Coletivo NUA (Rio de Janeiro)
En una resaca post-electoral, l@s compas anarquistas discuten qué es más libertario, aguerrido o combativo. Teniendo en cuenta que, en nuestra opinión, el Subcomandante Insurgente Moisés resolvió la cuestión de la relación entre el tema electoral y la cuestión de la organización, no vamos a ocupar espacios para discutir ese tema. No vamos a ser otro grupo de anarquistas que desee contribuir a una política de identidad - o en una pugna por reconocimiento - manifestando que nuestra no participación implicaa que somos más revolucionaria que otr@s.
En una resaca post-electoral, l@s compas anarquistas discuten qué es más libertario, aguerrido o combativo. Teniendo en cuenta que, en nuestra opinión, el Subcomandante Insurgente Moisés resolvió la cuestión de la relación entre el tema electoral y la cuestión de la organización, no vamos a ocupar espacios para discutir ese tema. No vamos a ser otro grupo de anarquistas que desee contribuir a una política de identidad - o en una pugna por reconocimiento - manifestando que nuestra no participación implicaa que somos más revolucionaria que otr@s.
Esto no significa, por otra parte,que estamos ignorarando solemnemente el espectáculo, o mejor dicho la farsa electoral de los gobernantes. Parafraseando a un tipo que compite en las elecciones, no tenemos la intención de retirarnos al fantasioso mundo del anarquismo retórica que sólo existe en nuestra narrativa. Desde mucho antes, estamos profundamente conscientes de lo que nos espera. En otra parte discutimos acerca de la presencia masiva de aparatos de seguridad en los proyectos de ciudad presentados por los candidatos en esta última elección - lo que demuestra la tendencia alarmante al empeoramiento de nuestro ya conocido estado policial. Esta vez, decidimos dejarnos guíar, en el ámbito la reflexión, por los resultados de las elecciones para hacer algunas conjeturas que tal vez nos conduzcan a la necesidad de construir y, fundamentalmente, de apoyar las acciones que nos lleven lejos de la política electoral.
En pocas palabras, queremos reflexionar aquí sobre un dato pequeño, pero de dimensiones de profundidad. Nos referimos a la aplastante derrota del PMDB en el municipio de Río de Janeiro. Hablando directamente, creemos que la derrota del partido y el proyecto que venía imponiéndose en la ciudad de Río de Janeiro, durante casi una década, tiene mucho más significativas implicaciones políticas que un simple "juego sillas musicales" en versión electoral. En nuestra opinión, es todo un proyecto de conciliación que queda arruinado. Si el PT representó, a nivel nacional, un proyecto de conciliación de clases, la máquina PMDB en Río de Janeiro siempre ha representado y sigue representando un proyecto de conciliacipon de mafias. Pero esta vez, el "Príncipe de las Milicias" [Eduardo Paes, prefecto saliente de Rio] no eligió a su sucesor.
Mas allá de las eventuales manipulaciones politiquras que presenciemos, parece poco probable que la disposición que se orquestó en la ciudad se puede jugar de la misma manera bajo la batuta de otros gobernantes y de otras fuerzas políticas. La verdad es que el modelo mafioso de conciliación y de amortiguación de conflictos a través de la militarización - proyecto en el que las UPP [Unidade de Polícia Pacificadora] y las mafias del transporte y las comidas representan elementos fundamentales - han comenzado a desmoronarse y parece en adelante colapsar aún más.
Celebramos, compañeros y compañeras, pero con precaución. Si las mafias federadas aparentemente fracasaron, económica y políticamente, eso no quiere decir que de los escombros del viejo orden nace automáticamente el nuevo mundo. Profetas del fin de los tiempos, contened vuestra saña nihilista; es muy importante tener en cuenta que el simple hecho de la debacle del PMDB no conduce automáticamente a la deconstrucción de este modelo de ciudad. Pero puede apuntar a ello.
Más bien, deberíamos tener la oportunidad de organizarnos para apoyar la lucha contra el genocidio de la población negra y periférico - genocidio esto que constituye el verdadero proyecto político de los gobernantes de esta ciudad - una lucha que articula pautas muy concretas, que van desde la eliminación de la policía y la desmilitarización todos los días hasta el final de la guerra contra las drogas (guerra contra los pobres, en realidad) pasando por un "sólo" en el traslado y desalojo política, sin dejar de lado la cuestión del transporte público y la movilidad urbana. Respetando el papel de los que sufren opresiones de la piel de este modelo de ciudad, debemos aproveit milicia Federación reflujo de aire para construir nuestro federalismo libertario. Si la construcción del poder popular siempre ha sido una necesidad, cada vez más se trata de una urgencia en el de escombros de edad de amenazas del mundo nacido una más antigua aún.
Algumas organizações parecem já se dar conta dessa nova conjuntura e desenvolvem suas estratégias. No momento em que escrevemos essas linhas algumas facções investem pesado e sem hesitação na retomada de territórios colonizados pelas UPPs – como atestam os casos do Fallet, Fogueteiro e Coroa, na região central do Rio. Antevemos, assim, um momento de conflitos acirradíssimos no curto espaço de tempo. Conflitos tão acirrados que se tornará cada vez mais difícil desmentir, como fazem os governantes, o fato de que o Rio de Janeiro vive uma guerra, na qual as vítimas são estritamente os pobres.
Algunas organizaciones criminales parecen haber tomado conciencia de esta nueva situación y cómo desarrollan sus estrategias. En el momento de escribir estas líneas algunas facciones invierten mucho y sin dudarlo en reaparecerse por los territorios colonizados por la UPP. Como lo demuestran los casos de Fallet, Fogueteiro y Coroa, en el centro de Río. Ello hace avizorar así un momento de conflicto agudo en un inmediato lapso de tiempo. Esos conflictos severos serán cada vez será más difíciles de desmentir, como hacen hasta ahora los gobernantes, negando que Río de Janeiro está experimentando una guerra en la que las víctimas son estrictamente los pobres.
Estas organizaciones, los comandos o facciones, son responsables de abolir el Estado por cualquier medio, no para proclamar la anarquía, sino más bien para construir verdaderos feudos autoritarios; entre tanto nosotros, l@s anarquistas, por desgracia estamos perdidosdo en debates estériles sobre quién es más combativo que los demás, en una disputa identitaria por reconocimiento.
Por el contrario, deberíamos tener la oportunidad de organizarnos para apoyar la lucha contra el genocidio de la población negra y periférico - genocidio este que constituye el verdadero proyecto político de los gobernantes de esta ciudad - una lucha que articula pautas muy concretas, que van desde la abolición de las policías y la desmilitarización de lo cotidiano hasta terminar con la guerra contra las drogas (guerra contra los pobres, en realidad), pasando por un "¡basta!" a la política de traslados y desalojos, sin dejar de lado la cuestión del transporte público y de la movilidad urbana. Respetando el protagonismo de los que sufren en la piel las opresiones de este modelo de ciudad, debemos aprovechar el reflujo de esta "Federación de Milicias" para construir nuestro federalismo libertario. Si la construcción de autogestión siempre ha sido una necesidad, cada vez más se trata de una urgencia en la medida en que de los escombros del viejo orden amenaza con nacer una más antigua aún.
Pero no estamos solos. Tal vez quien haya eliminado de manera efectiva la cúpula mafiosa de la prefectura no fueron los votantes del candidato X o Y, sino más del 40 % de electores que se negó, por las más diversas razones, a aprobar este proyecto de poder. No creemos que los que no votaron, votaron en blanco o anularon el voto, sean en su mayoría anarquistas o libertarios. Por desgracia, a veces el rechazo de la política electoral viene con un rechazo total de la política - que puede conducir a la aprobación de políticas neoliberales que se legitiman a través de las narrativas de competencia y gestión, como lo demuestra el caso de São Paulo. Eso por no mencionar el rechazo fascistoide que espera por el mesias populista del caso.
Así, para que de las ruinas de la política representativa pueda emerger, no el espectro del fascismo sino una rosa negra de autogestión es necesario, ahora y siempre, producir y promover los espacios de apoyo mutuo, autodefensa y de formación política. Debemos abandonar el mito iusnaturalista y liberal, a menudo esparcidas dentro del anarquismo, que establece que todo ser aspira a la libertad ya sabe, de forma espontánea, lo que es mejor para alcanzarla. Preferencias, deseos y aspiraciones, son asuntos políticos y como tales deben ser enfrentados. El fracaso de las instituciones partidistas, en tanto vehículos para la ruptura, no puede ocultar el hecho de que la transformación de la desconfianza hacia los de arriba en confianza y apoyo mutuo entre los de abajo es el producto de la articulación política como tal. Es por lo tanto a anarquistas y todo tipo de militancia coherentemente combativa y revolucionaria a quienes toca actuar para que esto ocurra empleando cualquier medio necesario.
[Original en portugués en https://noticiasanarquistas.noblogs.org/post/2016/10/05/rio-de-janeiro-rj-transformar-a-desconfianca-nos-de-cima-no-apoio-mutuo-entre-os-de-baixo-a-influencia-anarquista. Traducido al castellano por Redacción de El Libertario.]
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