Nodal Cultura
Salvadora Medina Onrubia fue sin dudas una mujer que asumió su lugar, su deseo y su pensamiento desde muy joven.
A los 15 años asume el anarquismo de un modo cabal y pleno, conmovida por las acciones libertarias de sus militantes. Tanto que ayudó a fugarse de la cárcel al conocido anarquista Simón Radowitzky, el asesino del sanguinario jefe de policía Ramón Falcón y luego le consiguió el indulto del presidente Hipólito Irigoyen. Y probablemente haya sido la primera mujer encarcelada explícitamente por motivos políticos.
Salvadora Medina Onrubia fue sin dudas una mujer que asumió su lugar, su deseo y su pensamiento desde muy joven.
A los 15 años asume el anarquismo de un modo cabal y pleno, conmovida por las acciones libertarias de sus militantes. Tanto que ayudó a fugarse de la cárcel al conocido anarquista Simón Radowitzky, el asesino del sanguinario jefe de policía Ramón Falcón y luego le consiguió el indulto del presidente Hipólito Irigoyen. Y probablemente haya sido la primera mujer encarcelada explícitamente por motivos políticos.
Miembro de la clase alta argentina y feminista, fue poeta, periodista y madre soltera. Gran parte de su historia se conoció no por su propia trayectoria, sino porque fue la esposa de uno de los hombres más poderos del país, Natalio Botana, dueño del diario Crítica.
“Salvadora” el documental
Me enferma la asonancia monótona del verso medido
del verso rimado
me crispa los nervios ese sonsonete
bárbaro y cansino del verso latino
odio rima y metro
estúpidas leyes
que atreverse quieren a encerrar la ideal suelta, libre y única
en estrechos caminos trillados
en cuadros medidos y clasificados.
(Fragmento de “Mi verso” de SMO)
La voz propia de Salvadora Medina Onrubia es esencial para comprenderla. No escribía impulsada por las decisiones estéticas de una elite modernista, sino porque su voz y su cuerpo expresaban un profundo sueño de libertad.
Ser madre soltera con apenas 15 años, cuando finalizaba la primera década del siglo XX no era habitual, como tampoco escribir sobre la condición de la mujer y esgrimir un ideal libertario. Por ello el documental “Salvadora” de Daiana Rosenfeld, acierta en sostenerse a partir fundamentalmente se sus propias palabras.
Sus universos diversos, el de la joven libérrima, el de la burguesa, el de la madre, el de la señora de Botana, el de la poeta, se reconstruyen de la mejor manera posible a partir de sus textos.
“Salvadora Medina Onrubia me llamó la atención porque era completamente diferente a las otras libertarias. Era anarquista, estaba comprometida con la causa, pero poco a poco fue ganando un lugar de poder dentro de la sociedad argentina al casarse con Natalio Botana, uno de los hombres más poderosos del país. Y ese lugar le sirvió para ayudar a sus compañeros. También me interesaron sus planteos anarcofeministas, el lugar de la mujer como madre soltera, militante, escritora, y sus aparentes contradicciones a principios de siglo XX”, cuenta Daiana Rosenfeld a Nodal Cultura.
Rosenfeld es realizadora integral de cine y artes audiovisuales y ha sido responsable de películas como “El Polonio” (2011) y “Los ojos de América” (2015). Actualmente está produciendo “Mujer medicina”.
“Salvadora” se adentra, a través de sus diarios autobiográficos, sus poemas y documentos personales, en la vida de esta mujer, que pareció vivir en una soledad anacrónica y terminó su vida en el anonimato.
- ¿Cuáles son los ejes del abordaje del personaje?
Investigando hace varios años acerca de las mujeres anarquistas de nuestro país de fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, mujeres invisibilizadas por nuestra historia y que quedaron en el anonimato, Salvadora Medina Onrubia me llamó la atención porque era completamente diferente a las otras libertarias. Por esta razón, los momentos claves de su vida política y pública dialogan en la película con ese mundo interno de una mujer que no supo encajar en los estereotipos de la época y que probablemente, hoy en día, tampoco encajaría.
- ¿Cuáles son las claves de la propuesta formal de la película?
La idea fue trabajar con reconstrucciones, con una actriz que haga corpórea la figura de Salvadora, ya que con el escaso material de archivo fotográfico y nulo material audiovisual, la película se fue construyendo a partir de documentos escritos, obras literarias y testimonios autobiográficos. Me parecía necesario dar cuerpo al personaje, pero no como una recreación completamente teatralizada. La imagen funciona en sí misma y dialoga por momentos con esa voz en off de la propia Salvadora contando su historia en primera persona. El mundo interno de Salvadora es un enigma, por eso también la sensación de que está, pero no está presente.
Por otro lado, esta imagen de Salvadora atemporal dialoga con imágenes de la naturaleza,y son los momentos más reflexivos (y que aportan cierta liviandad) al film.
- ¿Cómo se recupera la presencia de Salvadora en el presente, considerando que los debates de género son sustancialmente diferentes a los de su tiempo?
Se ha ido rescatando la obra y la figura de Salvadora porque es un personaje necesario para nuestra historia. Ella es atemporal y vivió en un mundo que no la comprendía. Sin embargo, creo que en la actualidad seguiría siendo una adelantada para su época, porque propone temas que a una sociedad patriarcal (como la nuestra), le molestan. El amor libre, el matrimonio, la maternidad cuestionada, el rol del estado en la vida privada de las personas, entre otros temas, siguen siendo los planteos y las luchas que se daban antes y que se siguen dando ahora.
[Tomado de https://latinoamericaexuberante.org/salvadora-el-documental.]
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