FALV – Chile
Hace unos
días (nadie recuerda bien el día exacto) recordamos cuando en 2014 diversos grupos
e individualidades se reunían por aquí y por allá, asambleas de las cuales
emerge la federación de grupos autónomos y proyectos asociados, que llamamos
Federación Anarquista Local de Valdivia. La cual tiene por propósito reunir los
intereses colectivos e individuales y llevarlos a la práctica por medio de la
cooperación voluntaria, para que así se pudieran desarrollar exponencialmente
las capacidades organizativas y colectivas respecto del quehacer anarquista, toda
vez que estos se pudiesen realizar dentro de los principios básicos del
anarquismo como lo son la libertad, la acción directa y el federalismo, ya que
creemos que sin estas características básicas poco o nada se podría
autodenominar tal o cual organización como anarquista.
Por ello era
fundamental establecer una relación clara entre los fines y los medios para
ello. Quizás no sabíamos bien cómo hacer lo que queríamos,
pero
sabíamos claramente lo que no queremos, transformarnos a la corta o la larga en
una secta dogmática de militantes adoctrinados. Para ello establecimos que el
sintetismo, o sea el resumen de todas las visiones y vertientes, cúmulo de experiencias
personales, para que luego del diálogo y la discusión se pudiese ir
estableciendo el desarrollo de cosas, tal y cual queríamos, todos y cada uno,
mediante el mutuo acuerdo, no mediante la tiránica democracia que arrolla a los
menos con sus mayorías simples y quórums.
A paso
del caracol, sin aspirar a masas militantes, sino muy por el contrario buscando
incitar al rechazo a una política malsana, a una crítica a lo socialmente
establecido, y el puño cerrado a la autoridad y el fascismo que reina en
nuestra ciudad. Así hemos fluctuado entre una veintena y apenas una docena al
dia de hoy, por tanto más vale y valdra el o la compañer@ convencido por la
injusta realidad que un puñado de muchach@s que con la caja de vino en mano
entonan “A las barricadas”...
Porque
también digámoslo, es la realidad del anarquista en la región chilena, no en vano
es más conocido por sus vicios y verborrea de borracho que alguien que está
organizándose en contra de los males sociales engendrados por el Capitalismo,
la Iglesia y el Estado. No obstante ello, no somos pesimistas, insistimos el
trabajo es como el del caracol, quien lento, es a la larga capaz de cubrir
inmensos territorios. No hay papel que resista tanta palabra por ello las
cuestiones se demuestran por sí solas en los hechos, si bien hemos atravesando
un periodo un tanto desorganizados, es sintomático de un fenómeno que se vive a
nivel nacional, la escasa capacidad de los anarquistas para brindar casi
cualquier cosa en pos de su propio movimiento, provoca rápidamente un
desencanto con la situación de organización.
¡Ahí se
ven l@s compañer@s!
[Publicado
originalmente como editorial del periódico Acracia
# 65, Valdivia, abril 2017. Número completo accesible en https://periodicoacracia.files.wordpress.com/2017/05/acracia65-online.pdf.]
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