20.diciembre.2012
[Viene de “21/12/2012:
apocalipsis de plástico (I)”]
La contra-publicidad: los conjuros
indígenas contra el fin del mundo
“Nuestra danza-oración ataja muchos males. Las tormentas, las pestes, las enfermedades, las sequías y el mba'emeguí (= fin del mundo). Esto que llamamos poraí, la canción-sagrada, nuestros padres nos la dejaron para sostener el mundo, para salvar a la Humanidad. Nosotros somos los que, con nuestra danza-oración, impedimos que venga la destrucción final” (sermón del sacerdote guaraní Tupa Ñevangávy, alias ‘Guillermo Rojas’; Akaraymí, Paraguay; 08.agosto.1.992)
Es de suponer que a los Maya -o, por lo menos a algún segmento de ellos-, no les haya gustado demasiado la idea de presenciar el FM personalmente y en directo. En consecuencia, es presumible que hayan elaborado conjuros para remediarlo, reconducirlo, reducirlo, etc. Lo mismo podría decirse de cualquier otro pueblo, indígena, alienígena o cosmopolita.
En cuanto a los Maya propiamente dichos, si descartamos a los neo-chamanes que proliferan en el Mayab(= mundo maya) y que han encontrado un filón en el FM-2012, parecen haber optado por practicar sus estrategias preferidas: la modestia y la perífrasis. Por ejemplo, a principios de diciembre 2012, tres ‘sabios mayas’ –así etiquetados por terceros- llegaron a Cuba para encender un “fuego sagrado”. Lo hicieron en una playa de La Habana ante la presencia de cientos de cubanos que participaron con ofrendas para agradecer a “la Madre Tierra, al Sol, al río y al mar”. Acosada por los periodistas y tratando de no mencionar directamente a los apocalípticos, la lideresa maya Rosalina Tuyuc esquivó el tema pero no sin soltar la siguiente carga de profundidad: “Muchos gobiernos predijeron que en veinte años iba a haber cero pobreza y se equivocaron, muchos dijeron que las crisis no iban a afectar a los países bien desarrollados y afectaron, que no iban a haber guerras y hubieron guerras”.
Ahora bien, estamos hablando de la parte ‘política’
del Mayab. Pero el mundo maya tiene otra faceta que es la ‘culturalista’ -lo
cual no quiere decir que los Maya se dividan absolutamente en blanco y negro
pues existen multitud de casos grises y, más aún, son frecuentes los casos de
oscilación entre una y otra-. Dentro de esta faceta, nada más natural que
cultivar una de las principales características definitorias del Mayab: la
fascinación –en Occidente, tildada de obsesión- por el cómputo del Tiempo, una
seducción tal que ha llevado a algún sabio a proponer el término cronovisión (León-Portilla) como más
útil para la Mayalogía que el de cosmovisión.
Un ejemplo ‘cronovisionista’ que,
además tiene la virtud de ser uno de los escasos alegatos escritos por
verdaderos Mayas sobre el FM-2012, es el libro de Marco A. de Paz 2012. Del Baktun 13.0.0.0.0. – 4Ahaw 8
K’umk’u al Baktun 13.0.0.0.0. – 4 Ahaw 3 Kankin. La Quinta Era en la historia
del Pueblo Maya. Pronóstico de la cronología. Información básica para su
comprensión (CEDIM, 2009-2010, Guatemala)Si hemos
citado in extenso el título de esta publicación es para advertir que, quien no
esté familiarizado con la lectura de las cifras mayas –por ejemplo, las
incluidas en este título-, no debería aventurarse en las profundidades de la
astronomía maya. No es fácil leer tantos ceros rodeados de tantos punto y aún
lo sería más si tenemos in mente que la numeración maya tiene base vigesimal, no
decimal.
Una vez superada la prueba elemental de
la lectura de números, el lector encuentraen la obra de de Paz un optimismo
desaforado. Véase:
“La visión que se propone anuncia que,
la Nueva Era, la quinta en la concepción del tiempo, se perfila como una época
de profundos cambios: el mundo y la Humanidad evolucionarán hacia un estadio de
mayor perfección del Universo. La Humanidad incrementará su preocupación por el
cuidado de la Madre Tierra y acentuará las relaciones sociales de cooperación
global y de reconocimiento de igualdad entre los pueblos, así como se
desarrollará la transformación de conciencia
unitaria del género humano” (nuestras cursivas)
No encontramos motivos para compartir esta esperanza
de perfección. Y tampoco citaríamos como autoridades a Carlos Castaneda, Mircea
Eliade y algún otro charlatán de menor peligrosidad, como así hace de Paz. Más
que Castaneda-que se delata a sí mismo-, nos preocupa Eliade, propagandista
mayor del “eterno retorno” y militante
nazi rumano reciclado en historiador de las religiones –hay conexión entre una
y otra faceta-. Eliade se agarra al clavo ardiente de la cronovisión para
dictaminar que“la dedicación de los mayas al tema del tiempo” debe entenderse
“como una rebelión contra el tiempo concreto e histórico, rechazo del tiempo
concreto y depreciación de la historia, en búsqueda de una visión metafísica de
la existencia humana”. Es decir, que los Maya sustituyen la astronomía por la
metafísica con el propósito de olvidar la Historia. Pues no. Ni los Maya ni
nadie son capaces de revolver disciplinas tan disímiles.
Nazis
aparte, sostenemos que de Paz se equivoca al introducir estas citas
extemporáneas. Una cosa es escribir en occidental para demostrar al ladino que
se le conoce e incluso aprecia y otra muy distinta articular el propio discurso
con rótulas occidentales; de Paz cruza una línea roja, justamente la que separa
apaciguar la proverbial irascibilidad blanca –especialmente colérica en
Guatemala- de la dependencia con respecto a las modas académicas occidentales.
Como aproximación lega a los calendarios
mayas, bástenos saber que esto de la ‘nueva profecía maya’ está fuera de lugar
puesto que, en el período postclásico, los Maya ya no contaban según la Cuenta
Larga sino solamente mediante la Cuenta Corta o Rueda de los Katunob (13
períodos de 20 años), un lapso que se repetía cada 260 años. Por tanto, es
lógico que los Maya contemporáneos no se guíen por un calendario tan arcaico
–dicho sea independientemente de que observen con unción calendario alguno-.
Hecha esta glosa, subsiste el problema de la correlación entre los calendarios
mayas y los calendarios juliano y gregoriano. Si la disparidad de 10 días entre
estos dos últimos ya presenta mil dificultades –por ejemplo, la revolución
soviética, ¿comenzó en octubre o en noviembre?-, imaginemos las que presenta
adecuar la Cuenta Larga al almanaque occidental moderno -es decir, al
calendario gregoriano-. Aunque hay otras, la solución más aceptada es la
propuesta por Goodman-Martínez-Thompson, justamente la que permite que la
‘profecía maya’ coincida con el solsticio de invierno del 2012.
Tecnicismos fuera. Fijémonos ahora en la alusión que
hace de Paz a la transformación de la “conciencia unitaria del género humano”.
Aparentemente, es una frase de relleno típica de los discursos protocolarios.
Sin embargo, no es el caso por una razón muy simple: porque el racismo que
padecen los Maya es de tal profundidad que, evidentemente, indica que la
sociedad –guatemalteca en este caso-, se divide de hecho en Humanos y Otros, siendo Humanos los criollos más o menos blancos, allí
llamados ladinos, y Otros, los Maya
(no humanos)Si somos pesimistas, podríamos tildar de optimista a un autor
indígena por soñar en el siglo XXI con la desaparición de ese corte brutal pero
nada más realista –y hasta arriesgado- que denunciar filosóficamente la inicua
permanencia de un racismo tan arcaico como sistémico.
Para finalizar este acápite, una pregunta cuya
respuesta no nos compete. Entre los neo-chamanes mayas hay algunos que quieren
aprovechar el FM-2012 no para divulgar las auténticas costumbres y recetas de
su pueblo –que, en países tan racistas como los que ocupan el Maya bsiempre
tendrán un incómodo giro político- sino para vulgarizar folklorismos con
atrezzo maya. No debemos suponer mala fe en todas estas prácticas pues algunas
pueden surgir de malentendidos inter-étnicos, oportunismos de toda laya o
simples deficiencias individuales. Pero, puesto el parche antes que la herida,
todavía podemos preguntarnos si la ‘benignidad’ de algunas interpretaciones
actuales del FM-2012 que evaden los catastrofismos de otras predicciones al
subrayar que no estamos ante un cataclismo sino sólo ante un cambio de
numeración de las Eras se debe no tanto a la verdad contrastada
arqueológicamente sobre la antigua cultura maya sino que más bien son la
resultante de una contaminación por el protestantismo rampante, sobre todo en
Guatemala –véase infra, la cita de Lutero-. Es decir, los hodiernos profetas light, ¿son suaves porque, en efecto,
así era la concepción del FM entre los Maya clásicos o por influencia del
pastor de turno?Antes de contestar a esta ociosidad, tengamos en cuenta que el
panorama se bizantiniza al recordar que buena parte de las iglesias
protestantes guatemaltecas son apocalípticas en esencia por lo que la respuesta
no debe tener en cuenta solamente la ‘benignidad’ de Lutero sino también las
versiones catastrofistas.
La publicidad oficial: los conjuros de la Autoridad
“La tierra no estará desnuda ni será
árida y desolada después del Juicio Final… Dios creará una nueva Tierra y unos
nuevos Cielos y pondrá en ellos perritos cuya piel será de oro y cuyos pelos
serán piedras preciosas. Ya no habrá animales carniceros ni bestias venenosas
como las serpientes y los sapos… esas bestias se volverán amables, bonitas y
cariñosas a fin de que podamos jugar con ellas” (Dichos de sobremesa, Lutero, ca. 1525)
La Autoridad entiende que uno de sus principales cometidos psicológicos es amedrentar a la ciudadanía para que ésta, ablandada por la artillería del miedo, acabe abandonando su suerte a quienes dicen que saben o, en su defecto, a aquellos que evidentemente pueden más que los demás -es decir, a sí misma-. Por lo tanto, podemos considerar al FM como la meta de la praxis psicológica de cualquier Poder. Ahora bien, la Autoridad sabe que debe moderar y afinar su chantaje emocional para que la ciudadanía no llegue a la desesperación porque, entonces, pudiera ocurrir que el (imaginario) FM destapara la desnudez del rey. En otras palabras, que el pueblo concluyera renegando del FM, bien por considerarlo eternamente aplazado -y, por ende, falso e inofensivo-, bien porque descubriera que la Autoridad no haría nada en caso de hecatombe. Incluso, en el más radical de los casos, pudiera ocurrir que la ciudadanía descubriera una última verdad: que la Autoridad es el FM.
Hablando de
autoridades y metidos en la harina FM, la Autoridad mundial por excelencia en
materias cósmicas es la NASA, ¿right? Pues vayamos a por Ella, duro y a la
cabeza. Digámoslo en pura jerga norteamericana: ¿usted compraría un auto usado
a una empresa que, de los cinco vehículos que ha construido, dos han estallado
volatilizando a sus tripulantes? Pues bien, esa empresa podría ser la NASA y
los transbordadores espaciales, sus máquinas. Sin embargo, pese a semejante
historial, la NASA se cree la Reina del Cosmos y, por tanto, Señora de cuanto
alboroto galáctico podamos imaginar los terrícolas. En esa empírea calidad, ha
entrado al trapo del FM-2012 y lo ha hecho cumpliendo con el deber de apaciguar
a la Humanidad: “Tranquilos –ha dicho-, no tengo prevista ninguna colisión
astral y, por ende, no voy a permitir que el mundo se acabe sin mi permiso ni
conocimiento” (ver en internet, Introduction-Ask
an Astrobiologist-NASA Astrobiologyy NASA
- 2012: Beginning of theEnd or Why the World Won't End?) Quizá el wording o fraseo no haya sido
literalmente éste pero tal ha sido la impresión popular que ha querido causar.
Bonito espectáculo éste del Poder inmiscuyéndose –cual es su costumbre y su razón de ser- en donde no sólo nadie le ha llamado sino que tiene todas las probabilidades de hacer el ridículo, amén de crear un problema social donde antes sólo lo había individual -otra de sus especialidades-. Ha sido en la secuencia final de la película El ángel exterminador (Luis Buñuel, 1962) donde hemos visto reflejado con mayor precisión y sencillez este grotesco espectáculo del Poder haciendo gratuitamente de poderoso. Como la Humanidad entera debería recordar, en esa antológica secuencia, los burgueses vuelven a verse encerrados pero, esta vez, el pueblo llano, harto de la comedia, se dispone a liberarlos… hasta que es rechazado a palos por la policía.
Bonito espectáculo éste del Poder inmiscuyéndose –cual es su costumbre y su razón de ser- en donde no sólo nadie le ha llamado sino que tiene todas las probabilidades de hacer el ridículo, amén de crear un problema social donde antes sólo lo había individual -otra de sus especialidades-. Ha sido en la secuencia final de la película El ángel exterminador (Luis Buñuel, 1962) donde hemos visto reflejado con mayor precisión y sencillez este grotesco espectáculo del Poder haciendo gratuitamente de poderoso. Como la Humanidad entera debería recordar, en esa antológica secuencia, los burgueses vuelven a verse encerrados pero, esta vez, el pueblo llano, harto de la comedia, se dispone a liberarlos… hasta que es rechazado a palos por la policía.
Si existe alguna relación entre el FM y el resto de
las fantasías cósmicas, ésta pasa por el crédito que merece la vida
extraterrestre. En este asunto, el Poder se permite algunas divergencias, señal
de su (escasa) importancia real. Ejemplo: en mayo 2008, el Vaticano saludó al
“hermano extraterrestre” amparándose en el axioma de que “nada limita la
libertad creadora de Dios”. Sin embargo, en noviembre 2011, una petición firmada
por más de 10.000 gringos, obligó a la Administración USA a responder
oficialmente que “no tiene evidencias de vida extraterrestre”. Sí, de acuerdo,
esa frase no niega de plano la existencia de marcianitos pero, a efectos
mediáticos, la pone en duda. ¿Quién se ha mostrado más correcto políticamente
hablando, el Papa con su ecumenismo intergaláctico o la Casa Blanca con su
jerigonza metodológica o científica?
Da igual. Trasladando los moradores del confín del
mundo al FM, quien se lleva la palma de la corrección político-apocalíptica o
del mariposeo entre cardo y cardo ha sido el actual primer ministro ruso
Medvedev, autoridad que, ante el FM-2012, ha declarado recientemente “Yo no
creo en el FM”, para añadir a continuación “al menos, no en este año 2012”. ¿A
qué se debe esta inconsistencia? ¿A la prudencia política? ¿A que se ha sentido
embargado por la ‘tradicional melancolía del alma rusa’? Ni lo sabemos ni nos
importa.
Fin… de estas apostillas
Hemos visto que el mercado escatológico del FM es un
espacio caro a Occidente, mantenido desde hace siglos por sus jerifaltes e
incluso por algunos de sus más renombrados científicos. Por ende, la mercancía
FM-2012 caía en terreno abonado. A su vez, hemos intentado comprobar que este
artículo de consumo fue lanzado desde círculos esotéricos para, poco después,
ver ampliada su propaganda por los mass
media más poderosos. Frente a esta ofensiva mediática, la contra-publicidad
tenía que estar al cargo de los propios Maya y de los científicos. Como era de
suponer, ninguno de estos grupos ha sido suficientemente consultado ni
escuchado. Por un lado, los Maya han mantenido una segmentación
político/cultural; es decir, no han mostrado una posición única –no hubieran
podido hacerlo puesto que su plurisecular estrategia de sobrevivencia se basa
en la fragmentación-. Mientras que, en el otro lado, el grueso de los
científicos mayólogos no ha entrado en la discusión –exceptuando algún
deplorable caso de complicidad semipasiva con el esoterismo-. Finalmente, de la
interacción (antes llamada dialéctica
o lucha) de estos agentes, se
desprende que el producto ha contado con una generosa atención mediática pero
nos queda la pregunta clave: ¿cuál es la resultante económica del FM-2012?
A este respecto, los datos de que disponemos son
parciales, poco fidedignos y, desde luego, insuficientes para averiguar si la
campaña de lanzamiento del producto ha tenido una repercusión crematística a la
altura del bombardeo mediático. Es indudable que, en los años que median entre
el primer anuncio (Argüelles, 1987) y este año 2012, aumentó la venta de
productos escatológicos (refugios, armas, provisiones) pero no sabríamos
desglosar qué porcentaje de ese incremento se ha debido al FM-2012 y cual al
clima apocalíptico en boga desde la Guerra Fría. Los únicos referentes
específicos sobre ‘la profecía maya’, podrían ser:
a) en España: algunas casas de envites pagan o
pagarían más de 600:1 al que apueste por el FM-2012. No está claro quién y cómo
pagaría/cobraría la apuesta en caso de ganarla. Tampoco sabemos cuántos han
arriesgado unos euros apostando por ese cataclismo.
b) en el mundo: alguna encuesta encuentra que el
FM-2012 es tomado en serio por el 20% de los chinos y alrededor del 12% por los
ciudadanos de varios países de la muy racional e incluso escéptica Europa.
c) en América Central: los datos de los viajes sacros
y la ocupación hotelera en algunos lugares del Mayab. De ambos se dice que se
han incrementado en algo menos del 10% en el tramo 2011-2012. Volvemos a tener
las mismas dudas: ¿cuánto de este 10% se debe al FM-2012 y cuánto a la marcha
general del turismo en el área caribeña? No nos atrevemos a responder. Lo único
de lo que podemos estar seguros es de que estamos ante una operación económica
en la que nada han recibido –ni esperado- los Maya de hoy.
Item más, en estas notas hemos pretendido informar
sobre algunos detalles del horizonte escatológico en el que se enmarca el
FM-2012, añadiendo de paso otros pormenores –bien menores- sobre la profecía de
moda. Una vez saboreados todos ellos, es fácil colegir que ésta podría
clasificarse en la categoría del terror
consentido. Esta categoría se funda en la existencia de un masoquismo
colectivo bastante fingido y, por supuesto, inoperante; una corrupción del
ánimo perfectamente compatible con el trabajo y, por ende, consentido por el
Poder; en otras palabras, un vago sentimiento que tiene “más de deseo que de
temor” (Ignacio Padilla) Es decir, que pertenece al mismo grupo en el que
prosperan, por ejemplo, las películas de zombis y vampiros, productos
fabricados para que el consumidor sufra de mentirijillas y olvide así el
sufrimiento real. Curiosamente, este último padecimiento, el verdadero dolor,
se espectaculariza a manos llenas en las películas ‘de acción’ llegando al paroxismo
en la películas ‘de guerra’; sin embargo, estas producciones no son tenidas por
terroríficas, enésima muestra del grado de perversidad al que han llegado
algunas formas del espectáculo.
Gracias a su intrínseca inverosimilitud, el FM-2012
aterroriza pero menos. Quizá porque, después de tanta exhibición astronáutica y
de tanta ciencia-ficción –tanto futurómana como medievalizante e incluso
paleontológica-, sus ropajes cósmicos pertenecen al Carnaval más que a la
hiper-técnica; quizá porque –salvando a los apocalípticos de profesión- no ha
optado por la narrativa tremendista sino por una, a fuer de contradictoria,
vaga complacencia en la existencia de un futuro, sea cual sea el signo de éste;
quizá porque los Maya, desde que no son peligrosos puesto que consta en acta su
derrota militar, tampoco son imaginados como verdaderos sabios –piensan los
biempensantes, “de serlo, habrían ganado”- y es que, para el vulgo, y por mucho que multitud de neo-chamanes
prosperen gracias a los cursos de chamanería
por correspondencia, la sabiduría es peligrosa en sí.
Una de las pruebas de que el FM-2012 no va realmente
en serio es que, exceptuando ejemplos aislados que vienen a ser la excepción
que confirma la regla, no ha desencadenado histerias colectivas. Y eso que tan
frecuentes son. Un ejemplo reciente, la histeria colectiva que asoló España en
el fatídico año 2010 –ese sí que fue un FM a escala nacional-, cuando su equipo
de fútbol ganó en Sudáfrica la Copa del Mundo. En aquella vergonzosa ocasión,
millones de zombis uniformados con los colores patrios se cocinaron al sol del
ferragosto boreal mientras repetían millones de veces el mantra menos
indicativo, denotativo o simplemente significativo que podamos imaginar –estaba
compuesto por sólo dos palabras, campeones
y la exclamación oé-. No fue un
fenómeno del tipo ataraxia colectiva sobrevenida sino una pandemia producida
por un exterminio neuronal incubado desde el franquismo que causó una necedad
nacional inducida.
Hablando en plata, el FM-2012 nos preocupa muy poco porque
es un apocalipsis con armas de plástico mediático que se emperifolla con
plástico aborigen para asustar a un público plastificado en cuerpo y alma. Por
tanto, será una psicosis efímera. En realidad, lo que nos preocupa es el día
después y ello exclusivamente por lo que puede representar para los pueblos
mayas. Nos tememos que el 22 de diciembre volverá a subir la marea racista
aunque sea de una manera solapada y paulatina antes que inmediata y agresiva. Y
es que tememos que el seudo-razonamiento que se cuele en el subconsciente de
los inconscientes sea del tipo “los mayas no sirven ni siquiera como
astrónomos”. Así, de esta manera tan inicua, los Maya verán socavada la única
imagen popular que les era favorable, a saber, la de su pericia astronómica. Y
ojalá que ello no se vea ‘compensado’ con el repunte de imágenes al sangriento
estilo del film Apocalyto (2007, Mel
Gibson), tan falaces como tremendistas – y tan tremendamente populares, para
desgracia de los Maya-.
Sea como sea, existe un terror real que ya fue narrado por los clásicos: cuando suena la trompeta del Juicio Final, Quevedo ve a “los que habían sido soldados y capitanes levantarse de los sepulcros con ira, juzgándola por seña de guerra; a los avarientos con ansias y congojas, celando algún rebato; y los dados a vanidad y gula, con ser áspero el son, lo tuvieron por cosa de sarao o caza”. O sea, que los perversos y los necios no aprenden ni siquiera cuando están obligados a ello. Por desgracia, como el planeta está regido por malvados –lo dicen los profetas del Libro, musulmanes incluidos-, los mismos que hoy creen o fingen creer en el FM-2012, al día siguiente del apocalipsis seguirán igual de necios –peor para ellos-. Y, lo que puede ser trágico, igual de perversos –peor para nosotros-.
APÉNDICE
Lista de
algunos trabajos científicos que investigan la difusión del FM-2012
Robert K. Sitler. 2006. “The 2012 Phenomenon New Age Appropriation of an Ancient Mayan Calendar”; pp. 24-38, en Nova Religio: The Journal of Alternative and Emergent Religions, Vol. 9, No. 3 (February 2006)
According to the ancient Mayan Long Count calendar, a cycle of more than 5,000 years will come to fruition on the winter solstice of 2012. While this date is largely unknown among contemporary Maya, some participants in the New Age movement believe it will mark an apocalyptic global transformation. Hundreds of books and Internet sites speculate wildly about the 2012 date, but little of this conjecture has a factual basis in Mayan culture. This paper provides an overview of the primary currents in the 2012 phenomenon, examines their sources, and speculates about developments as this highly anticipated date approaches.
Robert K. Sitler. 2012. “The 2012 Phenomenon Comes of Age”; en Nova Religio: The Journal of Alternative and Emergent Religions, Vol. 16, No. 1 (August 2012), pp. 61-87; University of California Press.
This essay is an update on the “2012 phenomenon” first discussed in my article in Nova Religio 9, no. 3 (February 2006), which was the first academic assessment of the movement. Since then, this international movement has developed with remarkable speed, focusing intense and still-growing speculation on the completion of a major cycle in the Mayan Long Count calendar on 21 December 2012. Various factors have accelerated the 2012 phenomenon's recent growth, including the decipherment of two ancient Mayan hieroglyphic texts that explicitly refer to the 2012 date, and the release of the Hollywood film 2012. The topic now draws serious academic analysis, and has led to far greater involvement in the 2012 phenomenon by the Maya themselves, including publication of the first books on the subject by Maya authors. This article reassesses the movement as it approaches its culmination on 21 December 2012, and presents indigenous perspectives acquired through conversations with Maya spiritual guides and elders in Guatemala and Mexico.
John W. Hoopes. 2011. “A critical history of 2012 mythology”, en Proceedings of the International Astronomical Union / Volume 7 / Symposium S278 / January 2011, pp 240-248.
The notion that December 21, 2012 will bring physical catastrophes, a transformation of consciousness, or even a New Age is an unanticipated and unintentional consequence of early speculation by credentialed academic experts. It has grown as a result of its subsequent interpretation through the lens of speculative, counterculture metaphysics by individuals with both academic and non-academic backgrounds. This article provides a historical review of the most significant contributions to the emergence of the 2012 phenomenon (Keywords: 2012 phenomenon; astrology; Maya)
Elizabeth R. Bell. 2012. “Pirates of Our Spirituality”: The 2012 Apocalypse and the Value of Heritage in Guatemala”, en Latin American Perspectives (September 6, 2012)
La espiritualidad maya sirve como un lugar de enunciación de la negociación en curso entre la cultura local expresiva y la sociedad cambiante y globalizada. En los últimos años los mayas de Guatemala han utilizado subversivamente el mercado global provisto por el turismo para sobrevivir económicamente, recuperar su patrimonio cultural, y recuperar su patrimonio. Careciendo de voz y representación en un ambiente que históricamente ha amenazado su modo de vida, han afirmado su patrimonio con el fin de valorar su cultura. Ellos emplean el conocimiento público y la experiencia de los desastres naturales para demostrar no sólo la exactitud de las profecías del 2012 del cambio al final de la cuenta larga del calendario maya, sino también el valor de los sistemas de conocimiento que los produjo.
William H. Swatos, Jr. 2012. “2012: Decoding the Countercultural Apocalypse”; pp. 503-505, en Journal of Contemporary Religion, Vol. 27: 3, sept. 2012.
Will Black.Beyond the End of the World – 2012 and Apocalypse.2010.Lulu.com; 222 pp.;ISBN-10: 144663969X; ISBN-13: 978-1446639696 (en fecha 12.XII.2012, nº 1,885,817 entre los más vendidos por Amazon, un puesto poco halagüeño)
Según Amazon.com, “This book cuts through rampant
misinformation circulating about 2012 to present a coherent understanding of
the Mayan calendar and the significance of the date. As an anthropologist and
journalist, Will Black has conducted research into 2012 millenarianism for
several years. He consequently offers a much broader and clearer picture than
other books on the subject. In their haste to jump onto the 2012 bandwagon,
most authors seem to have forgotten that the Maya are a real people, often
living in as violently precarious circumstances as their ancestors. Will Black
demolishes fantasies about crumbling calendar stones before examining the
brutal cocaine wars blighting Central America. The hedonistic world of many
westerners who have become interested in 2012 is contrasted sharply with the
lives of ancient and modern Maya. The extraordinary world of shamans is
contrasted with that of New Age seekers. Information about key visionary substances
is offered”.
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