José R. Palacios (presidente de la junta directiva de la FAL)
* La FAL, con sede en Madrid, está vinculasa a la Confederación Nacional del Trabajo.
A la gente de cualquier lugar y condición,
Considerando que el moderno Estado/Capital, mediante el juego político democrático, pretende reducir, someter, y sustituir toda expresión de rebeldía y lucha popular contra el poder, al voto y las manifestaciones de adhesión a alguno de todos los partidos políticos que lo legitiman, al participar y aceptar el patético espectáculo de la Democracia, sus reglas de juego, las instituciones que genera, y la falacia ética de que “lo legal es justo por ser legal”.
Considerando que a la par pretende imponer el Credo Democrático como Pensamiento Único de obligado cumplimiento, perfeccionado con la nueva “idea” izquierdista de la Transversalidad consistente en que el pobre debe respetar al rico, el explotado al explotador y el oprimido al opresor, tal cual dictan las leyes pues las injusticias —guerra, crisis, miseria, migraciones, etc.— aunque reconocidas como tal, el poder las presenta y define, y son asumidas por la masa de individuos votantes, como fatales circunstancia naturales, inevitables, de las que nadie es responsable.
* La FAL, con sede en Madrid, está vinculasa a la Confederación Nacional del Trabajo.
A la gente de cualquier lugar y condición,
Considerando que el moderno Estado/Capital, mediante el juego político democrático, pretende reducir, someter, y sustituir toda expresión de rebeldía y lucha popular contra el poder, al voto y las manifestaciones de adhesión a alguno de todos los partidos políticos que lo legitiman, al participar y aceptar el patético espectáculo de la Democracia, sus reglas de juego, las instituciones que genera, y la falacia ética de que “lo legal es justo por ser legal”.
Considerando que a la par pretende imponer el Credo Democrático como Pensamiento Único de obligado cumplimiento, perfeccionado con la nueva “idea” izquierdista de la Transversalidad consistente en que el pobre debe respetar al rico, el explotado al explotador y el oprimido al opresor, tal cual dictan las leyes pues las injusticias —guerra, crisis, miseria, migraciones, etc.— aunque reconocidas como tal, el poder las presenta y define, y son asumidas por la masa de individuos votantes, como fatales circunstancia naturales, inevitables, de las que nadie es responsable.
Considerando que así, resuelta la humanidad en mercancía objeto de compra y venta, y presa de la producción y de un consumo absurdo en crecimiento constante, queda la vida convertida en insoportable existencia, competitiva, violenta por injusta, e insolidaria, sujeta a una única medida de valor, la del valor del dinero.
La FAL ofrece a la gente un nuevo espacio libertario en la calle Peñuelas 41 de Madrid, donde participar para hacer de la palabra grito de rebeldía con el que recobrar la vida y el placer de disfrutarla en común, en la medida de otros valores, que como la autoorganización asamblearia y la autogestión de los pueblos y las gentes sobre la solidaridad, el apoyo mutuo y la libertad, erradiquen la atroz competencia en pos del éxito personal y privado o dinero/poder, para sobre las ruinas del presente Estado/ Capital, construir un mundo nuevo posible, necesario y ya experimentado en momentos plenos de vida, como la Comuna de Paris, o el Verano Español de la Anarquía en 1936.
[Publicado originalmente en el boletín Bicel # 26, Madrid, mayo 2018. Número completo disponible en http://fal.cnt.es/blog/sites/all/documentos/bicel/BICEL26.pdf.]
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