan diferentes Cabello y Giordani. Otra pregunta: ¿Para qué son esas comisiones de servicios? Sé que la mayoría son trabajadores jubilables, que por acuerdo de la empresa y el sindicato esperan la firma del nuevo contrato para irse con una jubilación mayor; deberían esperar trabajando. El resto son rojos rojitos destacados en actividades partidistas y electorales, hecho denunciado sin ningún resultado, que Cabello conoce y que el Gobierno impulsa. La principal, pero no la única, responsabilidad recae en la gerencia empresarial y el Ejecutivo.
Hay 2 mil obreros de SIDOR en comisión de servicio, denunció Diosdado Cabello como si se tratara de algo ajeno al Gobierno y al PSUV. Pregunto al denunciante: ¿Quiénes autorizaron todas esas comisiones de servicios? ¿Acaso se las auto aprobaron los mismos trabajadores? La denuncia no incluyó el señalamiento de los responsables, se parece a la denuncia hecha por Giordani cuando reveló el fraude por 20 mil millones de dólares contra CADIVI, pero fue incapaz de señalar siquiera una de las empresas de maletín involucradas; no son tan diferentes Cabello y Giordani. Otra pregunta: ¿Para qué son esas comisiones de servicios? Sé que la mayoría son trabajadores jubilables, que por acuerdo de la empresa y el sindicato esperan la firma del nuevo contrato para irse con una jubilación mayor; deberían esperar trabajando. El resto son rojos rojitos destacados en actividades partidistas y electorales, hecho denunciado sin ningún resultado, que Cabello conoce y que el Gobierno impulsa. La principal, pero no la única, responsabilidad recae en la gerencia empresarial y el Ejecutivo.
Diosdado hizo recaer en las protestas laborales la causa de la situación de quiebra de SIDOR, pero olvidó documentarse pues al parecer no hubo huelgas ni paros importantes en la siderúrgica, salvo reclamos de los tercerizados, durante los años 2009 al 2012, y en esos 4 años de gerencia “revolucionaria” la producción cayó de 4,3 millones de toneladas de acero en 2007, antes de la estatización, a 1,7 millones en 2012, un 65 por ciento menos. Que la mitad de los hornos tengan años dañados no es culpa de los trabajadores. Que se haya abandonado el mantenimiento y las inversiones tampoco lo es. ¿Quiénes han dirigido la planta en todo ese período? ¿Fue la MUD? ¿Fue la asamblea de obreros? ¿Quién dio la orden en Miraflores para que se parara la producción de tubos en TAVSA y se los importara de China? ¿De quién fue este negocito? En 2012, la dirección de SIDOR redujo adrede la producción de acero, para que Ferrominera cumpliera sus cuotas de venta de hierro a China. ¿Quién es el causante de que el contrato colectivo tenga 4 años vencido? ¡Dos años de discusiones y nada!
Pero hay algo más grave. Diosdado Cabello, Jesse Chacón y otros 3 ministros fueron designados por Chávez en 2009 como miembros de la Directiva de SIDOR. ¿Tomó esa directiva de “altísimo nivel” alguna acción para impedir el deterioro sostenido de la producción de acero? ¿Conoció de las insuficiencias y limitaciones de la planta? ¿Hizo algo al respecto? Sería muy bueno que se conocieran las decisiones de esa directiva y las actas de las reuniones, para medir su responsabilidad en la crisis actual, que hoy achacan a los trabajadores y a sus líderes sindicales, a quienes se les llama mafiosos. Como los tres grupos que controlan el 90 por ciento de SUTISS son del PSUV y sus aliados, son ellos los acusados y quienes deben responder. Estas mafias sin duda existen; las hay en otros sectores como el de la construcción. Trafican con los puestos de trabajo y con el contrato y están íntimamente asociadas a dirigentes corruptos y gozan de la protección e impunidad que da el Gobierno Nacional.
Otra cosa que se olvida intencionalmente es que la crisis de producción de SIDOR se inicia en 2010, cuando “el faro que iluminaba la humanidad”, hoy apagado, decidió restringir a la empresa el suministro de energía eléctrica, para derivar esa energía hacia los pueblos y ciudades donde se encontraban electores protestando por los apagones. A Chávez jamás le preocupó la producción de las empresas básicas, su única real preocupación era que el deterioro de la imagen del gobierno, producto de los apagones, pudiera mermar su fuerza electoral o la del PSUV. Los efectos de reducir la electricidad a SIDOR no se iban a notar en el corto plazo, sino en el mediano y largo como ocurre ahora. Los apagones, en cambio, podían influir las elecciones parlamentarias. Pobre Maduro, tener que lidiar diariamente con el legado de Chávez y no poder quejarse es terriblemente difícil. Con el bono que exige el sindicato por la firma tardía del contrato ocurre eso. Chávez lo aceptó y honró en 2008 y eso se lo echan en cara hoy a Maduro.
El Gobierno ha dicho que el contrato debe financiarse con lo que produce la empresa, algo razonable, pero en 2013 Maduro aprobó que se subsidiaría el contrato y eso hicieron con los contratos del aluminio y de las briqueteras, que producen menos que SIDOR. Los obreros no entienden las diferencias, a menos que se quiera sanear la empresa para venderla a los chinos u otro. Sería una privatización “revolucionaria”, pero privatización al fin.
[Publicado originalmente en el semanario La Razón, 3/8/14, Caracas.]
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