Suhey Ochoa
* El ”tsunami verde” de Argentina cruzó a toda América Latina y reanimó el debate sobre el aborto, uno de los derechos más elementales de las mujeres para poder decidir sobre nuestro propio cuerpo. ¿Es posible lograr este derecho en Venezuela? ¿Cuáles son los métodos de lucha? ¿Por qué luego de 20 años de un gobierno supuestamente “socialista” no se ha legalizado? Con estas interrogantes queremos abrir este debate.
Venezuela hoy atraviesa una catastrófica crisis y esta ha repercutido brutalmente en la vida de las mujeres, en los últimos 5 años las cifras son escandalosas: el ministerio de Salud señala que del 2015 al 2016 las cifras de mortalidad materna aumento 65,79% en donde fallecieron 756 mujeres. Según el Fondo de Población de las Naciones Unidad, las jóvenes entre 15 a 19 años en el 2014 la tasa de fecundidad de 93 por cada 1.000 mujeres, el 2016 pasado llegó a 95 por cada 1.000. Ya en 2013, según cifras del mismo Instituto Nacional de Estadísticas, por cada 100 hombres viviendo en pobreza, había 107 mujeres; y 112 por cada 100 varones en pobreza extrema. No existen cifras oficiales de las muertes por abortos, existe un “subregistro” en el país que limita la obtención de datos y reconocer el asunto como un problema de salud pública. Según el estudio "Diagnóstico de los factores del embarazo a edad temprana" con cifras del 2014, un 11,4% de los embarazos adolescentes terminan en abortos, durante el año 2014, nada más en la Maternidad Concepción Palacios de Caracas se atendieron 2.336 complicaciones por abortos, es decir, poco más de 6 por día. Durante la 69° Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), este organismo solicitó a Venezuela la revisión y modificación de la ley del aborto vigente en el país, permitiendo la interrupción del embarazo.
* El ”tsunami verde” de Argentina cruzó a toda América Latina y reanimó el debate sobre el aborto, uno de los derechos más elementales de las mujeres para poder decidir sobre nuestro propio cuerpo. ¿Es posible lograr este derecho en Venezuela? ¿Cuáles son los métodos de lucha? ¿Por qué luego de 20 años de un gobierno supuestamente “socialista” no se ha legalizado? Con estas interrogantes queremos abrir este debate.
Venezuela hoy atraviesa una catastrófica crisis y esta ha repercutido brutalmente en la vida de las mujeres, en los últimos 5 años las cifras son escandalosas: el ministerio de Salud señala que del 2015 al 2016 las cifras de mortalidad materna aumento 65,79% en donde fallecieron 756 mujeres. Según el Fondo de Población de las Naciones Unidad, las jóvenes entre 15 a 19 años en el 2014 la tasa de fecundidad de 93 por cada 1.000 mujeres, el 2016 pasado llegó a 95 por cada 1.000. Ya en 2013, según cifras del mismo Instituto Nacional de Estadísticas, por cada 100 hombres viviendo en pobreza, había 107 mujeres; y 112 por cada 100 varones en pobreza extrema. No existen cifras oficiales de las muertes por abortos, existe un “subregistro” en el país que limita la obtención de datos y reconocer el asunto como un problema de salud pública. Según el estudio "Diagnóstico de los factores del embarazo a edad temprana" con cifras del 2014, un 11,4% de los embarazos adolescentes terminan en abortos, durante el año 2014, nada más en la Maternidad Concepción Palacios de Caracas se atendieron 2.336 complicaciones por abortos, es decir, poco más de 6 por día. Durante la 69° Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), este organismo solicitó a Venezuela la revisión y modificación de la ley del aborto vigente en el país, permitiendo la interrupción del embarazo.
Sin embargo el aborto en Venezuela sigue siendo tabú. Frente a esta situación el Estado venezolano ha optado por "ignorar" sus obligaciones en materia de derechos de las mujeres, que abarca desde la escasez de anticonceptivos e insumos de higiene menstrual hasta los infinitos obstáculos existentes para su acceso a la justicia cuando son victimas de violencia machista.
La consigas “educación sexual para decidir, anticonceptivos (gratuitos) para no abortar, y aborto legal para no morir” son una exigencia de urgencia para la mayor parte de las mujeres venezolanas que hoy nos encontramos en esta precaria situación, donde muchas mujeres y sobre todo trabajadoras, pobres y jóvenes mueren por realizarse un aborto bajo condiciones inseguras.
El ejemplo de las mujeres argentinas
La legalización del aborto es parte de las demandas históricas de las mujeres en el mundo y en especial en América Latina, nuestras hermanas argentinas han hecho historia logrando la media sanción del derecho al aborto, y constituyó un importante paso de las “pibas” de pañuelo verde que son la cara del poderoso movimiento social y político que se ha desatado. Nada de esto cayó del cielo.
Se hizo un pañuelazo frente al Congreso y en todo el país se movilizaron con la consigna que sin aborto legal no hay #niunamenos. En el debate de diputados demostraron con criterio científicos y mostraron cómo la ilegalidad lleva a la muerte de miles de mujeres pobres, en tal debate participó la diputada del Frente de Izquierda y de los trabajadores (FIT) Myriam Bregman, militante Partido de Trabajadores por el Socialismo (PTS) en el FIT.
Todo esto con una participación importante, desde la juventud y las estudiantes que se expresaron a favor del derecho al aborto en las escuelas y universidades, incluso en colegios religiosos. Ocuparon decenas de liceos, pusieron el tema en agenda pública llenando las redes y las calles de color verde, demostrando que son millones las que apoyan la legalización. A pesar de esto no tenían la garantía el resultado ya que la iglesia y los cómplices de la dictadura militar presionaron a los diputados. Además, el bloque oficialista del macrismo estaba mayoritariamente en contra.
Las mujeres argentinas demostraron que este derecho solo se puede lograr con las movilizaciones en las calles y confianza solo en nuestras propias fuerzas, exigiéndole a los sindicatos y los centros de estudiantes que impulsaran el 13 de junio y que no quedara duda de que eran miles. Es decir, el patriarcado no se va a caer solo, las mujeres tenemos que unirnos a quienes producen las riquezas de este mundo, que es la clase trabajadora, para tumbarlo junto con el capitalismo. El avance de las mujeres en Argentina demuestra su fuerza y potencialidad, por esto el discurso de nuestras compañeras de Pan y Rosas es “tenemos que organizarnos de forma independiente en los lugares de trabajo y de estudio para desplegar esta enorme fuerza para conquistar el derecho al aborto y contra el ajuste Macri y las medidas del FMI”.
El feminismo chavista: su falta de estrategia y sus límites
En este marco el miércoles 20 de junio, aquí en Venezuela, algunos colectivos feministas afines al gobierno realizaron una concentración para pedir un derecho de palabra ante la fraudulenta, “supraconstitucional” y “plenipotenciaria” Asamblea Nacional Constituyente (ANC), solicitando la despenalización y legalización del aborto.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que, en los gobiernos de Chávez, de casi 15 años y durante los cuales tuvo siempre mayoría en la Asamblea Nacional, incluyendo todo un período legislativo (5 años) de mayoría amplia y absoluta (porque la derecha se negó a participar en esas elecciones parlamentarias), el derecho de la interrupción del embarazó fue ninguneado, ¡ni siquiera se puso en agenda su discusión! Y si algo llegaba a la Asamblea Nacional era engevetado inmediatamente.
Hoy con el gobierno de Maduro y con la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente, un mecanismo del gobierno para afianzar su bonapartismo y autoritarismo ante la falta de apoyo popular, sostenido sobre el poder de los militares, nada indica que se vaya a avanzar en estos derechos elementales de las mujeres. Todo lo contrario, es este Estado quien se mantiene en silencio frente al hecho de que mueren cientos de mujeres al año y tantas otras quedan con secuelas físicas y psicológicas para toda la vida, o por el cual decenas de miles ven truncadas sus vidas para convertirse en madres sin desearlo. Estamos obligadas a ser madres si o sí.
El discurso de estos sectores del feminismo siempre es con apoyo irrestricto a este gobierno, el mismo que en casi 20 años nunca ha permitido siquiera la discusión de este tema, el responsable de descargar junto a los empresarios la crisis sobre los trabajadores y el pueblo pobre (la pulverización del salario, autorización de aumentos de precios, autorización de suspensiones y despidos, persecución y criminalización de los trabajadores y trabajadoras que luchan como es el caso de Rodney Álvarez , aumento del cobro de impuesto al pueblo, mayor endeudamiento y cada vez se abre más al capital internacional, una situación donde es la mujer quien más padece el drama social a que estamos sometidas.
La realidad deja en evidencia la falsedad de discurso "feminista" de Maduro y del chavismo. El salario mínimo integral del país que para las mayorías de las trabajadoras representa un techo de ingresos mensuales, es de 5.156.000 bs equivalentes a 1,14 dólares al mercado paralelo y oficial incluso (las casas de cambio autorizadas por el gobierno cambian el dólar muy similar al paralelo, y tasas por las cuales se rige la economía del país). Es el gobierno junto a los empresarios los responsables de esta situación.
La vida de las mujeres es muy precaria; una caja de 28 cápsulas de anticonceptivas, vendida en el marcado informal tiene un precio de Bs 4.500.000, de resto la escasez prima, entonces debemos decidir entre medio comer o comprar un anticonceptivo. Luego están las condiciones infrahumanas en que se pare en los hospitales públicos, un ejemplo fue la situación caótica en el Hospital Pastor Oropeza donde las embarazadas paren en las peores condiciones, incluso en las salas de espera, debido al colapso del sistema de salud.
Las madres a cargo del hogar que viven el drama de cómo alimentar a sus hijos, según estudios hechos por ONG del 2016, se señala que la proporción total de niños menores de cinco con déficit nutricional, aumentó de 54% en abril a 68% en agosto. En el 33 % de los hogares consultados las mujeres dejaron de comer alguna vez en medio de la crisis y en 60 % se ubica el número de las mujeres que han postergado o rezagado sus necesidades alimenticias para favorecer a otros miembros de los grupos familiares, según el Centro Hispanoamericano para la Mujer (Freya). Aunque no hay cifras oficiales existe un aumento de las personas que deciden abandonar o entregar en orfanatos a sus hijos por el factor de pobreza, aumento certificado por algunas de las instituciones que reciben a estos bebés.
La mortalidad infantil y materna en Venezuela subió. En el boletín epidemiológico de 2016, publicado por el Ministerio de Salud, se señala que el año pasado fallecieron 11.466 menores de un año, representando un incremento de 30,12% en relación con el número de 2015 que alcanzó 8.812, y el número de fallecimientos de mujeres embarazadas creció 65,79% en 2016, pues murieron 756, cifra superior a la de 2015, cuando se registraron 456 muertes.
Y hay que destacar que a las trabajadoras y los trabajadores como enfermeras y del sector salud que denuncian y luchan por mejoras salariales y por la crisis de precarización de la salud, sufren la persecución y represión la mano dura del Estado. Las mujeres trabajadoras viven la realidad de un salario destruido, contratos colectivos vencidos y sin renovar, y persecución a las que luchan
Decimos entonces con temor a quedarnos cortos estas es la realidad de las mujeres en Venezuela mientras descaradamente el gobierno destina miles de millones de dólares a la deuda externa a los buitres imperialistas y no garantiza las cuestiones más elementales. Es el gobierno de Maduro (y antes los de Chávez), responsables de permitir, y ser partícipes directos, de un enorme robo de la renta pública nacional, como lo es la fuga de capitales que tiene miles de millones de dólares provenientes de renta petrolera en cuentas privadas en el exterior, cuando aquí el pueblo, y muy en particular las mujeres, pasan múltiples penurias.
Entonces estos sectores feministas y supuestamente “socialistas” toman partido por quien es responsable del deterioro de las condiciones de vida de millones de mujeres trabajadoras y madres pobres que todos los días buscan sobrevivir.
Y es aquí el gran problema estratégico que todo feminismo que se reivindique revolucionario debe buscar, la necesidad de la alianza real de las mujeres con las luchas de otros sectores contra este sistema de explotación y los gobiernos que lo sostienen, crear una firme alianza con la clase trabajadora, que de paso mayoritariamente es mujer, y es el rostro femenino que más se ve en las luchas tal como observamos en el actual paro indefinido de las enfermeras. Hoy la "gran empresa" del chavismo se encuentra en decadencia, y su expresión más nefasta es el gobierno de Maduro que con mano dura y apoyo de los militares viene golpeando a las trabajadoras, mujeres y sectores populares. No podemos decir que es junto con este gobierno que vamos a lograr los derechos de las mujeres
¿Cómo podemos luchar por la legalización del aborto en Venezuela?
Las compañeras del feminismo chavista privilegian el lobby parlamentario e institucional, por lo cual se hacen cómplices del gobierno, sin denunciar en lo más mínimo toda la responsabilidad de este en los dramas y tragedias que vivimos las mujeres. Señalan algunos datos reales, pero solo algunos, y sin señalar responsables. ¿Qué tipo de feminismo “socialista” es ese que se calla la boca ante el poder y los gobiernos que mantienen la opresión y sufrimientos de las mujeres? Como su “estrategia” es convencer al gobierno de que haga lo que no ha hecho ¡por convicción y decisión en casi 20 años!, omiten cualquier denuncia, ni la más mínima.
Evitan a toda costa señalar responsables de la situación de las mujeres. En este terreno todo es un vacío o grandes abstracciones, generalizaciones, donde nunca queda claro dónde están los enemigos a vencer.
Claro está, estas "omisiones" son coherentes con la idea de que no es desarrollando una gran fuerza de lucha como se debe pelear por el aborto, para tener un músculo propio con el cual sea posible vencer todos los obstáculos en el camino, sino pidiéndolo por las buenas a las mismas instituciones responsables de ningunearlo durante dos largas décadas.
Las mujeres bien podemos hacer nuestra aquella idea del movimiento obrero planteada por uno de los mártires de Chicago, sobre la importancia de que los trabajadores sepan identificar quiénes son sus amigos y quiénes son sus enemigos: para el movimiento de mujeres también es elemental e indispensable saber ubicar dónde están nuestros amigos y dónde nuestros enemigos, y esta orientación de este feminismo oficial, pro-gubernamental, no ayuda en nada a esta tarea.
Peor aún, cuando hacen esta petición no la hacen como una exigencia de las mujeres en general sino en nombre de las mujeres que apoyan al gobierno, planteándolo como una especie de intercambio de apoyos: nosotros apoyamos al gobierno y ahora esperamos que el gobierno nos apoye con este derecho. Es el núcleo “duro” de la idea del lobby parlamentario e institucional. ¿Y si las mujeres no apoyan al gobierno qué? ¿Acaso este derecho tiene que estar condicionado a que las mujeres estén con el gobierno? Se trata de un derecho elemental que debe ser garantizado independientemente del apoyo político o no de las mujeres a este ni a ningún otro gobierno. ¿Acaso la mayoría de las mujeres argentinas apoyan al gobierno de Macri? Dicho sea de paso, de nada ha servido esta lógica, pues han pasado 20 años de apoyo a los gobiernos chavistas por parte de la mayoría de los grupos feministas de izquierda en el país… ¡y aquí estamos en esta realidad!
Toda mujer en cualquier espacio público, de trabajo, de sindicato, colegio, universitario, organización, colectivos, debe incentivar estas discusiones para que todas, como luchadoras, exijamos y denunciemos a los responsables que impiden nuestra libre elección. Necesitamos un movimiento y organizaciones independientes de mujeres del Gobierno y todas las variantes de la oposición de derecha, que por supuesto tampoco ha movido un dedo para este derecho pues están también en contra.
Desde la Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS) y la agrupación juvenil anticapitalista Barricada invitamos a construir e impulsar la movilización, la lucha y la organización de las mujeres por este derecho elemental, luchando por un verdadero feminismo socialista, y con la perspectiva estratégica de la revolución socialista, para acabar con este sistema de explotación y sentar las bases para la completa emancipación de las mujeres. En ese camino, apostamos a que las mujeres trabajadoras –las más oprimidas entre las oprimidas, las más explotadas entre los explotados- encabecen la lucha por su propia emancipación, convenciendo a sus hermanos de clase de la importancia que tiene incorporar la lucha contra el machismo en el programa revolucionario del movimiento obrero, a las más amplias masas femeninas de unirse a las filas proletarias para derrocar el capitalismo patriarcal que hoy nos oprime.
[Tomado de http://www.laizquierdadiario.com.ve/Como-luchar-por-el-derecho-al-aborto-en-Venezuela?id_rubrique=5442.]
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