Milton D'León
A
pocas horas de la realización de importantes movilizaciones convocadas para
este miércoles por la oposición y el chavismo, las Fuerzas Armadas se
pronunciaron hablando de “lealtad” a Maduro. Pero lo que realmente pasa en los
cuarteles es toda una incógnita.
Este
lunes 17/4 se conmemoró el séptimo aniversario de la Milicia Bolivariana, una
especie cuerpo de civiles armados bajo el supuesto de que constituye “el pueblo
en armas”, que si bien no tiene poder de fuego, legalmente constituyen el
quinto componente de las Fuerzas Armadas. Por ello se realizó un desfile de la
Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y del alto escalón encabezado por el
ministro de la Defensa y Comandante en jefe de la FANB, el General Vladimir
Padrino López, que concluyera en un acto con Maduro. Al acto recibieron orden
de asistir miles de integrantes de dicha milicia, que frente a Miraflores
fueron informados, por parte del mismo Maduro, de que se aprobó un plan para
expandir a 500.000 los miembros y que habría "un fusil para cada
miliciano". Más allá de cuán real haya en estas afirmaciones, lo
importante en todo esto fueron las declaraciones del alto escalón de las
Fuerzas Armadas hablando de fidelidad y que Maduro quiso mostrar fuerza frente
a la oposición.
Es
por eso la conmemoración del aniversario de la “milicia” evidentemente fue un
pretexto para que altos mandos militares se pronunciaran sobre la situación
política y sobre todo para ratificar su apoyo incondicional Maduro, ante lo que
consideran una "coyuntura crucial" que vive el país. El momento
político tampoco es casual, este miércoles 19 de abril, feriado nacional al
conmemorarse el día de la proclamación de la independencia, la oposición de
derecha ha llamado, lo que califica, una senda marcha en Caracas desde distintos
puntos de la ciudad, tal como lo hace también el chavismo convocando a lo que
ellos también llaman una gran movilización. Hay de recordar que los militares
no se habían pronunciado hasta este lunes, desde que la crisis política diera
un salto cuando el Tribunal Supremo de Justicia lanzara dos sentencias que
anulaban la inmunidad de los parlamentarios y la atribución de las competencias
de la Asamblea Nacional al propio TSJ y al presidente Maduro. Una medida
política que el gobierno de Maduro tuvo que retroceder dejando más al desnudo
su debilidad política y las contradicciones internas dentro del chavismo y, de
acuerdo a los fuertes rumores políticos, en las propias Fuerzas Armadas.
No
es un secreto para nadie, y es más que evidente, que la FANB constituye uno de
los pilares fundamentales en el sostén del gobierno de Maduro, en el marco de
una creciente militarización y bonapartización cada vez mayor del gobierno. Que
los militares podrían estar divididos, al menos al nivel de mandos intermedios
es lo que más destacan los analistas, pero que producto del hermetismo poco
sale a la luz pública, por eso lo que estaría pasando dentro de las filas
castrenses es uno de los mayores focos de atención. En este marco, en medio de
la tensión política, se han transformado en el fiel de la balanza hacia
cualquier tipo de salida política que se dé en el país. Si Maduro redobla sus
apelaciones a la unidad y lealtad de las FANB, también la MUD multiplica sus
llamados a los militares. Por esto no es casual que la oposición ha redoblado
sus llamados a las Fuerzas Armadas apelando a que se pronuncie sobre lo que
llaman la violación a la Constitución Nacional con afirmaciones del tipo “Es la
hora de que las FANB defiendan la Constitución y la democracia”, en clara
intención de una salida de carácter militar en la crisis política, que no puede
leerse de otra manera, que los militares tomen las riendas de la situación.
Es
que los militares han tenido a lo largo de más de una década y media una
ubicación clave en la vida política del país, además de una importante
incursión en actividades económicas y comerciales, desarrollando intereses
materiales y beneficios en toda esta etapa, y ahora con Maduro ocupan un papel
de mayor relevancia política. En este plano es que las FF.AA vienen a ser una
variante fundamental a la hora de cualquier transición, y más aún de una
situación tan caótica. Por eso los constantes llamados, a la lealtad de Maduro,
como a que se “rebelen” los de la oposición buscando una salida militar.
Es
por eso que el gobierno de Maduro, en el marco de la grave crisis política
imperante, y de las movilizaciones en curso que han llevado a una escalada
mayor del conflicto, buscó el momento para un pronunciamiento del alto escalón
de los militares para dar señales claras que la FANB sigue de su lado, y no
solo declarando su lealtad sino que manifestándose abiertamente contra las
acciones de la oposición. El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López leyó
este lunes, durante el acto conmemorativo, un texto en nombre de la Fuerza
Armada ante Maduro, declarando tajantemente que "La FANB preserva su
unidad monolítica, granítica, y ratifica su lealtad incondicional al señor
presidente constitucional, nuestro comandante en jefe Nicolás Maduro Moros”.
Concluyendo con que “La FANB se apega a la Constitución y cumple su tarea bajo
su mandato mi comandante en jefe".
En
el medio de su discurso, refiriéndose directamente a la oposición, Padrino
López hacía énfasis en que "En una coyuntura crucial para el país, pues la
ambición desmedida de esos enemigos amenaza su paz y su estabilidad al ejecutar
una agenda criminal y cargada de odio que incluye actos terroristas,
disturbios, saqueos, vandalismo, distintas formas de violencia contra personas
inocentes e instalaciones públicas de salud", que tratan de generar
"zozobra en la población, anarquía y caos, con el innoble propósito de
derrocar al gobierno democrático" de Maduro. Asimismo, indicando que se
trataría de un plan es "auspiciado y orquestado por algunos diputados de la
Asamblea Nacional" y que "se han volcado a minar la institucionalidad
del Estado y a obstruir la gestión del Ejecutivo orientada a la solución de los
problemas", así como realizar "afrentas que de manera sistemática se
vienen realizando contra la institución y sus integrantes”.
Como
era de esperarse Maduro agradecía la “lealtad y compromiso” al ministro Padrino
López por el apoyo que dio en nombre de la Fuerzas Armadas, afirmando que “Amor
con amor se paga, lealtad con lealtad se paga, general en jefe”, una frase
bastante alusiva a todo los avances en los entramados del poder político y
económico que vienen teniendo los militares, y que Maduro busca garantizarse de
mil maneras su fidelidad. Pero muy llamativo fue parte de su discurso que más
bien parecía dirigido a sectores de las Fuerzas Armadas e incluso hacia dentro
del propio chavismo, afirmando que “No es tiempo de traidores, no es tiempo de
traición, no es tiempo de vacilantes. Que cada quien se defina si estamos con
la Patria o estamos con la traición a la Patria, si estamos con el pueblo
histórico de Bolívar o estamos con aquellos que se arrodillan a los factores
imperiales del poder”. Más que una obviedad, hacía alusión a lo que podría
estar realmente pasando en los cuarteles o a posibles ruidos de sables.
La
Fuerzas Armada ya vienen jugando un papel en la crisis como sostén del gobierno
de Maduro, pero por su preponderancia en la vida política y su alta
politización, pueden ejercer su peso por una transición más acelerada en el
país como ejercer un rol directo si la situación se vuelve insostenible, lo que
puede abrir escenarios de mayores convulsiones políticas. Por eso es importante
alertar al pueblo trabajador sobre el peligro que representa el creciente papel
de los militares, sea apoyando a Maduro, sea volcándose a apoyar una
“transición” pactando con la derecha, con el imperialismo y con mediadores como
el Vaticano, como que ejerzan una salida por sus propias manos.
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