Casa de la Mujer Juana Ramírez La Avanzadora - Maracay
Apenas hace unos días murió Anaís Osío, candidata al miss Aragua 2014, conocida como la 'Reina de las pulgas' por su exitosa participación en la comedia Caribe Concert, un chica que aspiraba con entusiasmo declarado llegar a ser Miss Venezuela [Ver nota informativa en http://www.20minutos.com/noticia/12400/0/candidata-miss-venezuela/dieta-extrema-genesis-carmona/anais-osio-muerte]. En su perfil ella se asumía como estudiante de comunicación social y futura miss, pero le sobrevino un infarto fulminante. Su historia nos dice que padecía de una cardiopatía congénita y que en 2013 fue intervenida quirúrgicamente; posteriormente también se sometió a una cirugía estética de senos y a una liposucción. Lo supuestamente determinante para su salud, fue una dieta estricta con la que perdió 30 kilos, aunque Osmel Sousa, el zar de la belleza, le había aconsejado que bajara solamente 20, según lo que contó Anaís en un video.
La lamentable muerte de Anaïs, convoca de nuevo a la reflexión sobre el cuerpo de las mujeres y los concursos de belleza en nuestro propio contexto. El tema de las mises es un argumento socialmente glorificado antes de empezar a hablar y tiene poca receptividad, diríamos que muy poca si se aborda críticamente y, además, molesta que un asunto de tanto” prestigio”, con tanta resonancia mundial e identidad nacional, tenga que debatirse, cuando está a la vista que las mujeres “venezolanas son las más bellas del mundo” y esto, “no se puede negar”, hay que potenciarlo, seguir por este camino y disfrutarlo con orgullo nacional. A poca gente le gusta tratar temas en torno a un concepto de belleza que se impone por encima del sentido común y de la salud, una imposición que se vive desde la infancia y en todos los espacios sociales. A pesar de los estragos y complicaciones que causa el mito de la belleza, supuestamente arco y flecha contra toda infelicidad, el éxito de la belleza no atiende razones ni muchos límites, el discurso de los beneficios sociales,económicos y personales, sobrepasa cualquier dimensión lógica, en especial cuando esta se tramita en familias deseosas del encumbramiento de una de sus integrantes.
Aquí no se fabrican ni eligen reinas ni reinitas ni mises ni mini mises, debería ser el letrero colgado en las puertas del país.
La Barbie humana
Valeria Lukyanova, es una mujer de 28 años con cuerpo de Barbie, conocida como la Barbie humana. Aparentemente, esta situación es su razón de vida según lo muestra en su Facebook.
A pesar de las críticas que de vez en cuando aparecen en el mundo de la moda y la publicidad por las exigencias de la reducción de tallas para hacer de la 34 - 36 tallas normales - unos 50 kilos de peso- prevalecen las modelos famélicas y caras pálidas.
La controversial fotógrafa australiana Jessica Ledwich mantiene su actividad artística crítica sobre esta situación. En la serie de fotografías tituladas "The Ferocius, Monstrous Feminine”, muestra desde su perspectiva la presión a la que se someten muchas mujeres para “alcanzar el canon de belleza imposible”. Con su última serie, dura y carnicera, “ha traspasado fronteras, precisamente por el tema que trata, y ha conseguido cobertura mediática desde Australia y Nueva Zelanda hasta Estados Unidos, pasando por Rusia, Alemania, España, Italia, Francia y Reino Unido.”
Para Jessica Ledwich los problemas ocasionados - trastornos alimenticios como la anorexia o la bulimia, depresiones, muertes - por los estándares de belleza femenina en la sociedad occidental, millones de mujeres se ven afectadas en todo el mundo. La cirugía plástica a que se someten con el mismo objetivo, forman parte de los riesgos innecesarios promovidos desde la industria del cuerpo. “Ser nosotras mismas y querernos tal y como somos debería ser 'el último grito' de esta nueva temporada primavera-verano.”, es la invitación de la artista audiovisual. Las perturbadoras imágenes que ha creado se pueden ver en www.jessicaledwich.com.
Otra Barbie
Samantha Humphreys es otra fotógrafa, autora de una serie de imágenes provocadoras producto de la relación que expone: Barbie víctima de violencia doméstica. La muñeca nacida en 1959, como modelo de la mujer perfecta, asociada con la vida superficial a pesar de los intentos vincularla con cientos de profesiones y actividades: veterinaria ,ejecutiva, candidata presidencial, futbolista, oficial US Army, cantante, etc., en su propuesta, aparece Barbie con signos de violencia en su rostro, siempre sonriente, siempre bella, pero engañada, con golpes y hasta sangre.
Podríamos asociar estas imágenes con el mundo real que no exime de la violencia a las mujeres de ninguna profesión, a pesar de la tendencia a la negación y al disimulo, a veces por razones de estatus y/o desconocimiento del funcionamiento del sistema patriarcal; tampoco desaparece la marca de la Barbie en ciertos grupos de mujeres, independientemente de sus profesiones.
En su blog [http://samhumphreys.files.wordpress.com], Samantha Humphreys explica que la serie de diez imágenes llamada "What If?”, ¿Qué es?, también explora la inseguridad, la soledad, la enfermedad y la adicción, se basa en la cuestión teórica de “Qué pasaría si tuviéramos que enseñar a nuestras hijas/os a una edad temprana las duras realidades a las que una parte de ellas/os se tendrán que enfrentar (…)”, al tiempo que aclara que su trabajo no está concebido como una herramienta educativa.
Sin embargo, sería necesario seguir reflexionando y considerar la posibilidad de usar determinadas imágenes de manera pedagógica. Raiza, una educadora de experiencia, cuenta que después de hablar de la guerra y la violencia social, familiar y contra las mujeres, las imágenes que producen en el aula las y los niños, en muchos casos, reflejan las consecuencias de las mismas en los cuerpos de las figuras representadas. Ella propicia el análisis en conjunto como una herramienta pedagógica, aunque siempre prive, dice ella, el miedo de abordar la realidad de manera descarnada, aunque la realidad y la experiencia de un grupo pequeño o grande, puedan superar lo representado.
[Texto tomado de la columna "Género Mujer", del diario El Siglo, Maracay, 23/4/2014.]
Apenas hace unos días murió Anaís Osío, candidata al miss Aragua 2014, conocida como la 'Reina de las pulgas' por su exitosa participación en la comedia Caribe Concert, un chica que aspiraba con entusiasmo declarado llegar a ser Miss Venezuela [Ver nota informativa en http://www.20minutos.com/noticia/12400/0/candidata-miss-venezuela/dieta-extrema-genesis-carmona/anais-osio-muerte]. En su perfil ella se asumía como estudiante de comunicación social y futura miss, pero le sobrevino un infarto fulminante. Su historia nos dice que padecía de una cardiopatía congénita y que en 2013 fue intervenida quirúrgicamente; posteriormente también se sometió a una cirugía estética de senos y a una liposucción. Lo supuestamente determinante para su salud, fue una dieta estricta con la que perdió 30 kilos, aunque Osmel Sousa, el zar de la belleza, le había aconsejado que bajara solamente 20, según lo que contó Anaís en un video.
La lamentable muerte de Anaïs, convoca de nuevo a la reflexión sobre el cuerpo de las mujeres y los concursos de belleza en nuestro propio contexto. El tema de las mises es un argumento socialmente glorificado antes de empezar a hablar y tiene poca receptividad, diríamos que muy poca si se aborda críticamente y, además, molesta que un asunto de tanto” prestigio”, con tanta resonancia mundial e identidad nacional, tenga que debatirse, cuando está a la vista que las mujeres “venezolanas son las más bellas del mundo” y esto, “no se puede negar”, hay que potenciarlo, seguir por este camino y disfrutarlo con orgullo nacional. A poca gente le gusta tratar temas en torno a un concepto de belleza que se impone por encima del sentido común y de la salud, una imposición que se vive desde la infancia y en todos los espacios sociales. A pesar de los estragos y complicaciones que causa el mito de la belleza, supuestamente arco y flecha contra toda infelicidad, el éxito de la belleza no atiende razones ni muchos límites, el discurso de los beneficios sociales,económicos y personales, sobrepasa cualquier dimensión lógica, en especial cuando esta se tramita en familias deseosas del encumbramiento de una de sus integrantes.
Aquí no se fabrican ni eligen reinas ni reinitas ni mises ni mini mises, debería ser el letrero colgado en las puertas del país.
La Barbie humana
Valeria Lukyanova, es una mujer de 28 años con cuerpo de Barbie, conocida como la Barbie humana. Aparentemente, esta situación es su razón de vida según lo muestra en su Facebook.
A pesar de las críticas que de vez en cuando aparecen en el mundo de la moda y la publicidad por las exigencias de la reducción de tallas para hacer de la 34 - 36 tallas normales - unos 50 kilos de peso- prevalecen las modelos famélicas y caras pálidas.
La controversial fotógrafa australiana Jessica Ledwich mantiene su actividad artística crítica sobre esta situación. En la serie de fotografías tituladas "The Ferocius, Monstrous Feminine”, muestra desde su perspectiva la presión a la que se someten muchas mujeres para “alcanzar el canon de belleza imposible”. Con su última serie, dura y carnicera, “ha traspasado fronteras, precisamente por el tema que trata, y ha conseguido cobertura mediática desde Australia y Nueva Zelanda hasta Estados Unidos, pasando por Rusia, Alemania, España, Italia, Francia y Reino Unido.”
Para Jessica Ledwich los problemas ocasionados - trastornos alimenticios como la anorexia o la bulimia, depresiones, muertes - por los estándares de belleza femenina en la sociedad occidental, millones de mujeres se ven afectadas en todo el mundo. La cirugía plástica a que se someten con el mismo objetivo, forman parte de los riesgos innecesarios promovidos desde la industria del cuerpo. “Ser nosotras mismas y querernos tal y como somos debería ser 'el último grito' de esta nueva temporada primavera-verano.”, es la invitación de la artista audiovisual. Las perturbadoras imágenes que ha creado se pueden ver en www.jessicaledwich.com.
Otra Barbie
Samantha Humphreys es otra fotógrafa, autora de una serie de imágenes provocadoras producto de la relación que expone: Barbie víctima de violencia doméstica. La muñeca nacida en 1959, como modelo de la mujer perfecta, asociada con la vida superficial a pesar de los intentos vincularla con cientos de profesiones y actividades: veterinaria ,ejecutiva, candidata presidencial, futbolista, oficial US Army, cantante, etc., en su propuesta, aparece Barbie con signos de violencia en su rostro, siempre sonriente, siempre bella, pero engañada, con golpes y hasta sangre.
Podríamos asociar estas imágenes con el mundo real que no exime de la violencia a las mujeres de ninguna profesión, a pesar de la tendencia a la negación y al disimulo, a veces por razones de estatus y/o desconocimiento del funcionamiento del sistema patriarcal; tampoco desaparece la marca de la Barbie en ciertos grupos de mujeres, independientemente de sus profesiones.
En su blog [http://samhumphreys.files.wordpress.com], Samantha Humphreys explica que la serie de diez imágenes llamada "What If?”, ¿Qué es?, también explora la inseguridad, la soledad, la enfermedad y la adicción, se basa en la cuestión teórica de “Qué pasaría si tuviéramos que enseñar a nuestras hijas/os a una edad temprana las duras realidades a las que una parte de ellas/os se tendrán que enfrentar (…)”, al tiempo que aclara que su trabajo no está concebido como una herramienta educativa.
Sin embargo, sería necesario seguir reflexionando y considerar la posibilidad de usar determinadas imágenes de manera pedagógica. Raiza, una educadora de experiencia, cuenta que después de hablar de la guerra y la violencia social, familiar y contra las mujeres, las imágenes que producen en el aula las y los niños, en muchos casos, reflejan las consecuencias de las mismas en los cuerpos de las figuras representadas. Ella propicia el análisis en conjunto como una herramienta pedagógica, aunque siempre prive, dice ella, el miedo de abordar la realidad de manera descarnada, aunque la realidad y la experiencia de un grupo pequeño o grande, puedan superar lo representado.
[Texto tomado de la columna "Género Mujer", del diario El Siglo, Maracay, 23/4/2014.]
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.