Shari Avendaño (Efecto Cocuyo)
La electricidad viaja miles de kilómetros antes de
llegar a los hogares venezolanos. Según uno de los últimos informes anuales
emitidos por la Oficina de Operación de Sistemas Interconectados (Opsis),
la energía se genera en distintas plantas hidráulicas de turbovapor y turbogas que
están distribuidas en todo el territorio [lo que actualmente no es así pues esas
plantas están casi totalmente fuera de servicio].
La central hidroeléctrica Simón Bolívar, mejor
conocida como el embalse Guri (ubicado en el estado Bolívar), es la instalación
más importante de Venezuela. El territorio cuenta con seis plantas hidráulicas,
tres plantas a turbovapor y 26 plantas a turbogas.
Los sistemas de generación se interconectan a
través de la Red Troncal de Transmisión (RTT), que la forman kilómetros de
líneas de 765 kilovoltios (kV), 400 kV y 230 kV. Luego esa energía llega a
transformadores, subestaciones y otras instalaciones eléctricas locales.
Según la apreciación del gobierno, algún punto de
los sistemas de generación, transmisión y distribución es
susceptible de una “agresión cibernética” y las líneas de transmisión son
sensibles a “ataques electromagnéticos”.
Vamos a ver de qué se trata esto. La Real Academia
Española (RAE) entiende como cibernético todo lo creado y regulado mediante un
ordenador (computadora). El académico ruso A.N. Kolmogórov comenta (cita un
trabajo de la Universidad Santo Tomás) que la cibernética se ocupa de
estudiar los sistemas de cualquier naturaleza capaces de percibir, conservar y
transformar información y utilizarla para “la dirección y regulación”. El
portal web Ecured refiere que el electromagnetismo es una rama de la
Física que unifica los fenómenos eléctricos y magnéticos en una teoría.
Ataques internos y falta de
mantenimiento
Ingenieros eléctricos venezolanos se han
pronunciado sobre las denuncias del gobernante. Para el doctor en Ingeniería
Eléctrica y profesor de la Universidad de los Ándes de Bogotá (Colombia), Paulo
de Oliveira, lo dicho por Maduro es un “completo disparate”.
Sobre “liberar el sistema de agresiones
cibernéticas”, comentó que el sistema eléctrico no está conectado a ninguna red
pública o corporativa. Es un sistema analógico – digital. “Desde adentro es
saboteable sólo por personal de confianza de la empresa eléctrica que tenga las
claves de acceso. Desde afuera imposible”, explicó.
Respecto a la posibilidad de que las líneas de
transmisión reciban “ataques electromagnéticos”, De Oliveira detalló que estas
instalaciones pueden recibir pulsos electromagnéticos. Sólo hay dos maneras de
que estas emisiones se produzcan: “perturbaciones” en el sol o la detonación de
una bomba nuclear.
A temperaturas extremadamente altas se fusionan
elementos químicos, como el helio y el hidrógeno, que liberan una gran cantidad
de energía y radiación
electromagnética. “La humanidad ha podido reproducir ese efecto mediante
las bombas atómicas de fusión que producen impulsos nucleares capaces de
destruir el sistema eléctrico”, dijo el catedrático.
La Tierra tiene su propia protección
electromagnética. A veces, el sol produce pulsos electromagnéticos mayores de
lo usual o descargas electromagnéticas (rayos). Es por eso que los ingenieros
toman medidas para mitigar los efectos del sol sobre los sistemas eléctricos.
“Colombia es el país donde más rayos caen en el
mundo, y la calidad del servicio eléctrico es más que aceptable. Las anomalías
solares no afectan mucho en Venezuela ya que el sistema troncal es 765
kV es muy alto y único en América latina. Hoy en día el sistema está tan
deteriorado que un viento más o menos fuerte o un incendio forestal es capaz de
apagar el país por completo”, afirmó De Oliveira.
“Sabotaje” interno
De Oliveira, quien también fue profesor de la
Universidad Simón Bolívar (USB) en Caracas, explicó que la crisis del sistema
eléctrico venezolano es estructural. Hizo falta mantenimiento oportuno,
personal capacitado que lo hiciera y modernización de equipos.
La apreciación de De Oliveira es similar a la
opinión de otros expertos consultados. El director de tecnología de la firma de
protección de datos The Vault (La bóveda), Jeff Middleton,
dijo que es relativamente fácil atacar una instalación eléctrica mediante la
inyección de un “virus” por un “actor estatal”. Para el experto en seguridad
cibernética del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, James Lewis,
un “sabotaje” dirigido por Washington “parece poco probable”, dado que por lo
general el país norteamericano actúa en las áreas de finanzas e internet.
De esta forma, se llega a las siguientes conclusiones:
* Solo una persona que trabaje directamente con las
instalaciones eléctricas podría ejecutar un “ataque cibernético”
* No es posible tal cosa como un “ataque
electromagnético”. Lo más cercano a un fenómeno electromagnético sobre el sistema
eléctrico sería un pulso electromagnético, producido por el sol, y una bomba
nuclear.
* La falta de mantenimiento hace más susceptible al
sistema eléctrico de cualquier afectación ambiental (viento, árboles…).
Por tanto, las tres “líneas” de acción para la
recuperación del sistema eléctrico planteadas por el gobierno son engañosas. La “liberación de
agresiones electromagnéticas” depende de la honestidad de las personas que
trabajan en el sistema eléctrico y no es posible proteger a las líneas de
transmisión de “ataques electromagnéticos”.
[Versión resumida de post publicado en http://efectococuyo.com/cocuyo-chequea/se-puede-librar-el-sistema-electrico-de-ataques-ciberneticos-y-electromagneticos-cocuyochequea.]
Corpoelec viola límites de transmisión y expone al país a un apagón permanente
Agencias
José Aguilar, experto en el
tema Eléctrico internacional, informó a través de los medios, que Corpoelec ha
violado los límites de transmisión a través de las líneas que salen de la
Central Hidroeléctrica del Guri, lo que expone al sistema eléctrico nacional a
que ocurra un apagón como el que se registró en el país desde las 4:40 pm del
día miércoles, este 22 de julio.
Indicó Aguilar que según la
información que ha recibido de fuentes de la industria eléctrica, desde el Guri
se están enviando al país cerca de 7.000 Mw, cuando no se deberían transmitir
más de 6.000 Mw. "No significa que la violación del límite de transmisión
genere el apagón, pero como el sistema está debilitado, cualquier falla puede
provocar un evento como este".
Recordó que a raíz de los apagones
de marzo (7 y 25 de marzo) se perdieron 1.000 Mw de generación termoeléctrica,
que aún no los han recuperado, por lo que desde entonces se violan los límites
de transmisión para tratar de subsanar la situación de Caracas, Zulia y Los
Andes. Además, desde esa fecha está en reparación el Autotransformador 1 (AT1),
que ayudaría a aumentar la potencia desde el Guri, pero generaría más violación
de los límites de transmisión. Por eso, insiste, que sin generación
termoeléctrica no se podrá resolver el problema generalizado de los apagones.
[Tomado
de https://www.aporrea.org/contraloria/n344843.html.]
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