Peter
Gelderloos
Muchas
personas temen que la complejidad de la tecnología de hoy y la integración de
un alto nivel de infraestructura y producción en la actual sociedad hagan que
la anarquía sea un sueño del pasado. De hecho, esta preocupación no es del todo
infundada. No es tan solo la complejidad de la tecnología, sino que también es contrario
a la creación de una sociedad anarquista el hecho de que la tecnología no es
algo neutral. Como Uri Gordon certeramente resumió, el desarrollo de la
tecnología refleja los intereses y necesidades de los miembros dominantes de la
sociedad y la tecnología cambia la forma física del mundo de tal manera que
refuerza la autoridad y desalienta la rebelión.50 No es casualidad que las
armas nucleares y la infraestructura energética cree la necesidad de una
organización centralizada, una organización militar de alta seguridad y
agencias de gestión de desastres con los poderes de emergencia y la capacidad
de suspender los derechos constitucionales; tampoco que las autopistas interestatales
permitan el rápido despliegue nacional de las fuerzas armadas; que fomenten el
transporte marítimo transcontinental de mercancías y el transporte privado por
medio de los automóviles particulares; ni que las nuevas fábricas demanden
trabajadores reemplazables no cualificados, que posiblemente no podrán mantener
el trabajo hasta la jubilación ―suponiendo que el patrón quisiera darle los beneficios
de la misma―; porque, con unos cuantos años de trabajo, las lesiones derivadas
de las tareas repetitivas o el peligroso ritmo de la producción en cadena los
hará incapaces de continuar trabajando.
Las
subvenciones y las infraestructuras proporcionadas por el gobierno tienden a
beneficiar invenciones que aumentan el poder del Estado, a menudo para
desgracia de todos los demás: aviones de combate, sistemas de vigilancia,
megaconstrucciones. Incluso las formas más benévolas de apoyo gubernamental
para dichas invenciones, como por ejemplo las subvenciones del gobierno a la
investigación médica, en el mejor de los casos irán destinados a conseguir
tratamientos que son patentados por corporaciones sin escrúpulos que dejarán
que la gente muera si no puede permitirse el lujo de pagarlos ―al igual que no
tienen escrúpulos en torturar y matar a miles de animales en las pruebas
previas―.
Las
demandas de libertad nos enfrentan a una elección mucho más dura que un simple
cambio en nuestras estructuras de toma de decisiones. Tendremos que desmontar
físicamente gran parte del mundo en el que vivimos y construirlo de nuevo. La
libertad, así como el equilibrio ecológico del planeta y nuestra propia
supervivencia, es incompatible con la dependencia de la energía nuclear, de los
combustibles fósiles como el petróleo y el carbón, y con una cultura de
automóviles que aísla los espacios públicos y fomenta un sistema de intercambio
donde la mayoría de los bienes no son producidos a nivel local.
Esta
transformación requerirá de una gran cantidad de inventiva, por lo que la
pregunta pertinente es ¿habrá una sociedad y un movimiento social anarquista lo
suficientemente ingeniosos como para llevar a cabo esta transformación? Pienso
que la respuesta es sí.Después de todo, las herramientas más útiles en la
historia humana se inventaron antes de que el gobierno y el capitalismo
comenzaran.
Se
dice que el llamado libre mercado capitalista fomenta la innovación y que la
competencia mercantil contribuye a la proliferación de invenciones rentables,
las cuales no necesariamente son invenciones útiles. La competencia capitalista
dicta que, cada pocos años, todos los aparatos viejos se vuelven obsoletos, por
lo que se crean otros nuevos, así que la gente tiene que tirar los viejos y
comprar otros nuevos, en detrimento del medio ambiente. A causa de esta obsolescencia
programada, pocas invenciones tienden a ser bien hechas o totalmente meditadas
a fondo desde un inicio, ya que están destinadas a ser basura desde su
creación.
La
doctrina de la propiedad intelectual impide la propagación de las tecnologías
útiles, lo que les permite controlarlas o rechazarlas según sean más rentables
para ellos. Los defensores del capitalismo suelen afirmar que la propiedad
intelectual fomenta el desarrollo de la tecnología, porque asegura a las
personas, como incentivo, que podrán beneficiarse de su invención. ¿Qué clase
de cretino inventaría algo socialmente útil si no consiguiera el derecho
exclusivo sobre ello y se beneficiara de ello? Pero los pilares tecnológicos de
nuestro mundo fueron desarrollados por grupos de personas que dejaron que sus
invenciones se propagaran libremente y no poseyeron su exclusividad. Todo,
desde el martillo, hasta los instrumentos musicales de cuerda o los cereales.
En
la práctica, la economía capitalista en sí misma refuta la hipótesis de que la
propiedad intelectual fomenta la innovación. Al igual que cualquier otro tipo
de propiedad, la propiedad intelectual por lo general no pertenece a quien la
produce: muchos inventos están hechos por esclavos asalariados en laboratorios,
que no reciben derechos ni beneficios por ellos, porque sus contratos estipulan
que la empresa para la que trabajan recibe la propiedad de las patentes.
Las
mejores personas para desarrollar innovaciones útiles son las que no necesitan
del gobierno o del capitalismo para ayudarles a hacerlo. Los propios
anarquistas tienen una rica historia de invención de soluciones a los problemas
a los que se enfrentan. Los anarquistas ladrones de bancos conocidos como la
banda Bonnot inventaron la huida en coche. Majnó, el anarquista ucraniano, fue
el primero en desplegar las ametralladoras móviles. Las montó en tatchankis,
carros tirados por caballos utilizados por los campesinos, con devastadores efectos
contra enemigos superiores en número empantanados en las tácticas
tradicionales. En la España revolucionaria, después de haber expropiado a los
grandes terratenientes, colectivizado la tierra y haberse liberado de la
necesidad de producir un solo cultivo destinado a la exportación y no al
consumo de la población, los agricultores mejoraron la salud de los suelos y
aumentaron su propia suficiencia al intercalarlos ―en concreto, usando cultivos
de crecimiento tolerantes a la sombra bajo árboles de naranja―. La Federación
de Campesinos de Levante, en España, creó una universidad agrícola y otros
colectivos agrícolas fundaron un centro para el estudio de enfermedades de
plantas y el cultivo de árboles.
En
las tierras altas de Nueva Guinea, millones de campesinos viven en localidades
con alta densidad de población en valles de montañas empinadas. Sus comunidades
no tienen Estado, se basan en el consenso y, hasta hace relativamente poco,
estaban aisladas por completo del modo de vida occidental. A pesar de
ser presentados por los europeos racistas como primitivos de la Edad de Piedra,
han desarrollado uno de los sistemas agrícolas más complejos en el mundo. Sus
técnicas son tan precisas y numerosas que se tarda años en aprenderlas. Los
presuntuosos científicos occidentales todavía no saben las razones de muchas de
estas técnicas, las cuales descartan como supersticiones por no ser capaces de
comprender cómo funcionan. Durante los últimos 7.000 años, esos pobladores de
las tierras altas han practicado una forma dinámica de agricultura sostenible
en respuesta a los impactos sobre su medio ambiente, que podrían haber sido la
causa de que sociedades menos innovadoras colapsaran. Sus métodos incluyen complejas
formas de riego, retención del suelo, cultivos asociados y mucho más. Los
pobladores de las tierras altas no tienen jefes y toman sus decisiones en
largas discusiones comunitarias. Ellos han desarrollado todas sus técnicas sin
gobierno ni capitalismo, a través de innovaciones individuales y de grupos
comunicados libremente dentro de una sociedad amplia y descentralizada. [51]
Muchos
occidentales podrían burlarse de la idea de que personas que no usan
herramientas de metal puedan crear un modelo tecnológico sofisticado. Estos
cínicos, sin embargo, son simplemente ignorantes a causa del bagaje de sus
mitologías y supersticiones euroamericanas. La tecnología no son luces
parpadeantes ni aparatos que vibran. La tecnología es adaptación. Adaptando un
complejo conjunto de técnicas que les han permitido satisfacer todas sus
necesidades sin destruir su entorno durante más de 7.000 años, los agricultores
de Nueva Guinea han logrado algo a lo que la civilización occidental jamás se
ha acercado.
Aún
más, hay un montón de ejemplos anarquistas para la multitud impresionada por
luces parpadeantes. Téngase en cuenta la reciente proliferación de la
tecnología con código abierto. Esta consiste en redes descentralizadas
en las que participan miles de personas que trabajan de manera abierta,
voluntaria y cooperativa, que han creado algunas de las mejores formas del
complejo software del que depende la economía de la era de la
información. El enfoque habitual de las grandes corporaciones consiste en
mantener la fuente o código de su software secreto y patentarlo, pero en
los software de código abierto el código es compartido, por lo que
cualquiera puede revisarlo y mejorarlo. El resultado es a menudo mucho mejor y,
por lo general, más fácil de arreglar. El software patentado tradicional
es más vulnerable a errores y a virus, ya que hay un menor número de cerebros
involucrados en la búsqueda de los puntos débiles y muy pocos especialistas están
disponibles para solucionar los problemas. Aquellos profesionales del apoyo
técnico, a los que llamas por teléfono cuando el sistema operativo de tu
ordenador se bloquea, no pueden ver el código del software así como así
y, más que darte una solución, todo lo que pueden hacer es dirigirte a un
engorroso parche o recomendarte borrar tu disco duro y reinstalar el
sistema operativo. Los usuarios de productos Microsoft, por ejemplo, están sin
duda familiarizados con sus frecuentes problemas técnicos y los defensores de
la privacidad también advierten sobre software espía y la cooperación
entre empresas tecnológicas y el gobierno. Un geek antiautoritario
involucrado en la creación de software de código abierto lo resume con
las siguientes palabras: «La mejor publicidad para Linux es Microsoft».
Tradicionalmente,
mucho software de código abierto no ha sido especialmente tan fácil de
usar, aunque por lo general esto tiene que ver con el hecho de que el software
de código abierto se encuentra dentro, con todo respeto, de una subcultura
de pirados por la informática y sus usuarios típicos manejan altos
conocimientos de informática. Sin embargo, el software de código abierto
y la tecnología participativa son cada vez más accesibles, a un nivel sin
precedentes, a los usuarios de software. Wikipedia es un ejemplo de
esto. Creada recientemente, en el 2001, en software de código abierto
Linux, Wikipedia es ya la enciclopedia más grande y más visitada del mundo, con
más de 10 millones de artículos en más de 250 idiomas. En lugar de ser de
exclusivo dominio de expertos pagados a partir de una subcultura académica, Wikipedia
es escrita por todo el mundo. Cualquier persona puede ser autora de un artículo
o editar uno ya existente y, al permitir esta apertura y confianza, se
proporciona un foro para la revisión instantánea y desde varios puntos de
vista. Los intereses de la amplia comu nidad de usuarios de Wikipedia
posibilitan la autorregulación, por lo que el vandalismo, la edición con
erratas y los artículos falsos son rápidamente limpiados y los hechos que
carecen de citas son puestos en duda. Los artículos de Wikipedia se respaldan
ellos mismos en un vasto cuerpo de conocimientos más grande que el pequeño y
generalmente elitista círculo representado por el mundo académico. En un estudio
realizado a partir de comparativas anónimas fue considerada tan precisa como la
Enciclopedia Británica. [52]
Wikipedia
está autogestionada y editada por un cuerpo abierto de administradores
elegidos por pares. [53] Ha habido unos pocos casos conocidos de sabotaje
intencionado, como cuando el noticiero televisivo del programa cómico The
Colbert Report reescribió la historia de un artículo de Wikipedia como una
broma para su espectáculo, pero la broma fue solucionada rápidamente, como
suele suceder con la mayoría de la información falsa del sitio. Un problema más
persistente es el que plantea que las empresas usan Wikipedia para fines publicitarios,
pagando a personal para mantener una imagen limpia en los artículos
relacionados con ellos. Sin embargo, interpretaciones contradictorias de los
hechos pueden ser encontradas en el mismo artículo y Wikipedia contiene mucha
más información sobre delitos empresariales que cualquier otra enciclopedia
tradicional.
Notas
[50] Ver capítulo 5 de Uri Gordon,
Anarchy
Alive! Anti-authoritarian Politics from
Practice
to Theory, Londres, Pluto Press, 2008.
[51] Descripción de los pobladores
de las tierras altas de Nueva Guinea en el libro de Jared Diamond (Collapse: How Societies
Choose to Fail or Succeed, New York, Viking, 2005), en
particular la descripción de su curiosidad, ingenio y humanidad, hace un gran
servicio al disipar la persistente imagen de los llamados pueblos primitivos
como simios gruñones o nobles salvajes.
[52]
«Wikipedia survives research test», BBC News, 15 de
diciembre de 2005:
htpp://news.bbc.co.uk/2/hi/technology/4530930.html.
[53]
«Editorial administration, oversight and management», Wikipedia:
htpp://en.wikipedia.org/wiki/Wikipedia:About
[Texto extraído del libro de Peter Gelderloos La
Anarquía Funciona, Madrid, La Neurosis o las Barricadas Edit., 2015. La versión
completa del libro es accesible en https://mega.nz/#!30pmRbJa!aw8Kf_5dDnjD2DxAvgNNMsWRZHTk__T70wtieDQ4NeE.]
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