Editorial La Neurosis o Las Barricadas
1. Para quienes aún no hayan leído La
anarquía funciona, ¿podrías resumir la idea o ideas principales que recoge
el libro?
La
idea principal es que la anarquía no es una utopía porque existen muchos
ejemplos de anarquía, e incluso de anarquismo, puestos en práctica en todos los
continentes y todas las épocas. Ningún Estado que haya existido ha tenido el
poder absoluto de organizar las vidas de las personas —aunque pretenden tenerlo
y alcanzan a cada vez más poder— pues en paralelo con la organización
jerárquica siempre han existido esferas de la vida donde reina la
autoorganización. De hecho, el Estado y el capitalismo no funcionarían sin esa
gran capacidad autoorganizativa que persiste en las grietas del sistema. Más
allá, han existido muchísimas sociedades no estatales, desde pequeños grupos
nómadas hasta sociedades sedentarias y densas con millones de miembros. Y por
último, algunas revoluciones libertarias han conseguido algo de éxito, lo
suficiente para darnos ejemplos parciales del anarquismo en la práctica.
En
todas estas historias aprendemos que la anarquía sí que es posible –es una
posibilidad siempre inminente– y aprendemos cuáles son sus tensiones o
problemáticas.
2. El texto recoge infinidad de
experiencias, algunas muy accesibles y otras no tanto. ¿Cómo fue el proceso de
documentación?
Sin
aburriros, básicamente varios años de lectura, y también de aprender a abrir
mis ojos y darme cuenta de los pequeños e imperfectos ejemplos a mi alrededor.
3. Hay una preocupación en tus escritos
sobre cómo debemos representarnos las experiencias de culturas indígenas, sin
que se contaminen de prejuicios previos ¿cómo se puede realizar un acercamiento
más certero a ellas?
Sólo
a través de la solidaridad. Las empresas explotan tierras indígenas minando
minerales y los académicos explotan culturas indígenas minando sabiduría,
conocimientos y formas de organización social. Por un extremo (el más típico)
no podemos caer en un anarquismo eurocéntrico que ignora la larga historia de
lucha contra el Estado en otros continentes, pero sin la etiqueta ni la
filosofía histórica del anarquismo, y por el otro no podemos romantizar a las
sociedades indígenas, hablar como si todos fueran igual o hablar de ellas como
si se tratara de una realidad serena y estática y no pueblos complejos que
están transformando y que en muchos casos están luchando por su libertad.
4. Algunas personas podrían argumentar
que tu libro es excesivamente optimista, al buscar señales antiautoritarias en
contextos que, en su globalidad, no lo son ¿qué puedes decir de ello?
Necesitaría
ejemplos concretos para poder responder o defender mi elección de casos. Creo
que hay muchos compañeros que tachan de “reformista” a luchas que en general
eran de izquierdas pero que tenían importantes elementos libertarios que no
eran ni pretendían ser más que minoritarios, pero aun así que consiguieron
cosas importantes. Luego hay ejemplos que son explícitamente contrarrevolucionarios,
como la empresa Goretex. Hablo de ellos y ejemplos parecidos por varios motivos
—para mostrar que no hay que ser anarquista ni politizado para practicar la
autoorganización, para mostrar la posibilidad de autoorganización también en
estructuras que se cree que son demasiado complejas (así desmitificando la
cuestión de escala para los que creen que la anarquía podría funcionar en
pequeñas comunidades pero no en el mundo actual) y para mostrar el peligro de
la autoorganización sin ningún contenido de lucha, como algo que puede servir
perfectamente al capitalismo. Por eso indico claramente que los anarquistas
preferiríamos que se quemaran todas las fábricas antes de que se apropien las
lecciones del anarquismo para el capitalismo.
5. Hay un viejo debate dentro del
anarquismo sobre la creación de experiencias alternativas al sistema. Se debate
siempre sobre si suponen una huida del capitalismo que resta fuerza a la lucha
o si suponen la puesta en marcha de ejemplos para el resto del mundo. ¿Cuál es
tu posición?
Como
la mayoría de las dicotomías me parece demasiado simplista para tomar una
posición. Hay ejemplos de alternativas que son claramente una huida y el mismo
planteamiento de alternativas no es un planteamiento de lucha. No vamos a
reemplazar el capitalismo, tendremos que destruirlo. Pero para hacerlo,
necesitamos claramente de proyectos e infraestructuras que nos alimenten y nos
apoyen, y de ejemplos del apoyo mutuo y autoorganización en práctica, como
referente y modo de propaganda, y porque estos conceptos tan hermosos no
deberían quedar en un mero plano abstracto.
6. A lo largo de tu vida has viajado por
diferentes países. ¿Cómo valoras el movimiento anarquista en la Península
Ibérica en la actualidad?
Según
qué región, diría que es uno de los sitios que yo he visto con más
posibilidades, más de los elementos esenciales para una lucha revolucionaria.
Pero también hay muchas dinámicas tristes y hasta patéticas. La verdad es que
llevamos siglos perdiendo y hemos perdido muchas cosas vitales mientras
nuestros opresores ganan cada vez más armas para dominar y domesticarnos.
Actualmente tenemos la moda de llevar algunas de las armas más nuevas siempre
consigo e incluso reivindicarlas como una tecnología revolucionaria, a pesar de
que dejan a la gente tonta y bajo vigilancia permanente.
7. Por último, tu texto es uno de los
acercamientos contemporáneos al anarquismo muy interesante. ¿Puedes recomendar
algún otro libro actual que vaya en esa línea?
La
obra del antropólogo James C. Scott me parece muy interesante, y aunque no es
actual, las traducciones de Fredy Perlman al castellano están por venir y
serían muy importantes pàra difundir aquí. Luego, los textos del corriente
anarquista y queer de Bash Back! de
los EEUU me parecen interesante, y las visiones históricas y más críticas del
anarquismo aquí durante la Guerra Civil, escritas por Guillamón y Amorós me
parecen interesantes y necesarias.
Luego,
creo que deberíamos estar leyendo muchos autores no anarquistas o acabaremos
respirando los mismos aires en un cuarto cerrado.
[Tomado
de http://www.laneurosis.net/entrevista-hablando-con-gelderloos-sobre-la-anarquia-funciona.]
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