Oso ruso vs. aguila yanki: Nuevos episodios para una vieja pugna imperialista

Humberto Decarli

Vladimir Putin emerge como el rector de las políticas post americanas en el Oriente Próximo. Ante la conducta de Trump del retiro progresivo de las tropas del Tío Sam en esa región luego de experiencias nada provechosas en Afganistán e Irak traducidas en un vacío a llenar. Este mutis no ha significado que no tengan actividad como lo demuestra el asesinato del general Soleimani en Bagdad recordándole a Irán la presencia del pentágono en la región.

Los Estados Unidos se van porque estiman superflua su actividad en un mundo dominado por el fundamentalismo religioso en permanente conflicto y pocas probabilidades de diálogo entre los contendientes de los mismos islámicos. Los chiitas dirigidos por Irán con sus aliados en el Líbano, Hezbolla, los de Yemen, hutíes, e Irak con las múltiples milicias y organizaciones paramilitares orientadas hacia esta rama musulmana. Los sunnitas encabezados por Arabia Saudita y los emiratos del golfo pérsico, Egipto y Turquía, promoventes de otra interpretación de El Corán, y las organizaciones transnacionales como Al Qaeda y el Estado Islámico.  Adicionalmente, una razón económica, Washington importa muy poco petróleo del Medio Oriente al ser el primer productor del oro negro gracias a la fractura hidráulica. Apenas si Arabia Saudita alcanza a enviarles 600 mil barriles diarios.

Un nuevo espacio para Putin

El proyecto ruso comprende su presencia en Siria con dos bases militares, una aérea y otra naval, y las alianzas en la zona con los chiitas iraníes y libaneses amén de una relación consumada con la Turquía de Erdogan. En Siria contribuyó a la victoria del presidente Bashar Al Asad en la guerra interna y los bombardeos aéreos sobre el ISIS. Asimismo, su combinación con la teocracia persa les permite una mayor cobertura de ese espacio geográfico y ahora en acuerdo con Ankara se amplía aún más. La proyección militar de Moscú se limitaba a Sebastopol y la península de Crimea y el apoyo a los prorrusos enUcrania, detenido por razones económicas. En este momento se proyecta hacia el Levante luego de la retirada americana.

Auge y caída de la Unión Soviética

Ulterior al derrumbe soviético, aparece el Glasnot y la Perestroika promovidos por Mijaíl Gorbachov y su posterior frustración luego de la asonada fracasada de los comunistas conservadores, surgió un reemplazo con Boris Yeltsin cuyo liderazgo se vio consumido por su adicción alcohólica. Fue la época de la humillación de un país que vio caer su economía y pedir auxilio a los organismos multilaterales.No obstanteYeltsin por razones de salud generada por un infarto, designó para sucederle al antiguo jefe de la KGB, Vladimir Putin, quien se hizo cargo del desastre y ha construido supropio espacio de poder.

Expansión post Perestroika

El rumbo iniciático del nuevo gobernante fue restablecer el orgullo perdido y para ello reorientó el presupuesto rescatando el complejo militar industrial. Sometió a Chechenia en su segunda guerra olvidando la hecatombe de la primera a través de un accionar bélico devenido en genocidio. Concomitantemente en lo interno aceleró el autoritarismo y redujo a la fuerza la oposición comunista y de los demás partidos que osaron disputar su liderazgo.

Continuó su actividad exterior al mejorar las relaciones con China, Europa y los Estados Unidos. Georgia pretendió emanciparse y la dinámica terminó en guerra. El presidente georgiano, Mijeil Saakashvili, cometiendo un error de cálculo al iniciar el conflicto, aspiró a recibir el apoyo occidental pero fue en vano porque estimaron a esa república caucásica como área de influencia de los rusos y la dejaron a su suerte.El resultado de la confrontación fue el aplastamiento del ejército de Tiflis y la secesión de los territorios de Osetia del Sur y Abjasia, Estados satélites rusos reconocidos por muy pocos países entre ellos Venezuela.
 

Hubo la anexión militar de Crimea y Putin participó en la confrontación de Ucrania, incluyendo el derribo de un avión civil, la cual se detuvo por las sanciones económicas y financieras occidentales y el deterioro de Rusia. Además, ha habido actos de hostigamiento armado contra varios países europeos como incursiones aéreas y marítimas provocadoras en el mar Báltico y en el Mediterráneo.

Sin embargo, es el Oriente Medio el lugar donde los rusos han tenido éxito al obtener las mencionadas bases militares, su intervención en la guerra intestina siria y las mencionadas alianzas con Irán y Turquía. Pero no representan un peligro militar para los Estados Unidos por la diferencia tecnológica. Por ejemplo, poseen dos portaviones contra diecinueve gringos y la precisión de los misiles es abismal a pesar del anuncio ruso de detentar unos cohetes de velocidad ultra hipersónica llamados avantgard y también porque han sido incapaces de establecer flotas como la americana en todo el planeta y bases militares como las tiene Estados Unidos en mucha partes del orbe y Francia y el Reino Unido en África. Sólo una economía sólida puede respaldar una escalada castrense. También ha hecho algunos avances en América Latina al estrechar vínculos comerciales con Nicaragua, Cuba y Venezuela. Nuestra nación es un importador de armas y alimentos como el pernil entregado por el Estado mediante un mecanismo diseñado para controlar la población administrando el hambre.

Dificultades moscovitas

Frente a esa expansión antes narrada y descrita, la verdadera cara de la Federación Rusa reside en su precariedad económica. Su base es el petróleo y el gas, materias primas propia de un país de segunda. Apenas si aplica tecnología para las armas que vende (uno de sus compradores favoritos en descenso es Venezuela). Las limitaciones de las personas son ostensibles mientras la mafia gobernante vive en condiciones ventajosas. Pero lo más palmario de su nivel radica en el tamaño de su producción de bienes y servicios. El Producto Interno Bruto es moderadamente mayor que el de España y menor al de Italia, naciones con menos población considerablemente, circunstancia delatadora de su irrisoria y débil generación de creación de productos tangibles e intangibles. Por las apodícticas limitaciones precedentes no puede considerarse a la actual Federación Rusa como una opción de liderazgo mundial hacia el futuro mediato y el inmediato. Un mundo avanzado cumpliendo la Cuarta Revolución Industrial le queda muy grande a Moscú en los tiempos presentes. Si acaso tiene algunos progresos se encuentran en el área militar, única expandida en el día de hoy en Rusia.

Relación con Venezuela

El régimen de Rusia ha desarrollado excelentes relaciones con la dictadura venezolana. Políticas, al llegar hasta el veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para bloquear las condenas al gobierno chavista. Comerciales, al vender armas en gran escala para consolidar la política armamentista de Caracas, aparte de asesoría represiva y castrense, así como de alimentos ante el desabastecimiento y escasez nacionales. También tiene inversiones en el sector petrolero y explota varios minerales estratégicos en el Arco Minero. Paralelamente tiene una ingente acreencia por obligaciones asumidas por Venezuela. Además, es una suerte de mediador con los Estados Unidos respecto al affaire venezolano. Si no ha establecido base militar acá es porque no tiene el músculo financiero y económico para sostenerla.

Simbología de Putin

Muchas personas antiguas y actuales militantes de izquierda han mostrado simpatías por Putin por diversas razones. Primero, por ser un contrapeso en un mundo multipolarizado en varios ámbitos. Segundo, por el antiyanquismo ancestral. Tercero, porque añoran el esquema de la guerra fría terminado con la caída del Muro de Berlín. Cuarto, de alguna manera valoran la dictadura del proletariado y todo lo representado por el bloque oriental.
Empero, la figura y la estructura política, económica, financiera y cultural alrededor del modelo autoritario y militarista encabezado por Vladimir Putin, expresa absolutamente lo contrario a ideas de renovación o contestatarias. Los post soviéticos fueron organizaciones gangsteriles apropiadas de los pocos bienes dejados por los jerarcas comunistas y asumieron el poder.

El cartabón de Putin se fundamenta en la represión más pedestre incluyendo envenenamientos e intoxicaciones en el interior y exterior del país mientras realiza elecciones amañadas. Es la tradición despótica iniciada por el zarismo, seguida por los bolcheviques y actualizada por el presidente ruso y su banda. Comprende reelecciones indefinidas con ilegalización y persecución de quienes se atrevan a disentir. Un proyecto económico ineficaz con base en el extractivismo no lleva a ese país hacia el futuro aparte de una política ambientalista destinada a destruir el planeta al ser uno de los líderes en la emisión de los gases invernaderos gracias a unas ideas desarrollistas. No es accidental la excelente relación entre el jefe de Estado ruso con su colega Trump, también autoritario y la cúpula comunista China. Es el archipiélago Gulag en otros planos pero con su esencia estalinista y genocida.