Héctor Escandell
La situación del país puede resumirse en una frase muy sonada por estos días, es la expresión de la gente cada vez que se enfrenta a un hecho insólito; propio de la Venezuela de hoy día. ¡Qué horror!
En los últimos ocho días la escuché con muchísima frecuencia: ¡Qué horror!, dijo la señora que veía a unos cuantos hacer pipí contra un paredón cercano al Panteón Nacional –En el interior, el Presidente Maduro daba un discurso por el día de la mujer-
La situación del país puede resumirse en una frase muy sonada por estos días, es la expresión de la gente cada vez que se enfrenta a un hecho insólito; propio de la Venezuela de hoy día. ¡Qué horror!
En los últimos ocho días la escuché con muchísima frecuencia: ¡Qué horror!, dijo la señora que veía a unos cuantos hacer pipí contra un paredón cercano al Panteón Nacional –En el interior, el Presidente Maduro daba un discurso por el día de la mujer-
La misma expresión fue la reacción de una joven en el quiosco de la esquina cuando le dijeron el precio de un ponqué. -La cara de susto que le acompañaba era un poema- mil bolívares que no enriquecen ni empobrecen a nadie decían antes.
¿País horrorizado?
Responder a esta pregunta es pasearse por los mercados municipales y decir ¡Qué horror!, cuando ves que un kilo de cebolla sobrepasó los cuatro mil bolívares, o cuando preguntes por un kilo de queso blanco; que ya cuesta más de ocho mil. Horrorizado salen quienes con su Cestaticket Socialista no pueden comprar alimentos ni para cuatro días.
El Clap tiene su día, dijo un alto funcionario del gobierno para anunciar la celebración. ¡Qué horror!, me dijo el señor Pedro de El Junquito para denunciar que hace más de seis meses no le llega una bolsa o una caja de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción.
Esta última semana el horror se manifestó de varias maneras, -además de las ya contadas- Los vecinos de El Valle en Caracas no sabían si era "halloween" o la "octavita" de carnaval cuando fueron sorprendidos por enmascarados más armados que un soldado en guerra.
El pasado mes de enero el mismísimo Presidente de la República relanzó los Operativos de Liberación y Protección del Pueblo (OLP), aseguró que los había revisado y había realizado ajustes para hacerlos más efectivos; dijo que ahora les incorporaba la H para hacerlos humanistas. La gran pregunta es: ¿La H era para eso o para causar horror en la población?
Por enésima vez se violó la ley; operativos policiales y militares con oficiales encapuchados cual atracador de banco. ¡Qué horror!
Hambre, otra tragedia con H
En la recta final del primer trimestre de 2017 la tragedia del hambre sigue dejando secuelas imborrables, las denuncias de muertes por desnutrición siguen pasando por debajo de la mesa.
El informe de Cáritas sobre el hambre en Venezuela fue un ¡Boom!, hoy ya nadie se acuerda que más del 50% de los niños está mal alimentado.
Semanas atrás, universidades venezolanas presentaron los resultados de la encuesta de condiciones de vida. Los resultados dejan ver una realidad innegable, más del 80% de la población es pobre.
La Academia Nacional de Ciencias Económicas reveló que Venezuela rompió su récord histórico de pobreza y llegó a 81,8% de hogares viviendo en condiciones precarias.
Y pensar que en este periodo, el país gozó de los ingresos económicos más altos de toda su historia. ¡Qué horror!
Cerramos la crónica del domingo pensando que el hijo de Maduro es el encargado de supervisar las obras abandonadas por los "genio" de Odebrecht. ¡Se armó un limpio!, dirían en mi pueblo.
[Tomado de https://www.aporrea.org/actualidad/a242695.html.]
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