Por Andreas Speck
"El Estado es una condición, una cierta relación entre seres
humanos, una forma de comportamiento humano; que destruimos estableciendo otras
relaciones, comportándonos de manera diferente, con uno y con el otro." Gustav
Landauer1
Los movimientos o campañas noviolentas tienen como objetivo
cambiar la sociedad – o incluso hasta la revolución. En su camino es muy
probable que se enfrenten a las estructuras del poder que quieren prevenir el
cambio. Un entendimiento del poder – de las distintas formas y expresiones del
poder – es crucial para cualquier movimiento para un cambio social.
La mayor parte de la gente tiene unas determinadas
suposiciones sobre el poder. El poder esta colocado en el gobierno (que puede
ser elegido democráticamente o no), en las corporaciones grandes y
multinacionales, en la prensa, en las instituciones internacionales, para
mencionar solamente algunas. Todas estas respuestas incluyen algo de la verdad,
pero ¿cómo se ejerce su poder? ¿De dónde viene?
Este articulo tiene como objetivo explorar un entendimiento
noviolento del poder, de las formas del poder a las que se opone la
noviolencia, pero también de las formas y expresiones del poder que quiere
crear y promover. Porque el poder se necesita para un cambio social – un cambio
revolucionario. La claridad sobre las formas del poder a las que nos oponemos y
sobre las formas del poder que queremos, puede ayudarnos a evadir la “trampa
del poder” de la recreación de estructuras de dominación después de la
derribada de los poderes de hoy.
Una teoría noviolenta del poder
Cuando hablamos del poder, en la mayoría de los casos nos
referimos a algo que se puede llamar poder-sobre, el poder de los gobiernos o
de las corporaciones (o de otras estructuras de poder como el patriarcado o el
heteronormatismo) para imponer sobre nosotros lo que consideran conveniente.
Pero el poder-sobre es solamente una forma del poder. Hay
otras, y una categorización de otras formas del poder usada frecuentemente
incluye poder-con, poder-en-relación-con (o poder-para), y poder-dentro2.
Poder-dentro: El poder dentro está relacionado con el
sentimiento de una persona sobre su valor y su conocimiento propios. También,
es la capacidad de imaginar y tener esperanza. Por un lado significa comprender
la propia situación de adaptación, dependencia y opresión y querer salir de
ella. También significa el convencimiento de que cada persona tiene la
posibilidad de influenciar en su situación de vida y de cambiarla. Desarrollar
y realizar su propio poder-dentro es una parte crucial de cualquier proceso del
empoderamiento.
Poder-con está relacionado con encontrar una base común con
otra gente y con la creación de una fuerza colectiva. Nace la conciencia de no
ser la única persona afectada por una situación sino que también otrxs viven la
misma experiencia. De esto se puede llegar al entendimiento que unx no tiene la
culpa de su destino, sino que muchas veces es el efecto del modelo político o
estructural. Ese entendimiento y la cooperación en el grupo, puede reforzar
considerablemente el sentimiento de valor propio. Así, no cada quien sólo tiene
que buscar caminos para manejar la situación, sino que se puede luchar juntxs
para un cambio. El grupo da la opción de juntar capacidades y conocimientos y
de apoyarse mutuamente. Las campañas y los movimientos pueden continuar aún
cuando algunas personas se dediquen a otros asuntos.
Poder-con está relacionado con el poder de los numerosxs, el
poder colectivo que creamos cuando nos juntamos con otrxs, cuando formamos
organizaciones, redes y coaliciones.
Poder-en-relación-con (poder-para) se refiere a nuestros
objetivos y a las relaciones con los poderes dominantes. Es el poder para
lograr ciertos objetivos y abre la posibilidad de la acción colectiva para el
cambio social3 Se trata de la pregunta: "¿Qué ventajas tiene un movimiento
noviolento frente a las políticas inalterables y corporativas del poder
institucional?"4
Cualquier movimiento noviolento tiene que crear procesos de
empoderamiento que desarrollen y fortalezcan esas formas del poder para
confrontar lo que se entiende normalmente cuando hablamos sobre poder:
poder-sobre.
Confrontando el poder-sobre
Poder-sobre – o simplemente poder – como entendido por la
mayoría de los movimientos noviolentos no es nada estático. Un gobierno no
tiene el poder solamente por qué es el gobierno – no importa si es una
dictadura militar. La persona o grupos de personas en el poder – los gobiernos
– no tienen mas poder en si mismo que cualquier otro ser humano. Si ese es el
caso, el poder tiene que venir desde fuera de la persona (o grupo de personas),
como explica Gene Sharp.5
Fuentes de poder
Si el poder no es intrínseco en las elites políticas, tiene
que venir de otras fuentes externas. Estas fuentes externas incluyen la
autoridad (la aceptación por parte de la gente del derecho de las elites a
mandar), recursos humanos (lxs seguidores de la elite con sus conocimientos y
habilidades), factores intangibles (como consideraciones psicológicas y
acondicionamiento ideológico), recursos materiales y el tipo y el alcance de
las sanciones disponibles a los poderes. Estas fuentes del poder en su turno
dependen de la obediencia y cooperación de la gente. La relación entre el orden
y la obediencia es interactiva y el poder-sobre solamente se puede ejercer con
el cumplimiento pasivo o activo de lxs subordinadxs. O, como lo expresa Sharp:
“Un análisis mas detallado de la fuentes del poder de lxs gobernantes indicaría
que dependen íntimamente de la obediencia y cooperación de lxs súbditxs.”6
Sería demasiado simplicista decir que la gente obedece
solamente por el miedo a las sanciones – sanciones legales como multas o
condenas de prisión, la amenaza de violencia, o la muerte. Mientras el miedo
podría ser la razón dominante en dictaduras extremamente violentas,
generalmente otras razones son mas importantes para el cumplimiento. Costumbre
(o tradición) posiblemente es una razón mucho mas importante – estamos
acostumbrado a obedecer (generalmente) y, sin cuestionar nuestra obediencia, no
vemos ninguna razón por qué no obedecer.
Una tercera razón la podemos llamar “obligación moral”: por
los valores sociales o religiosos nos sentimos obligadxs moralmente (no
necesariamente legalmente) a obedecer, para no desviar de las normas y vías
aceptadas en la sociedad. Eso tiene mucho de ver con el “poder-invisible”
(véase abajo).
Muchas veces cooperar con el poder podría ser en nuestrx
interés propio. Hay algo que ganar de la cooperación – la reputación,
beneficios monetarios, o la obtención de una pequeña cantidad de poder.
Posiblemente nos identificamos con lxs poderes, y por eso
obedecemos, o no vemos la cosa como algo importante.
Y por fin posiblemente nos falta la confianza propia y nos
sentimos impotentes (una falta de poder-dentro).
Esto no quiere decir que siempre sea fácil desobedecer.
Somos parte de una red de relaciones y estructuras de poder que muchas veces –
supuestamente – nos dejan pocas opciones excepto obedecer. ¿Cómo podemos
desobedecer al capitalismo cuando tenemos que ganar dinero para satisfacer
nuestras necesidades básicas? Mientras una desobediencia total muchas veces nos
parece imposible, frecuentemente hay distintos niveles del cumplimiento con las
demandas del poder-sobre, que podemos usar para crear resistencia.
Un movimiento social con el objetivo del cambio social – y
no solamente de sustituir un gobierno por otro – tiene que tratar esos motivos
del cumplimiento con el poder-sobre para retar las relaciones del poder y crear
distintas formas de poder como movimiento social.
Poder visible, oculto e invisible
Puede ser útil mirar al poder-sobre también desde otra
perspectiva que es de una manera relacionada con las fuentes del poder. Podemos
llamarlas las “dimensiones” o “niveles” del poder-sobre.
Poder visible
Poder-sobre puede ser muy visible. Incluye las normas
formales (la constitución de un país o de una organización, leyes) que podrían
establecer relaciones del poder-sobre, estructuras, etc. Además incluye la
amenaza de sanciones, tanto de sanciones legales como amenazas conocidas, por
ejemplo de detenciones arbitrarias, tortura, etc., que son diseñadas para
prevenir que la gente pida sus derechos.
Poder oculto
Poder-sobre también puede ser oculto en el sentido que no es
necesario tomar decisiones que son obvias y visibles y que podrían exponer el
poder. Un ejemplo es el poder de fijar la agenda: qué cosas son suficientemente
importantes en una sociedad para ser debatidas en el lugar donde se toman
decisiones. ¿Quién lo decide? Puede ser relacionado con el control de los
medios de comunicación (que tienen un papel importante en fijar agendas), pero
además con las decisiones sobre quién participará en la discusión sobre ciertas
cosas y en la toma de decisiones formales. Mientras el proceso de la toma de
decisiones puede aparecer democrático, el poder-sobre se ejerce a través de
dejar ciertos temas fuera de la agenda o de excluir los grupos mas afectados de
la participación en la toma de decisiones.
Poder invisible
Poder-sobre también puede ser completamente invisible. Le
mantienen fuera de la mente y de la conciencia incluso de los más afectados.
Por influir como individuos piensan sobre su lugar en el mundo, este nivel del
poder-sobre contribuye a moldear las creencias de la gente, su sentimiento de
si mismos, la aceptación de su supuesta superioridad o inferioridad.7
De muchas maneras el poder-invisible está estrechamente
relacionado con lo que Johan Galtung llama la “violencia cultural”8, que sirve
como legitimación tanto de la violencia personal como de la violencia
estructural o de la existencia del poder-sobre. Como explican VeneKlasen y
Miller: “Los procesos de socialización, la cultura y la ideología perpetúan la
exclusión y la desigualdad definiendo lo que es normal, aceptable y seguro.”
Contribuye a lo que Sharp llama la “obligación moral” a obedecer (véase
arriba).
El patriarcado en las sociedades en las que éste no se
cuestiona y en las que es aceptado mayoritariamente, se puede ver como una
forma del poder-invisible. El heteronormatismo o el sistema binario del género
son otros ejemplos del poder-invisible.
Empoderamiento social – promover el poder que queremos
“La forma mas común en que a la gente se le quita su poder
es pensar no tenerlo.”
Alice Walker
Como movimientos sociales para un cambio social, que son
distintos de los partidos políticos (que posiblemente quieren entrar en el
gobierno) no nos interesa adquirir poder-sobre, más bien queremos limitarlo. En
primer lugar tenemos que desarrollar el poder-dentro de cada unx de nosotrxs a
través del empoderamiento. Es un prerrequisito para desarrollar el poder-con y
poder-en-relación-con o poder-para.
Estas tres formas del poder se influyen y se fortalecen
mutuamente. El deseo de lograr ciertos objetivos (poder-en-relación-con) puede
fomentar el poder a actuar y juntarse con otrxs (poder-con). El grupo pasa el
poder al individuo (poder-dentro) – y al revés.
Para desarrollar estas formas del poder tenemos que asegurar
que nuestro trabajo o activismo facilitará procesos del empoderamiento. Estos
procesos muchas veces empiezan desde una experiencia de una crisis, de un
cambio de las circunstancias personales, que puede contribuir al entendimiento
de que unx tiene que asumir la responsabilidad por su propia vida, el deseo de
un cambio. A juntarse con otrxs en una situación similar o con intereses
similares las personas empiezan a sentir que no están solas y actuando con
otrxs obtienen más confianza. Con la acumulación de experiencias desarrollan un
entendimiento mejor de las causas estructurales de sus problemas, pero también
empiezan a retar sus posiciones asignadas tanto en su vida personal como en el
grupo.
Por fin, pueden llegar a un nivel que Wolfgang Stark llama
“paciencia ardiente”9, parafraseando un poema de Arthur Rimbaud: “Al alba,
armados de una ardiente paciencia, entraremos en las espléndidas ciudades”.
Este nivel se caracteriza por una conciencia del propio poder de cambiar el
mundo (juntos con otrxs) y un deseo ardiente de hacerlo, pero en combinación
con un entendimiento del tiempo necesario para los procesos del empoderamiento
y, más generalmente, para un cambio social y la paciencia necesaria para
facilitar y promover procesos del empoderamiento en otras personas. Los niveles
no se pueden ver como lineales, más bien como entrelazados y que pueden ocurrir
paralelamente.
Una cultura del grupo que facilita el empoderamiento se
caracteriza por la posibilidad de obtener nuevas habilidades, la facilitación
de relaciones sociales, comportamiento de competencias y de la toma de
decisiones (por ejemplo por consenso) y una estructura abierta del liderazgo10.
Nuestros grupos y organizaciones tienen que ser al mismo tiempo organizaciones
empoderando – significa organizaciones que facilitan y promueven los procesos
del empoderamiento de sus miembros – y organizaciones empoderadas, que se
centran el en uso de su poder-en-relación-con para lograr los objetivos de sus
campañas.
Notas:
1En: Martin Buber, Caminos de Utopía. Fondo de Cultura
Económica, México, 1991
2Véase, por ejemplo: Lisa VeneKlasen con Valerie Miller: Un
Nuevo Tejido del Poder, los Pueblos y la Política. Guía de Acción para la
Incidencia y la Participación Ciudadana. World Neighbours & Asia
Foundation, 2002
3Véase: Julia Kraft y Andreas Speck: Noviolencia y
Empoderamiento Social. 2001,
http://andreasspeck.info/es/contenido/noviolencia-y-empoderamiento-social
4Howard Clark: More power than we know. Peace News No 2422,
February 1998
5Gene Sharp: Social Power and Political Freedom, Porter
Sargent Publishers, Boston, 1980
6Gene Sharp: The Politics of Nonviolent Action, Part One:
Power & Struggle, Porter Sargent Publishers, Boston, 1973
7Lisa VeneKlasen con Valerie Miller: Un Nuevo Tejido del
Poder, los Pueblos y la Política. Guía de Acción para la Incidencia y la
Participación Ciudadana. World Neighbours & Asia Foundation, 2002
8Johan Galtung, “Cultural Violence,” Journal of Peace
Research 27 (1990): 291–305.
9Wolfgang Stark: Empowerment – neue Handlungskompetenzen in
der psychosozialen Praxis. Freiburg, 1996
10Véase: Julia Kraft y Andreas Speck: Noviolencia y
Empoderamiento Social. 2001,
http://andreasspeck.info/es/contenido/noviolencia-y-empoderamiento-social
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