Con la tecnología de Blogger.

viernes, 1 de julio de 2016

Península Ibérica: Conversación con el periodista e intelectual anarquista Rafael Cid (1ra. parte)


Jorge Santoveña (revista La Soga)

Rafael Cid es periodista, analista político y uno de los pensadores anarquistas actuales. Fue jefe de redacción de la revista Cambio 16 y miembro del equipo de investigación del diario El País. Premio Ortega y Gasset de periodismo, en la actualidad escribe en diferentes medios alternativos ligados a los movimientos sociales y al activismo ciudadano. Conferenciante, es asiduo colaborador del periódico Rojo y Negro y de Radio Klara, además de prologuista del libro La ficción democrática (La Linterna Sorda, Madrid 2013).

- Usted se declara anarquista. ¿Nos podría explicar de forma sintética qué es el anarquismo?

° El anarquismo es un compromiso con una realidad que no se da en esa misma realidad oficial, digamos. ¿En que consiste? Consiste en creer en las capacidades del individuo en sociedad, al  margen de premios y castigos; al margen de condicionamientos externos, porque se confía en que el desarrollo pleno de la libertad de un individuo genera responsabilidad y una ética que, por sí misma, tiene la capacidad de conformar una sociedad; al margen del compromiso condicionado que surge cuando esa vinculación social se establece por obligaciones, a través de un sistema de premios y castigos representado por el Estado, y donde el individuo es una parte de un mecanismo sometido a una escala de contravalores. Puesto que lo que hace el individuo para participar en esa sociedad reglada es hacerlo a través de intermediarios, bien sea representantes políticos, o de otra índole, y todo ello sometido a una jerarquía de condicionantes donde existe, al final, una gran distancia entre la autonomía del individuo y la realización final de sus ambiciones.

Es decir, no hay acción directa del individuo, hay una acción mediada a través de representantes, y todo eso sometido a una estructura que culmina en un Estado, como organizador normativo de la sociedad, que funciona sobre la base de la coacción. Exige un imperativo al individuo en sociedad, al margen de sus propias convicciones y, por tanto, al final suplanta la propia libertad del individuo, su capacidad de responsabilidad y su convicción ética.

- ¿Tiene vigencia en la actualidad?

° Simbolo anarquistaBueno, en la actualidad puede tener vigencia. De hecho, hay dos mundos separados: hay un mundo oficial donde prácticamente el anarquismo no existe. De hecho es muy difícil encontrar referencias anarquistas en el mundo oficial, en el mundo académico, al menos en España, a pesar de que en España tuvo una presencia social muy importante; y, sin embargo, cada vez existe más espíritu anarquista, al margen de siglas, al margen de otras manchetas. Porque al margen de una sociedad cada vez más reglada, cada vez más controlada por aparatos (no solamente por el aparato del Estado, sino por aparatos), el individuo cada vez está más dentro de la masa, de una masa amorfa que es dominada por los poderes públicos, por los poderes económicos, por los poderes facticos. Es una mónada y no tiene apenas capacidad de acción nada más que en el ámbito estrictamente del consumo, digamos.

En ese sentido, cada vez hay más ambición de recuperar cuotas de responsabilidad, de autonomía y de libertad. De hecho, los movimientos que se están produciendo no solamente en España, como el 15M, sino en otras regiones del mundo, sobre todo del mundo más desarrollado, lo que indican es precisamente esa acción directa del individuo, ese protagonismo, ese compromiso del individuo en la sociedad. Siempre el individuo en la sociedad, siempre el therìon politikòn que dijo Aristóteles: el hombre y la mujer como animal social frente a las estructuras que lo que hacen es gobernar por ellos.

El individuo que está ahora mismo, digamos, luchando contra la estructura del sistema, es un individuo, hombre o mujer, que reclama el control directo de sus vidas, la construcción social en armonía con el medio ambiente y con sus semejantes, en responsabilidad, con una ética de la convicción y la responsabilidad, frente a una sociedad cada vez más tecnologizada que cada vez introduce más mediaciones externas a ello. Ya digo que los últimos, y más juveniles, también es cierto, movimientos sociales que tienen como referencia un rechazo del orden existente (sobre todo de los poderes económicos emergentes, que casi siempre lo que hacen es trasladar el control, la responsabilidad última a una élite) son un intento de recuperar ese control para las personas, para los ciudadanos, para el individuo, para el hombre y la mujer. Porque es poco comprensible tener una vida plena sin haberla vivido libremente.

- ¿Podría explicarnos en qué consiste el concepto anarquista de la Acción Directa?

° La acción directa es, digamos, la acción del productor al consumidor, en términos vulgares. Es la acción evitando el mínimo de mediación externa al individuo. Es una acción inmediata frente a la acción mediada. Hoy día, casi todo está a través de intermediarios. Hay intermediarios políticos: el representante político lo que hace es suplantar al representado. De alguna forma, el representado concurre a unas elecciones que en realidad no son tales. No son elecciones, porque, en el caso de España, por ejemplo, ya la lista está hecha por el aparato del partido político y lo que se va es a elegir, dentro de una lista cerrada y bloqueada, a un individuo que ha elegido previamente el partido. Y al final de ese acto mecánico que es la votación, lo que ocurre es que una minoría, los representantes, se convierten en, digamos… tienen un cheque en blanco de los representados y muchas veces sus acciones, en la práctica, no tienen que ver casi nada con lo que en un principio querían los representados.

Por tanto, ahí hay una acción de intermediación que lo que hace es suplantar al titular del derecho. Y esto ocurre en tantas cosas… Los mismos gobiernos supranacionales, pongamos la Unión Europea, cada vez se distancian más de la voluntad ciudadana, a pesar de que existan principios formales que luego en la práctica no se producen, como el principio de subsidiaridad. Y en este sentido la acción directa, que es un término clásico del anarquismo (que no tiene nada que ver con la acción violenta, al margen de que hubiera actos individuales de terrorismo hace casi un siglo) es la reivindicación de ese protagonismo directo del individuo como ser social. Un protagonismo que lo que busca es desfalcar la responsabilidad del individuo y por tanto crear una conciencia moral, y eso solamente se consigue si el individuo tiene un amplio ámbito de libertad. Es decir, la libertad en uno no es libre sino ejerce libremente, esto es una cuestión de cultura y de experiencia, y en ese sentido la acción directa es el equivalente a la autogestión, a la autodemocracia. De alguna forma, la democracia, que es un concepto clásico de la ciencia política, es el gobierno del pueblo con el pueblo y para el pueblo. Es un concepto que en realidad lo que reivindica es la autogestión, la acción directa entendida en su sentido puro. Entonces, de alguna manera, el anarquismo, en ese concepto de acción directa, reivindica el elemento más puro de la democracia. De hecho, yo en cierta medida he escrito una renovación de las tesis anarquistas, con el fondo de referencia teórico de la democracia, en un concepto que he llamado demoacracia.

- Ha dicho que algunos de los atentados anarquistas de hace cien años fueron terrorismo. Sin embargo, en su momento no se utilizaba ese término para describirlas dentro del anarquismo. ¿Ha habido un cambio al respecto en cómo definir aquellas acciones?

° Evidentemente, eran categorías diferentes. Estamos hablando de principio del siglo XX. De hecho, no había la militancia en cuanto tal. El anarquismo en aquella época estaba poco estructurado. Nacían organizaciones anarcosindicalistas como la C.N.T., y lo que había  de ser un espíritu libertario anarquista, que inundaba buena parte de la sociedad y, sobre todo, de la intelectualidad. Azorín fue, en un principio, anarquista. Entonces era, digamos, un concepto afectivo o intelectual que no se puede meter en una categoría como ahora, con organizaciones en las que hay una cierta disciplina de acción. Eran acciones individuales.

Calificarlo como terrorista tiene dos sentidos, por lo menos en mi forma de ver las cosas: por un lado, que hubo acciones que no eran simplemente magnicidios. Hubo una buena cantidad de acciones por parte de individuos anarquistas que lo que pretendían era acabar con un tirano, o con un rey, o con un déspota, fuera del tipo que fuera. Fuera político o religioso. Eso yo no lo considero terrorista, sino acciones de respuesta a la injusticia que provocaba la miseria en grandes núcleos de población. Lo que sí es cierto es que algunos individuos a título particular realizaron acciones violentas que provocaron víctimas entre la población normal y corriente. Ahí están los casos del Liceo de Barcelona o semejantes. En algunos momentos trufado también con acciones parapoliciales que podrían haber desvirtuado la responsabilidad directa de estos individuos. Pero es cierto que esas acciones tuvieron lugar y aunque es verdad que entonces la categoría de terrorismo como la entendemos hoy no existía, por los efectos de haber causado víctimas en población inocente, ajena al hecho político, pues yo creo que es bueno calificarla de terrorismo. Sobre todo para poner claro que, como punto de arranque, el anarquismo no tiene que ver nada con la violencia. Al contrario: el anarquismo considera que la auténtica violencia es la violencia estructural, la violencia que deriva de una organización social hecha a través de la dominación y la explotación que se articula de forma jerárquica en una pirámide vertical, de arriba abajo, a través de un ordeno y mando, y que tiene como bisagra fundamental la coacción del Estado. Incluso las normas jurídicas se basan fundamentalmente en la coacción, no son, digamos, mandatos voluntarios, sino mandatos imperativos. Y de ahí nace una violencia estructural, que esa es la que el anarquismo combate, sobretodo en el terreno de la práctica diaria y de las ideas Y por tanto es bueno reconocer que hubo actos individuales de carácter terrorista, por sus consecuencias, para decir a continuación que la esencia del anarquismo es, precisamente, la lucha contra la violencia estructural.

- El anarquismo clásico, considera la historia de la humanidad como un despliegue de la razón (conteniendo esta la verdad, la justicia y la libertad) en la que se va apartando la religión, por necesaria que fuera en origen. ¿En qué se diferencia esta concepción de la historia de la de la Ilustración liberal?

° Tiene mucho que ver con la ilustración liberal, lo que pasa que hay un punto de insuficiencia del racionalismo. Es decir, el anarquismo evidentemente se estructura en cuanto a un pensamiento, un corpus de cierta entidad, más o menos también al socaire de la revolución liberal, de la Ilustración de alguna manera. Por ejemplo, en la Fundamentación de la metafísica de las costumbres de Kant hay también principios libertarios, por decirlo de alguna forma. En juristas como Hans Kelsen y su Teoría pura del Derecho hay también principios libertarios.

Quiere decirse que es, digamos, un intento de llevar esa racionalidad a la vida social con sus últimas consecuencias, para evitar esa disfunción que se produce cuando hay un olvido de la sanción moral, es decir, de la conciencia. Ese mundo interior, esa voz interior que nos dice a todos los individuos, más o menos, qué es éticamente bueno y qué es éticamente malo. Lo éticamente malo sería el terrorismo, sería la miseria provocada evidentemente; y hay acciones que tienen que ver con el apoyo mutuo, con la solidaridad, que son éticamente buenas. Pero cuando se acepta una estructura donde es alguien externo al individuo el que dice qué hay que hacer (lo que es bueno, lo que es malo) premia, sanciona y ahí se crea un corpus, nosotros creemos que artificial, una especie de segunda prótesis en el individuo donde todo se hace por delegación. Son los líderes políticos, son las autoridades oficiales, es la normativa, el Derecho. Con esa estructura de sanción y premios, se produce un olvido de esa voz interior porque, en alguna forma, nos desentendemos.

En ese sentido, es donde nosotros creemos que hay un principio fundamental de racionalidad, pero también que la racionalidad no es el procedimiento sine qua non, porque hay puntos donde no se llega. Igual que de alguna forma la democracia, en el sentido técnico de la palabra tiene un punto de insuficiencia: no vale con que la mayoría decida. La mayoría puede decidir barbaridades llegado un momento. Puede decidir que haya una mayoría, y de hecho ha ocurrido en la historia, que decida imponer la pena de muerte, matar a gentes de diferentes religiones o etnias, etc. Por tanto, esos elementos que son categorías válidas son insuficientes y hay que llenarlas de contenido moral, es decir, reivindicar también los valores de la minoría, establecer un cómputo de valores que son lo que se llama derechos fundamentales.

Nosotros, además, lo que decimos es que de alguna manera la sociedad capitalista actual, que lo que hace es estructurar de una forma más precisa, más compleja, más contundente y más eficaz, ciertos contravalores sociales, lo que hace es renovar en buena manera la filosofía deísta. Es decir, hasta el siglo XVIII lo que había era un control social a través de la religión, del miedo al más allá, que se estructuraba también a través de una jerarquía religiosa, de mayor a menor, que culminaba en punto último en una persona que se la suponía con valores extraordinarios. Lo que había era una reglamentación de la sociedad que también extrapolaba la responsabilidad del individuo, le condicionaba a actuar por coacción, otra vez por premios y castigos: si eres bueno recibirás en el más allá una satisfacción y si eres malo irás al infierno. Es decir, se producía también eso que denunciamos que después se ha renovado a través de un ordenamiento jurídico que establece pautas semejantes, fundamentalmente porque lo que se intenta es un control social de esa naturaleza.

Mientras no exista esa conciencia moral, es difícil que nazcan los valores profundos que están en el seno humano, que son valores de justicia, de solidaridad. No estamos hablando de un maximalismo, no estamos hablando de que el anarquismo sea la última instancia: el anarquismo es un medio para conseguir un punto cero. Hay una frase famosa de un político español que decía algo así como «la libertad no hace mejor al ser humano, la libertad únicamente hace humanos a los seres humanos». Algo parecido podíamos decir de esto. De alguna forma, lo que se intenta es recuperar ese principio ético de responsabilidad que nos permitiría, de alguna manera, reconocernos, y avanzar para alcanzar los principios básicos de una convivencia social en armonía con el medio ambiente.

Eso es importante puesto que el anarquismo siempre tuvo una referencia con la naturaleza incluso en sus primeras manifestaciones. En un mundo que cada vez es más complejo, tenemos más capacidad técnica para solucionar temas importantes que nos afligen a todos y, sin embargo, a pesar de todas las modalidades, de todas esas capacidades, cada vez nos vemos más alejados de ello. El principio de la paz, del antimilitarismo, el principio de la libertad, la satisfacción de las necesidades fundamentales, la armonía con la naturaleza… todo eso que exige un compromiso ético, un compromiso solidario y que hoy día, debido a la capacidad técnica, incluso a los recursos económicos, sería posible, pues resulta que nos alejamos de ello. Y nos alejamos de ello, de alguna manera, con el efecto placebo de tener unos mecanismos estructurales que aceptamos y cuya práctica nos lleva a no cumplir esas cosas que serían razonables poner como elementos prioritarios en nuestro quehacer diario.

- Por tanto, el anarquismo no sería racionalista ni materialista, ya que dentro de la sociedad plural en la que cree, y lejos de simplificaciones y de certezas, apuesta por una espiritualidad humanista y naturalista (ajena a lo sobrenatural propio de las religiones) capaz de ocupar a nivel social el lugar de la religión y de convertir en realidad los más nobles valores humanos. ¿Entonces los anarquistas creen en la existencia del espíritu como algo consustancial al ser humano?

° Bueno, depende. La palabra espíritu es una palabra polisémica. Está llena de recovecos peligrosos, diría yo, porque desde el espíritu deísta, al espíritu de Hegel, que era el Estado… El Estado es lo más contrario a la forma que tienen de ver los anarquistas su papel, su compromiso social, por tanto yo no usaría esa palabra.

Sí usaría conciencia, en cuanto a denominador común de los individuos que estamos en sociedad, que estamos en relación con la naturaleza. Yo creo que hoy día, por ejemplo, en el terreno de los hechos prácticos, más que hablar de economía habría que hablar de bioeconomía, es decir, de biosfera, porque estamos relacionados con el medio ambiente. No solo con el ser racional de los seres humanos sino también con los animales. Y en ese sentido, hay una complejidad que yo establecería desde otras pautas. Fundamentalmente, de alguna manera, en el terreno de la experiencia. El anarquismo lo ha intentado, sobre todo, a partir de las formulaciones más acabadas de Proudhon, de Bakunin, de Koprotkin. Estamos hablando además de una época en que curiosamente, quizás sea bastante desconocido, los portavoces del anarquismo eran personas de una singularidad y trayectoria intelectual profunda: Koprotkin era un geógrafo, Bakunin era un intelectual importante, el propio Proudhon era un personaje también de una categoría intelectual seria. Frente al principio del materialismo que después de la Primera Internacional, y con la irrupción del marxismo, se concretó en el determinismo económico, intentaban establecer una condición inseparable entre el tema económico y la libertad, que luego se bifurcaría.

Hay una frase de Bakunin que yo creo que lo refleja bastante bien. Es conocido que a los anarquistas también se los denomina libertarios, indicando que el tema de la libertad es cenital para los anarquistas. Esta frase es la que decía: «la libertad sin socialismo es privilegio y justicia. Socialismo sin libertad es esclavitud y brutalidad». Yo creo que define bastante bien ese gozne, ese perímetro en que se desenvuelve la actividad del anarquismo.

- Para el filósofo político y revolucionario francés Pierre-Joseph Proudhon, el auténtico progreso o ascenso se encontraría en un constante flujo y reflujo. La guerra o polémica sería una de las principales categorías de la razón humana, tanto especulativa como práctica, y de la dinámica social. La paz se establece en la permanencia del antagonismo, no en la destrucción recíproca, sino en la conciliación ordenadora y en el perfeccionamiento sin fin. Los términos derivados de esta conciliación son justicia, igualdad, equilibrio o armonía, y en todos ellos están unidos lo real y lo ideal. Proudhon propone un equilibrio en la diversidad, continuamente inestable, susceptible de ser perfeccionado. ¿Si la guerra o polémica es una de las categorías principales de la dinámica social de uno de los padres del anarquismo, por qué generalmente los movimientos libertarios son antibelicistas, más allá de su crítica al concepto de autoridad propio de los ejércitos regulares?

° Proudhon es un personaje de una singularidad que hay que resaltar. Digamos que junto con Bakunin y Koprotkin, es el primero, digamos, entre comillas, pensador anarquista. Fue el que creó o de alguna forma difundió el concepto de anarquía como no autoridad, opuesta a esa construcción a la que me he referido antes, reglada, jerárquica, piramidal, que se concreta en el Estado después de que lo teorizara Hobbes como una derivación del concepto deísta. De alguna forma, el famoso Leviatán es un monstruo del Antiguo Testamento.

Proudhon era una persona que era un obrero. Se fundamentaba en la realidad social de su época, independientemente de que como autodidacta alcanzara cotas importantes. Una de las singularidades de Proudhon es que, aunque no de una forma acabada, fue el primero que introdujo el concepto de dialéctica social, la oposición de los contrarios para llegar a una síntesis. Sin embargo, siempre se suele citar a Marx como el hombre que introdujo la dialéctica a través del determinismo económico. Pero, en la realidad, de alguna forma fue Proudhon, porque quizá fue el primer lector de Hegel desde la izquierda.

En cierto sentido, hay dos posiciones seminales en relación a la guerra: una su definición como un elemento de destrucción y de desunión. De alguna forma Proudhon intuye que la guerra es un elemento que independientemente de que introduzca pulsiones de control o de intereses a través de señores feudales o de gente que maneje los entresijos de la guerra, y que de esta manera disocien el entendimiento común entre las personas, es un elemento disolvente. Pero luego, después eso se concreta, porque de alguna forma en el hecho de la Primera Guerra Mundial, que es la primera vez en que se produce una confrontación de ámbito continental, esta acaba, rompe, el primer intento de organización de los trabajadores a nivel internacional. De hecho, la Gran Guerra se produce cuando estaba organizándose una estructura de solidaridad internacional y hace que, de nuevo, las personas en lugar de buscar el punto común del apoyo mutuo, de la autonomía, se posicionen a favor de los intereses de las naciones, y por tanto de los dueños entre comillas. De los reyes, de los jefes de Estado. Y rompe en la práctica la internacional de los trabajadores y por tanto, para nosotros, no solo es fundamental el rechazo a la guerra por ser una confrontación entre personas, sino nuestra oposición a ese tipo de estructura mental. Es decir, a los ejércitos, a la industria armamentística, en resumen a todo lo que sea una pulsión competitiva que de alguna forma rompa con los lazos de cooperación entre individuos.

Hay una frase muy hermosa de Elisée Reclus, otro gran geógrafo anarquista, que introduce un elemento quizás poco conocido, porque la mentalidad sobre el anarquismo es que somos antiautoritarios en el sentido de que no aceptamos una autoridad externa o intentamos reivindicar una autonomía propia, y por tanto esa violencia estructural que se concreta finalmente en el Estado es un gesto de autoritarismo, porque es la imposición vía coacción o vía premio, de acciones que a lo mejor el hombre considera impropias. Por ejemplo, ya que estamos hablando de la guerra, todos los Estados modernos llamados democráticos, si se produce una conflagración con otro Estado… Pues hay la obligación de ir a la guerra. Esa obligación es impuesta a través de una estructura de mando jerárquica de la sociedad oficial sobre la sociedad civil, que nos hace entrar en un conflicto que es completamente contradictorio con los intereses del ser humano, y ahí tenemos los ejemplos recientes de muchas guerras que se han producido, y guerras recientes que ahora se camuflan con eso de la intervención humanitaria de los ejércitos. Entonces, en ese sentido, ya digo que es completamente contradictorio con el espíritu cooperativo, solidario, que establecemos como elemento base de nuestra acción diaria. Nosotros creemos que el hecho no se traduce en grandes solemnidades sino en que en el día a día eso lo llevemos a la práctica. Decía que hay una frase muy hermosa, o a mi me lo parece, de Elisée Reclus que además va hacia una confusión, la de creer que el anarquismo quiere destruir todas las reglas. El anarquismo no quiere destruir todas las reglas, quiere destruir todas las reglas que sean coactivas, que sean impositivas. El anarquismo no es ingenuo y sabe que una sociedad, es más, una sociedad compleja como es la de hoy en día, necesita normas. Necesita un ordenamiento, pero no un ordenamiento impositivo jurídico coactivo, sino un ordenamiento jurídico basado en otros elementos de proximidad, de acción directa, de convicción, etc. Esta frase, un desiderátum, introduce esa convicción sobre un proyecto normativo. Dice Elisée Reclus que «el anarquismo es la más alta expresión del orden». En ese sentido de desiderátum está también en buena medida el proyecto libertario.

- En el origen del enfrentamiento dentro de la I Internacional (1864-1876) entre dos teorías revolucionarias diferentes (la marxista y la bakuninista), se pueden apreciar dos visiones sobre el ser humano abiertamente contrarias: una, la de Marx, observaba a la humanidad desde el punto de vista del estadista y del administrador (orden, método y autoridad), mientras que Bakunin contempla al individuo concreto y su máxima preocupación es la ética. El ruso es uno de los mayores teóricos del ideal de la libertad, considerado por muchos (incluso pensadores anarquistas) como irrealizable en algunos aspectos, pero sí como un camino o una permanente aspiración. ¿Qué sería la libertad desde el punto de vista ácrata?

° Bueno, quizás, si me permites decir, ha quedado para los manuales de historia el enfrentamiento, pero previamente hubo una coordinación y una empatía profunda entre Marx y Bakunin, incluso entre Marx y Proudhon. Es decir, hay obras, textos de Marx en que elogia profundamente a Proudhon. Hay un texto de Marx, en el que considera que ¿Qué es la propiedad? de Proudhon, es la obra más importante que se había escrito en su tiempo, por encima del libro ¿Qué es el Tercer Estado? de Emmanuel Sieyes. Cuando se produce la disociación en la Primera Internacional es porque hay una bifurcación de caminos.

Los marxistas, que llegan a ser dominantes en un momento determinado porque la teoría económica marxista tenía entonces una fortaleza importante, creían que la realización de eso era a través, digamos, de un procedimiento de disciplina, autoritario, que llevara a la configuración de la socialdemocracia y a la participación política. De alguna manera, ahí nace lo que fue después la socialdemocracia antigua y moderna. El bakuninismo, que era la corriente digamos competitiva con la corriente marxista en dicha Internacional, lo que creía era que el individuo tenía que ser dueño de sus actos y, por tanto, al ser dueño de sus actos en un ejercicio libre, creaba una responsabilidad y no había esa, vuelvo a insistir, esa delegación, esa suplantación de mi voluntad en otros, sean representantes elegidos coherentemente o sean representantes elegidos a través de los mecanismos hoy más interferidos de los partidos políticos actuales.

En ese sentido, hay una reivindicación del principio libertario común en principio rector de la acción anarquista, no solo del pensamiento, de la acción. Insisto en el tema de la acción y de la práctica diaria. Y ahí se produce realmente esa bifurcación que ha llegado hasta nuestros días, pero que tiene todavía huellas. Es curioso que en aquellos tiempos de la Primera Internacional, por ejemplo los elementos más afines o más próximos al bakuninismo, estaban en los relojeros de la región del Jura, en Suiza. Bueno, sin que esto signifique nada, digamos como un elemento inclusive anecdótico, donde hay una auto-organización es en Suiza. No hablo del tema económico, evidentemente, que en estos momentos solo hay un modelo económico, sino que hablo por ejemplo del federalismo de Suiza, que tiene veintidós cantones; de que los políticos son personas normales, no son profesionales; nadie conoce como se llama el presidente de la República Helvética; no hay ejército como tal… Ciertas cosas. Es decir, hay una huella. Ya digo que hablo a nivel puramente casi anecdótico, pero para hacer ver que existen testimonios, de alguna manera. Porque si vamos ya al resultado final, pues las experiencias marxistas después derivaron en una cierta perversión del marxismo, que es el comunismo (sobretodo el comunismo leninista y después el estaliniano), pues hemos visto que las prácticas eran prácticas autoritarias, despóticas, en que el Estado lo era todo por encima de la sociedad y el individuo, y que al final concluyen en una asunción y un hacer compatible el máximo nivel de régimen económico capitalista, con un régimen económico disfrazado de democrático, y en algunos casos sin disfrazarse, y se queda simplemente en autoritarismo de Estado, como es el caso de la China actual. Por tanto, esas referencias con las que podemos hacer una especie de vaivén de la actualidad al pasado, tienen también unas huellas y testimonio.

Hay que decir también que nosotros no pontificamos ni siquiera a Bakunin ni a Proudhon, a sus propias entidades personales. Son entidades personales absolutamente imperfectas y en muchos casos podían ser contradictorios. Por ejemplo, Proudhon era misógino. Tiene un famoso opúsculo en que (estamos hablando en su tiempo, pero bueno), de alguna forma su concepción del papel de la mujer en la sociedad no era muy positivo. En ese sentido, bueno, las cosas que se produjeron son históricas, responden al contexto de su tiempo, pero hay una parte permanente que se establece.

- ¿Qué sería la libertad?

° Pues la libertad sería un imperativo categórico. Sería esa conciencia que nos hace exclusivamente ser seres humanos realmente, y sobre todo nos permite actuar libremente.

Vamos a ver: la libertad tiene condicionantes que muchas veces no están en que haya factores externos del tipo policía, sistema judicial, Estado o incluso la falta de recursos económicos paralizante. Pero, digamos, despejando al máximo aquellos factores externos que son prótesis, intentar llegar al máximo de autonomía que nos permita, por tanto, el ejercicio de nuestra responsabilidad. Que seamos responsables, y al ser responsables tenemos una conciencia moral. Cuando esa libertad está diferida (es decir, damos un cheque en blanco a alguien para que nos represente, caso típico de los partidos políticos en la política convencional), esa libertad desaparece, no hay ejercicio diario de la autonomía y por tanto no hay cultura de la libertad. Y junto a esa cultura de la libertad desaparece también la ética. De hecho, estamos asistiendo a esas contradicciones de fenómenos de personas que nos podemos considerar absolutamente normales asistiendo a tragedias en vivo que consideramos también normales. Todos los días vemos, comiendo, en la televisión, las tragedias que nos traen de las guerras, sobre el tema de los refugiados, y eso no nos impele a tener acciones que remuevan nuestra conciencia. Generalmente lo hacemos compatible con otras cosas: con estar desayunando tranquilamente, o con después irnos a un partido de fútbol. Estoy poniendo la cosa un poco cogida por los pelos, pero bueno, de alguna manera para significarlo. Y en ese sentido lo que se reivindica con esa asunción es la libertad con protagonismo para una realización plena. Es recuperar también los otros órdenes de ser social, de individuo en sociedad.

Insisto en el concepto de therìon politikòn. Eso no solamente está en el anarquismo, hay también una desviación cultural importante, y es pensar que el anarquismo, y esto lo piensan muchos que se dicen anarquistas, es algo que surge de pronto, de improviso, y que no existía en la humanidad ni en el pensamiento. Nunca. No, el anarquismo se concreta en un momento de la Revolución Industrial y de la Ilustración porque existen personas que se decantan en esa dirección, que reflexionan, pero está, de alguna forma, en los principios de la humanidad y del pensamiento filosófico, fundamentalmente. Protágoras, cuando dice aquello de que «el hombre sea la medida de todas las cosas» está de alguna manera hablando en un principio de auto-realización, y si uno persigue rastros filosóficos desde los primeros tiempos, ve rastros de eso que llamamos anarquismo, de alguna manera. Entonces, en ese sentido, la libertad es un elemento fundamental pero que, insisto, ha estado presente en muchos pensadores importantes que después incuso han tenido teorizaciones completamente diferentes, pero que no han dejado de reconocer que el hecho de la libertad es lo más genuino al ser humano. Es decir, junto a la racionalidad, la libertad es quizá el elemento distintivo entre un ser humano y un animal.

Hay un pensador, un hombre que fue un jurista eminente y un experto en derecho romano, que es Von Ihering, que decía de alguna forma algo así como que «el Derecho es un organismo objetivo de la libertad humana». Esto, de alguna forma también se acerca al ideal anarquista, es decir, que el derecho no sea un derecho coactivo, disciplinario, tipo cuartel, jerárquico, de control, sino que hay que construir ese organismo objetivo de la libertad humana en un Derecho que sirva para la convivencia. Y para mí esto está presente en muchos pensadores. He dicho antes Hans Kelsen, de alguna forma, y ahora cito el caso de Ihering.

- La principal crítica que recibe el anarquismo, históricamente y a día de hoy, es que dicha ideología es utópica, es decir, que la forma de organización política y económica que propone es imposible de llevar a la práctica exitosamente. Generalmente, esta opinión se debe a la creencia de que ninguna sociedad puede funcionar sin un amo o un grupo de gente que gobierne y otros que sean gobernados, que sin una autoridad coercitiva que ponga orden, las personas no se pondrían de acuerdo y acabaría reinando la ley del más fuerte. Resumiendo, podemos decir que la ausencia de una autoridad estatal no da lugar a un paraíso en la tierra, sino al dominio arbitrario del más fuerte. ¿Qué opina al respecto?

° Bueno, evidentemente, insisto en lo que he dicho antes. El anarquismo no es el reino de la felicidad. Es para poner la cultura humanista en el kilómetro cero. Es un medio que nosotros creemos indispensable para desandar los contravalores y para llegar a ponernos en un principio de entendimiento donde construyamos un orden no destructivo, sino positivo, en ese aspecto, y de armonía social. Que nos permita abordar esos factores que siguen irresolubles y de los que, a pesar de la complejidad técnica y los recursos económicos, cada vez nos alejamos más. Me refiero otra vez a la guerra, a la satisfacción de las necesidades globales para todas las personas, al tema del ámbito de la autonomía de la libertad, etc.

El tema de la utopía es un tema recurrente, porque evidentemente lo que incide es en decir que eso es objetivamente irrealizable, y esto no es así. Esto está lleno de prejuicios, es un prejuicio. De alguna forma, la política actual es una política que no ha evolucionado, está más cerca del pensamiento mágico que de la política en el sentido clásico. Por poner un ejemplo: la política de La constitución para los atenienses de Aristóteles. ¿Por qué digo eso? Porque mientras otras ciencias han avanzado y se ha producido esa transformación necesaria para comprender el mundo (por ejemplo, de la astronomía sale la astrofísica, de la alquimia sale la química), todavía la política está en un plano casi pre-democrático, en el sentido de considerar la democracia como la autonomía del individuo. ¿Por qué? Porque ha habido interés, de alguna manera, en mantenerla en unas posiciones que permitan el subyugamiento, el control social. Y de ahí nace el concepto de utopía como irrealizable.

En realidad lo que se trata es de impedir de alguna forma que los hombres, las personas, utilicen a pleno rendimiento sus capacidades. Henri Barbusse decía que «solamente intentando lo imposible los hombres han conseguido avanzar». Es decir, si nos sometemos, que es lo que pretende ese perjuicio sobre la utopía a lo existente, pues realmente lo que hacemos es ser clónicos de lo existente y entonces reproducimos lo existente, que es lo que está ocurriendo hoy día. Y frente a la utopía, que es una dimensión de avanzada, de progreso, ir más allá, pues lo que vivimos diariamente cada día, y cada vez más, es la distopía, es decir, vivimos como hechos normales, hechos irracionales, hechos antihumanos, y entonces en esa dialéctica perversa lo que nos dicen es «no vaya usted pidiendo lo imposible, porque por ahí no se va a ningún lado».

Arguyen para eso temas algunas veces técnicos, la complejidad de la sociedad actual, la complejidad, digamos, a escala de las sociedades actuales. Es un hecho objetivo. Las sociedades actuales son complejas, hay sociedades de millones de habitantes, pero también hay sociedades pequeñas, en diferentes partes del mundo, y sin embargo ese prejuicio también se establece. «No pidas utopías». Bueno, entonces ya el tema de que la escala es fundamental se destruye, y no es así, y sin embargo es curioso que para elementos técnicos que sí interesan al sistema, la escala y la complejidad técnica no existe, porque hay reguladores automáticos o reguladores técnicos que lo permiten. Es decir, al fin y al cabo, el problema de la escala se reduce a un problema de densidad de tráfico: es como si hace un siglo, cuando empezaron a surgir los primeros coches se dijera «es imposible que exista un mundo en el que haya, en un país como España, cinco millones de coches, porque se estrellarían todos», etc., etc. Bueno, esto es lo mismo.

¿Qué ocurre?, que de alguna manera la función crea el órgano: de tanto vivir en la distopía, somos incapaces de pensar en una utopía en el sentido de avanzar en la realización de las cosas que considero absolutamente humanas e indispensables. Entonces, cada vez nos alejamos más de ese desiderátum deseable y, sin embargo, avanzamos más en la distopía, a pesar de que cada vez tenemos más capacidad técnica y recursos económicos para alcanzar ese principio de esperanza, de realización; por lo menos, los hechos básicos para que la convivencia se deseable.

Herbert Marcuse, uno de los miembros de la Escuela de Frankfurt, en aquel famoso libro que hizo mella en los estudiantes de Berkeley en los años sesenta, cuando la guerra del Vietnam, que era El final de la utopía, hablaba de alguna forma de esto, de esa contradicción, de esa incapacidad de recursos para solucionar temas como el hambre, las enfermedades curables, etc. Y sin embargo se avanzaba en otro lado, se avanzaba en la distopía.

Proudhon, con todo el alejamiento que tenía, hacía ver cómo de alguna manera esas dificultades se iban a complementar porque, junto al pensamiento deísta (junto al pensamiento religioso que es pensar en eso, en el más allá, premios y castigos, una autoridad suprema que no conocemos pero que racionalmente es la existencia de Dios) bueno, pues él pensaba que eso se iba a trasladar, sin solución de continuidad, a la vida mercantil. Con su desarrollo, con sus normas de Derecho, con su sistema más o menos entonces inicialmente capitalista… Y es lo que ha ocurrido. De alguna manera, en el pensamiento libertario, el refutar las ideas deístas de ese pensamiento mágico… En el anarquismo no hay solamente un ateísmo, hay una laicismo profundo y militante. De alguna manera, es condición básica también para evitar la distopía. Dice una frase, yo creo que bonita y reveladora: «la revolución sucede a la revelación», es decir, que Proudhon consideraba que para poner en marcha eso que se llama hoy en día utopía, y evitar la distopía imperante, era necesario de alguna manera superar la fase de pensamiento mágico, de la revelación.

[La segunda parte de esta conversación en http://periodicoellibertario.blogspot.com/2016/07/peninsula-iberica-conversacion-con-el_1.html.]

[Tomado de http://lasoga.org/rafael-cid-disociar-los-movimientos-nacido-la-horizontalidad-los-partidos-pudieran-prometer-asalto-al-poder/.]


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.

Ser gobernado es...

Charla: El Anarquismo en América Latina

Seguidores

Etiquetas

@kRata (comic) `Sabino Romero 10deLuluncoto 18 años El Libertario 1º de Mayo 27 de febrero 4 de febrero Aana Wainjirawa abajo los muros de las prisiones Abdicación del rey de España abolicionismo Aborto abstencion Abstención abstención electoral abuso militar en Venezuela abuso policial abuso sexual niños Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat acampada Acampadas acción directa anarquista Acción Directa Autogestiva Accion directa no violenta Acción Ecológica Acción Libertaria actividades activismo actualidad del anarquismo Acuerdo Venezuela China adecos chavistas agresiones en Venezuela agresiones a sindicalistas en Venezuela agroecología Agustín García Calvo Alan Furth Alan Moore Albert Camus Alberto Acosta Alcedo Mora Alejandro Álvarez Alentuy Alexander Luzardo Alfonso "el Set@" Alfredo Bonanno Alfredo Vallota Alí Moshiri Alí Primera Alí Rodríguez Araque alternativa Alternativa Antimilitarista Alto costo de la vida Alvaro García Linera Amador Fernández-Savater América Latina Américo Alejandro Balbuena Aministía Internacional Amnistía Internacional Amnistía Internacional Venezuela Amor amor libre Amor y Rabia análisis análisis anarquista sobre Venezuela análisis asamblea nacional análisis conflicto con Colombia análisis de izquierda Venezuela análisis de la revolución bolivariana análisis económico análisis reformas en Cuba análisis sobre Venezuela anarchico anarchism anarchism kurdistan anarchism venezuela anarcofeminismo anarcopunk venezuela anarquismo a la venezolana anarquismo básico anarquismo caracas Anarquismo en América Latina anarquismo en Argentina anarquismo en barquisimeto anarquismo en Francia Anarquismo en México anarquismo en Perú anarquismo en rusia anarquismo en Uruguay Anarquismo en Venezuela Anarquismo es movimiento anarquismo hoy anarquismo ilegalista Anarquismo social anarquismo suiza anarquismo venezuela anarquismo vs. Estado anarquismo y cárceles anarquismo y comunicación anarquismo y derecho anarquismo y ecología anarquismo y educación anarquismo y literatura anarquismo y luchas sociales anarquismo y marxismo anarquismo y nacionalismo anarquismo y planificación urbana Anarquismo y política Anarquismo y Postestructuralismo anarquismo y religión anarquismo y violencia anarquismo zulia anarquistas anarquistas caracas Anarquistas contra el muro anarquistas de Alemania anarquistas de Brasil anarquistas de Chile anarquistas de Cuba anarquistas de México Anarquistas de Temuco anarquistas de Turquía anarquistas en Bolivia anarquistas en Colombia anarquistas en Costa Rica anarquistas en Cuba anarquistas en El Salvador anarquistas en Paraguay anarquistas en Venezuela anarquistas presos anarquistas solidarios con los yukpa anarquistas ucv anarquistas y prisiones Andreas Speck Ángel Cappelletti anonymous venezuela antiimperialismo antimilitarismo antimilitarismo anarquista Antonio Ledezma Antonio Pasquali Antonio Serrano antropología Antulio Rosales Anzoátegui apagones apoyo a El Libertario apoyo internacional al chavismo apoyo internacional al madurismo APPO Archivo Histórico del Anarquismo en Venezuela armamentismo Armando Chaguaceda Armando Guerra Armando Investiga Armando la Resistencia arte callejero arte y anarquismo artistas asesinato de estudiantes asesinatos de manifestantes Asier Guridi Asilo y refugio ataques contra defensores de derechos humanos ataques contra defensores de derechos humanos en Venezuela ataques contra el movimiento anarquista ataques contra el movimiento popular en Venezuela ataques libertad de expresión autodefensa autogestion autogestión Autonomía autonomía de los movimientos sociales autonomía universitaria autoritarismo burocratico en Cuba Barquisimeto Bernhard Heidbreder biblioteca anarquista bicentenario bakunin bicicletas biciescuela urbana bienes comunes brutalidad policial Buenaventura Durruti Buenos Aires calentamiento global Cambiar el mundo sin tomar el poder Cambio Climático cambio social Campaña contra la Criminalización del Anarquismo capitalismo y medio ambiente caracas Carlos Crespo Carlos Crespo Flores Carmen García Guadilla Casa de la Mujer "Juana la Avanzadora" de Maracay Casa de la Mujer Juana la Avanzadora de Maracay Centro de Derechos Humanos UCAB chavismo y religiosidad popular chile ciberactivismo ciclismo urbano ciclo guerrilla urbana ciencia y tecnología en Venezuela Civetchi CNT Coalicion Anarquista y Libertaria de Porto Alegre Coalición Venezolana de Organizaciones LGBTI Colombia comercio de armas comic comics comida vegetariana Comitê Popular da Copa 2014 Comites de Defensa de la Revolución compra de armas concretera caracas concretera de chuao Concretera la carlota conflicto universitario conflicto yukpa consecuencias ambientales explotación petrolera en Venezuela contaminación ambiental contaminación PDVSA Cooperativismo cooptación de movimientos sociales cooptación medios alternativos Venezuela CORPOELEC Correo A coyuntura mexicana 2012 coyuntura venezolana 2010 coyuntura venezolana 2012 coyuntura venezolana 2013 coyuntura venezolana 2014 coyuntura venezolana 2015 coyuntura venezolana 2016 criminalización de la protesta en Colombia criminalización de la protesta en Venezuela Criminalización de los pueblos indígenas crisis agropecuaria en Venezuela crisis económica en Venezuela crisis economica venezuela crítica anarquista al marxismo crítica de izquierda al chavismo críticas de izquierda al madurismo críticas revolucionarias a Rafael Ramírez Cuba Libertaria Cuba Libertaria 22 Daniel Ortega Daniel Pinos deforestación delimitación de tierras indígenas demarcación de territorios indígenas demarcación de tierras en Venezuela deporte y anarquia deporte y capitalismo derecho a la manifestación derecho a la protesta desabastecimiento desaparecidos en Argentina desaparecidos en México desaparecidos en Venezuela desarrollo científico-tecnológico desencanto en el chavismo despidos injustificados detenciones difusión anarquista Douglas Bravo ecologismo ecologismo en Venezuela economía educación en Venezuela Ejército Venezolano Eliseo Reclus Emma Goldman endeudamiento Enfermedad Hugo Chávez equidad de género en Venezuela Erick Benítez Escritos de Domingo Alberto Rangel Espacio Público Estado y corrupción en Venezuela Estado y economía en Venezuela Esteban Emilio Mosonyi ética y práctica médica Europa Eva Golinger Evo Morales extractivismo EZLN falso socialismo Fanzine Exilio Interior FARC fascismo Federación Anarquista Centroamericana y Caribeña Federación Anarquista Centroamericana y del Caribe Federación Anarquista de México Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) Felipe Pérez Martí Feria del libro anarquista Feria del Libro Independiente y Autogestionario Ferrominera Ferrominera Orinoco FIFA Filosofía Filosofía en la Ciudad Francisco Flaco Prada Frente Clasista Argimiro Gabaldón futbol brasil Gadafi Galsic Género Genocidio GLBIT Global Voices globalizacion en Venezuela golpe de Estado en Venezuela Grupo de Estudio y Trabajo Jesús Alberto Márquez Finol Guardia Nacional Bolivariana Guardianas de Chávez Gustavo Godoy Gustavo Rodríguez hacktivismo Heinz Dieterich Henrique Capriles hiperinflación Historia de Venezuela historia del anarquismo homicidios Homofobia Humano Derecho Humberto Decarli Humberto Márquez Humor ilustraciones imágen El Libertario indigenas ecuador indígenas en Argentina indígenas en Bolivia indígenas en Brasil indígenas en México indígenas en Perú indigenas en venezuela indígenas en Venezuela indígenas presos en Venezuela Indígenas Venezuela indìgenas y revolución bolivariana individualismo y anarquismo industria forestal en Chile industria petrolera inflación en Venezuela informática libertaria Informe situación indígenas en Venezuela Inseguridad Ciudadana en Venezuela Instituto de Prensa y Sociedad Venezuela Irak Iris Varela Isbel Díaz Torres Israel izquierda antiautoritaria en Cuba izquierda antichavista izquierda en Venezuela James C. Scott Javier Gárate John Holloway Jorell Meléndez Jorge Videla jornadas de diversidad sexual Jornadas Magonistas Jose Manuel Delmoral Jose María Korta José María Korta José Quintero Weir José Rafael López Padrino Juan Carlos La Rosa la Justicia y los Derechos Humanos Laura Vicente LEEME CARACAS legado del chavismo Lexys Rendón Ley Antiterrorista Liber Forti Líber Forti liberacion animal liberación animal liberación humana libertad a los presos anarquistas libertad Bernhard Heidbreder libertad de expresión libertad de expresión en Venezuela libertad para detenidos en Lulea los Salarios y los Sindicatos lucha indígena en Colombia lucha indígena en Venezuela lucha revolucionaria lucha socio-ambiental luchas ambientales Venezuela luchas de los pueblos indígenas luchas de los trabajadores luchas de los trabajadores Venezuela luchas de mujeres luchas estudiantiles luchas indígenas en Venezuela luchas obreras luchas populares en Venezuela luciano pitronello Luis Carlos Díaz Luis Fuenmayor Toro Luis Rafael Escobar Ugas Luis Reyes Reyes Madres de Plaza de Mayo Madrid madurismo maestros manifestaciones manifestaciones en Venezuela manipulación mediática manipulación religiosa Manuales Manuel Castells Marc Saint-Upéry Marcela Masperó Marea Socialista María Esperanza Hermida Mario Antonio López mario gonzalez masa crítica Masacre de Cantaura Masacre de El Amparo Masacre de Haximú Masacre de Loma de León Masacre de Monte Oscuro masacre de San Vicente Masacre de Uribana medio ambiente medios comunitarios y alternativos de Venezuela medios de transporte alternativos megaminería Mercosur Mérida Mijaíl Martínez minería mineria en Venezuela minería en Venezuela Misiones Sociales MOC movilizacion en la planta muerte de neonatos en Venezuela mujeres anarquistas Mujeres Libres Mundial de Fútbol 2014 narcotráfico neoliberalismo Nicaragua nicolas maduro Nicolás Maduro Niñas y Adolescentes no a la concretera no a la extradicion de Bernhard Heidbreder no a las corridas de toros Nu-Sol objeción de conciencia Observatorio Venezolano de Conflictividad Social Occupy Wall Street Octavio Alberola organizacion nelson garrido Organización Nelson Garrido Origen de las Fuerzas Armadas en Venezuela Orlando Chirino Pablo Hernández Parra Paquete económico paramilitarismo paro universitario Parque Verde La Carlota patriarcado patriotismo Pedro Pablo Peñaloza Pelao Carvallo pelea de almohadas periódico anarquista Periódico Apoyo Mutuo periodico Bandera Negra periódico CNT Periódico El Amanecer Periódico El Libertario periódicos petróleo venezolano Picnic urbano poder y política en Latinoamérica poder y política en Venezuela poesía libertaria polarización en Venezuela Policía Nacional Bolivariana policías corruptos en Venezuela práctica anarquista prensa anarquista preso anarquista presos anarquistas presos políticos en Venezuela prision venezuela prisiones en venezuela proceso bolivariano producción agrícola protesta creativa protesta pacífica protestas contra el Mundial 2014 protestas en venezuela proyecto de reforma de la Ley de Conscripción y Alistamiento Militar pueblos originarios pugnas internas del chavismo Punk Latinoamericano punk veneziuela Quiteria Franco Rafael Ramírez Rafael Uzcátegui Raisa Urribarri Ramón Álvarez Ramón Carrizales Ramón Rodríguez Chacín Raúl Zibechi rebelion en venezuela recursos Red Latinoamericana Antimilitarista red Observatorio Crítico Red por los Derechos Humanos de Niños Red Protagónica Observatorio Crítico (OC) de la Revolución Cubana Regeneración Radio relaciones Cuba-EE.UU. relaciones de Venezuela con China relaciones de Venezuela con Colombia relaciones de Venezuela con Cuba relaciones de Venezuela con U$A relaciones entre la banca y chávez represión represión antianarquista represión en Colombia Represión en Cuba represion en Venezuela represión en Venezuela represión policial represion policial en Venezuela Repsol YPF resistencia indígena resistencia venezuela revista AL MARGEN revolución bolivariana Revolución ciudadana robert serra Roberto Yépez Rodolfo Montes de Oca Rodolfo Rico Roger Cordero Lara Rubén González Rubèn González Rusia Sacudón salario en venezuela salario mínimo en Venezuela San Cristóbal sanciones sancocho Santiago de Chile secuestro seguridad industrial semana pro presos anarquistas 2014 Servicio Militar Obligatorio sexismo sexualidad libre sicariato Sidor Sierra de Perijá Simón Rodríguez Porras sindicalismo situación agraria latinoamericana situación de la salud situación de los trabajadores en Venezuela situación del periodismo en Venezuela situación del sindicalismo en Argentina situación del sindicalismo en Venezuela situación político-social en Brasil situación político-social en la península ibérica situación político-social mexicana situación venezolana situation in Venezuela 2014 soberanía alimentaria en Venezuela Soberanía energética bolivariana Sociedad Homo et Natura Sociedad Homoetnatura Sofía Comuniello Sofía Esteves software libre solidaridad con Cuba Subcomandante Marcos Taller Libertario Alfredo López Tamoa Calzadilla Tarek William Saab tercerización en Venezuela terrorismo terrorismo cotidiano terrorismo de Estado en Colombia Testimonio represión Testimonios de la revolución cubana Todo por Hacer toma yukpa del TSJ Tomás Ibáñez torturas en Venezuela totalitarismo Trabajadores de la Chrysler trabajadores del Estado trabajadores en Argentina Transexuales Transfobia Transformando información en acción transición transnacionales chinas Transparencia Venezuela Transportes Camila Trasnacionales Tribunal Supremo de Justicia turquia Turquía tweets anarquistas Twitter UBV UCV ULA UNETE UNEY universidad central de venezuela Uribana Uruguay utopía Valles del Tuy Vaticano vegetarianismo Venevisión venezuela Venezuela bolivariana Venezuela protests in February 2014 Víctor Muñoz vidas anarquistas viento sin fronteras vigilia frente al TSJ violaciones a los derechos humanos violencia contra la mujer violencia contra niños Vivienda Vladimir Aguilar Williams Sanguino Wladimir Pérez Yaracuy Yendri Sánchez Zaida García Zapatistas Zara zona temporalmente autónoma Zulia