Secretaría de la Mujer (Confederación General del Trabajo. Península Ibérica)
Editorial
(por Isabel Pérez Ortega, Secretaria de Mujer del Comité
Confederal de CGT)
Con esta
segunda edición de la Guía del Lenguaje
No Sexista queremos incidir en lo que debe ser nuestra meta: igualdad en el lenguaje dentro y fuera de nuestro
sindicato, pero sobre todo, dentro. Porque una vez que lo
tengamos completamente asumido, podremos transmitirlo a la sociedad con pleno
convencimiento.
En un
mundo con sobrerrepresentación masculina, la invisibilización de las mujeres
sigue siendo un hándicap que hemos de superar día a día: en el trabajo, en
casa, en los medios de comunicación, en la educación...
Sigue
siendo considerado “normal” nombrar en masculino, incluso desde las mismas
mujeres, a colectivos femeninos, por ejemplo, los maestros, cuando hay más de
un 80% de representación femenina en ellos.
No queremos
decir con esto que haya que nombrar siempre en femenino, sino que: igualdad en
el lenguaje dentro y fuera de nuestro sindicato usando un lenguaje inclusivo
podemos evitar el malestar entre hombres y mujeres a la hora de nombrarnos.
Mucho
pesa la educación que recibimos, así como la presión social, pero no hemos de
olvidar, compañeras y compañeros, Un mundo en el que cabemos todos y todas, y
con un poquito de esfuerzo, que a la vez
sirve
para enriquecer nuestro uso del lenguaje, podemos conseguirlo.
Somos
conscientes de que, a veces, dentro del propio sindicato es complicado conjugar
intereses entre hombres y mujeres. La propia dinámica de la loca vida que
vivimos, que no nos permite conciliar nuestras vidas, ni apenas darnos cuenta
de que no podemos hacerlo, hace que las mujeres sigamos siendo más retraídas a
la hora de participar en el sindicato.
No seamos
como otras organizaciones pregonando de puertas para afuera y nos dejemos la
casa sin barrer. La CGT es anarcofeminista y para ello es absolutamente
necesario que todas y todos adoptemos un lenguaje incluyente.
Queremos
dedicar esta guía a toda la organización, por su empeño en seguir adelante en
estos tiempos que corren sin miedo a lo nuevo y buscando ese mundo en el que caben
muchos mundos , como dicen nues-
tros
hermanos y hermanas zapatistas.
Hagamos
una CGT inclusiva, donde nadie sea invisible y en la que todas y todos nos encontremos
a gusto.
*****
Definición
“El
lenguaje no sexista es un uso igualitario del lenguaje que, de forma consciente,
pretende fomentar una imagen equitativa y no estereotipada de las personas a
las que se dirige o refiere”
*****
Introducción
Una
lengua es el vehículo de comunicación de una comunidad determinada y como tal,
un elaborado producto social, histórico y cultural
acuñado a
lo largo de siglos de historia y uso.
Las
lenguas en sus diferentes aspectos son tanto el reflejo de la cultura,
costumbres y pensamiento de una comunidad como un eficaz
vehículo
de transmisión y perpetuación de las mismas. En todas las lenguas se produce
siempre una tensión entre el conservadurismo necesario para que puedan seguir
siendo utilizadas y conocidas por la comunidad y la innovación, imprescindible
para la adaptación a los cambios sociales y culturales. Por eso con frecuencia
nos encontramos con que nuestro principal instrumento de comunicación se ha
quedado obsoleto para nombrar determinadas realidades, en especial las que se
refieren a los profundos cambios en la visión y el conocimiento del papel de la
mujer en nuestra sociedad actual y en la historia en general.
“Lo que se nombra, existe”. Y utilizando un
lenguaje no sexista se adquiere la igualdad entre sexos, dando a la mujer la
visibilidad que queremos tener”
Es el uso
dinámico que una comunidad hace de su lengua y la innovación lingüística para
intentar asimilar y nombrar los cambios los que hacen que la lengua mute,
innove y realice su imprescindible adaptación a las nuevas realidades.
Mucho más
tarde, el cambio lingüístico se convierte en norma, aceptada al fin por la
autoridad lingüística. Valga como ejemplo pensar que la inclusión de voces en
el DRAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española) como médica o abogada,
referidas a mujeres que ejercen la profesión de la medicina o la abogacía se
realiza en los años 60 del siglo XX, y hay que esperar a la edición de 1970
para que se autoricen vocablos como ingeniera, arquitecta o senadora, a pesar
de la fuerte tendencia del castellano a feminizar formas del masculino y a
pesar de que ya eran de uso común en la calle. Jueza, fiscala, magistrada se
han recogido en las últimas ediciones.
Cualquier
guía de recomendaciones para un uso no sexista de la lengua pretende contribuir
de una manera racional a ese natural impulso lingüístico hacia la innovación
que permita adaptarse a las realidad de cada momento y también, cómo no, influir
sobre ellas; conscientes de la estrechísima interrelación que existe entre
lenguaje y pensamiento, cómo uno y otro se interfieren para construir nuestra
particular visión del mundo que habitamos.
Nuestra
lengua ofrece multitud de recursos semánticos y gramaticales para incluir a
hombres y mujeres, en pie de igualdad, en nuestro discurso. Las sugerencias que
siguen pretenden, sin vocación de exhaustividad, ayudarnos a hacer un uso no
discriminatorio de la lengua.
Recomendaciones para el uso no sexista de la lengua
A la hora
de construir nuestro discurso no sexista, es preciso reflexionar sobre lo que
las palabras transmiten más allá de su puro significado literal y cómo pueden
influir en la conformación de pensamiento y actitudes.
La
asimetría en la utilización de los géneros masculino y femenino pone claramente
en evidencia la resistencia a equiparar a mujeres y hombres en determinados
ámbitos, especialmente el social y profesional.
A
continuación nos referiremos a cuestiones que tienen que ver con la semántica y
la ortografía, con los múltiples significados, a veces inadvertidos de las
palabras que utilizamos y con su natural reflejo en la len
gua
hablada y escrita.
A pesar
de que en castellano en determinadas expresiones el término masculino se
entiende como el “no marcado”, es decir, el que abarca tanto el masculino como
el femenino, creemos que el extendido uso del género masculino con pretensión de
generalidad o universalidad contribuye en muchos casos a la invisibilidad de
las mujeres, dado que de esta manera la realidad que nombramos es siempre en
masculino.
Aquí
tenemos algunos ejemplos de frases que pretenden generalizar, pero en realidad sólo
mencionan a los hombres:
El hombre
ha evolucionado mucho a lo largo de la historia
Los
profesores realizan una gran labor
Los
trabajadores luchan por los derechos laborales
Los niños
necesitan paz
A los
padres les preocupa el estado de la educación en España
El curso
está dirigido a los estudiantes del último curso
El mundo
necesita a los periodistas
Los que
no acudan a la asamblea quedarán al margen de las decisiones
El que
trabaje mejor recibirá más incentivos
Todos
hablamos más de la cuenta
Algunos
dicen muchas barbaridades
Te
proponemos algunos posibles usos alternativos que incluyan efectivamente a hombres
y mujeres. La idea es que contemos con una variedad de recursos que podamos
usar según nuestras necesidades a la hora de expresarnos y no cansar a la
audiencia. El uso de un lenguaje inclusivo no está reñido con la fluidez y un
estilo correcto:
1.- Término genérico
Una de
las alternativas sería utilizar siempre que sea posible el término genérico .
Así
podríamos decir: La Humanidad (el ser humano) ha evolucionado mucho a lo largo
de la historia y no: El hombre ha evolucionado mucho a lo largo de la historia.
El
profesorado realiza una gran labor y no: Los profesores realizan una gran
labor.
La
infancia debe ser protegida y no: Los niños deben ser protegidos.
Muchas
veces el uso de términos genéricos no incluye a ambos sexos, en estos casos nombrar
en masculino y en femenino no es una repetición y no nombrar a las mujeres es
invisibilizarlas en nuestro hablar.
2.-
Desdoblamiento de géneros
También, según
lo necesitemos, se puede usar el desdoblamiento de géneros : mencionar los dos
géneros: A los padres y madres les preocupa el estado de la educación en España
y no: A los padres les preocupa el estado de la educación en España.
Los
trabajadores y las trabajadoras (los y las trabajadoras; las y los
trabajadores) luchan por los derechos laborales y no: Los trabajadores luchan
por los derechos laborales.
Los
profesores y las profesoras (las y los profesores; los y las profesoras) realizan
una gran labor y no: Los profesores realizan una gran labor.
Los niños
y las niñas necesitan paz y no: Los niños necesitan paz.
Podemos
usar otras maneras para hacer visible a las mujeres en nuestro lenguaje. En
unos casos simplemente hay que hacer concordar el género con el último artículo
o sustantivo.
3.-
Indeterminar el sustantivo
En otros
casos lo más aconsejable sería indeterminar el sustantivo, es decir: hacer
aparecer el sustantivo sin el artículo. La indicación de género masculino o
femenino la aporta el determinante que acompaña al sustantivo (el pianista/la
pianista; este anarquista / esta anarquista). Evitaríamos el sesgo discriminatorio
de la lengua eliminando el determinante y dejando que el sustantivo englobe
tanto al masculino como al femenino:
El curso
está dirigido a estudiantes y no: El curso está dirigido a
los
estudiantes.
El mundo
necesita periodistas y no: El mundo necesita a los periodistas.
Dirigido
por analistas del turno diurno y no: Dirigido por los analistas del turno
diurno.
Las
medidas están pensadas para que jóvenes encuentren trabajo y no: Las medidas
están pensadas para que los jóvenes encuentren trabajo.
Representantes
de colectivos sociales serán recibidos por la Sra. Consejera de Sanidad y no: Los
representantes de colectivos sociales serán recibidos por la Sra. C. de
Sanidad.
Conserjes
de colegios públicos celebraron una asamblea y no: Los conserjes de colegios
públicos celebraron una asamblea.
Artistas se
oponen a la subida del IVA y no: Los Artistas se oponen a la subida del IVA.
4.-
Pronombre no marcado
El uso de
artículos y pronombres masculinos pueden sustituirse por un pronombre no marcadopor
el género: Quienes no acudan a la asamblea quedarán al margen de las decisiones
y no: Los que no acudan a la asamblea quedarán al margen de las decisiones.
Quien trabaje
mejor recibirá más incentivos y no: El que trabaje mejor recibirá más incentivos.
En
nuestro idioma, el pronombre relativo quién, quienes se refiere únicamente a
personas, pero no indica género masculino o femenino, por lo que nos puede
servir para sustituir a sustantivos que sí están marcados
por el
género masculino: Quienes participen en el proceso selectivo deberán presentar
su DNI y no: Los participantes en el proceso selectivo...
El
relativo quienes incluye a hipotéticos participantes de un sexo o de otro, sin
necesidad de especificarlos. Quienes heredaron hicieron declaración pública de
sus bienes y no: Los herederos...
Quienes optaban
al puesto ocuparon sus asientos y no: Los candidatos al puesto...
Quienes administran
sus bienes firmaron los documentos y no: Los administradores de sus bienes...
5.-
Expresiones
El uso de
los indefinidos masculinos como “todos, algunos, unos...” puede sustituirse por
expresiones como: Se habla más de la cuenta; la gente habla más de la cuenta;
todos y todas hablamos más de la cuenta y no:
Todos hablan
más de la cuenta.
Se dicen
muchas barbaridades; algunas personas dicen muchas barbaridades y no: Todos dicen
muchas barbaridades.
Los
pronombres indefinidos del tipo todos/as; algunos/as; ningún/a... referidos a
personas suelen utilizar el masculino con voluntad universalizadora, con lo que
una vez más el masculino se convierte en el término englobante.
En estos
casos, expresiones del tipo “Todos cumplirán las normas”, podrían ser
sustituida por la voz media: Se cumplirán las normas o
la voz
pasiva: Las normas serán cumplidas.
Incluso
en los contextos donde sea posible, bastaría con eliminar el sujeto:
Cumplirán
las normas.
Se hizo cuanto
se pudo por salvarle la vida o Hicieron cuanto pudieron... y no: Todos hicieron
lo que pudieron...
“Se
acordó dirigir un escrito al delegado del gobierno o Acordaron dirigir... y no:
Todos acordaron dirigir un escrito al delegado del gobierno.
6.-
Frases en impersonal
Construir
frases en impersonal o pasiva puede ser otra alternativa al referente
masculino: Los abonados pagarán la cuota cada principio de mes, transformada en
impersonal omite el sujeto masculino: Se abonará la cuota cada principio de
mes. Y en la voz pasiva, el sujeto pasa a ser inanimado: La cuota será abonada cada
principio de mes.
Las
solicitudes se presentarán en el mostrador y no: Los interesados presentarán su
solicitud en el mostrador.
Las
oficinas serán desalojadas de forma ordenada o Se desalojarán las oficinas ...
y no: Los trabajadores desalojarán las oficinas de forma ordenada.
La
documentación será compulsada en el Ayuntamiento o Se compulsará
la documentación
en el Ayuntamiento y no: Los funcionarios compulsarán la documentación en el
Ayuntamiento.
Se
entregaron las subvenciones al final del acto o Las subvenciones fueron
entregadas al final del acto y no: Los consejeros entregaron las subvenciones al
final del acto.
7.-
La ortografía
También
la antipática ortografía puede hacer su aportación al lenguaje no sexista y
aquí nos referimos al controvertido uso de signos como la arroba
(@) y la
barra (/), que atañen en exclusiva a la lengua escrita.
Lo más
correcto desde el punto de vista de la ortografía normativa es utilizar la
barra para indicar dos o más opciones cuando se emplea entre dos palabras (así
mismo/asimismo) o cuando sirve para indicar la opción entre dos morfemas
(Estimado/a alumno/a), puesto que el tipo@ no es un signo lingüístico.
El uso de la barra es especialmente útil en textos
de tipo formulario o impreso: D./Dña... domiciliado/a en... padre/madre del
alumno/a...
Sin
embargo, la utilización abusiva de la barra en otro tipo de textos que no sean
formularios u documentos oficiales, puede dificultar su lectura.
Recomendamos
combinar este recurso ortográfico con otros recursos lingüísticos y semánticos
como los que hemos comentado anteriormente (utilización de sustantivos colectivos,
perífrasis, omisión de determinantes, etc.), para no caer en un estilo
repetitivo.
8.-
Sector profesional o social
Cuando el
sector profesional o social es prestigioso se tiende a utilizar el masculino como
globalizador, mientras que en el caso contrario se marca claramente el
femenino, lo que, en nuestra opinión, contribuye a perpetuar las diferencias de
género y clase. Así, son expresiones corrientes: El congreso de médicos
(profesores, científicos, jueces trabajadores, músicos, políticos...) se
realizará en fechas próximas o Los médicos (profesores, científicos, jueces,
trabajadores, músicos, políticos...) se reunirán en fechas próximas.
Y
también: Los médicos y las enfermeras exponen sus reivindicaciones. Las limpiadoras
(las amas de casa, las cuidadoras, las trabajadoras del sexo, las secretarias...)
tienen peores condiciones laborales.
Proponemos
como alternativas el uso de otras expresiones más inclusivas:
El personal
sanitario expone sus reivindicaciones.
El
personal de limpieza (las personas al cuidado del hogar, o de los enfermos, dependientes...,
los y las trabajadores del sexo; los trabajadores y trabajadoras del sexo; los
enfermeros y las enfermeras; el personal de enfermería; el personal de
administración...)
Otras veces
la referencia al género femenino se utiliza en su acepción más estrecha de
subordinación al mundo masculino o relegación de lo femenino al dominio doméstico:
Los médicos y sus mujeres acudieron a la
fiesta. Las
esposas de los trabajadores se suman
a la
protesta.
Otras
expresiones quizá contribuyan mejor en estos casos concretos a reflejar la
realidad actual: El personal médico y sus parejas acudieron a la fiesta. Las
parejas de los trabajadores y trabajadoras se suman a la protesta.
La
recomendación general sería introducir en la expresión el referente femenino y
contemplar, siempre que sea posible, los dos géneros.
Sería
importante evitar en nuestra expresión presentar a las mujeres como subordinadas
y no nombrarlas como dependientes de los hombres, es decir que solo tienen un
papel en tanto son mujeres y esposas de. Se encontraron las parejas de los
socios y socias y no: Se encontraron las esposas de los socios.
Debemos
cuidar el no asociar actividades laborales a hombres y mujeres como si solo ellos
o ellas las realizaran en exclusiva. Y evitar asociar actitudes y pensamientos
estereotipados a nuestro discurso que asignen
valores,
comportamientos o actitudes ofensivas o que de forma tradicional se asocia a las
mujeres.
*****
El uso y
elaboración de una comunicación no sexista es algo que tenemos que construir
día a día entre todos y todas como una faceta más de la lucha contra la
discriminación, por la igualdad entre las personas y por tanto por una sociedad
más justa y solidaria.
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