Humberto Decarli
Se está desarrollando en el orbe la llamada Cuarta Revolución Industrial, conocida también con las siglas RI.4 o 4.0, Es un salto cualitativo de la humanidad por su desarrollo tecnológico que estimula a los seres humanos y si se extendiera a todos los sectores sería la fórmula del mayor progreso de la sociedad. Ocurre que no se ha extendido a todo el planeta sino a algunos países avanzados, al menos en el plano de las ciencias, y tampoco llega a los sectores populares de esas mismas naciones.
Se está desarrollando en el orbe la llamada Cuarta Revolución Industrial, conocida también con las siglas RI.4 o 4.0, Es un salto cualitativo de la humanidad por su desarrollo tecnológico que estimula a los seres humanos y si se extendiera a todos los sectores sería la fórmula del mayor progreso de la sociedad. Ocurre que no se ha extendido a todo el planeta sino a algunos países avanzados, al menos en el plano de las ciencias, y tampoco llega a los sectores populares de esas mismas naciones.
Se trata de los avances radicales en el ámbito de la epistemología y la tecnología con un empuje ad infinitum capaz de pronosticar nuevas etapas de la expansión social. No es un avance evolutivo sino exponencial, apto para dejar desconcertado a cualquiera acostumbrado a los pasos pausados con una lentitud de tortuga.
Presagios
Los desarrollos científico-tecnológicos hicieronb posible llegar a la computadora, donde destaca del científico británico Alan Turing, que permitió al Reino Unido interceptar los mensajes alemanes e incluso transmitir falsas informaciones para desorientar a sus adversarios. Este talentoso investigador pudo construir un artefecto para descifrar el Código Enigma alemán, como se relata en una película contemporánea. es lamentable recordar que Turing era homosexual y tal condición le ocasionó un juicio porque ser gay era un delito y se le practicó una lobotomía para anularlo. Los prejuicios triunfaron sobre la creatividad. Esa máquina dio pie para la Tercera Revolución Industrial.
Asimismo, Alvin Toffler publicó un best-seller en los años setenta del pasado siglo, El Shock del futuro, libro en el cual analizaba hechos inéditos anunciadores de un nuevo estadio en la interactuación del ser humano con la naturaleza. Ulteriormente publicó La Tercera Ola, donde narraba las distintas eras de la historia humana. La primera, con el empleo de la tierra como instrumento de alimentación, fue la agrícola. La segunda, la era de las chimeneas como signos de la industrialización cuando procesando la materia primera, se obtenían productos acabados con un aporte de valor agregado con el esfuerzo. Finalmente se llegó a la Tercera Ola, con la incorporación de la ciencia aplicada y la tecnología que dejó atrás a la industria pesada y ligera. Era el universo de los ordenadorestransformadores de la mirada social hacia la fenomenología.
Haciendo abstracción de la taxonomía tofleriana las teorías sobre las transformaciones económicas y tecnológicas, se pueden resumir de la siguiente manera:
La primer revolución industrial parte del proceso del capitalismo iniciático conocido por la Inglaterra de los siglos XVIII y IXX. Se inventó la máquina de vapor traducida en la promotora de la conversión de los conmodities, obtenido del exterior de los países colonizados, en mercancías elaboradas con una mayor rentabilidad y punto de partida para un comercio desigual.
La segunda, a partir del final del siglo XIX fue la eclosión de la energía eléctrica mejorada con la expansión americana luego de la segunda guerra mundial cuando se hablaba del american dream o américan way of life, cuya clase media podía tener una lavadora, una nevera, una cocina y un vehículo automotor, mejorando ostensiblemente el estándar de vida de los Estados Unidos.
La tercera se produjo en las décadas finales del siglo XX y se desdobló en el auge informático con las computadoras como punta del iceberg y de las telecomunicaciones con los celulares. Se formó una economía fundada en el conocimiento y en la inteligencia. Se avizoró que Japón y los cuatro tigres asiáticos (Singapur, Hong Kong, Corea del Sur y Taiwán), se incorporaron a este estremecimiento y se colocaron en la vanguardia demuchas actividades económicas. Igualmente Finlandia y Estonia sorprendieron al mundo al despegar hacia niveles desconocidos en poco tiempo porque tuvieron una élite política lúcida con sentido de la historia e hicieron los movimientos adecuados para insertarse en la posición cimera del concierto internacional de naciones.
El analista Peter Drucker en su texto La sociedad postcapitalista había analizado la tercera metamorfosis industrial y así la denominó, como la adaptación del modo de producir capitalista hacia los nuevos espacios de la inteligencia y la digitalización.
Finalmente llegamos a la Cuarta Revolución Industrial luego del paso de las procesadoras al mundo digital perfeccionado y a la inteligencia artificial. Es la automatización total de la producción y el consumo, es la simbiosis de las máquinas tangibles con las digitales, creando el mundo ciberfísico. El tren levitador, el automóvil sin conductor humano, las esculturas y obras de arte diseñadas y reproducidas digitalmente en tridimensionalidad, la robótica avanzada, la descomunal concentración de estadísticas conocida como el Big Data, hondas investigaciones y aplicaciones en la biotecnología, las neurociencias e ingeniería genética y la glorificación de los algoritmos capaces de identificar a las personas con algunos datos como sus características, conductas, actitudes y trayectoria. No es una mejoría de la Tercera, es la profundización de todo lo anterior hacia adelante con escasos límites.
La RI.4 en el mundo
Este gran salto epistemológico se base en nuevos paradigmas no susceptibles de desarrollar en modelo políticos totalitarios en general. Lenin decía que el socialismo era la suma de los sóviets más electricidad. De una manera genérica confesaba su limitación al respecto al asumir una postura rígidamente positivista. No tocaba al ambiente ni otros elementos que pudieran afectar a los humanos. Los restos del Mar de Aral, reducido a su mínima expresión gracias a los desagües químicos de las fábricas, y el catástrófoco manejo de sus cuencas hiodrográficas, son una muestra de la desastrosa concepción de la ecología por parte del catecismo marxista.
Los países africanos, muchos asiáticos y los latinoamericanos, difícilmente puedan acceder a esta metamorfosis debido a estar conducidos por cúpulas incapaces de innovar y ser meros ejecutores de los ucases de los factores mundiales de poder. Tienen una concepción rentista de los rubros económicos explotados y exportados porque no invierten ni económica, social ni financieramente los recursos obtenidos, simplemente se limitan a gastarlos. Además, su mentalidad es extractivista dado que dependen de los recursos naturales y no naturales sin pensar en la expansión al incursionar en áreas del futuro.
Estados Unidos, Japón, China, India, Corea del Sur, Taiwán y Singapur se han involucrado en esta senda al igual que los países escandinavos, Estonia, Francia, Suiza, el Reino Unido, Alemania, Italia, Holanda y Bélgica. El futuro les pertenece e incluso pueden presentar una mejoría palmaria de sus moradores.
Las preocupaciones generadas por esta revolución
El movimiento suscitado no terminará en una Arcadia. Muchos aspectos manifiestan temas regresivos en múltiples sentidos, los cuales hacen fortalecer ópticas escépticas sobre sus bondades.
En primer lugar, la reducción y simplificación del trabajo. Este punto fue desarrollado por el economista Jeremy Rifkin en su obra El fin del trabajo. Allí sostiene la desaparición del trabajo en muchos ámbitos reemplazado por artilugios tecnológicos. Es una realidad en el sector servicios porque los bancos y los seguros cada vez prescinden de trabajadores porque la informática y los algoritmos son los sucedáneos. El industrial es afectado por la robótica, perfecta para trabajos mecánicos y de precisión como por ejemplo, el ensamblaje de vehículos, además la mecanización del sector agrícola afecta a los laborantes. Esas grandes masas son expulsadas del aparato productivo y no les queda otra opción que la economía informal ocasionando exclusión social.
En segundo término, ese darwinismo laboral donde quienes no se adaptan son segregados de la actividad económica normal, acarrea problemas de seguridad social, de desigualdad y de pobreza. Aparte, los grupos dominantes en los países más avanzados obtendrán mejores beneficios y se ampliará la distancia entre el desarrollo sostenido y los rezagadosen materia económica.
Tercero, el empleo de esa rentabilidad producida por los adelantos tecnológicos en la industria armamentísticaes funesto para las sociedades. Estados Unidos es el principal productor y exportador de armas siendo Arabia Saudita uno de sus principales clientes, con todo y ser un régimen terrorista y fundamentalista islámico con leyes y costumbres medievales. Rusia es otro productor de armas pero ha decaído porque la India y Venezuela redujeron sus pedidos. China está ampliando sus fuerzas armadas y está en construcción un portaviones de la más alta calidad Tanto progreso al servicio del tanatismo.
Cuarto, el desequilibrio entre las naciones inscritas en la RI.4 y los demás seguramente crearán conflictos geopolíticos con las graves secuelas implícitas en esa situación. La relación de poder entre la vanguardia y la retaguardia se profundizará aún más dada las ventajas ingentes desplegadas por unas economías adelantadas y otras atrasadas.
Panaceas ante tantos desequilibrios
Frente a las vicisitudes presentadas por las desigualdades producidas por este revolución sin sentido social ni ético, han surgido numerosas propuestas para solventarlas. Ab initio, el auge del desempleo por la automatización de la producción y el comercio, ha empujado a la formulación de propuestas destinadas a la atenuación de las carencias. Es el criterio de establecer una Renta Básica Universal para solventar las erogaciones correspondientes a las necesidades básicas de las personas. La sociedad, a través de mecanismos de compartimientos solo empleados para esta finalidad, lograría otorgar a los seres humanos la panacea a lo elemental para la subsistencia. Igualmente, se idearía mecanismos para cumplir con las metas mínimas de la seguridad social como la vivienda, la salud, la educación y los servicios en general. Sería parte del ahorro social con miras a suplir estas necesidades fundamentales.
Parámetros éticos de esta revolución
Con la inteligencia artificial, suerte de avant-garde de la cuarta revolución industrial, emergen reflexiones de naturaleza ética por sus consecuencias. Ernesto Mays Vallenilla, en su obraFundamentos de la meta técnica, plantea la posibilidad de conflictos de las computadoras con los seres humanos porque al tener como parte de su estructura sensibilidad podrían entrar en contradicción con las personas. Una máquina con emociones es un peligro tangible si contraría a los humanos.
Las películas "Her", "Blade Runner" y "2001 Odisea Espacial" contienen esta semblanza. La primera dirigida porSpike Jonze, nos relata la líbido desatada por una computadora en un hombre. La segunda, dirigida por Ridley Scott, nos narra la nobleza de un replicante cuando prefiere no matar a un hombre quien lo perseguía para dejarlo sin existencia. La última, obra de Stanley Kubrick, expresa la actitud retaliativa de la computadora Hal contra unos cosmonautas a quienes asesina porque uno de ellos pensaba en apagarle y no les permitió la entrada a la estación espacial a dónde navegaban en un viaje sideral.
El fallecido gran astrofísico y titular de la cátedra Isaac Newton en la Universidad de Cambridge Inglaterra, Stephen Hawkins, alertó sobre los peligros probables de la Inteligencia Artificial en contra de los hombres y las mujeres y hacía un llamado para considerar tal perspectiva.
La RI.4 y Venezuela
La Cuarta Revolución Industrial se encuentra a años luz del país. La historia económica nacional nos estereotipa como rentista y extractivista. Hasta los años veinte del pasado siglo Venezuela era una economía basada en dos productos agrícolas, el café y el cacao. Con la irrupción del oro negro la nación cambia, hay un proceso de urbanización que dio al traste con el campo y la subjetividad social creada era el mito de un país rico con disposición financiera sin mucho esfuerzo porque los hidrocarburos emergían del subsuelo. Sin embargo, toda esa ingente entrada financiera se esfumó en el gasto corriente, en el pago de una enorme deuda externa paradójicamente incrementada en períodos de bonanza, en la corrupción y el despilfarro. Aparte no se llegó completamente a la segunda revolución industrial porque apenas si hubo, con el programa de sustitución de importaciones preconizado por la CEPAL, la actividad del ensamblaje. Además de los hidrocarburos, tanto Pérez Jiménez como el puntofijismo, se empeñaron en producir materias primas a partir de la minería y de esa manera se produjo aluminio y acero en las empresas básicas (Sidor, Alcasa, etc.), presentadas como unas actividades de progreso cuando formaron parte de la minería sin mucho valor agregado. Venezuela ha sido presa de la maldición del extractivismo cuyo rasgo esencial es percibir dinero por la venta de los minerales, oro, coltán, diamante y torio, sin inversión reproductiva.
Paralelamente se mantuvo un Bolívar fuerte que propició las importaciones porque eran muy baratas y se fue enervando la industria nacional. Se cumplió con el rol asignado por la división internacional del trabajo, éramos unos proveedores de fuente energética fósil para los países de desarrollo sostenido. Se perdieron las dos bonanzas gomecistas, la del café y el cacao en 1918 y la petrolera desde 1926; la de C.A. Pérez en 1973, la de Luis Herrera en 1978 y la del nuevo siglo con el chavismo. El resultado es el erial que constituye la Venezuela contemporánea.
Hubo voces de alerta pero no se les hizo caso porque no entraban dentro del esquema populista reinante. Alberto Adriani, Arturo Uslar Pietri, Domingo Alberto Rangel y Pablo Pérez Alfonso, dieron la clarinada en distintas épocas pero araron en el mar porque las cúpulas gobernantes tenían otros objetivos. Juan Vicente Gómez, Marcos Pérez Jiménez, los gobernantes del pacto de Puntofijo y el chavismo, coincidieron en desatar al país como productores de conmodities y dejar a un lado la posibilidad del despegue. Con el chavismo se llegó a límites demenciales: el 97% de la entrada de divisas proviene del petróleo llegando a un rentismo exacerbado cuando en la campaña electoral el líder de Sabaneta prometió enterrarlo.
Con la anterior trayectoria es imposible irrumpir en el mundo contemporáneo y de allí el rezago venezolano. Como bien lo señala el profesor Luis Pottellá en su obra La Reina del Sur y la Cuarta Revolución Industrial, a C.A. Pérez le pasó al lado la tercera revolución y a Chávez la Cuarta, y no se dieron cuenta porque estaban pensando en la vocinglería populista, creadora de miseria y enemiga del progreso.
Perspectivas
Así como la física actual nos habla del universo en expansión, vale decir, el alejamiento de los cuerpos celestes por la entropía y la flecha del tiempo hacia el cielo ilimitado mas no infinito, a Venezuela le sucede lo mismo con el futuro. Cada vez se distancia del progreso y se amplifica la diferencia con el desarrollo sostenido. La razón ha sido la existencia de unas élites políticas actuando en contubernio con los intereses internacionales de los factores de poder dominantes en el planeta convirtiendo a la nación en un ente empobrecido.
La formación gubernamental madurista es de talante autoritario sin una meridiana claridad sobre un programa económico y social que nos conduzca hacia nuevos estadios. Es una mezcla de militarismo, populismo, clientelismo, castrismo y neofascismo. Su dinámica social es la generación de pobreza, miseria, desigualdad, desempleo, exclusión social como en Cuba y Norcorea. Nada se puede esperar de los cuadros superiores conductores del Estado sino la disciplina y control por parte del aparato de dominación.
De igual manera la oposición no plantea un programa de cambios. El Plan País propone producir seis millones de barriles de crudo diario, reproduciendo el rentismo que nos ha esclavizado. El verdadero destino trágico no radica en los hidrocarburos y la minería, porque ellos no tienen voluntad ni están interferidos por planos de inmanencia, sino en los sanedrines que nos han gobernado respondiendo a sus propios intereses y a los de los dominantes internacionalmente. Allí radica el estigma caído en toda la región pero sobre todo en Venezuela.
Para poder entrar en la RI.4 necesitamos un golpe de timón de quienes dirigen pero en este país se trata de gente organizada y motivada por perspectivas inmediatistas de lucro y poder personal, lo que suele ocurrir entre quienes tienen el poder en todas partes pero en Venezuela llega a extremos de caricatura. Se requiere de un esquema democrático donde se regule, supervise y remueva si es menester, a quienes se han erigido, por la vía del voto manipulado, En tal cambio, muy improbable visto el escenario actual probabilidades de acceder a la Cuarta Revolución Industrial, sin mitos ni convertirnos en en versión caribeña de Sísifo.
Así como la física actual nos habla del universo en expansión, vale decir, el alejamiento de los cuerpos celestes por la entropía y la flecha del tiempo hacia el cielo ilimitado mas no infinito, a Venezuela le sucede lo mismo con el futuro. Cada vez se distancia del progreso y se amplifica la diferencia con el desarrollo sostenido. La razón ha sido la existencia de unas élites políticas actuando en contubernio con los intereses internacionales de los factores de poder dominantes en el planeta convirtiendo a la nación en un ente empobrecido.
La formación gubernamental madurista es de talante autoritario sin una meridiana claridad sobre un programa económico y social que nos conduzca hacia nuevos estadios. Es una mezcla de militarismo, populismo, clientelismo, castrismo y neofascismo. Su dinámica social es la generación de pobreza, miseria, desigualdad, desempleo, exclusión social como en Cuba y Norcorea. Nada se puede esperar de los cuadros superiores conductores del Estado sino la disciplina y control por parte del aparato de dominación.
De igual manera la oposición no plantea un programa de cambios. El Plan País propone producir seis millones de barriles de crudo diario, reproduciendo el rentismo que nos ha esclavizado. El verdadero destino trágico no radica en los hidrocarburos y la minería, porque ellos no tienen voluntad ni están interferidos por planos de inmanencia, sino en los sanedrines que nos han gobernado respondiendo a sus propios intereses y a los de los dominantes internacionalmente. Allí radica el estigma caído en toda la región pero sobre todo en Venezuela.
Para poder entrar en la RI.4 necesitamos un golpe de timón de quienes dirigen pero en este país se trata de gente organizada y motivada por perspectivas inmediatistas de lucro y poder personal, lo que suele ocurrir entre quienes tienen el poder en todas partes pero en Venezuela llega a extremos de caricatura. Se requiere de un esquema democrático donde se regule, supervise y remueva si es menester, a quienes se han erigido, por la vía del voto manipulado, En tal cambio, muy improbable visto el escenario actual probabilidades de acceder a la Cuarta Revolución Industrial, sin mitos ni convertirnos en en versión caribeña de Sísifo.
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