Redacción
En nota difundida por la agencia oficial AVN (ver www.avn.info.ve/node/320154) se reseña, con las florituras propias del lenguaje diplomático, la firma de acuerdos que ampliarían y fortalecerían los nexos entre los actuales gobiernos de Venezuela (que se identifica como República Bolivariana) y Arabia (o sea el Reino Saudita). Se expresa allí como altos jerarcas de ambos regímenes han iniciado reuniones de trabajo (¡así las llaman!) para fortalecer los lazos de cooperación que hagan aún mas estrecha lo que ambas partes califican de "relación histórica muy importante".
Cuando en El Libertario tuvimos noticia de este amancebamiento de diplomáticos y el pretexto que lo originó, inmediatamente nos preguntamos: ¿qué se hace actualmente en las comarcas donde rige la monarquía wahabita que pudiese ser aporte novedoso en lo cultural, educativo y tecnológico?
Investigamos al respecto y encontramos una innovación que se está haciendo por aquellos lares en cuanto a gobernanza expedita y manejo de conflictividad político-religiosa: a quienes le echan mucha vaina al gobierno -que es a la vez autoridad incuestionable en temas religiosos- se les condena a morir por crucifixón.
Se dira que esto no es nada nuevo y ya lo hacían los romanos hace 20 siglos. Pero por encima de la aparente semejanza, debe insistirse en que los jeques al mando en Riad han hecho toda una operación de renovación en lo que corresponde al uso de la cruz como instrumento legal disuasivo, tal y como puede comprobarse en el caso de Ali Mohammed al-Nimr, joven chiita de la provincia de Qatif al que se condenó en juicio secreto a ser ejecutado por posesión ilícita de arma de fuego, así que tras el rechazo de su apelación aguarda ahora a ser ejecutado cuando las autoridades se antojen y sin que ni siquiera haya obligación de avisar a su familia (Ver detalles del caso en http://coloquiodigital.com/internacionales/item/22049-condenan-a-la-crucifixion-a-un-joven-saudi-por-participar-en-protestas-contra-el-gobierno).
Con esta muestra tan ilustrativa, no deja de recorrernos un escalofrío helado por la espalda pensando en lo que aprenderán los gobernantes criollos de sus pares del desierto en materia "cultural, educativa y tecnológica". Tal vez no mucho, porque es sabido que semejantes acuerdos intergubernamentales entre cancillerías del 3er. Mundo generalmente solo sirven para declaraciones grandilocuentes y viajes inútiles de diplomáticos ociosos. Pero en todo caso habrá que estar en atención por si nos enterasemos que, por dar un ejemplo, la ministra de asuntos penitenciarios se va a la península arábiga en "gira de estudios" para lo que corresponde a su área.
PD: De ninguna manera olvidamos que, aparte del gobierno chavomadurista, muchos otros hipócritas voltean la cara para alegar que "no están informados" de la barbarie que representa la monarquía saudí, papel que en primer lugar le corresponde a los Estados Unidos y luego, muy cerca, a los gobiernos de Europa Occidental.
En nota difundida por la agencia oficial AVN (ver www.avn.info.ve/node/320154) se reseña, con las florituras propias del lenguaje diplomático, la firma de acuerdos que ampliarían y fortalecerían los nexos entre los actuales gobiernos de Venezuela (que se identifica como República Bolivariana) y Arabia (o sea el Reino Saudita). Se expresa allí como altos jerarcas de ambos regímenes han iniciado reuniones de trabajo (¡así las llaman!) para fortalecer los lazos de cooperación que hagan aún mas estrecha lo que ambas partes califican de "relación histórica muy importante".
Cuando en El Libertario tuvimos noticia de este amancebamiento de diplomáticos y el pretexto que lo originó, inmediatamente nos preguntamos: ¿qué se hace actualmente en las comarcas donde rige la monarquía wahabita que pudiese ser aporte novedoso en lo cultural, educativo y tecnológico?
Investigamos al respecto y encontramos una innovación que se está haciendo por aquellos lares en cuanto a gobernanza expedita y manejo de conflictividad político-religiosa: a quienes le echan mucha vaina al gobierno -que es a la vez autoridad incuestionable en temas religiosos- se les condena a morir por crucifixón.
Se dira que esto no es nada nuevo y ya lo hacían los romanos hace 20 siglos. Pero por encima de la aparente semejanza, debe insistirse en que los jeques al mando en Riad han hecho toda una operación de renovación en lo que corresponde al uso de la cruz como instrumento legal disuasivo, tal y como puede comprobarse en el caso de Ali Mohammed al-Nimr, joven chiita de la provincia de Qatif al que se condenó en juicio secreto a ser ejecutado por posesión ilícita de arma de fuego, así que tras el rechazo de su apelación aguarda ahora a ser ejecutado cuando las autoridades se antojen y sin que ni siquiera haya obligación de avisar a su familia (Ver detalles del caso en http://coloquiodigital.com/internacionales/item/22049-condenan-a-la-crucifixion-a-un-joven-saudi-por-participar-en-protestas-contra-el-gobierno).
Con esta muestra tan ilustrativa, no deja de recorrernos un escalofrío helado por la espalda pensando en lo que aprenderán los gobernantes criollos de sus pares del desierto en materia "cultural, educativa y tecnológica". Tal vez no mucho, porque es sabido que semejantes acuerdos intergubernamentales entre cancillerías del 3er. Mundo generalmente solo sirven para declaraciones grandilocuentes y viajes inútiles de diplomáticos ociosos. Pero en todo caso habrá que estar en atención por si nos enterasemos que, por dar un ejemplo, la ministra de asuntos penitenciarios se va a la península arábiga en "gira de estudios" para lo que corresponde a su área.
PD: De ninguna manera olvidamos que, aparte del gobierno chavomadurista, muchos otros hipócritas voltean la cara para alegar que "no están informados" de la barbarie que representa la monarquía saudí, papel que en primer lugar le corresponde a los Estados Unidos y luego, muy cerca, a los gobiernos de Europa Occidental.
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