Por: La Clase.info
Nombre de denunciante bajo resguardo
Nombre de denunciante bajo resguardo
Vivo en Mérida, Venezuela, desde el año 2012. En los años
70-80 crecí en esta hermosa ciudad. Mi padre sufrió la persecución, el
encarcelamiento, la tortura y el exilio de la dictadura chilena y como
resultado nos vinimos a vivir aquí. En aquella época Venezuela estaba acogiendo
a muchos de los exiliados chilenos que huían de aquella dictadura.
Hoy, 24 de Febrero, en horas de la mañana, me detuvieron
unos motorizados encapuchados del PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela)
por haber estado filmando con mi teléfono celular en la Avenida 4 Bolívar. Solo
por eso, ni siquiera había protestas ni barricadas en esa calle. Me pidieron el
celular y golpearon el techo del carro con un casco. Cuando me negué y aceleré,
me persiguieron. Me dieron alcance y me acorralaron en la esquina del Mercado
Periférico unas cuadras más adelante. Abrieron las puertas de mi carro y
mientras uno de ellos trataba de sacar las llaves del encendido, otro revisaba
debajo del asiento donde había tirado el celular. Otro, encapuchado con un
trapo rojo, me amenazaba con una pistola que ocultaba debajo de su ropa. Una
mujer que estaba con ellos se acercó y me arrancó los lentes de la cara, estaba
rodeado de motorizados y pensé que iban a incendiar el carro. Todo sucedía con
rapidez y una violencia tenaz. Desarmaron el celular y le quitaron la tarjeta
SD. Tiraron el teléfono desarmado en el asiento y empezaron a retirarse. En ese
momento, la misma mujer que me había arrancado los lentes de la cara se alejaba
gritándome que ellos no eran violentos, que no me había pasado nada, que no me
habían robado nada. Cuando le grité que se habían llevado la tarjeta SD del
teléfono me hizo señas para que los siguiera.
Al llegar a una casa que quedaba a solo media cuadra
siguieron increpándome y hostigándome, me gritaban que yo no podía estar
filmando las calles. Les decía que yo era chileno, que mi padre había sido
ministro de Allende, que yo solo estaba filmando las calles y no a ellos, que
ni siquiera sabía quiénes eran. – “Saca tu cédula (documento de identidad) a
ver si es verdad que eres chileno” – dijo la mujer, bajita y de ojos claros. Se
me acercaban diferentes personas, algunos aún encapuchados otros con pañuelos
rojos en el cuello. En un momento le pregunté a uno de ellos qué casa era esa,
veía mucha actividad y hasta ese momento no sabía qué grupo o colectivo era
ése. Me respondió: es la casa principal del PSUV. De repente uno de ellos pasó
a mi lado y como casualmente comentó que tenía su 9 mm pero que se le habían
acabado las balas.
Al cabo de un rato salió otra persona y me dijo, en tono
autoritario, que yo tenía 15 videos y que los estaba subiendo al whatsapp. Le
dije que no, que solo eran videos del estado de las calles cercanas a la zona
donde vivo. Me dijo que borrarían la tarjeta y me la devolverían. Esto último
nunca ocurrió. Luego de unos minutos otra persona se acercó y me dijo que
entrara a la casa del partido. Con bastante aprensión, lo seguí. Adentro me
volvió a preguntar el porqué de esos videos de calle. Le repetí lo mismo que le
había dicho al otro tipo. Me hicieron salir. Dos tipos me acompañaron y me
ordenaron que me retirara de la zona, sentenciando al mismo tiempo que "la
había sacado barata".
Mérida, lunes, 24 de Febrero de 2014.
* Nombre del autor bajo resguardo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.