Rafael Iribarren
Sobre la “Torre Davíd”.
La llamada “Torre David”, (TD), es símbolo de muchas cosas de
nuestra realidad e historia recientes; actuales y futuras. Tema bien propicio
para insoslayables debates de fondo sobre la ciudad sobre lo público y el Poder
que hay que dar; para los que, sin embargo no hay, ni en perspectiva parece que
habrá, posibilidades concretas. Esta nota, aunque tenga algunas referencias a
tales aspectos de fondo relativos al Poder; se trata del manejo concreto que el
gobierno le está dando, aparentemente, para resolver el enrevesadoproblema que
significa desde que en el 2007 fue invadido por varios miles de familias.
Un símbolo de la continuidad del puntofijismo y el
chavismo.
Lo primero que no hay que perder de vista, es que fue el
proyecto más ambicioso de CONFINANZAS un grupo financiero de formación y
expansión estelar vinculado a los factores de poder puntofijistas de los
setenta y ochenta. Su construcción se inició hacia 1990 y en el marco de la
crisis financiera general de esos años se paralizó en 1994 y pasó a manos de
FOGADE. Cabe destacar que de los veinte años que tiene paralizada, la TD, diez
y seis han transcurrido bajo los gobiernos chavistas. Y que cuando en el 2007,
hace siete años,fue invadida sin
restricción; ya tenía nueve años paralizada y ociosa en sus manos. Quiere decir
que si ciertamente la TD es, digamos, un símbolo de la corrupción y demás
perversiones burocráticas puntofijistas;
también lo es de las chavistas. De hecho resulta simbólica de la continuidad
que en sustancia ha sido el chavismo del puntofijismo.
Una ejecución muy avanzada.
Lo otro sobre lo que hay que llamar la atención es que,
groso modo, el conjunto está conformado por tres cuerpos, el más alto de casi
200 metros de altura; casi como las torres del Parque Central; tiene más de
120.000 m2 de construcción; o sea suma un área construida de doce, (12),
hectáreas; o doce manzanas, Y, que para el momento de su paralización, estaba
lista toda su estructura de concreto armado y acero; e muy avanzada la
colocación de las redes y sistemas de servicios internos. Según el arquitecto
jefe del proyecto, desde la fecha de su paralización en octubre de 1994; según,
lista en un 90% la torre principal; completando las instalaciones de servicio,
exteriores, acabados, etcétera; el conjuntopodía haberse concluido en tres
años.
Hacer desaparecer entre 3 y 3,5 millardos de bolívares de
todos.
Salvo la destrucción de las fachadas y en el grado que sea, de las ducterías de servicios ya instaladas en 1994, y en sitio en 2007, la
estructura portante de los tres cuerpos de la TD; estando en perfectas condiciones
es absolutamente utilizable. Bien de acuerdo al proyecto original o al de
cualquier otro; no hay ninguna causa técnica constructiva limitante en ese
sentido. Siendo que como estructura, no es ni capitalista ni socialista ni
comunista; es solo unja estructura. Cuyo “costo de reposición nuevo” actual; lo
que costaría construirla hoy; a 15 o 20.000 Bs/m2; varias decenas de veces el
costo unitario de los noventa; andaría entre los 1.800 y los 2.400 millones de
bolívares; o sea, alrededor de los dos millardos. Dinero que, para decirlo en
términos de las retórica chavista, “es del pueblo”, “es de todos”; y no tendría
por qué, en tal caso, por ninguna razón, convertirse en escombros. Sobre todo
tratándose de una estructura absolutamente aprovechable, con cada vez más valor, con una vida útil, de
cien o hasta doscientos años; o más.
Pero es que, además, demoler cuesta tanto o más que
construir. Independiente de la edad que tenga
lo que se demuela; demoler un metro cúbico de concreto armado, termina
siendo más costoso que construir otro metro cúbico igual. Costo que varía según
el método que se use; suponiendo, muy dudoso, que fuera utilizable la
implosión; tal variación sería relativa a solo parte del proceso; a la
estructura de costos; no al costo total. De tal forma que los costos de
demoler, igual milmillonarios, sumados a los millardos del valor de las estructuras convertidas en
escombros; significarían que 3 o 3,5 millardos de bolívares propiedad de los
venezolanos habrían sido hechos desaparecer; sin absolutamente nada a cambio
Botarlos. Vale traer a la memoria colectiva, el que de los bloques de Nueva
Tacagua, que, según, tenían que haber
sido demolidos totalmente para hace quince o veinte años; ninguno lo ha sido
completamente; a pesar de lo intentos fallidos de dinamitar a varios. Hasta tal
punto que algunos, desde hace años, están medio parados y medio caídos. Y medio
re-habitados.
A pesar de todo demolerla es una opción para Maduro.
En algún momento quizás se sepa por qué, luego de diez y
seis años, la TD en manos del FOGADE chavista; y de siete de invasión también
chavista; ahora el gobierno, chavista-madurista, decide desalojarla a lapso
fijo; sobre la marcha; y con un costoso, complicado, y publicitado operativo; y
militarizado. En tal caso, independiente de cual sea la motivación; está bien,
que se frene tal irracionalidad panorámica. Y no tanto por lo panorámico; como
por su expansión y complejización previsibles como irracionalidad. E igual está
bien que, aúnque se trate de otro “parlamentarismo” o “gobierno de calle” más,
o sea, de puro puro show, paja y manipulación; el ministro Villegas hable con
los vecinos, aunque solo sean con los de La Candelaria; o escuche sus opiniones
sobre qué hacer con la torre, etcétera y hasta se considere la posibilidad de
demolerla. Por encima de todo; cómo y por lo que sea, está bien que se drene
ese trauma; y con el montaje que sea. Y a pesar de que todo, presumiendo una
lógica mínima, obligue suponer que ya
está tomada alguna decisión sobre su destino.
Solamente que, ningún
mínimo de lógica está garantizado con los chavismos. Ninguno. Que a estas
alturas no se haya descartado formal y terminantemente, y se siga considerando
la demolición como una alternativa; lo impulsa a uno a saltar e incorporarse en el asiento.
Es claro, por lo visto, que a Maduro nadie lo ha convencido
de la irracionalidad de la idea de demoler la TD. Aunque es imposible que no le
hayan mostrado las dimensiones reales, cualitativas y cuantitativas del
problema. Sin embargo, en todas sus referencias al tema ha hecho mención de la
demolición; de destinar esos terrenos a áreas recreacionales para el pueblo, los “niños de la Patria”,
etcétera. Junto a que el ministro Villegas, sigue mencionándola. Por lo que,
sin el menor prejuicio, uno tiene que asumir que para las cúpulas
gubernamentales, demoler, es una opción, quizás hasta la más, entre las más viables.
La demolición perfecta. Torre David: las Torres Gemelas
de NY de Maduro.
Cómo llega Maduro a la idea de demoler la TD, no requiere mucho
para colegirlo; y no porque sea obvio en algún sentido; pues no lo es en ninguno. Aunque pudiera no carecer totalmente
de lógica; la idea de demoler el “Hotel Humboldt”, en tal caso, por inútil y costoso de
mantener; a nadie se le ha ocurrido plantearla.Como nadie ha planteado la
demolición de las estructuras hoteleras del “Melia Caribe” ni del “Sheraton”, a
pesar del deterioro que presentan por el deslave del 99 y el abandono desde
entonces. Al contrario, recientemente e anunció la contratación de su
recuperación total y su futura puesta en
funcionamiento.La demolición es siempre la última opción razonable como
solución a cualquier problema de ingeniería o arquitectura.
Pero, por lo visto, alguno o alguno de los muchos boliburgueses, cívico-militares insertas en
las cúpulas chavistas; vinculados o, siendo el caso, en punto de vincularse con trasnacionales de
la macro-demolición, brasileiras, portuguesas, italianas; siempre en plan de
grandes negocios y contratos dolarizados;deben haberle vendido la idea a Maduro
de que la de la Torre David sería la “demolición perfecta”; un impacto
internacional que proyectaría mundialmente la solidez revolucionaria de su
gobierno; su ilimitado compromiso anticapitalista y antimperislita. Sobre todo,
una “demolición perfecta” que tendría un alto contenido político e ideológico.
Un alto contenido “anticapitalista” y “antimperialista”; y, sobre todo, según,
“antisionista”. Demoler; seria, implosionar; en solo minutos; la torre
levantada por un capitalista, banquero, corrupto puntofijista por antonomasia;
agente imperialista, etcétera; y, judío;
que pretendió construir el hito urbano más alto de Caracas; será un golpe moral
y material noble al capitalismo, al imperio. Pero sobre todo, en la coyuntura
de la masacre israelí, sionista, de palestinos en Gaza; ante la neutralidad
mundial; hacer desplomar esa torre David, según, símbolo en Caracas del
sionismo internacional; sería equivalente a la destrucción por Al Queda de las
Torres Gemelas de Nueva York. La Torre David sería las Torres Gemelas de NY de
Maduro.
Caracas agosto de 2014.-
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