Opinión - Acabar con PDVSA o ganar tiempo: la creación de CAMIMPEG

Sergio Sáez
Nicolás Maduro, amparado en el Decreto de Emergencia Económica que le autorizó la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, arrancó el “Motor de Hidrocarburos”, a máxima “revolución” y sin percatarse que están pasando aceite con lata y todo. La negra humareda los delata.

Ha dado un paso, al parecer en falso, al autorizar la creación de la Compañía Anónima Militar de Industrias Mineras, Petrolíferas y de Gas (CAMIMPEG), mediante Decreto Presidencial Nº2.231 del 10 de febrero de 2016, publicado en la Gaceta Oficial Nº 40.485 de esa misma fecha(1). La cual fue aprobada su creación en Consejo de Ministros, integrado por 31 ministros y el Vicepresidente Ejecutivo, sin que se produjese al menos la renuncia del ministro del poder popular de Petróleo y Minería y presidente de la empresa de todos los venezolanos, PDVSA, Eulogio Antonio del Pino Díaz, por quitarle atribuciones propias de su ministerio y funciones medulares petroleras claves de la sola incumbencia de la empresa que preside, y pasárselas al ministerio del poder popular para la Defensa, sin competencia alguna manifiesta para desempeñarlas. A menos que decida asimilarse a las Fuerzas Armadas, y Maduro acepte que presida también esta recién creada empresa. Nada raro en este régimen que siempre ha pasado por alto el “conflicto de intereses”

Crea por tanto, un cúmulo de problemas subyacentes en cuanto al manejo de la política, operación y funcionamiento de la industria petrolera; dispersa el esfuerzo gerencial y el uso y aplicación de fondos; rompe con los beneficios derivados de la unificación de esfuerzos de procura y volúmenes de compra de materiales, equipos, insumos y servicios petroleros; no garantiza al Fisco Nacional los ingresos por Impuesto Sobre la Renta y Dividendos. Cuando lo que ha debido hacer el régimen es deslastrar todas aquellas funciones ajenas a las medulares petroleras, que le endosó a PDVSA, y que por su multiplicidad, diversidad, y complejidad, ocasionan grandes gastos y distraen la gerencia petrolera para dedicarse a la importante tarea que representa para el país y su economía la industria petrolera per se.

Para el ciudadano de a pié, y especialmente para los interesados en el desempeño de su principal industria, la noticia no deja de causar estupor. La escueta nota de PDVSA en su hoja web, recoge la declaración de su presidente de la manera siguiente(2):
<<El ministro del Poder Popular de Petróleo y Minería, y presidente de Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA), Eulogio Del Pino, informó que el Motor Hidrocarburos apunta hacia la optimización de recursos y la dinamización de los mecanismos de financiamiento, como parte de las acciones enmarcadas en el conjunto de reuniones que componen al Consejo Nacional de Economía Productiva…. indicó que en la mesa (de trabajo con los representantes del sector) se trataron a profundidad los temas de reducción y optimización de costos, y el financiamiento de nuevos proyectos y procesos, y se marcaron como áreas críticas con acciones inmediatas….. Detalló que se aplicará la reducción de costos “hasta de 50%”, lo que se traduce en mejoras logísticas. También resaltó que se van a “estructurar herramientas de financiamiento para nuestros proyectos. Para eso, proponemos compartir un mecanismo común”…. En el motor hidrocarburos participan empresas del sector que formalizan el trabajo integrado junto al Estado venezolano para aumentar el rendimiento industrial y financiero en la materia.>>
Declaraciones que contrastan con los problemas subyacentes indicados arriba.

Pretender que con la creación de esta empresa para encargarse de actividades medulares propias de PDVSA y adscrita al ministerio para la Defensa, no pasa de ser una utopía más, y será causa de males mayores para nuestra maltrecha empresa de todos los venezolanos.

El objeto social de la empresa es de una amplitud y alcance inusitado, abarcando entre otras:
- todo lo relativo a las actividades lícitas de servicios Petroleros, de Gas y Explotación Minera en general, sin que esto implique limitación alguna (¡!!!!);
- Rehabilitación de pozos petroleros, reparación, mantenimiento y administración de taladros de perforación, fabricación, reparación y mantenimiento de las estaciones de flujo, bombeo, y plantas compresoras en áreas terrestres o marinas; servicios de reparaciones de bombas;
- contratación de personal obrero calificado para la industria de minería e hidrocarburos;
- prestará servicios de apoyo logístico a las instalaciones, servicios generales a las empresas en todas sus variantes (¡!!);
- efectuará la importación, exportación, distribución, comercialización, compra venta de productos químicos para la industria minera, petroquímica, petrolera, gasífera;
- servicio de transporte nacional e internacional,… mediante el suministro de lanchas, remolcadores, barcos, barcazas, gabarras, transporte público y privado, sericios de apoyo logístico a las industrias, fletamentos lacustres, aéreos, transporte aéreo comercial;
- construcción de obras civiles en general,,, mecánicas, eléctricas, construcción y mantenimiento de carreteras;
- mantenimiento de obras eléctricas, gasíferas, mineras;
- diseño, asesoría, consultoría, inspección, elaboración y ejecución de proyectos de arquitectura e ingeniería, suministro de asistencia técnica mediante transferencia (¡!!) de personal;
- plan de derrames de hidrocarburos, servicios de manejo y desecho de contaminantes;
- extracción de tuberías chatarras, desperdicios, embarcaciones en desuso;
- todo lo relacionado con actividades lícitas de explotación y servicios mineros en general;
- agenciamiento naviero, aduanal, y almacenamiento “in bond”;
- y pare de contar !!!!!!!

En resumen pasará a ser una de las más altas empresas empleadoras de multiplicidad y complejidad de actividades, con la particularidad que al pertenecer al ministerio para la Defensa, no aplica contrataciones colectivas, sindicatos, y tal vez auditoría y supervisión abierta de los órganos contralores del Estado.

¿Cuáles criterios esgrime el régimen para su creación?
En momentos en que la empresa petrolera nacional pasa por una de sus peores crisis, caracterizada por un plantel físico en franco deterioro por ausencia de inversiones oportunas en mantenimiento, conservación y nuevas instalaciones, que ha ocasionado frecuente fallas con pérdida de vidas y bienes; pérdida del potencial de producción e imposibilidad de aumentarlo; carencia de recursos financieros y músculo para conseguir financiamiento que le impide cumplir con sus obligaciones accionarias en las empresas mixtas; deudas crecientes de plazo vencido con proveedores de bienes y servicios y contratistas; obligaciones financieras consolidadas con inversionistas diversos, y obligaciones con el BCV y la banca estatal; deudas con personal activo, jubilado y con empleados y ex empleados de la Administración Pública; compromisos impuestos por el Estado para el pago mediante venta de crudos y derivados de préstamos, líneas de crédito, acuerdos de complementación y energéticos, que debe honrar en condiciones de precio, descuentos y financiamiento onerosos; altos costos de producción; y para colmo de males, la estrepitosa caída de los precios del crudo y de sus derivados.

Ante este panorama desolador, el régimen pretende justificar su desacertada decisión, basándose en los siguientes considerandos:

1er Considerando: :Que es deber del Gobierno Nacional promover la creación de empresas del estado que se ajusten al nuevo modelo de gestión, conforme a las directrices y políticas esenciales de la Revolución Bolivariana, siempre en aras de garantizar el mayor bienestar colectivo (subrayado y resaltado nuestro)”.

Observación: No está creando una nueva empresa en el buen sentido de la palabra, sino que le está sustrayendo funciones propias medulares de la gestión petrolera tradicional, asignadas en exclusividad a PDVSA, para transferírselas al estamento militar, carente de experiencia, idoneidad y capacidad técnica y gerencial, sin los estudios previos que justifiquen tal acción, y que crearán problemas subyacentes como los que se indicaron anteriormente. No se especifica, ni se conoce, mucho menos se puede hablar, de “un nuevo modelo de gestión”, si diecisiete años de “Revolución Bolivariana” han llevado al país al mayor desastre político, económico y social del mundo contemporáneo, visible en el deplorable estado en que se encuentran, sin excepción, todas las Empresas del Estado. No será esta nueva, la excepción de todas.

2º Considerando: “Que el Estado debe garantizar un modelo económico productivo ecosocialista, basado en una relación armónica entre el hombre y la naturaleza, haciendo uso racional y el aprovechamiento óptimo de los recursos naturales, respetando sus ciclos y procesos esenciales, preservando y consolidando la soberanía sobre las riquezas petroleras y demás recursos naturales estratégicos, que permitan incrementar el desarrollo de las tecnologías propias de nuestra industria militar, con el fin de asegurar la defensa, autonomía y soberanía en el espacio aéreo, naval y terrestre de la Nación (subrayado y resaltado nuestro)”.

Observación: Toda esta “oda nacionalista” para nada justifica el desmembramiento de PDVSA, máxime que la actividad petrolera requiere de tecnologías especializadas que distan mucho de la incipiente industria militar, cuando la verdadera industria militar reposa en manos de empresas privadas, muy exitosas por cierto, como son, entre otras, Lockeed Martin, Boeing, BAE Systems, Raytheon, General Dynamics, Navantia, Indra, Almaz Antei, Embraer, Horthrop Grumman, EADS, United Technologies (UTG), Finmeccanics, L-3 Communications, Thales, SAIC, Rolls-Royce, general Electric, Textron.

3er Considerando: “Que conforme al Plan de la Patria, Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2013-2019, es deber del Estado fortalecer e impulsar el desarrollo de proyectos en áreas prioritarias, que permitan ampliar el sector minero…..(subrayado y resaltado nuestro).

Observación: Este considerando aplica solo para el sector minero, para nada tiene que ver con el sector petrolero.

4º Considerando: “Que el Eje Económico Productivo del Plan Sucre II, contempla la promoción y desarrollo de la industria militar, de los bienes e insumos y de la gestión administrativa financiera de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, de acuerdo a las necesidades de la Defensa Integral de la Nación, incorporando a los procesos de exploración y explotación minera nacional, con el objeto de propiciar su crecimiento y coadyuvar con el fortalecimiento de la Nación.

Observación: Este considerando aplica solo para el sector minero, para nada tiene que ver con el sector petrolero.

Conclusión
Para nada justifican los “Considerandos” el desmembramiento que pretende hacerse de PDVSA, salvo que existan otras razones “estratégicas y de soberanía”, que no se quiere revelar, pero que deja serias dudas razonables sobre la competencia, capacidad, idoneidad y de reflexión, de quienes tienen en sus manos la conducción del país.
Le corresponde a los voceros autorizados del Gobierno Nacional dar las explicaciones a los únicos propietarios de PDVSA, el pueblo venezolano, sobre su proceder. O lo más juicioso, dar marcha atrás al Decreto Presidencial y abocarse, con mayor sensatez a administrarle su empresa, para sacarla del desastre a la que la han conducido. No olviden que el pueblo está cada vez más vigilante de los desafueros que están cometiendo, y prestos a reclamarles sobre el mandato que expresaron en esa democrática y pacífica revolución popular el pasado 6 de Diciembre de 2016, que les quitó el resto de legitimidad de desempeño.

Vayan recogiendo sus maletas y dejen que otros, con más competencia, capacidad e idoneidad, que ustedes, y preñados de principios éticos y morales, conduzcan al país. Los venezolanos, sin distingo alguno, les estarán altamente agradecidos.

Notas:
(1) Véase: http://www.juris-line.com.ve/data/files/3287.pdf

(2) Véase: Ministro Del Pino: Motor Hidrocarburos promueve optimización de recursos y mecanismos de financiamiento. www.pdvsa.com