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Existen múltiples estudios sobre el impacto de la robotización en las cadenas productivas. Por ejemplo Mihai Andrei en su artículo en la revista electrónica ZME Science señala que algunas industrias chinas han logrado reemplazar al 90% de sus trabajadores con robots, aumentando la producción en un 250% y disminuyendo los productos defectuosos en un 80%. En siguientes etapas de incorporación de automatización se espera aún una disminución mayor de los trabajadores.
Algunos empleos que peligran por el ingreso masivo de robots e inteligencia artificial, fuera de los trabajadores de las fábricas, son choferes, albañiles, contadores, carniceros, vendedores, técnicos petroleros, cajeros, meseros de restaurantes, corredores de bienes raíces, técnicos dentales, cocineros y otra larga lista difícil de enumerar detalladamente. Dentro de las tendencias mundiales, Adidas y otras empresas llegan a proponer fábricas sin trabajadores.
Existen múltiples estudios sobre el impacto de la robotización en las cadenas productivas. Por ejemplo Mihai Andrei en su artículo en la revista electrónica ZME Science señala que algunas industrias chinas han logrado reemplazar al 90% de sus trabajadores con robots, aumentando la producción en un 250% y disminuyendo los productos defectuosos en un 80%. En siguientes etapas de incorporación de automatización se espera aún una disminución mayor de los trabajadores.
Algunos empleos que peligran por el ingreso masivo de robots e inteligencia artificial, fuera de los trabajadores de las fábricas, son choferes, albañiles, contadores, carniceros, vendedores, técnicos petroleros, cajeros, meseros de restaurantes, corredores de bienes raíces, técnicos dentales, cocineros y otra larga lista difícil de enumerar detalladamente. Dentro de las tendencias mundiales, Adidas y otras empresas llegan a proponer fábricas sin trabajadores.
Esta tendencia de disminución del uso de la mano de obra es de carácter mundial y está permitiendo el retorno a Europa de muchas empresas que habían colocado sus plantas productivas en Asia, en especial en China, pues los robots en China y Alemania son igual de costosos. El economista John Maynard Keynes en 1933 ya había predicho el problema “debido a nuestro descubrimiento de medios de economizar el uso de la mano de obra que superan el ritmo en que podemos encontrar nuevos usos para el trabajo”, lo que llamó la enfermedad del desempleo tecnológico. A partir de los primeros años del siglo XXI, el rápido ritmo de reemplazo de trabajadores por máquinas, ha puesto entre las primeras prioridades de los economistas el estudio de este fenómeno.
Frey y Osborne, ya el año 2013, anunciaban que los robots ponían el riesgo el 47% de los puestos de trabajo de Estados Unidos. Su estudio consideró el impacto del uso de máquinas de aprendizaje automático (Machine Learning) y de robots móviles en 702 diferentes ocupaciones. Dentro de las preocupaciones de estos autores está que los robots están desplazando a trabajadores de ingresos medios que son destinados a ocupaciones manuales de menores salarios. Al mismo tiempo se requieren trabajadores altamente calificados en labores que requieren esfuerzo intelectual, lo que ha llevado al alza los salarios de las profesiones tecnológicas, causando una polarización en la distribución de los ingresos que en varios países desarrollados había sido superada hace mucho tiempo.
Uno de los mayores ejemplos de que la inteligencia artificial puede reemplazar labores complejas, es la próxima proliferación de los vehículos de conducción autónoma, que sin necesidad de conductor pueden evaluar situaciones extraordinariamente complejas y tomar decisiones acertadas, en circunstancias que hace pocos años los expertos pensaban que las tecnologías que replican las percepciones humanas, serían desarrollados en varias generaciones más. Hoy ya están siendo comercializados algunos de estos automóviles autónomos, Alemania está desarrollando una norma que permita su incorporación en masa al uso cotidiano y General Motors, dueña de la marca Chevrolet entre varias otras, quiere ingresar al negocio de taxis sin chofer para el 2019. Seguramente veremos a furiosos choferes de taxis destruyendo a estos vehículos autónomos, pero si consideramos que tres cuartos del costo de un viaje en taxi (En USA) corresponde al salario del conductor, está claro que los vehículos autónomos terminarán imponiéndose.
En 1589 William Lee inventó la primera máquina de tejer y cuando intentó obtener la patente respectiva, la reina Isabel I se la negó por temor al desempleo que provocaría, medida que en definitiva solo retrasó el inevitable reemplazo de los trabajadores por máquinas. De hecho Ned Ludd el año 1779 destruyó dos telares en protesta por la amenaza de la revolución industrial. Su ejemplo fue seguido por un movimiento que atacó los telares hacia década de 1810 y por movimientos de campesinos hacia 1830 que destruyeron las trilladoreras, ambos en Inglaterra y completamente infructuosos en la detención de la masificación de la tecnología.
Toda este mundo de producción sin mayor esfuerzo humano, en especial en labores repetitivas y sin ejercicio de la creatividad, nos debiera alegrar, abrirnos un mundo de posibilidades de realización personal, mientras las máquinas trabajan para las personas, sin embargo el capitalismo y su lógica de utilidades como centro de la vida productiva, convertirán esta potencial bendición en una maldición para la mayoría de la población que se verá arrojada al desempleo o subempleo de por vida, y por ende, a la precarización más absoluta de su vida.
El desarrollo de la inteligencia artificial no solo afecta a trabajadores manuales de mediana calificación, sino que a profesiones donde el ejercicio intelectual es relevante. Por ejemplo el banco JPMorgan desarrolló un software que permite reemplazar 360.000 horas de abogado anualmente en la revisión de contratos de hipoteca por algunos segundos de operación de computadoras . El Deutsche Bank por su parte ha anunciado que los empleados que se comporten como robots en su trabajo, serán reemplazados por robots verdaderos en el corto plazo, estimándose que 9.000 de los 100.000 empleados serán despedidos en los próximos cinco años y 6.000 de los 30.000 contratistas sufrirían la misma suerte. Algunos ejecutivos del área bancaria plantean que el Deutsche Bank sería capaz de mantener sus operaciones con la mitad de los empleados y contratistas que tiene en la actualidad.
También existen importantes innovacioness en el desarrollo de software de diagnóstico médico y en el desarrollo de robots para cirugías, que por el momento solo sirven para el apoyo del ejercicio de la profesión médica, pero que de seguro en un futuro llevarán al reemplazo de profesionales por técnicos de menor calificación. Ya existen estudios que los software de interpretación de electrocardiogramas lo hacen mejor que el cardiólogo promedio. El estudio de Acemoglu y Restrepo del Massachusetts Institute of Technology pone en cifras las percepciones enunciadas. Estudió el impacto de la incorporación de robots entre 1990 y 2007 en Estados Unidos, encontrando que por cada robot que se introduce por cada mil trabajadores, el empleo disminuye entre 0,18 a 0,34% y los salarios entre 0,25 a 0,5%, es decir la masa salarial disminuye, confirmando que los trabajos eliminados no son los de peores remuneraciones y que no existe reemplazo masivo por mano de obra calificada.
Las conclusiones de este trabajo son relevantes, pues muestra que los empleos eliminados no son reemplazados por otros en áreas de servicios y si se crean algunos, estos son con salarios más bajos o son tan pocos que su efecto es muy pequeño. No es sorpresa que el estudio muestre que los salarios más afectados son de trabajadores manuales y de fábricas, y los con menor disminución corresponden a quienes tienen estudios universitarios, pero también muestra que no existe ningún sector donde haya existido crecimiento del empleo por la incorporación de robots, es decir la solución de Guillier, para la masificación de la robótica e inteligencia artificial, no tiene sustento en la realidad.
[Párrafos extraidos de un trabajo más extenso accesible en http://lapeste.org/2018/01/automatizacion-robotizacion-inteligencia-artificial-y-su-impacto-en-el-empleo.]
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