Por: Partido
Socialismo y Libertad
Todos al Encuentro Sindical y Popular el 21 de marzo en
Caracas
Después de casi un mes de protestas y marchas en las
principales ciudades del país, el proceso político venezolano da un giro. El
pasado miércoles 26 de febrero el gobierno convocó a una Conferencia Nacional
por la Paz, que contó con la participación de Lorenzo Mendoza, presidente del
Grupo Polar, el presidente de Fedecámaras, Jorge Roig; Miguel Pérez Abad,
presidente de Fedeindustria, representantes de la Iglesia Católica, dirigentes
de partidos de oposición y directivos de medios de comunicación privados, entre
otros.
En el marco de una gran crisis económica, social y política
el gobierno de Maduro ha optado por abrir el diálogo con sectores empresariales
para estabilizar políticamente al país, intentando aislar al sector ultra de la
MUD que propugna la campaña de “La salida”, y buscando acuerdos concretos con
el empresariado, sirviéndose del discurso de la “paz” como una fachada para
profundizar el plan de ajuste económico. En el mismo sentido, busca normalizar
sus relaciones con el gobierno de los EEUU, nombrando unilateralmente un
embajador y designando a una comisión de alto nivel para el diálogo con el
imperialismo.
Ahora queda claro que el cuento chino del “golpe suave” y de
la “guerra económica”, era sólo eso: un discurso para intentar cohesionar a su
alrededor a la base popular del chavismo, descontenta por los bajos salarios,
la escasez de productos de primera necesidad y la alta inflación que viene
destruyendo su nivel de vida.
Uno de los primeros acuerdos suscritos con Fedecámaras es la
constitución de una “comisión de la verdad económica”, con los mismos
empresarios que el gobierno acusaba de desestabilizar y propiciar una “guerra
económica”. La realidad es que 15 años de una política económica de
colaboración de clases, que no tiene nada que ver con el socialismo, ha llevado
a la economía a un callejón sin salida. Lo que ha prevalecido son jugosas
ganancias para banqueros, sectores de las comunicaciones. importadores y boliburgueses;
empresas mixtas con trasnacionales petroleras; otorgamiento discrecional de
divisas, sin ninguna planificación ni control, como el mismo Rafael Ramírez
reconoció recientemente, que permitió que en el 2012 empresas de maletín se
robaran 20 mil millones de dólares en sobrefacturación e importaciones
fraudulentas. Mientras tanto, a los trabajadores se les niega la discusión de
los contratos colectivos o se incumplen sus cláusulas; no se aumentan los
salarios al conjunto de los trabajadores, limitándose sólo a aumentos del
salario mínimo por debajo del índice inflacionario; se mantiene a los
trabajadores del sector público en la inestabilidad con contratos a tiempo
determinado, y se criminaliza y persigue a los que luchan, como ha sido el caso
de nuestro camarada José Bodas y otros 9 petroleros, los trabajadores de
Transporte Camila en Guayana, Rubén González de Ferrominera, los trabajadores
de Civetchi, así como a cientos de luchadores indígenas, campesinos y
sindicales.
Ya el acuerdo que el gobierno busca con el empresariado
comienza a mostrar sus efectos. Como consecuencia de esta conferencia de paz
convocada por el gobierno, se acordó aumentar a Bs. 40 el kilo de pollo, un
aumento del 133%, y se tiene previsto realizar aumentos similares en otros rubros
alimenticios. La implementación del Sicad 2 constituye asimismo una nueva
devaluación monetaria, superior al 100% que incidirá en la inflación,
deteriorando aún más los ingresos reales del pueblo trabajador. Maduro sigue
amenazando con aumentar el precio de la gasolina, lo que le ha merecido
aplausos hasta de la burguesía internacional, como lo demuestra un reciente
informe de la empresa Merrill Lynch.
El Partido Socialismo y Libertad les plantea a los
luchadores honestos de fábricas, comunidades y universidades, que aún tienen
alguna esperanza en el gobierno de Maduro, que la manera de resolver los
problemas de abastecimiento, salarios, inflación, empleo, y vivienda no es con
acuerdos de paz para garantizar la estabilidad de los negocios de los grandes capitalistas
y las transnacionales. El diálogo debe ser con los trabajadores y comunidades
urbanas y rurales; con los estudiantes y los gremios de profesionales; con los
sindicatos, con los voceros de los consejos comunales, con los líderes
campesinos, con los caciques indígenas que luchan por sus tierras ancestrales y
sus derechos. La paz sólo será posible si se garantiza el pleno disfrute de
todos los derechos políticos, económicos y sociales de la población.
Debido a la orientación que le imprimió a sus convocatorias
el sector de la MUD encabezado por López y María Corina Machado, ausente de
objetivos claros y logros concretos, cobran notoriedad actos vandálicos que
generan rechazo en gran parte de la población. Más allá del justificado
descontento popular con la crisis económica y con las acciones represivas del
gobierno, lo cierto es que ninguno de los sectores de la MUD fue capaz de
levantar exigencia alguna que pudiera convocar a sectores más amplios de la
sociedad a movilizarse.
Para poder enfrentar el plan de ajuste que se cocina en las
negociaciones de paz entre Maduro y el empresariado, y evitar que se pretenda
salir de la crisis sobre la base de empobrecer aún más a la mayoría de la
población, es necesario construir espacios de articulación de las organizaciones
obreras y populares, que permitan levantar una agenda de reivindicaciones y un
plan de lucha, con plena autonomía respecto del gobierno y la MUD. En ese
sentido, nuestra organización está convocando a un encuentro Sindical y Popular
a realizarse el viernes 21 de marzo a las 9 am en la ciudad de Caracas.
Es necesario que levantemos nuestra voz en contra de la
restricción de las libertades democráticas: que una Comisión de la Verdad
independiente, con participación de organismos de derechos humanos, como la Red
de Apoyo por la Justicia y la Paz, Provea y Cofavic, investigue las violaciones
a los DDHH perpetradas por el gobierno a través de sus cuerpos represivos y el
uso de grupos parapoliciales. Que sean liberadas incondicionalmente todas las
personas procesadas judicialmente por protestar. Ni la Fiscalía General de la
República ni la Defensoría del Pueblo gozan de la confianza de la mayoría de la
población venezolana, que ha visto que funcionan como un apéndices del
gobierno, en tal sentido exigimos la renuncia de la fiscal Luisa Ortega Díaz y
la Defensora del Pueblo Gabriela Ramírez.
Para que la crisis no la sigamos pagando las mayorías
populares, es necesario un Plan Económico y Social Alternativo, partiendo de
exigir un aumento general de sueldos y salarios. El desfalco de más de 20
millardos de dólares al Estado por medio de la sobrefacturación de
importaciones debe ser objeto de una investigación independiente, y que los
empresarios y burócratas culpables de este crimen económico reciban sentencias
ejemplarizantes. Los bienes de las empresas que incurrieron en este robo deben
ser expropiados sin indemnización. También exigimos equiparar el salario mínimo
al costo de la canasta básica, eliminar el IVA, eliminar los tratados contra la
doble tributación, no al pago de la deuda externa; nacionalizar la industria
petrolera, sin empresas mixtas ni transnacionales, y rescatar las empresas
básicas de Guayana bajo la administración democrática de los trabajadores.
Llamamos al movimiento estudiantil a incorporar estas exigencias a sus
movilizaciones, al igual que reivindicaciones como el aumento del presupuesto
para la Educación, la democratización del gobierno universitario y la
transparencia del gasto presupuestario. De esta manera, la lucha estudiantil adquirirá
autonomía y no será instrumentalizada en provecho de los enemigos históricos
del movimiento. Estas son propuestas preliminares deben ser enriquecidas al
calor del debate, y puestas a prueba presentándolas al conjunto de la clase
trabajadora y del pueblo venezolano. Es la hora de construir nuestra propia
salida a la crisis, no la que han delineado el gobierno, la MUD, o los
empresarios.
¡Enfrentemos el Pacto Maduro-Mendoza-Fedecámaras!
¡Libertad plena para los personas con juicios abiertos por
protestar!
¡Libertad plena para José Bodas y los otros nueve petroleros
con medidas cautelares!
¡Por una Comisión de la Verdad con participación de
organismos de DDHH que investigue las muertes de manifestantes!
¡Impulsemos el Encuentro Nacional Sindical y Popular que
discuta un Plan Económico y Social Alternativo y un plan de lucha!
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