Debate (A) - Solidaridad Revolucionaria: Una perspectiva anarquista insurreccional

Wolfi Landstreicher

"La solidaridad radica en la acción. Una acción que hunde sus raíces en el proyecto propio [...] que, sobre todo, nos hace libres..."
- Daniela Carmignani

La solidaridad revolucionaria no es esencialmente una cuestión de apoyo moral, financiero  o  físico,  sino  algo  mucho  más  profundo,  porque  está  esencialmente centrada en el egoísmo. La base de la solidaridad revolucionaria radica en reconocer el propio proyecto de rebelión en las luchas y acciones de los demás y, por lo tanto, ver a estos otros, al menos potencialmente, como cómplices en la lucha.

Por lo tanto, la solidaridad revolucionaria solo puede existir cuando uno tiene un  claro  proyecto  de  rebelión  del  que  puede  brotar.  La  naturaleza  del  proyecto anarquista insurreccional es la reapropiación de la propia vida en conflicto abierto con toda forma de dominación y explotación; es el vuelco de las relaciones sociales existentes y la destrucción de toda jerarquía y autoridad y del sistema mercantil con el objetivo de abrir las posibilidades más completas para la asociación libre. Es esto lo que forma la base desde la cual yo, como un individuo explotado que lucha por recuperar mi vida y un anarquista insurreccional consciente, determino y expreso la solidaridad revolucionaria.

A partir de esto, debe quedar claro que no veo ninguna posibilidad de solidaridad entre los anarquistas insurreccionales y cualquier grupo que pretenda dirigir, representar o incluso (como tantos políticos de izquierda democrática) servir a cualquier lucha. En su papel especializado como portavoces de (su versión de) cualquier lucha específica, la jerarquía y la autoridad ya existen. Son contendientes por el poder y, por lo tanto, sus cómplices prácticos. Por lo tanto, no debería sorprender que en un momento u otro, los líderes de estos grupos comiencen a exigir a los gobernantes actuales que sean el primer paso para negociar y ocupar un lugar
dentro del orden social actual.

Pero cada lucha social tiene muchas capas y facetas diferentes. Mientras varios grupos políticos, sindicales o guerrilleros se esfuerzan por imponer su "servicio" a las luchas de los explotados y excluidos, muchas personas continúan llevando a cabo sus luchas de forma autónoma, organizando sus intentos de recuperar sus vidas y atacar lo que se interpone en su camino de asociación libre con otros de su elección. En cualquier lucha, encontramos a nuestros cómplices, aquellos con quienes podemos actuar en solidaridad, entre estos individuos.

¿Y qué significa actuar en solidaridad con otros en lucha? Sobre todo, significa continuar nuestra propia lucha contra  toda forma de dominación y explotación donde estemos. El Estado, el Capital y todas las instituciones a través de las cuales ejercen su poder constituyen una totalidad, y cada  ataque de una parte, incluso la
más pequeña subversión, la menor expresión de una revuelta autoorganizada, es un ataque en general. Pero hay puntos en los que mi lucha se cruza más específicamente con la de los demás. Aquí es donde la solidaridad puede tener sus expresiones más claras. Considere, por ejemplo, el levantamiento que comenzó en Argentina en diciembretde 2001. Fue provocado por políticas económicas puestas en juego por instituciones específicas. Estas instituciones tienen oficinas, funcionarios, propiedades y conexiones con otras instituciones en todo el mundo y ejercen sus prácticas de explotación en todas partes. Específicamente, las acciones dirigidas contra estas instituciones y sus conexiones en cualquier parte del mundo podrían proporcionar una clara expresión de solidaridad con aquellos en rebelión en Argentina. De manera similar, la solidaridad con las luchas de los prisioneros podría expresarse en ataques contra instituciones, corporaciones y funcionarios involucrados en la industria penitenciaria que a menudo participan en otros proyectos de explotación que afectan nuestras vidas. Las posibilidades son tan amplias como nuestra imaginación.

De la misma manera, la solidaridad con los anarquistas que han sido encarcelados se manifiesta actuando como sus cómplices, continuando nuestras luchas contra el Estado y el Capital, la fuente de su encarcelamiento. Tomar medidas que hagan obvio el víncul o de complicidad entre nuestra rebelión y la de nuestros compañeros encarcelados solo requiere un poco de conocimiento y creatividad.

La solidaridad revolucionaria es la expresión activa de un vínculo entre los proyectos de lucha y rebelión. Es una relación de complicidad, no de servicio o apoyo (aunque bajo circunstancias específicas, en el contexto de la ayuda mutua entre camaradas, uno podría incorporar alguna forma de apoyo en una relación de solidaridad). Uno entra en él en términos del propio proyecto, sin compromiso. Por lo tanto, como anarquista insurreccional, como individuo en rebelión contra toda forma de  dominación, explotación y jerarquía, mi solidaridad es siempre solo con aquellos aspectos de una lucha en la que los individuos actúan de forma autónoma para recuperar sus propias vidas y organizar sus propias relaciones y actividades libremente, luchando por destruir todo lo que obstruye estos intentos, particularmente las organizaciones y líderes que dicen representar la lucha.

[Texto incluido en el folleto Solidaridad Anárquica e Insurreccional, que en versión completa es accesible en https://conelfuegoenlaspupilas.files.wordpress.com/2018/06/solidaridad-anc3a1rquica-e-insurreccional.pdf.]