Francisco Inciarte
Les quiero contar una pequeña historia de resilencia, (historia que a muchos no interesa): De como varias familias de mochuelos (Athene cunicularia) han logrado por un año resistir al continuo embate antrópico generado por la inconsciencia de la gobernación “bolivariana” del estado Zulia, como administradores del “parque ecosocialista” La Vereda Del Lago. Recordemos que en septiembre del 2.013 la gobernación por medio del IARA intervino los terrenos que conforman este parque, arrasando mas de 50 hectáreas de bosque seco tropical, sabanas, bosque de galería y bosque de mangle. Devastando así un ecosistema muy particular donde habitaban Caimánes de la Costa (Crocodylus acutu), tragavenados (Boa constrictor Sp.), Alcaravanes (Vanellus chilensis) entre una muy diversa cantidad de fauna silvestre.
Les quiero contar una pequeña historia de resilencia, (historia que a muchos no interesa): De como varias familias de mochuelos (Athene cunicularia) han logrado por un año resistir al continuo embate antrópico generado por la inconsciencia de la gobernación “bolivariana” del estado Zulia, como administradores del “parque ecosocialista” La Vereda Del Lago. Recordemos que en septiembre del 2.013 la gobernación por medio del IARA intervino los terrenos que conforman este parque, arrasando mas de 50 hectáreas de bosque seco tropical, sabanas, bosque de galería y bosque de mangle. Devastando así un ecosistema muy particular donde habitaban Caimánes de la Costa (Crocodylus acutu), tragavenados (Boa constrictor Sp.), Alcaravanes (Vanellus chilensis) entre una muy diversa cantidad de fauna silvestre.
Septiembre de 2.014 a un año del ecocidio, los pocos
mochuelos que quedan se enfrentan nuevamente a la destrucción de sus
nidos-madrigueras por la constante remoción de tierra hecha con maquinaria
pesada. Esto compromete su supervivencia, ya que suelen poner de 5 a 9 huevos
al menos un par de veces al año, así que generalmente están empollando o
criando pichones, los cuales están siendo sepultados nuevamente a causa del
desarrollo que trae consigo el capitalismo de estado “ecosocialista”. ¿Que
hacer?, ¿A donde ir?, ¿Con quien contar? Mientras leemos esto una docena de
nidos de mochuelos están a punto de desaparecer y otros mas ya han
desaparecido. A este punto lo único que se me ocurre es que algún biólogo
interesado, (quizás por medio de alguna ONG o fundación) logre urgentemente
hacer un estudio de impacto ambiental, que sirva de respaldo para llevar alguna
denuncia a un ente gubernamental como el ministerio “del poder popular” para el
ambiente (ya no existe), fiscalía ambiental u otra institución publica. Ya que
no se divulgo ningún estudio de impacto ambiental, ni se conoce quien otorgo
los permisos necesarios.
No falta quien diga: ¿Con tantos problemas que tenemos en
Venezuela y vos pensando en pajaritos? Y otro más que me recalque: Ahí no hay
ningún ecocidio, eso era monte y la revolución lo rescato en un proyecto
ecosocialista para la vida. Mientras tanto sigo sintiéndome tan impotente y tan
maravillado frente al gran poder de resilencia de estos mochuelos. Tienen alas
y quizás encuentren otra sabana donde habitar, pero en ese preciso momento La
Vereda del Lago sera un lugar menos hermoso y menos mágico, en espera de que le
construyan quizás un restauran, un gimnasio y un parque acuático mas. Sin
manglares, sin cujisales, sin boas, sin alcaravanes, sin aves marinas, sin
vida. Esta es la misma intervención que busca realizar la gobernación
“bolivariana” del estado Zulia sobre los bosques del rio Socuy en la sierra de
Perija, aguas arriba de los embalses Tulé y Manuelote (desde donde se surte el
agua en Maracaibo) para abrir minas de carbón y plantas carboelectricas.
Repitiendo así, el mismo patrón ecocida de intervención desarrollista,
autoritario e improvisado.
NO AL CARBÓN SI A LA VIDA.
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