Jorge Cruz
“Entre tu pueblo y mi pueblo hay un punto y una raya
la raya dice no hay paso, el punto vía cerrada”
Esta canción, escrita por Aníbal Nazoa, con música de Juan Carlos Núñez y muchas veces cantada por Soledad Bravo, se hace muy vigente, porque se ha intentado justificar la forzada repatraición de miles de colombianos con tres razones fundamentales: que es por culpa del contrabando, la manipulación del cambio del bolívar contra el dólar y por la presencia de paramililtares. Voy a analizar los diversos ángulos de esta medida tomada por el gobierno.
Contrabando: En un artículo anterior me referí a este fenómeno, en el señalaba que es una respuesta inmediata a los controles, ya que permite una ganancia económica y entre mayor sea el diferencial cambiario de una frontera a otra mayor la cantidad de personas que se abocan a esta actividad (pueden leer a mayor profundidad en el artículo: ¿Quién es Bachaquero? En: www.jorgecruzo.blogspot.com ); no importa la ilegalidad o la persecución, siempre habrá una forma de evadirla o siempre se tendrá un o unos encargados del control de las fronteras que acepte un soborno. En las fronteras de Venezuela con Colombia y Brasil (especialmente) siempre ha habido un tráfico de artículos de una lado para otro, que dependiendo de donde se puede obtener mejor precio cambia de dirección. También debo señalar que las personas que viven en la frontera sacan provecho de ello, de esa “zona franca” donde se pueden movilizar sin necesidad de documentos y adquirir mercadería a mejores precios. En pocas palabras, ellos tienen rutinas, como cualquier ser humano, entre ellas están la búsqueda de productos económicos que les haga rendir sus ingresos. Es cuestión de economía energética, como lo he llamado (cada acción nuestra espera obtener una similar o mayor recompensa por el desgaste energético que significa la misma, si por un tiempo o siempre recibimos a cambio una menor significa desnutrición y, por último, la muerte).
Voy a describir un corto movimiento de productos en la frontera para mostrar que es histórico y cambiante. Cuando la economía venezolana era fuerte y su moneda respetada, con una relación de cambio favorable con Colombia, las poblaciones fronterizas venezolanas iban a realizar su mercado de productos agrícolas al otro lado, también una gran cantidad de personas de diversos puntos del país iban adquirir ropa y artículos de cuero, principalmente, los colombianos a su vez aprovechaban los menores precios de los artículos electrodomésticos, , que luego pasaban de contrabando para Colombia, como también gasolina y algunos productos de la cesta básica subsidiados por el Estado, estos últimos se quedaban básicamente para consumo en los pueblos aledaños. Nunca se sintió escasez, porque había suficiente oferta (producción nacional) y porque, aunque había márgenes de ganancias, nunca eran tan altos como para pagar sobornos a los diversos puestos de control. Más reciente el movimiento se invirtió, el bolívar perdió valor, el Estado ha continuado subsidiando artículos de la cesta básica y la gasolina no ha tenido incremento por desde hace más de 20 años. Lo anterior señalado ha hecho que el contrabando sea atractivo, las ganancias son altísimas, que permite comprar conciencia a ambos lados de la frontera, a que surjan mafias, a que figuras de alto rango estén involucradas, entre otros.
En pocas palabras, el contrabando no es nuevo, se ha intensificado con el beneplácito y/o beneficio de funcionarios del gobierno, porque las cantidades que supuestamente están siendo traficadas no pueden realizarlas personas, sino que se hacen en gandolas o camiones cisternas, además, uno se pregunta ¿cómo es posible que se siga abasteciendo con una fuga tan alta? ¿Por qué se continuó? Recientemente el gobernador del estado Zulia afirmó que se ha parado la fuga de 2 millones de litros de gasolina diarios, una simple cuenta nos demuestra lo que he expuesto. Si un carro carga cerca de 30 litros, lo multiplicamos por 24 horas esto nos da 720 litros por día, dividamos ahora los 2 millones por esta última cantidad, eso nos dice que se necesitan que cada hora pasen 2777 vehículos por la frontera, ¡eso es imposible!
“Entre tu pueblo y mi pueblo hay un punto y una raya
la raya dice no hay paso, el punto vía cerrada”
Esta canción, escrita por Aníbal Nazoa, con música de Juan Carlos Núñez y muchas veces cantada por Soledad Bravo, se hace muy vigente, porque se ha intentado justificar la forzada repatraición de miles de colombianos con tres razones fundamentales: que es por culpa del contrabando, la manipulación del cambio del bolívar contra el dólar y por la presencia de paramililtares. Voy a analizar los diversos ángulos de esta medida tomada por el gobierno.
Contrabando: En un artículo anterior me referí a este fenómeno, en el señalaba que es una respuesta inmediata a los controles, ya que permite una ganancia económica y entre mayor sea el diferencial cambiario de una frontera a otra mayor la cantidad de personas que se abocan a esta actividad (pueden leer a mayor profundidad en el artículo: ¿Quién es Bachaquero? En: www.jorgecruzo.blogspot.com ); no importa la ilegalidad o la persecución, siempre habrá una forma de evadirla o siempre se tendrá un o unos encargados del control de las fronteras que acepte un soborno. En las fronteras de Venezuela con Colombia y Brasil (especialmente) siempre ha habido un tráfico de artículos de una lado para otro, que dependiendo de donde se puede obtener mejor precio cambia de dirección. También debo señalar que las personas que viven en la frontera sacan provecho de ello, de esa “zona franca” donde se pueden movilizar sin necesidad de documentos y adquirir mercadería a mejores precios. En pocas palabras, ellos tienen rutinas, como cualquier ser humano, entre ellas están la búsqueda de productos económicos que les haga rendir sus ingresos. Es cuestión de economía energética, como lo he llamado (cada acción nuestra espera obtener una similar o mayor recompensa por el desgaste energético que significa la misma, si por un tiempo o siempre recibimos a cambio una menor significa desnutrición y, por último, la muerte).
Voy a describir un corto movimiento de productos en la frontera para mostrar que es histórico y cambiante. Cuando la economía venezolana era fuerte y su moneda respetada, con una relación de cambio favorable con Colombia, las poblaciones fronterizas venezolanas iban a realizar su mercado de productos agrícolas al otro lado, también una gran cantidad de personas de diversos puntos del país iban adquirir ropa y artículos de cuero, principalmente, los colombianos a su vez aprovechaban los menores precios de los artículos electrodomésticos, , que luego pasaban de contrabando para Colombia, como también gasolina y algunos productos de la cesta básica subsidiados por el Estado, estos últimos se quedaban básicamente para consumo en los pueblos aledaños. Nunca se sintió escasez, porque había suficiente oferta (producción nacional) y porque, aunque había márgenes de ganancias, nunca eran tan altos como para pagar sobornos a los diversos puestos de control. Más reciente el movimiento se invirtió, el bolívar perdió valor, el Estado ha continuado subsidiando artículos de la cesta básica y la gasolina no ha tenido incremento por desde hace más de 20 años. Lo anterior señalado ha hecho que el contrabando sea atractivo, las ganancias son altísimas, que permite comprar conciencia a ambos lados de la frontera, a que surjan mafias, a que figuras de alto rango estén involucradas, entre otros.
En pocas palabras, el contrabando no es nuevo, se ha intensificado con el beneplácito y/o beneficio de funcionarios del gobierno, porque las cantidades que supuestamente están siendo traficadas no pueden realizarlas personas, sino que se hacen en gandolas o camiones cisternas, además, uno se pregunta ¿cómo es posible que se siga abasteciendo con una fuga tan alta? ¿Por qué se continuó? Recientemente el gobernador del estado Zulia afirmó que se ha parado la fuga de 2 millones de litros de gasolina diarios, una simple cuenta nos demuestra lo que he expuesto. Si un carro carga cerca de 30 litros, lo multiplicamos por 24 horas esto nos da 720 litros por día, dividamos ahora los 2 millones por esta última cantidad, eso nos dice que se necesitan que cada hora pasen 2777 vehículos por la frontera, ¡eso es imposible!
Cambio de la moneda: El cambio de moneda se mide por un factor y es afectado por otro. El primero es medido por la siguiente fórmula: Cambio= Reservas internacionales/liquidez. Las RI son el respaldo de la moneda y la liquidez es la cantidad dinero de circulante a lo interno del país, lo óptimo es tener las RI mayor que L, ya que significa una moneda fuerte, lo inverso hace que la moneda sea de escaso valor internacional. El factor que interfiere en su relación de cambio es el mercado por medio de la oferta y demanda, a mayor oferta de la divisa (p.e. dólar) menor su valor y lo contrario.
Venezuela tiene unas RI decrecientes (negar esto es no tomar en cuenta que nos hemos estado endeudando con los chinos, por ejemplo, que se ha estado recurriendo al dinero reserva que se tenía en el Fondo Monetario Internacional, entre otras acciones que disminuyen las mismas); la liquidez ha ido en aumento también, el Banco Central de Venezuela ha estado imprimiendo más moneda sin un respaldo real, por lo que cada vez tiene menor valor; y hay, además, una demanda de dólares por dos lados, los empresarios o el Estado, para poder adquirir insumos o productos acabados para su venta y, por el otro, las personas que buscan una manera de resguardarse de la inflación , comprando monedas fuertes, en los cuales la inflación es poca. Los anteriores son los que determinan el cambio del bolívar principalmente. Se debe agregar una distorsión que se ha generado en la frontera, aprovechando, lo anterior, especialmente la gran demanda, que crea ganancias extras a los contrabandistas: presionar para hacer subir el dólar aún más, ya que con ello hacen que el bolívar tenga menor valor y, por lo tanto, necesidad de menos pesos para cambiar y luego vender los productos a precios competitivos con los nacionales, pero que da como resultado altas ganancias.
Fronteras: Somos animales territoriales, por ello siempre estamos marcando fronteras, límites, los que existen actualmente, que demarcan a Venezuela, son como reflejo de la constitución del Estado-nación (herencia de la concepción que surge con la burguesía al ir agrupando ciudades en la Edad Media y posteriormente. Esta frontera ha trazado límites que cortan a pueblos indígenas, por ejemplo, los Wayuu, Barí, Yanomamis, para mencionar algunos. Generalmente estos pueblos son trashumantes, por lo cual esos puntos y rayas no existen, en pocas palabras, le hemos creado barreras que ellos tradicionalmente no reconocen, porque su territorio es, según nuestro sentido de límites, binacional.
Esa peculiaridad hace que las fronteras, por los habitantes de esos lugares, tengan dinámicas o relaciones sociales muy diferentes con sus vecinos (de país) diferente a como la podemos entender los que vivimos distante de estos puntos. En ellos es común el tener parejas del otro lado, enviar a sus hijos a estudiar al otro lado, hace mercado al otro lado (bajo las condiciones antes señaladas) o, simplemente, hacer del contrabando su medio de subsistencia.
Muchas veces, debido a la distancia de los centros de poder, las fronteras son abandonadas, viven a un vaivén propio, con economías propias, son economías que cambian de dirección según el valor de la moneda, de donde pueda ser más beneficioso para los que allí moran.
Los movimientos “migratorios” también están determinados por las ventajas que pueda ofrecer un país con relación al propio. Entre Colombia y Venezuela siempre ha habido movilización, solo recodemos a Bolívar y sus campañas libertadoras, luego de la aparición de puntos y rallas, esto no ha cambiado mucho, solo la dirección de las mismas. Décadas atrás el flujo de colombianos (como de muchas otras nacionalidades) hacia Venezuela era alto, el mejor nivel de vida era un atractivo suficiente para que se establecieran colonias de ellos, que, como sucede con este tipo de fenómeno, realizaban envíos de remesas a sus comunidades originarias. Esto fue mermando desde finales de los 70 hasta comienzo de este siglo, gracias a políticas integracionistas y nacionalización del gobierno (cedulación como nacionales). Durante mucho de esos años básicamente la migración era de desplazados por el acoso de los paramilitares y guerrilla. Quiero decir con ello, que la migración nunca ha sido similar a la ocurrida entre los 60 y mediados de los 70. También es sano apuntar que las migraciones no son solamente de mano de obra no calificada, sino que hubo varias oleadas, con mano de obra calificada como soldadores, latoneros, carpinteros, linotipistas, entre otros, como también de profesionales y gerentes o propietarios de empresas. No son solamente pobres como se ha querido crear como matriz de opinión.
Grupos insurrectos: En zonas aledañas a la frontera, como más adentro de la geografía venezolana, se han establecido grupos de paramilitares (movimientos armados que no son pertenecientes a los cuerpos del Estado), tanto paracos como guerrilleros. Sus formas de actuar se caracteriza por ejercer control de un territorio, en el cual cobran vacunas, asesinan a los que son declarados molestos y/o limpian de delincuentes; son vigilantes o dominan parte de la economía tanto lícita como ilícita; están armados con equipos de guerra; tienen cierta permisividad por parte del gobierno, sea por omisión o no.
Según Sebastiana Barraez desde el 2005 se inicia la aparición de los paracos, a los cuales se les considera ilegales, no así con la guerrilla que también controla zona, cobra vacuna y tiene una economía ilícita (http://www.quintodia.net/columna/sebastiana/38078/38078/ ). Ella comenta que contó con la avenencia del gobernador para ese entonces e incluso señala que hay un general que actualmente tiene un alto cargo.
En resumen, no es algo nuevo, se sabía de su asentamiento, hubo permisividad para que ello sucediera y no son únicamente colombianos lo implicados.
Los movimientos “migratorios” también están determinados por las ventajas que pueda ofrecer un país con relación al propio. Entre Colombia y Venezuela siempre ha habido movilización, solo recodemos a Bolívar y sus campañas libertadoras, luego de la aparición de puntos y rallas, esto no ha cambiado mucho, solo la dirección de las mismas. Décadas atrás el flujo de colombianos (como de muchas otras nacionalidades) hacia Venezuela era alto, el mejor nivel de vida era un atractivo suficiente para que se establecieran colonias de ellos, que, como sucede con este tipo de fenómeno, realizaban envíos de remesas a sus comunidades originarias. Esto fue mermando desde finales de los 70 hasta comienzo de este siglo, gracias a políticas integracionistas y nacionalización del gobierno (cedulación como nacionales). Durante mucho de esos años básicamente la migración era de desplazados por el acoso de los paramilitares y guerrilla. Quiero decir con ello, que la migración nunca ha sido similar a la ocurrida entre los 60 y mediados de los 70. También es sano apuntar que las migraciones no son solamente de mano de obra no calificada, sino que hubo varias oleadas, con mano de obra calificada como soldadores, latoneros, carpinteros, linotipistas, entre otros, como también de profesionales y gerentes o propietarios de empresas. No son solamente pobres como se ha querido crear como matriz de opinión.
Grupos insurrectos: En zonas aledañas a la frontera, como más adentro de la geografía venezolana, se han establecido grupos de paramilitares (movimientos armados que no son pertenecientes a los cuerpos del Estado), tanto paracos como guerrilleros. Sus formas de actuar se caracteriza por ejercer control de un territorio, en el cual cobran vacunas, asesinan a los que son declarados molestos y/o limpian de delincuentes; son vigilantes o dominan parte de la economía tanto lícita como ilícita; están armados con equipos de guerra; tienen cierta permisividad por parte del gobierno, sea por omisión o no.
Según Sebastiana Barraez desde el 2005 se inicia la aparición de los paracos, a los cuales se les considera ilegales, no así con la guerrilla que también controla zona, cobra vacuna y tiene una economía ilícita (http://www.quintodia.net/columna/sebastiana/38078/38078/ ). Ella comenta que contó con la avenencia del gobernador para ese entonces e incluso señala que hay un general que actualmente tiene un alto cargo.
En resumen, no es algo nuevo, se sabía de su asentamiento, hubo permisividad para que ello sucediera y no son únicamente colombianos lo implicados.
Los deportados: Cuando tenemos una masa grande de personas que son obligadas a abandonar su residencia, caen justos por pecadores con toda seguridad; yo pondría una ilustración: no todos los que hacen vida en un cerro son malandros, tampoco todos son buhoneros, allí hay personas trabajadoras (generalmente una mayoría) que realizan diversos tipos de actividades: servicios internos en casas, vendedores en tiendas, oficinistas, entre otros; con ello quiero decir que posiblemente dentro de los deportados un grupo no están implicados en el paramilitarismo ni en el contrabando, ya apunté que algunas de las personas son refugiadas, por lo que su movilización hacia el país vecino es limitada. Esto es corroborado por Sebastiana Sin Secretos, en el artículo mencionado.
Según fotos las viviendas eran de diversos tipos de estructuras, desde las de concreto con techos de platabanda hasta las de estructuras frágiles como palos y cartón. Se ha anunciado que estas personas vivían en una zona que fue una invasión, pero el tipo de vivienda nos dice que algunas tenían años ya allí para poder tener una propiedad tan sólida.
Desabastecimiento: No hay oferta de un producto por dos razones: la producción es baja, se requiere traer productos para insumos o ya transformados o el circuito de distribución es deficiente. La producción es deficiente por tres razones principales: No tiene materia prima, equipos o repuestos, el precio de venta es por debajo de los costos y no puede competir con precios de productos importados. En los dos últimos casos el productor se abstiene de producir al tener pérdidas. La red de distribución puede fallar por dos razones fundamentales: No se conoce bien el área a cubrir (cantidad de personas, viviendas o mal catastro, rutas de acceso, ubicación de minoristas, entre otras) y distribuye en función del mercado, mayor cantidad donde cree que puede tener mayor salida de sus mercaderías.
En Venezuela el primer caso es el que está creando escasez, los productores no pueden competir con los precios de productos importados con un dólar a Bs. 6,30, cuando ellos, sus maquinarias o repuestos debe adquirirlo a un dólar paralelo, porque el producto traído a Bs. 6,30 está subsidiado como precio final y el productor nacional tiene solo la materia prima subsidiada, el resto debe regirse por el precio del mercado paralelo. También hay falta de insumos para producir o sus planificaciones de abastecimiento no son respaldadas por el gobierno (hay que señalar que el 100% de los productos o materias primas de los regulados su importación está restringida a únicamente el gobierno).
Total el desabastecimiento es un problema extendido a todo el territorio, aunque debemos sumar a los poblados fronterizos la fuga por el contrabando, por lo cual es en muchos casos mayor que en otros puntos del país.
Producción: Ya señalé los problemas para tener a tiempo sus insumos, solo basta agregar que las expropiaciones, las consecutivas inspecciones (acoso) y la poca facilidad para obtener dólares para importar, hace que la producción esté en mengua, hay una arrinconamiento de las empresas productivas como Polar, se les han creado campañas de desprestigio como capitalista, pero sabemos que se han negociado infinidad de contratos con empresas foráneas, tan capitalistas como la mencionada; el gobierno ha nacionalizado diversas empresas que, en líneas generales, no alcanzan los niveles de producción anteriores a ser públicas.
El pobre desempeño de nuestra producción ha hecho que, como nunca en la historia, dependamos en una altísima cantidad o porcentaje de importar casi de todo, no es exclusivo de los productos de la cesta básica, se incluye medicinas, productos de aseo diario, además de otros no tan prioritarios pero que han tenido uso en nuestras mesas.
Gobiernos: He afirmado antes que generalmente los gobiernos tienden a olvidarse que tienen poblaciones en las fronteras que requieren servicios y obras. Ese abandono hace que en esos lugares se asienten grupos que crean su propia ley (donde el Estado no actúa, allí crece un Estado paralelo). Hay una teoría que dice que ningún espacio se queda vacío, todo se llena de algo y si no controlas con que se llena, será de lo que no deseas.
Como antes señalé la frontera sirve para crear lazos de amistad, sentimentales, económicos, refugio (sea por delitos cometidos en uno de los lados o por persecución política), para tomar provecho de los pocos programas sociales existentes, entre otros. Aunque la desidia ha hecho que muchas de las políticas nacionales que ayuda al bienestar en otras partes, escasamente hacen acto de presencia en las fronteras, algunos lucen más como pueblos como Macondo, que sólo la dinámica de intercambio hace que tengan vida.
La frontera colombo-venezolana no es la excepción de la regla, allí se han apostado mafias, que han hecho que la actividad normal o común de compras de un lado u otro sean de tamaños monumentales o que la economía de la zona sea vigilada y protegida por grupos ajenos al gobierno, que las actividades delictivas (robos, asesinatos, secuestros…) sean controladas por grupos paramilitares (paracos y guerrilla); en breves palabras, sean “territorios liberados”, en las cuales las leyes son impuestas por estos grupos, con la venia de los gobiernos locales e, incluso, regionales.
La deportación: Si bien es cierto que los gobiernos tienen la potestad y el derecho de intentar retomar el control de las fronteras, hay formas y formas.
Lo primero que se tiene que corregir es el o los causantes de ese “caos” reinante. El gobierno venezolano ha alegado que realizó una medida de deportación masiva por, básicamente, tres razones: presencia de paracos, contrabando (bachaqueo) y distorsión del cambio monetario.
Vamos punto por punto: para combatir a los grupos insurgentes, lo primero que se debe hacer es descabezar el movimiento y luego desmontar el resto de los participantes; es decir, se necesita un trabajo de inteligencia para identificar al o los líderes, conocer su movimientos, realizar una cacería y apresarlo, esto generalmente causa inmovilización y una posterior reorganización del resto de integrantes, se debe aprovechar esos momentos para dar golpes a buena parte del grupo y logar su desintegración.
El contrabando sabemos que es una consecuencia no la causa, mientras exista unos precios tan diferenciados más atractivo se hace para la aparición de grupos delincuenciales organizados o mafias, la distorsión es generada por los diferentes tipos de cambios existentes, por el mantener un cambio anclado por tantos años, por hacer de una política cambiaria transitoria o temporal en algo permanente. Si los precios de los productos logran estar similares a ambos lados, la extracción no es un negocio lucrativo y vuelve a ser una actividad menor que realizarán unas cuantas personas para hacer rendir (si es posible) sus ingresos propios (por ejemplo, hacer mercado a un lado de la frontera para aprovechar la poca diferencia de precios, pero que hace rentable para estirar sus ingresos. El contrabando no se acaba o combate con operativos sino con políticas nacionales.
El diario Ciudad Caracas el día 16-09-15 en su página 9 tiene un balance, se titula: “Balance positivos en los municipios fronterizos”, se refiere al resultados del operativo en el Zulia: “(…) En la zona fronteriza 2 el G/D Arrieta Suárez informó que han incautado 7 armas de fuego, 41 cartuchos de diferentes calibres, han recuperado 4 vehículos, 70 motos (…) Asimismo informó que 20 personas han sido detenidas, mientras que han neutralizado a 8 paramilitares”; podemos notar que los números de personas son bajos, así como de armas, queda en preguntas en el aire ¿por qué tantos vehículos especialmente motos? ¿Se hace el traslado de mercadería en motos? ¿Son los grandes volúmenes que han mencionado varios altos miembros del gobierno, trasladados en moto? ¿Cuánto pueden cargar en una moto que pueda evadir fácilmente a las autoridades? ¿Son estas las mafias que se señalan como culpables? No se dice que haya algún cabecilla. Todo parece indicar que no ha habido trabajo de inteligencia.
El contrabando sabemos que es una consecuencia no la causa, mientras exista unos precios tan diferenciados, con márgenes de ganancias altos, más atractivo se hace para la aparición de grupos delincuenciales organizados o mafias, la distorsión es generada por los diferentes tipos de cambios existentes, por el mantener un cambio anclado por tantos años, por hacer de una política cambiaria transitoria o temporal en algo permanente. Si los precios de los productos logran estar similares a ambos lados, la extracción no es un negocio lucrativo y vuelve a ser una actividad menor que realizarán unas cuantas personas para hacer rendir (si es posible) sus ingresos propios (por ejemplo, hacer mercado a un lado de la frontera para aprovechar la poca diferencia de precios, pero que hace rentable para estirar sus ingresos. El contrabando no se acaba o combate con operativos sino con políticas nacionales.
El cambio monetario es consecuencia de represar una moneda por tanto tiempo y que al mismo tiempo la economía está de capa caída, su liquidez es alta y sus reservas mermando. Nuevamente no es con un operativo de deportación masiva como se puede solucionar la relación de cambio, es con una política nacional que sincere el precio de la moneda la que puede hacer que el cambio sea diferente a la dinámica actual.
Otra vía es por medio del trabajo conjunto de ambos países, el sentarse a planificar acciones para poder combatir estos problemas, tampoco se agotó o intentó, según lo que se han dicho los cancilleres y presidentes de ambos lados.
Otra alternativa es castigar a los que están permitiendo el contrabando (yo la señalaría como complementaria), a las fuerzas encargadas de nuestras fronteras, corruptas, vendidas a las mafias, como también a los funcionarios que están implicados en distribuir cantidades mayores a las necesarias porque están inmiscuidas en el contrabando, entre otros personajes corruptos.
Hay vías menos dolorosas para las personas, las principales sufridas con estas decisiones. La quimioterapia es un tratamiento invasivo contra un mal letal, es una de sus formas de cura, la medicina ha intentado cada vez más concentrar su acción para reducir sus efectos colaterales, creo que se debió actuar así: buscando los menores efectos colaterales y ser más puntual en el golpe que se quería dar.
Conclusiones: Aunque el gobierno venezolano tenía toda la ley y autoridad para intentar buscar soluciones a unos problemas en las poblaciones fronterizas, el método utilizado no es el idóneo, por ejemplo, los datos del periódico Ciudad Caracas nos lo demuestran. Con esta medida se generó un problema enorme a personas, aunque también a los gobierno, tanto locales como nacional de Colombia, pero debo recalcar: a personas, las cuales hay de diverso orden, desde la movilización por un río de niños y otras personas, ya que se les obligó a no utilizar la vía normal: el puente; algunos pudieron medio recoger sus pertenencias, hay separación de familias, se negó en un principio el paso a venezolanos a que pudieran asistir a sus aulas en el lado colombiano (afortunadamente esto fue corregido a los pocos días, al igual que para los colombianos que estudian del lado venezolano, algo que no se afecto por estar de vacaciones).
En pocas palabras, hubo una clara violación de los DD.HH. de los deportados e, incluso, de venezolanos que quedaron sin su familia o pareja. Se habla de maltratos, robos de pertenencias, persecución por supuestos delitos (una Sra. manifestó que tuvo que salir huyendo porque le encontraron 28 mil bolívares, que al cambio es un poco más de una semana de salario mínimo en el lado colombiano, los cuales eran sus ahorros). El último caso mencionado me confirma que no hubo trabajo de inteligencia, de identificación de personas incursas en los delitos que se intentaron corregir o acabar.
Lastimosamente quienes sufren las malas políticas son las personas no los que realmente son los causantes de tales males. Puedo afirmar que, a pesar de que la presencia de paramilitares es desde hace al menos una década, se permitió su crecimiento, afianzamiento y organización, esta medida fue hecha con improvisación, que buscaba un efecto mediático, no realmente la solución. El tiempo me dará la razón.
Queda la gran pregunta obligada en el aire: ¿Es esta la manera cómo debe actuar un gobierno socialista?
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