Diario 2001
La presidenta de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales [ACFIMAN], Gioconda de San Blas, expresa que la Unesco ha decretado al Siglo XXI como “el siglo del conocimiento”, ya que la ciencia marcará la pauta en el desarrollo social y tecnológico de los pueblos; unos parámetros de los cuales Venezuela se aleja cual barco de una orilla.
La diáspora de profesionales en la ciencia, escasez de profesores en materias como química, física, matemática y biología; el descuido por parte del Estado en la calidad educativa y falta de inversión son las escardillas que han labrado el terreno para que Venezuela ocupe hoy el octavo lugar de América Latina en materia de ciencia y tecnología.
- ¿Cómo se encuentra Venezuela respecto a las materias de aritmética y ciencia?
Venezuela está bastante mal con la ciencia, sobre todo en 2 aspectos: a nivel de bachillerato porque no hay suficientes profesores de química, física y matemáticas para cubrir la demanda de colegios que hay en el país. Además tenemos la amenaza del Gobierno, que pretende eliminar esas materias para unificarlas en algo llamado “ciencias naturales”.
Por otra parte, la estructura científica venezolana ha venido decayendo notablemente en todo lo que son las publicaciones científicas, que es simultáneo a conocer cuánta fortaleza tiene un país en temas de ciencia y tecnología. Un investigador empieza a trabajar en un laboratorio, comienza a obtener resultados y eventualmente los publica en una revista científica de importancia nacional o internacional.
Esos parámetros están por el suelo en estos momentos. En el año 2002 realizabamos 3,4% de las publicaciones científicas de América Latina, y estábamos por debajo de Brasil, México, Argentina y Chile, ocupábamos el quinto lugar; mientras que ahora publicamos 0,6% y ocupamos el octavo lugar por debajo de Brasil, México, Argentina, Chile, Colombia, Perú y Cuba. Esto indica el desastre que estamos viviendo, porque realmente es como si la estructura científica se estuviera desmoronando, aparte de eso las patentes están en nivel cero.
- ¿A partir de qué momento el país comenzó a decaer en esta área?
A partir del año 2002 comenzó la debacle científica en Venezuela, a la hora de graficar los resultados, ha disminuido violentamente hasta este momento.
- ¿Cuáles serían las principales causas de esa situación?
Son muchas. En la parte de educación inicial y media incide la falta de profesores y el descuido en la calidad educativa. A nivel de investigación está la falta de apoyo presupuestario en los proyectos que se emprenden a nivel universitario; esto a pesar que desde el año 2005 nosotros tenemos una Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación que está diseñada para apoyar a los científicos en sus labores de investigación. El problema es que esa Ley no se cumple; según lo que dicen los datos oficiales, Venezuela estaría en 2,6% del Presupuesto Nacional dedicado a la ciencia, pero en la realidad esto no es así, porque el cálculo que tenemos de otras fuentes arrojan que solo obtenemos 0,5% del Presupuesto Nacional. El mínimo aporte que indica la Unesco que debe tener cada país para comenzar a desarrollarse es de por lo menos 1% del presupuesto. A esto también se le añade los salarios bajos, la diáspora de estudiantes universitarios e investigadores científicos que se han ido a otros países, porque ciertamente Venezuela no puede competir en esta materia con otros países. En Ecuador, Brasil o Colombia lo que gana un profesor titular es entre 4 y 5 mil dólares mensuales, aquí el sueldo está en 100 dólares, y con estas comparaciones es difícil hacer una buena competencia.
La Universidad Simón Bolívar publicó hace días una cifra que decía que la tercera parte de sus planteles de profesores e investigadores habían renunciado para dedicarse a otras labores o para irse del país; lo cual es grave porque la nación gastó una cantidad enorme de dinero desde que esa persona inició sus estudios, entonces fue una gran inversión que acaban disfrutándola otros países que no aportaron nada a su educación.
- ¿Hay algún cálculo de la cantidad de profesores de bachillerato?
Hasta ahora se calcula que hay aproximadamente 30% de déficit de profesores de materias como física, química, matemáticas y biología. A nivel universitario la USB no solo se enfrenta con este inconveniente, pues en la UCV se han cerrado bastantes postgrados porque sencillamente la gente se gradúa y se va al exterior con contratos mucho más favorables.
- ¿Qué se está haciendo en el país a nivel de investigación?
Hay bastantes investigaciones en todas las áreas. Si nos vamos por ejemplo al Ivic, se están realizando estudios sobre salud y medicina con física, química, ecología; y si visitas la página web de esta institución te encuentras una cantidad de proyectos científicos que están muy relacionados a la actualidad del país. Desde la academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, a pesar de que no cuenta con laboratorios (salvo de la fundación Fudeci, que trata mayormente temas ecológicos y trabajos que se hacen en el Amazonas como la cría de caimanes, restauración de especies que están en extinción, granjas agrícolas), estamos trabajando enfocados con ayuda de los espacios que nos prestan otras universidades.
- ¿Considera que la educación básica en Venezuela es lo suficientemente buena para preparar a los futuros universitarios?
Es muy frecuente que los bachilleres egresados no cuenten con el aprendizaje requerido para iniciar el primer semestre de una carrera universitaria, es por eso que muchas universidades como la USB y la UCV optan por abrir cursos preparatorios que ayuden a reforzar la poca preparación que puedan tener los muchachos. Esto está comprobado que viene siendo así desde hace bastante tiempo y en parte surge por una medida que tomó el gobierno hace varios años, la cual consistía en que si una sección no contaba con profesor de cualquier materia, igual los aprobaban con una nota ficticia que surgía del promedio de las demás notas, entonces estos jóvenes salieron del bachillerato con notas quizá buenas, pero que nunca habían recibido ni una hora de clase siquiera.
- ¿Cuáles serían las soluciones a un mediano o largo plazo para estos inconvenientes?
El desarrollo de todo país depende de la educación que reciba su gente y de la ciencia, tecnología e innovación, porque eso es lo que marca al siglo XXI; incluso la Unesco ha declarado a este siglo como el siglo del conocimiento, porque la ciencia es la que está dando la pauta para el desarrollo cultural y tecnológico de un país. Entonces mientras nosotros no tengamos un sistema educativo verdaderamente fuerte, nos costará mucho salir de abajo. Cuando uno compara la educación con países escandinavos o asiáticos, se percata de que uno de sus secretos es que para esas culturas el maestro es una figura de las más apreciadas socialmente, y por lo mismo son pagados de una manera muy onerosa.
- ¿Cómo hace la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales para sobrevivir en medio de esta crisis económica?
Nosotros en la academia tenemos una labor que se dirige mayormente a orientar a la sociedad y tratar de que la ciencia no sea olvidada por los venezolanos. Por ejemplo, tenemos un programa llamado Ciencia para la escuela que se sustenta con el apoyo económico de algunas empresas. Este programa ha sido de gran ventaja, ya que inyecta en los niños y jóvenes el deseo por investigar y cuestionar el origen de las cosas, lo cual es una característica propia del científico. En la academia también tenemos una comisión de ecología en la que hacemos una serie de estudios que tienen mucho que ver con el cambio climático, energía, nutrición e inclusión de la mujer en la ciencia. Nuestras academias dependen administrativamente del Ministerio de Educación, no tenemos mucho apoyo económico, sino cuando alguna persona u organización decide aportar para alguna actividad, por lo demás, solo contamos con un presupuesto, que al igual de los otros queda bastante corto.
- ¿Cree que ha disminuido la cantidad de personas que se interesen por estudiar ciencia?
Sí ha disminuido, pero precisamente esa es una de las cosas que desde la academia estamos intentando reanimar y estimular. Para que el interés de la población por la ciencia aumente, es necesario difundir los logros que se alcancen. Tenemos pensado realizar una exposición para septiembre, probablemente, en donde se pueda exhibir materiales científicos que atrapen la atención del público en general. Además estamos preparando guías que puedan servir para los docentes.
- ¿Cómo evalúas el estatus de los pensum de estudios de las universidades venezolanas?
Las personas que viajan al exterior para realizar postgrados y son egresados de universidades nuestras, han sido bastante exitosos; lo cual indica que sí salen de aquí bien preparados a pesar de todas las dificultades e inconvenientes.
- ¿Cuál es su balance sobre la inversión que ha hecho el Estado en la Ciencia?
Para mí es terrible. El año pasado me cuentan que los investigadores del Ivic casi se quedan sin poder comprar algún reactivo porque se adjudicó una cifra ridícula para cada proyecto, pero además las trabas burocráticas para comprar esos reactivos dificultaron la compra, entonces los trabajadores del instituto casi que trabajaron con lo que tenían de reserva. La biblioteca del Ivic lleva tres años sin poder comprarse el material bibliográfico que se requiere para hacer las investigaciones.
- ¿Pueden los investigadores acudir a empresas privadas para buscar patrocinio?
En el año 2005 la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (Locti) decía que las empresas tenían que dar una cantidad anual que fluctuaba entre 0,5 y 2% de sus ingresos brutos a la Ciencia, estos los podían invertir en proyectos en conjunto que realizaran con distintas universidades e institutos científicos, o los podían invertir en sí mismos pero en mejoramiento tecnológico; pero qué pasó: por un lado las empresas no actuaron con ética porque la mayoría lo que hizo fue reinvertirlo en sí mismo comprando computadoras u otros equipos, y ese no era el verdadero propósito porque no aportaban nada a algún proyecto de desarrollo como tal. Además hubo otra parte de empresas que nunca estuvieron interesados en la ciencia y entonces lo que ocurría es que ese dinero pasaba directamente al fisco. No obstante, alguna empresas sí se dispusieron a trabajar con las universidades y sus estudiantes directamente.
[Tomado de http://www.2001.com.ve/en-la-agenda/153313/gioconda-de-san-blas--venezuela-esta-en-una-debacle-cientifica---video--.html.]
La presidenta de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales [ACFIMAN], Gioconda de San Blas, expresa que la Unesco ha decretado al Siglo XXI como “el siglo del conocimiento”, ya que la ciencia marcará la pauta en el desarrollo social y tecnológico de los pueblos; unos parámetros de los cuales Venezuela se aleja cual barco de una orilla.
La diáspora de profesionales en la ciencia, escasez de profesores en materias como química, física, matemática y biología; el descuido por parte del Estado en la calidad educativa y falta de inversión son las escardillas que han labrado el terreno para que Venezuela ocupe hoy el octavo lugar de América Latina en materia de ciencia y tecnología.
- ¿Cómo se encuentra Venezuela respecto a las materias de aritmética y ciencia?
Venezuela está bastante mal con la ciencia, sobre todo en 2 aspectos: a nivel de bachillerato porque no hay suficientes profesores de química, física y matemáticas para cubrir la demanda de colegios que hay en el país. Además tenemos la amenaza del Gobierno, que pretende eliminar esas materias para unificarlas en algo llamado “ciencias naturales”.
Por otra parte, la estructura científica venezolana ha venido decayendo notablemente en todo lo que son las publicaciones científicas, que es simultáneo a conocer cuánta fortaleza tiene un país en temas de ciencia y tecnología. Un investigador empieza a trabajar en un laboratorio, comienza a obtener resultados y eventualmente los publica en una revista científica de importancia nacional o internacional.
Esos parámetros están por el suelo en estos momentos. En el año 2002 realizabamos 3,4% de las publicaciones científicas de América Latina, y estábamos por debajo de Brasil, México, Argentina y Chile, ocupábamos el quinto lugar; mientras que ahora publicamos 0,6% y ocupamos el octavo lugar por debajo de Brasil, México, Argentina, Chile, Colombia, Perú y Cuba. Esto indica el desastre que estamos viviendo, porque realmente es como si la estructura científica se estuviera desmoronando, aparte de eso las patentes están en nivel cero.
- ¿A partir de qué momento el país comenzó a decaer en esta área?
A partir del año 2002 comenzó la debacle científica en Venezuela, a la hora de graficar los resultados, ha disminuido violentamente hasta este momento.
- ¿Cuáles serían las principales causas de esa situación?
Son muchas. En la parte de educación inicial y media incide la falta de profesores y el descuido en la calidad educativa. A nivel de investigación está la falta de apoyo presupuestario en los proyectos que se emprenden a nivel universitario; esto a pesar que desde el año 2005 nosotros tenemos una Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación que está diseñada para apoyar a los científicos en sus labores de investigación. El problema es que esa Ley no se cumple; según lo que dicen los datos oficiales, Venezuela estaría en 2,6% del Presupuesto Nacional dedicado a la ciencia, pero en la realidad esto no es así, porque el cálculo que tenemos de otras fuentes arrojan que solo obtenemos 0,5% del Presupuesto Nacional. El mínimo aporte que indica la Unesco que debe tener cada país para comenzar a desarrollarse es de por lo menos 1% del presupuesto. A esto también se le añade los salarios bajos, la diáspora de estudiantes universitarios e investigadores científicos que se han ido a otros países, porque ciertamente Venezuela no puede competir en esta materia con otros países. En Ecuador, Brasil o Colombia lo que gana un profesor titular es entre 4 y 5 mil dólares mensuales, aquí el sueldo está en 100 dólares, y con estas comparaciones es difícil hacer una buena competencia.
La Universidad Simón Bolívar publicó hace días una cifra que decía que la tercera parte de sus planteles de profesores e investigadores habían renunciado para dedicarse a otras labores o para irse del país; lo cual es grave porque la nación gastó una cantidad enorme de dinero desde que esa persona inició sus estudios, entonces fue una gran inversión que acaban disfrutándola otros países que no aportaron nada a su educación.
- ¿Hay algún cálculo de la cantidad de profesores de bachillerato?
Hasta ahora se calcula que hay aproximadamente 30% de déficit de profesores de materias como física, química, matemáticas y biología. A nivel universitario la USB no solo se enfrenta con este inconveniente, pues en la UCV se han cerrado bastantes postgrados porque sencillamente la gente se gradúa y se va al exterior con contratos mucho más favorables.
- ¿Qué se está haciendo en el país a nivel de investigación?
Hay bastantes investigaciones en todas las áreas. Si nos vamos por ejemplo al Ivic, se están realizando estudios sobre salud y medicina con física, química, ecología; y si visitas la página web de esta institución te encuentras una cantidad de proyectos científicos que están muy relacionados a la actualidad del país. Desde la academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, a pesar de que no cuenta con laboratorios (salvo de la fundación Fudeci, que trata mayormente temas ecológicos y trabajos que se hacen en el Amazonas como la cría de caimanes, restauración de especies que están en extinción, granjas agrícolas), estamos trabajando enfocados con ayuda de los espacios que nos prestan otras universidades.
- ¿Considera que la educación básica en Venezuela es lo suficientemente buena para preparar a los futuros universitarios?
Es muy frecuente que los bachilleres egresados no cuenten con el aprendizaje requerido para iniciar el primer semestre de una carrera universitaria, es por eso que muchas universidades como la USB y la UCV optan por abrir cursos preparatorios que ayuden a reforzar la poca preparación que puedan tener los muchachos. Esto está comprobado que viene siendo así desde hace bastante tiempo y en parte surge por una medida que tomó el gobierno hace varios años, la cual consistía en que si una sección no contaba con profesor de cualquier materia, igual los aprobaban con una nota ficticia que surgía del promedio de las demás notas, entonces estos jóvenes salieron del bachillerato con notas quizá buenas, pero que nunca habían recibido ni una hora de clase siquiera.
- ¿Cuáles serían las soluciones a un mediano o largo plazo para estos inconvenientes?
El desarrollo de todo país depende de la educación que reciba su gente y de la ciencia, tecnología e innovación, porque eso es lo que marca al siglo XXI; incluso la Unesco ha declarado a este siglo como el siglo del conocimiento, porque la ciencia es la que está dando la pauta para el desarrollo cultural y tecnológico de un país. Entonces mientras nosotros no tengamos un sistema educativo verdaderamente fuerte, nos costará mucho salir de abajo. Cuando uno compara la educación con países escandinavos o asiáticos, se percata de que uno de sus secretos es que para esas culturas el maestro es una figura de las más apreciadas socialmente, y por lo mismo son pagados de una manera muy onerosa.
- ¿Cómo hace la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales para sobrevivir en medio de esta crisis económica?
Nosotros en la academia tenemos una labor que se dirige mayormente a orientar a la sociedad y tratar de que la ciencia no sea olvidada por los venezolanos. Por ejemplo, tenemos un programa llamado Ciencia para la escuela que se sustenta con el apoyo económico de algunas empresas. Este programa ha sido de gran ventaja, ya que inyecta en los niños y jóvenes el deseo por investigar y cuestionar el origen de las cosas, lo cual es una característica propia del científico. En la academia también tenemos una comisión de ecología en la que hacemos una serie de estudios que tienen mucho que ver con el cambio climático, energía, nutrición e inclusión de la mujer en la ciencia. Nuestras academias dependen administrativamente del Ministerio de Educación, no tenemos mucho apoyo económico, sino cuando alguna persona u organización decide aportar para alguna actividad, por lo demás, solo contamos con un presupuesto, que al igual de los otros queda bastante corto.
- ¿Cree que ha disminuido la cantidad de personas que se interesen por estudiar ciencia?
Sí ha disminuido, pero precisamente esa es una de las cosas que desde la academia estamos intentando reanimar y estimular. Para que el interés de la población por la ciencia aumente, es necesario difundir los logros que se alcancen. Tenemos pensado realizar una exposición para septiembre, probablemente, en donde se pueda exhibir materiales científicos que atrapen la atención del público en general. Además estamos preparando guías que puedan servir para los docentes.
- ¿Cómo evalúas el estatus de los pensum de estudios de las universidades venezolanas?
Las personas que viajan al exterior para realizar postgrados y son egresados de universidades nuestras, han sido bastante exitosos; lo cual indica que sí salen de aquí bien preparados a pesar de todas las dificultades e inconvenientes.
- ¿Cuál es su balance sobre la inversión que ha hecho el Estado en la Ciencia?
Para mí es terrible. El año pasado me cuentan que los investigadores del Ivic casi se quedan sin poder comprar algún reactivo porque se adjudicó una cifra ridícula para cada proyecto, pero además las trabas burocráticas para comprar esos reactivos dificultaron la compra, entonces los trabajadores del instituto casi que trabajaron con lo que tenían de reserva. La biblioteca del Ivic lleva tres años sin poder comprarse el material bibliográfico que se requiere para hacer las investigaciones.
- ¿Pueden los investigadores acudir a empresas privadas para buscar patrocinio?
En el año 2005 la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (Locti) decía que las empresas tenían que dar una cantidad anual que fluctuaba entre 0,5 y 2% de sus ingresos brutos a la Ciencia, estos los podían invertir en proyectos en conjunto que realizaran con distintas universidades e institutos científicos, o los podían invertir en sí mismos pero en mejoramiento tecnológico; pero qué pasó: por un lado las empresas no actuaron con ética porque la mayoría lo que hizo fue reinvertirlo en sí mismo comprando computadoras u otros equipos, y ese no era el verdadero propósito porque no aportaban nada a algún proyecto de desarrollo como tal. Además hubo otra parte de empresas que nunca estuvieron interesados en la ciencia y entonces lo que ocurría es que ese dinero pasaba directamente al fisco. No obstante, alguna empresas sí se dispusieron a trabajar con las universidades y sus estudiantes directamente.
[Tomado de http://www.2001.com.ve/en-la-agenda/153313/gioconda-de-san-blas--venezuela-esta-en-una-debacle-cientifica---video--.html.]
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