Redacción
A partir de hoy viernes 6/6 está
accesible vía Internet (en http://t.co/QZ3IwDDD8K o en http://issuu.com/ellibertario/docs/libertario73)
la nueva edición del vocero ácrata de propuestas e ideas para la acción. Aún
nos falta reunir parte de lo necesario para costear la versión impresa, por lo
que reiteramos el llamado a compas, amigos y colaboradores para que nos hagan
llegar su aporte solidario, con el cual contamos para tener el número en la
calle en un lapso no mayor de dos semanas.
El contenido de la edición va
así:
- Editorial
- A veces llegan cartas…
- La Foto
- DoblePensar
- El discreto encanto de la
boliburguesía
- Notas Breves
- Libertad a todos los presos por
protestar
- La rebelión contra el status
quo
- La MUD se hunde, ¡hagamos peso!
- Megaguiso en vivienda
- ¿Qué tal esos mil-millonario$
tras 15 años de revolución socialista?
- De la pobreza y sus
estadísticas
- Terrorismo: Criminalización
para ponernos “rodilla en tierra”
- El neomilitarismo en cuerpo
presente
- Por la disolución de la GNB y
todos los cuerpos represivos
- Hablan Gloria y Carlos, habla
el Táchira
- La institucionalización del
paramilitarismo
- ¿Medios alternativos? ¡se
buscan!
- Sencillito: Maduro marcha de la
mano del FMI
- Hay escasez, pero tenemos
patria
- Entrevista con Vladimir
Aguilar, del Grupo de Trabajo de Asuntos Indígenas – ULA
- Infografía: Transnacionales
energéticas hoy en Venezuela
- Movimiento socio-ambiental,
neo-extractivismo y “Socialismo del S. XXI”
- Entrevista con el fotógrafo Nelson
Garrido
- El satélite Miranda, ¿mira y
anda?
- En Brasil hay jogo bonito enfrentando al Capital y el
Estado
- Correa y la campaña AntiChevron
- Cherán (México): 3 años sin
partidos, sin gobierno y sin violencia
- Colombia: Militarización al
servicio del extractivismo
- Primavera Libertaria en La
Habana
- ¡No más armas para
Latinoamérica!
- Serbia, USA, España: El
malestar globalizado
- Cambiando el mundo en la
sociedad red
- Infografía: Medidas de
seguridad para volantear
- El anarquismo constructivo
- La Casa de la Costa
- Leer Libera
- Los mitos del sionismo en el
cine
- Series: Hijos del Tercer Reich
- Reseña de discos
Como anticipo, para estimular la
colaboración que nos es tan necesaria, aquí va el…
::Editorial, El Libertario #
73
La muerte de Hugo Chávez cerró un ciclo en Venezuela. Por eso, toda la
conflictividad reciente debe ser entendida como parte de la turbulencia de la
transición de un modelo de gobernabilidad a otro; de uno basado en la
concentración de poder en una persona a un esquema de gobierno en que la
dominación será realizada por una cúpula que, como toda oligarquía con
intereses, deberá hacer acuerdos y negociaciones a diferentes niveles. Esta
crisis terminal del modelo creado y dirigido por Hugo Chávez evidentemente
tiene sus expresiones políticas, pero es en la situación económica y social
donde con claridad es constatable su inviabilidad debido a la ausencia física
del caudillo de Sabaneta. Desde El
Libertario hemos argumentado, a partir del año 2002 por lo menos, que el
proceso bolivariano a pesar de sus especificidades ha sido una continuación, y
no una ruptura, de la cultura de ejercicio del poder presente en el país
durante todo el siglo XX. Por ello, la crisis no es sólo del
“chavismo-bolivariano”, sino en general del capitalismo rentista energético que
el gobernante fallecido llevó hasta sus últimas consecuencias, en sintonía con
la globalización y bajo el particular calificativo de “socialismo petrolero”.
Uno de los reconocimientos del final de un modelo concreto de
dominación ha sido el anuncio por parte de Nicolás Maduro de la aplicación
progresiva de un paquete de medidas económicas que, como cualquiera puede
constatar, han sido sugeridas y alentadas tanto por los economistas ligados a
los organismos multilaterales e internacionales como por los vinculados a la
oposición y el sector empresarial privado. La única diferencia ha sido la
velocidad en que los “ajustes” deben implementarse. La economía fue quebrada no
sólo por su errático manejo, sino por la escandalosa corrupción amparada bajo
la fidelidad política. Como reconocieron altos funcionarios 20.000 millones de
dólares –que se dice rápido- fueron entregados por Cadivi (organismo estatal
que maneja el tráfico de divisas extranjeras) a empresas que no existían. Y
para lo único que ha servido esta denuncia es para el chantaje: Si se debilita
su apoyo, los beneficiarios del festín de petrodólares serían revelados. La
ostentación y la corrupción se han extendido entre los medianos y altos
funcionarios públicos, quienes a estas alturas ya no dedican sus esfuerzos en
“el proceso”, sino al blanqueo de capitales y la negociación de impunidad ante
el inminente cambio de las circunstancias. Mientras el sector militar, con
Diosdado Cabello a la cabeza, funciona como el verdadero partido de gobierno,
el Ejecutivo entrega todo lo hipotecable a las transnacionales energéticas,
ante la necesidad de recibir algunos dineros que extiendan más días su agonía.
Y quienes pagamos con creces todos los costos de la crisis seremos los de
siempre, los sobrevivientes con salario mínimo, los trabajadores cada vez más
precarizados, la gran mayoría de la población del país.
No sabemos cuánto puede durar esta transición, que tendrá diferentes
momentos de conflictividad, pero desde
ya advertimos sobre su desenlace. Los factores de poder la resolverán por la
vía electoral, donde el chavismo a pesar de la posibilidad de perder la
hegemonía del control político del país conservará importantes cuotas de poder
a diferentes escalas de la arquitectura estatal. El Gran Polo Patriótico
(alianza de partidos en el gobierno) y la Mesa de la Unidad Democrática
(agrupamiento de la oposición socialdemócrata y de derecha), como plataformas
electorales que son, acordarán unas nuevas elecciones que recompongan su
maltrecha representatividad, sacrificando como responsable de los descalabros a
Nicolás Maduro y algunos de sus allegados, no más.
Ante este escenario como anarquistas nuestras tareas son claras. La
primera el rechazo y la denuncia de la represión estatal, garrote que hoy se
usa contra algunos pero que mañana sus mecanismos, perfeccionados por el uso y
“normalización”, serán utilizados contra cualquiera que proteste por sus
derechos o se rebele contra el poder. La segunda es agravar la crisis de
representatividad, que apenas está comenzando, contra la clase política que ha
venido dirigiendo este país, tanto del chavismo como de la denominada
“oposición”. Revelar los intereses comunes de ambos sectores en el
mantenimiento de un modelo de dominación que necesita la desmovilización
autónoma de la gente, y la subordinación de sus propias demandas y deseos a las
agendas ocultas de los partidos. En tercer lugar la paciente pero imperante
necesidad de la reconstrucción de un tejido social independiente, flexible y
descentralizado, que permita el nacimiento de un movimiento social autónomo y
beligerante, cuya expansión signifique un contrapeso a los diferentes poderes,
estatales y privados, con diferentes emprendimientos que cambien, aquí y ahora,
la gestión de la miseria cotidiana realizada por el madurismo y sus falsos
críticos por una vida que merezca realmente ser vivida.
Después de una edición exclusivamente digital, debido a la crisis de
suministro de papel en el país, volvemos al papel, intentando mantener el
diálogo con todos los deseos de cambio que se expresan en la calle, tanto en
las bases de lo que circunstancialmente hoy se conoce como “chavismo” y
“oposición”, pero especialmente en quienes al no reconocerse bajo esas etiquetas
han guardado por mucho tiempo silencio, pero ahora están articulando sus
primeros “No”, la palabra que para Albert Camus identifica a los hombres, y
mujeres, rebeldes.
[Para más información actualizada desde y sobre Venezuela en la óptica
ácrata, ver:
twitter: @pelibertario
ellibertario@nodo50.org -
ellibertario@hotmail.com.]
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