Eliodoro Sardis
Si algo parece unir a las bancadas oficialista y opositora en el estado Zulia es la voluntad de discriminación. Un ejemplo reciente: las dos toldas políticas se pusieron de acuerdo en el Consejo Legislativo del Estado Zulia (CLEZ) en la negativa a discutir un proyecto de ley de reconocimiento y no discriminación a ciudadanos LGBTI. La noticia fue recibida con estupor y frustración por las organizaciones de derechos humanos de la región. El que dos bandos políticos históricamente adversos en el país pudieran coincidir en una misma actitud homofóbica resultó inesperado.
Si algo parece unir a las bancadas oficialista y opositora en el estado Zulia es la voluntad de discriminación. Un ejemplo reciente: las dos toldas políticas se pusieron de acuerdo en el Consejo Legislativo del Estado Zulia (CLEZ) en la negativa a discutir un proyecto de ley de reconocimiento y no discriminación a ciudadanos LGBTI. La noticia fue recibida con estupor y frustración por las organizaciones de derechos humanos de la región. El que dos bandos políticos históricamente adversos en el país pudieran coincidir en una misma actitud homofóbica resultó inesperado.
El anteproyecto de ley quiere impulsar el respeto por la orientación sexual, la identidad y expresión de género en el Zulia. Así lo explicó Johan León, director de la organización Acción Zuliana por la Vida (Azul Positivo). Hace dos años, la propuesta hecha por las organizaciones de la sociedad civil zuliana era que el CLEZ se pronunciara por un acuerdo de no discriminación que tuviera impacto en las alcaldías. La iniciativa fue rechazada con el argumento de que los legisladores no tenían atribuciones para ello. Acto seguido, la Fundación Venezolana de Apoyo a la Diversidad Sexual (Fuvadis) la elevó al CLEZ como anteproyecto de ley. Pero la suerte tampoco les acompañó.
“Esta semana ya conocimos formalmente que los legisladores se niegan a tratar el tema”, declaró León. “Rechazamos firmemente las posiciones asumidas por legisladores como Eliseo Fermín (UNT-MUD) y Betty Zuleta (PSUV)”, agregó el activista. Ambos “descaradamente afirman que legislar a favor de las personas de la diversidad sexual va en contra de sus principios religiosos”, denunció.
Los consejos legislativos fueron electos para dictar leyes tomando como base la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, no para ceñirse a dogmas religiosos, recordó León.
LGBTI: religión vs derecho
Según lo descrito por León, en el estado se dan delitos de discriminación y negación de derechos elementales en la población LGBTI en sectores como el laboral, educativo, salud, fuerzas policiales y oficinas públicas. Algunas las denuncias ya están llegando al ObservatorioLGBTVE que la Fundación Reflejos de Venezuela puso en funcionamiento hace unas semanas.
Algunos legisladores ni siquiera se han molestado en leer la propuesta, según ha denunciado el director de Azul Positivo. “Creen que les estamos pidiendo la aprobación del Matrimonio Civil Igualitario y es absurdo”, se lamentó el activista. “Eso no forma parte de las atribuciones de un ente legislativo regional”. Sin embargo, reveló que el único legislador que se mostró receptivo con la propuesta fue Eduardo Labrador (PSUV). El diputado es también presidente de la Comisión Permanente de Política, Participación y Derechos Humanos del CLEZ. Labrador expresó su desacuerdo con el CLEZ por diferir la discusión del anteproyecto, incumpliendo el Artículo 21 de la Constitución. El mismo estipula que “todas las personas son iguales ante la ley; en consecuencia, no se permitirán discriminaciones”.
Yohan León dijo también que la comunidad LGBTI zuliana pasará factura este año a quienes tienen la responsabilidad de legislar. En Venezuela, expresó, debe regir un estado laico, según lo contempla la Constitución.
“Si se van a regir por un libro distinto a la Constitución de la República, vayan a dirigir una iglesia. Pero no ostenten cargos públicos”, declaró para terminar.
[Tomado de http://www.fundacionreflejosdevenezuela.com/zulia-chavismo-oposicion-homofobia.]
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