Por: La Guarura
La dinámica oscura del estado corporativo-militar venezolano
se ha ido aclarando a los ojos de los que por creencias propias, autoengaño o
simplemente adoración divina, se negaban a ver la realidad que sucedía a las
espaldas de los esperanzados, de los cansados de traiciones, de los que veían
en el estado “revolucionario” una salvación de la vorágine del capital mundial,
de los que veían la toma del poder del estado como paso fundamental hacia la
construcción del socialismo. Pero el movimiento popular que no se dejo coaptar
por la maquinaria del estado y sus estructuras burguesas, desde hace mucho
tiempo ha venido denunciando lo que se esconde detrás de ese monstruoso sistema
al que pretende disfrazar con el nombre de “transición al socialismo”, mafias
militares, mafias nacionales, mafias transnacionales, devoran a su antojo lo
que les provoque.
El comportamiento ambiguo del estado corporativo-militar no
es de sorprender, porque es propio en su naturaleza ser como es, un estado
militar tiene que hacer pactos militares, un estado corporativo lógicamente
para sobrevivir aparte de otras cosas, tiene que hacer pactos corporativos con
estados y gobiernos “amigos” o simplemente con estados que se tengan intereses
comerciales imposibles de ignorar, ya que representan sustento para mantener la
estabilidad y el buen funcionamiento de la maquina-estado. El caso más
emblemático por la significancia económica y por ser de conocimiento general,
son los pactos que el estado nacional tiene con el imperio estadounidense, que
a pesar de todas las palabrerías de aquí para allá y viceversa, no se han
buscado ni promovido mecanismos que garanticen la estabilidad nacional fuera de
la renta petrolera que genera la amistad comercial con el imperio.
Aquí en nuestras narices se realizó un pacto que parece
pequeño si lo comparamos con los pactos comerciales con el imperio, pero su
significancia a la vista de las luchas populares de nuestro continente y el
mundo, es de una asquerosa traición a los que día a día luchan contra las
injusticias de un sistema que niega la autodeterminación de los pueblos, es una
traición a aquellos que dieron su vida por cambiar el dominio aplastante, es
una traición a aquellos que desde las selvas o las calles del mundo pelean y
crean espacios para la liberación de los pueblos que se cansaron y dijeron YA
BASTA. El pacto de Cartagena realizado por el presidente Chávez y el presidente
criminal Santos, ha puesto un peso que va ser muy difícil de levantar y botar
por el despeñadero de la historia, es un pacto que mancha con una fuerza tal
que va ser imposible quitarla. Estas alianzas significan traición al pueblo en
lucha desde todo punto de vista, no solo por su significado, sino también porque
jamás se preguntó a nadie si estaba de acuerdo que en nuestro nombre se firmara
tan infames acuerdos.
Pactos Militares para perseguir a militantes de las FARC y
el ELN
Unos de los acuerdos firmados en aquella ocasión en
Cartagena en el 2011 fue el de la cooperación militar, pacto que creó un marco
legal que permiten a los gobiernos involucrados intercambiar informes de
inteligencia, y métodos de cooperación para la captura de los perseguidos
políticos del gobierno asesino de Colombia, este pacto ha dado sus frutos para
satisfacción del sorprendente nuevo mejor amigo del presidente Chávez, las
capturas y entregas de los luchadores colombianos es la prioridad de las
fuerzas de seguridad del estado venezolano. Desde la firma de estos pactos se
han entregado a militantes del ELN, militantes de las FARC, se detuvo y se
entregó a un periodista que el gobierno criminal de Colombia acusaba como
miembro de las FARC, se ha detenido y encarcelado en condiciones deplorables al
cantor Julián Conrado, un hombre con sentimientos y convicción revolucionaria
inigualables, que con su guitarra en mano y la dignidad en alto sigue
resistiendo desde los calabozos de la
DIM.
Los resultados más recientes de este pacto inmoral y que ha
provocado el deleite sangriento del gobierno dirigido por el asesino de Santos
ha sido el cobarde bombardeo que dejó como resultado a 33 militantes de las
FARC muertos, esto días después que el gobierno colombiano pusiera en operación
con la venia del gobierno venezolano una unidad llamada Grupo Aéreo del Oriente
–GAORI, en el departamento del Vichada, departamento limítrofe con el Arauca
donde sucedieron los lamentables hechos, esta unidad está con el fin de
realizar operaciones en todo la zona fronteriza con Venezuela, cosa impensada
en aquellos días cuando el presidente Chávez gritaba con voz valiente y llamaba
criminales y paramilitares, que es lo mismo, a Uribe y a su enemigo de entonces
el actual presidente Santos. La sola activación de una unidad aérea en nuestra
frontera en aquellos tiempos, hubiese significado la convulsión nacional, la
palabrería de los diputados rojitos, las de los voceros del partido, las de los
dirigente coaptados y comprados, la de los patriotas militares, la de los ultra
revolucionarios, todos dándose duro en los escenarios mediáticos, en cada
micrófono o tribuna que se les hubiese atravesó por ahí, dando gritos falsos
contra ofensiva asesina del gobierno de Colombia, gritando con todas las
fuerzas y haciendo llamados a la dignidad nacional, a la protección de la
soberanía nacional. Ahora lo que da es pena ver como estos se meten la lengua
en lo más recóndito de su cuerpo, este proceso al que algunos llaman
revolucionario ha creado zombis políticos, no pensantes, manejables, que abren
la boca solo cuando el de arriba lo hace para decir que es lo bueno y que es lo
malo.
Colaborar en una masacre que dejó treinta y tres compañeros
de las FARC caídos es algo que jamás van a olvidar los pueblos en lucha, es una
sentencia histórica popular, es una actitud contrarrevolucionaria colaborar con
un gobierno como el de Colombia, es una traición entregar a las manos de
instituciones criminales a luchadores revolucionarios de los grupos
beligerantes de Colombia, como el propio presidente lo reconoció a viva voz en la Asamblea Nacional
hace unos años, y que descaradamente hoy no recuerda.
El regalo más reciente al presidente Santos producto del
pacto traidor de Cartagena es la captura y posible entrega a él o a estados
unidos de unos de los héroes fundadores del Ejercito Revolucionario de Colombia,
el compañero Marquetaliano capturado en una operación conjunta entre el cuerpo
técnico de investigación de colombia, la Dijín , la Interpol , y claro no podía faltar en la orgía
criminal, las autoridades venezolanas, todos dedicados ferozmente a satisfacer
las necesidades de los amos de la criminalidad mundial. El hecho ocurrió en el
sector el Blandín en la carretera vieja Caracas-La Guaria donde apresaron al
compañero del que en estos momentos se desconoce su paradero, y si se le está
garantizando lo que por ley y derechos le corresponde. Entregar a este
compañero como entregar a Julián Conrado sería una acción imperdonable, desleal
y traicionera.
Le decimos al presidente Chávez como una vez le dijo a Fidel
el francés Maurice Blanchot en una carta sobre el caso de Checoslovaquia y la URSS “Entonces ¿por qué un
juicio como ése? ¿Acaso confunde, por una extraña aberración, guerrilla con
guerra, intervención militar con violencia revolucionaria? Camarada Castro, no
caves tu propia tumba y si, por la fatiga natural del poder, te ves tentado de
dejarte deslizar hacia allí, déjanos escribir sobre los muros de la Habana , como se escribió
magníficamente sobre los muros de Praga: ¡LENIN, DESPIÉRTATE!
Nosotros aquí te decimos: Camarada Chávez no caves tu propia
tumba política y si, por fatiga natural del poder, te ves tentado de dejarte
deslizar hacia allí, déjanos escribir sobre las paredes de Miraflores, como se
viene diciendo cada día más en las trincheras de luchas en Venezuela, DIGNIDAD
REBELDE DEL 27F
DESPIÉRTATE!
FIN A LA
PERSECUCIÓN Y ENTREGA DE MILITANTES DE LAS FARC y el ELN
EXIGIMOS EL FIN DE LA COMPLICIDAD CON EL
GOBIERNO ASESINO DE SANTOS
SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO
VOLVEMOS POR TODO LOS CAMINOS !!!
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