María Ramírez (Correo del Caroní)
La protesta de académicos y organizaciones no gubernamentales tanto nacionales como internacionales en contra del Arco Minero no aplacó el apuro del gobierno del presidente Nicolás Maduro en asignar los bloques del mega proyecto minero que amenaza con explotar los minerales de más de 110 mil kilómetros cuadrados en el estado Bolívar, al sur del país.
En menos de tres meses, la Empresa Mixta Minera Ecosocialista Parguaza -una de las tres primeras compañías mixtas creadas en noviembre de 2016- recibió el permiso legal para la explotación de las azuladas piedras de coltán en Parguaza, en el extremo oeste del municipio Cedeño del estado Bolívar, saltando la revisión obligatoria de los contratos por parte de la Asamblea Nacional. Esta es la primera empresa creada a propósito del Arco Minero en recibir el derecho de explotación de coltán, un mineral estratégico por sus altas concentraciones de tantalio (Ta) y niobio (Nb) o columbita, metales refractarios imprescindibles para la industria electrónica, militar y aeroespecial.
La protesta de académicos y organizaciones no gubernamentales tanto nacionales como internacionales en contra del Arco Minero no aplacó el apuro del gobierno del presidente Nicolás Maduro en asignar los bloques del mega proyecto minero que amenaza con explotar los minerales de más de 110 mil kilómetros cuadrados en el estado Bolívar, al sur del país.
En menos de tres meses, la Empresa Mixta Minera Ecosocialista Parguaza -una de las tres primeras compañías mixtas creadas en noviembre de 2016- recibió el permiso legal para la explotación de las azuladas piedras de coltán en Parguaza, en el extremo oeste del municipio Cedeño del estado Bolívar, saltando la revisión obligatoria de los contratos por parte de la Asamblea Nacional. Esta es la primera empresa creada a propósito del Arco Minero en recibir el derecho de explotación de coltán, un mineral estratégico por sus altas concentraciones de tantalio (Ta) y niobio (Nb) o columbita, metales refractarios imprescindibles para la industria electrónica, militar y aeroespecial.
La luz verde, el último permiso que tenía pendiente la mixta Parguaza, llegó en el decreto N° 2.683 publicado en la Gaceta Oficial N° 41.078 del jueves 19 de enero de 2017. En el decreto presidencial, el Ejecutivo le transfiere a la compañía -creada entre la Corporación Venezolana de Minería (CVM) y la Corporación Faoz, C.A.- el derecho a la explotación de coltán, ilmenita, casiterita, estaño, circón, cuarzo, granito, diamantes y oro, incluyendo su aprovechamiento, en el área previamente delimitada de 10.201 hectáreas de terreno en el municipio Cedeño.
Ya en diciembre, tres tráileres habían sido instalados en una explanada a pocos kilómetros de la margen izquierda del río Parguaza, relató una fuente, que prefirió mantener su nombre en reserva. Una valla con el aviso de la construcción del campamento se deja ver desde la carretera principal de Cedeño, en un fundo conocido como Sagitario. La presencia en la zona no contó con el beneplácito automático de las comunidades indígenas mayoritariamente piaroas que habitan en el sector. La falta de consulta en torno al proyecto minero motivó el descontento. Sin embargo, en cuentas oficiales de Twitter se difundió la inauguración del campamento en diciembre y la visita de la ministra de los Pueblos Indígenas, Aloha Núñez y el ministro de Desarrollo Minero Ecológico, Roberto Mirabal.
Además de la cesión de los derechos de explotación, se transfirió la propiedad u otros derechos sobre los bienes muebles e inmuebles del dominio privado de la República existentes en el área delimitada, los cuales son requeridos para el aprovechamiento del coltán, indica el documento.
“La Empresa Mixta Minera Ecosocialista Parguaza, S.A. queda facultada para llevar a cabo las actividades requeridas con arreglo al principio del desarrollo sostenible, la conservación del ambiente y la ordenación del territorio, en los términos técnicos y económicos más convenientes para el aprovechamiento racional y sustentable del yacimiento”, indica el artículo 2. En caso de que la compañía encuentre minerales diferentes a los autorizados, estará en la obligación de informarlo inmediatamente al Ministerio de Desarrollo Minero Ecológico, el cual de ser procedente establecerá las condiciones pertinentes para su aprovechamiento.
Parguaza podrá desarrollar las actividades de explotación minera durante 20 años, contados a partir de la fecha de publicación del decreto, con la posibilidad abierta de solicitar prórrogas. Entre las condiciones que establece el decreto, está que la empresa deberá conservar en buen estado las tierras y obras permanentes, incluyendo instalaciones, accesorios y equipos, así como cualquier otro bien adquirido para la explotación minera, “para ser entregados a la República Bolivariana de Venezuela, libres de gravámenes y sin indemnización alguna, al extinguirse por cualquier causa los derechos otorgados”.
La empresa deberá pagar una regalía de 6,5% sobre la producción de niobio y tantalio durante el periodo de operaciones y 2% del ingreso bruto resultados de las ventas producidas por concepto de ventajas especiales. Esta última cantidad será pagada de manera trimestral. El decreto aclara que no se garantiza la existencia de niobio y tantalio, ni de ningún otro mineral en el área delimitada, ni se obliga al saneamiento. “La ejecución de las actividades primarias se efectuará a todo riesgo de quienes las realicen”, indica el decreto, una señal de los nulos estudios previos realizados por el Ejecutivo.
El tesoro del Bajo Parguaza
Aunque el Ejecutivo no ha hecho estudios geológicos detallados en el oeste del municipio Cedeño, la existencia de coltán, entre otros hallazgos minerales, fue comprobada en 2008 por el geólogo Noel Mariño, quien realizó estudios preliminares de prospección geológica junto a estudiantes del último semestre de Geología de la Universidad de Oriente (UDO) en el “área metalogénica El Burro-Agua Mena”, localizada en el Bajo Parguaza, a 100 kilómetros de la mina de bauxita de la estatal CVG Bauxilum, en Los Pijiguaos y a escasos seis kilómetros de la frontera con Colombia. Esta empresa seguro, seguro, va a conseguir Niobio, Tantalio y estaño. Lo van a conseguir, pero no se sabe la cantidad ni la factibilidad”, aseguró un investigador, que prefirió mantener su nombre en reserva.
La falta de datos que en cuestiones de inversión minera son imprescindibles, asegura, se debe a la falta de planificación gubernamental. “El Gobierno hizo las cosas al revés… y como a este gobierno no le gusta planificar, no entiende que para hacer un plan minero hay que hacer mucho trabajo previo”. El experto estima que el trabajo de exploración podría demorar hasta un año y solo a partir de esa base, de ser positivos los hallazgos en cuanto a volúmenes y rentabilidad, será posible la explotación concreta. “Para una explotación se requiere un plan de mina que no existe y un plan de minas se hace con base a una geología de exploración geoquímica, geofísica, geomatica, entre otras. Luego viene una fase de perforación para determinar el volumen del yacimiento y la rentabilidad, realizar el análisis, cuantificar las reservas y se hace un plan de minas”. El investigador sostuvo que, ante la ausencia gubernamental, la explotación ilegal del mineral y la presencia de irregulares se ha intensificado en la zona de El Burro-Boquerones-El Gallito, al oeste de Bolívar, otro desafío para la recién instalada empresa mixta.
¿Quién está detrás de la empresa?
Entretanto, el Ejecutivo no se ha esforzado en precisar quiénes están detrás de la Corporación Faoz, el ala privada de la empresa mixta Parguaza. Tal como reseñó Correo del Caroní en noviembre, son pocos los detalles en torno a la Corporación Faoz. Ese mes, en su portal de internet las siete secciones del menú relacionadas con proyectos, servicios y contactos estaban vacías. Ahora la página de inicio indica que está bajo construcción.
De acuerdo con el acta constitutiva de la compañía, la Corporación Faoz fue constituida inicialmente como Construcciones Faría, C.A. en 1992 en el estado Zulia. En julio de 2016, a un mes de reunirse con el presidente Nicolás Maduro en el Banco Central de Venezuela, fue renombrada como Corporación Faoz, reseñó Correo del Caroní en noviembre. Su cara visible es Luisa Herminia Alcalá Otero, vicepresidenta de la compañía. Alcalá Otero tiene 67 años, es ingeniero geólogo de la Universidad de Oriente y trabajó en la empresa Pdvsa Petróleo y Gas.
La vicepresidenta de la Corporación Faoz está relacionada con el tren gerencial de Ecomine, otra de las empresas que suscribió acuerdos con el Ejecutivo para la exploración y explotación de yacimientos de magnesita en el estado Nueva Esparta. El gerente general de esta firma, Carlos Oliveros Alcalá, por ejemplo, es ingeniero de proyectos de la Corporación Faoz. Ninguna de las dos empresas aparece registrada en el Registro Nacional de Contratistas (RNC), un paso legal indispensable para contratar con el Estado venezolano.
[Tomado de http://www.correodelcaroni.com/index.php/mas/ambiente/item/53151-gobierno-ignora-criticas-al-arco-minero-y-da-luz-verde-a-la-explotacion-de-coltan-en-cedeno.]
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