Las 335 marchas de Capriles y PJ
“La marcha tiene el sello de la responsabilidad de la Mesa”;
declaró Ramos Allup; de AD; (EU/ 22.11); en relación a la marcha para el pasado
sábado 23, convocada por Capriles; en contra de Maduro. Llamó, por su parte, a
participar unitariamente, para “neutralizar la avalancha publicitaria” del
PSUV; enfatizando que era una convocatoria unitaria de la Mesa; que “tiene
razones suficientes” para hacerla; que no era “autoconvocada” ni “sin ton ni
son”. Que AD convocaba y participaría. Aunque finalmente no lo hizo
En las últimas semanas hubo cuatro llamados oposicionistas a
“tomar la calle”; contra el gobierno, naturalmente; de los “no convocados”, de
“Voluntad Popular”, y de “La Movida Parlamentaria”; tres, con muy limitados
resultados, incluido el primero que fue el tuvo mayor participación e impacto
mediático. Y el último de la semana pasada, propia de Capriles; presencialmente
apoyado por parte, no por toda, la Mesa
de la Unidad. Aunque Ramos Allup hizo una declaración genérica, afirmando su
supuesto carácter unitario, la pertinencia y consistencia de la convocatoria “de Capriles y la Mesa”;
acentuando que era ésta quién convocaba. Sin embargo de tal acento en “la
unidad” y en su carácter corporativo; es
claro que no apuntaba a los “no-convocados” ni a la gente de López ni a los
parlamentarios de “la movida”. Apuntaba era a Capriles, a Primero Justicia; y,
a quienes hoy concurren político-electoralmente en la sectaria y regresiva
estrategia polarizante de dimensionarlo mediáticamente como “El Líder de la oposición”. De convertir la campaña para el 8D en un
duelo entre él y Maduro; en una variante del duelo que él planteó, y que
convirtió en el eje de su campaña para el 8O; según, “entre David y Goliat”,
entre él y Chávez. Punto de su actual línea de polarización, hacia “la
polarización perfecta”. En su rueda de prensa del jueves 22 en que él llamó a
la movilización nacional en los 335 municipios; de acuerdo a lo mostrado por
los medios; estuvieron, solo PJ, UNETE,
VP e individualidades. La mayoría de los miembros de la mesa, incluidos AD y
COPEI, no aparecieron.
Hacia el caprilismo: convertir el 8D en las primarias
para el 2019
El país sabe de la realidad actual de los sectores de
oposición, y en concreto de la MUD; de las confrontaciones y rupturas internas
predominantes, por sobre las alianzas y convergencias. Del cuestionamiento
general a su dirección y particularmente a PJ partido de Capriles; y a él
mismo. Se sabe que no hay tal unidad real. Que más allá de lo específicamente
electoral inmediato de diciembre, en perspectiva, no hay consenso sobre nada; o
casi. Que los apoyos unitarios a los
candidatos designados en las primarias de febrero del 2012, son inerciales, se
mantienen precariamente; y al lapso fijo del 8D. De tal forma que, y como dejó
ver Ramos Allup en el requiebro de su declaración; el llamado de Capriles, no
fué unitario; y menos el hacerlo acompañado por solo una parte de los
integrantes de la Mesa. No solo que no fue unitario; sino que fue
anti-unitario; sectario, hegemonizante.
Capriles está consciente; su comando de campaña, PJ, sus
asesores y los factores de poder que soportan su proyecto político, también lo
están; que la polarización es la condicionante clave para el futuro político de
Maduro; para su consolidación como líder del postchavismo. Que para la
conformación del madurismo; la polarización es tan determinante como para la
conformación del caprilismo. Que la posibilidad concreta de él, de Capriles,
lograr ser proyectado mediáticamente en el líder de la oposición; está cifrada
en que Maduro lo sea del oficialismo; de los chavismos. Y está consciente
igual, que, concretamente, para las elecciones locales; particularmente para
las de alcaldes; la polarización tiene como efecto principal la unificación del
chavismo; al menos parcial y circunstancialmente; de los chavismos propiamente;
que electoralmente está afectado, por la disidencia hasta más que la oposición,
que lo está altamente. Sin embargo continúa promoviendo la polarización;
involucrándose en las campañas municipales todo lo que le permiten los
encuadres político-electorales locales de oposición; haciendo abiertamente por convertirlas en un evento de su
confrontación con Maduro. De hecho en unas especies de primarias precandidaturales
hacia el 2019.
Polarización entre caprilismo y madurismo, negación del
pluralismo y la democracia real
La polarización universal e históricamente ha sido la base
de la concentración del Poder; de su preservación y eternización. Siempre y en
cualquier circunstancia. Aquí igual, es y ha sido así; como una vez más se ha
mostrado con el autoritarismo chavista. Y necesariamente opera “a cuatro
manos”; las de quién la promueve desde el Poder; y las de quien, según,
oponiéndosele, entra en su juego; según, sin opción, en forma inevitable. Aquí
y aunque, el chavismo ya es historia; hoy se sigue jugando a ella como si
Chávez siguiera vivo. Con la diferencia de que ahora el factor activo
polarizante determinante, quién está “sirviendo” es, la oposición; o, está en
la oposición; mientras que el madurismo es quien “está al bate”. Y aunque a
primera vista, no es evidente; la polarización se promueve, es entre caprilismo
y madurismo. ¿Incoherente?. Nó, en cuando a la cuestión del Poder; de lograrlo
o llegar a él como sea, y/o, de preservarlo, como sea. Aunque sí, según el
discurso; del “cambio”, de “llegarle a las bases chavistas”, de conjurar la
abstención, de activar a los “ni-ni”; del discurso supuestamente inclusivo
antiautoritario, democrático. La pretensión de convertir al 8D en un
plebiscito; manejada inicialmente por ambos; y ensordinada sobre la marcha,
igual por ambos; es la negación activa concreta de la retórica del pluralismo y
la dinámica y beligerancia de las minorías en la democracia. Sobre todo
tratándose de una circunstancia electoral, por excelencia espacio de las
minorías y de la pluralidad; como precisamente son las elecciones locales. Si
algo es rescatable del discurso, nada que ver con su actuación, del emergente y
luego renunciante Ecarri; es lo relativo
a los efectos perversos de la polarización en la caótica realidad nacional. Sea
cual sea el discurso; sea cual sea el pretexto; la polarización, es la negación
de la democracia real. El mejor ejemplo a mano; por cierto una referencia para
entender nuestra circunstancia actual: Méjico. El régimen mejicano; verdadera
“dictadura perfecta”, montada sobre un sistema democrático-liberal, con una
polarización extrema, blindada político-institucionalmente.
La verdadera prioridad actual de Capriles no es sacar a
Maduro
La explicación de la incoherencia entre el discurso
pseudo-democrático y la estrategia sectaria polarizante de Capriles y su gente;
está en cuáles son sus prioridades reales. La prioridad real de Capriles no es
que los resultados del 8D muestren la verdadera correlación entre oposición y
oficialismo; el rechazo popular mayoritario al madurismo-(chavismo). Que por lo
demás habiéndolo ciertamente, no se mostrará entonces; porque a nivel local la
gente, solo muy limitadamente, vota por candidatos oficialistas u oposicionistas.
Aunque es menos así, para las alcaldías; en cuyas postulaciones el franquiciado
candidatural y secuestro partidista de tarjetas de votación, permiten
encallejonar a la gente, más que para las concejalías. Ello aparte de que a
niveles locales, al CNE-smartmátic, las condiciones y prioridades
socio-políticas concretas que le marca
en madurismo-chavismo, en esta ocasión, le imponen una más cuidadosa y medida
administración del fraude. La prioridad actuales legitimar el 14A; y al
“arbitro”
La prioridad real de Capriles y su comando de campaña; su
“primera prioridad”; hoy; no es confrontar a Maduro, al madurismo-(chavismo);
y, mucho menos derrotarlo y sacarlo del Poder. Su prioridad actual, inmediata,
es seguir siendo, reforzándose, como el candidato de la oposición para el 2019.
Que la promoción mediática polarizante que tiene y que trata de seguir
teniendo; lo mantenga e imponga definitivamente en la subjetividad nacional,
como el líder máximo, indiscutible, único, del antichavismo. Lograrlo, supone,
previamente, imponerse en la oposición; en la que, a pesar de las
circunstancias y de quienes manejan la MUD; donde es objeto, junto a su partido
PJ; y dentro de éste, su grupo; de un bien amplio rechazo; aceptándosele
todavía solo circunstancialmente, y concretamente como candidato. De tal forma
que imponerse como líder y candidato definitivo del antichavismo, requiere
resolver y mantener resueltos
simultáneamente dentro de la oposición, dos dificultades: el rechazo de
que es objeto, por una parte; y por otra, la competencia a que internamente se
somete su candidatura. Simultáneamente; pero primero y prioritariamente, ésta.
El rechazo y su eventual descarte dentro de la oposición, se neutraliza,
manteniéndose constantemente en campaña; promoviendo la polarización por encima
de todo; mientras sigue disponiendo de
los recursos y apoyo de los factores de poder con que cuenta y que cuentan con
él. Y, haciendo sombra a cualquier posible otro candidato. O sea, acción de
mediano plazo; cuestión de tiempo de resistencia y pulso.
Pero la mayor presión sobre Capriles; inmediata; que lo
empuja al desenfreno canditaural en estos procesos, los locales, en los que
realmente no tienen arte ni parte; a pesar del forzado discurso
polarizante. Al contrario. Que lo
impulsa a la pretensión de que es candidato en los 335 municipios; de que se
votará por o contra él. Viene, esa mayor presión, es de su propio mundo; de su
propio ámbito social y sociopolítico; de las clases medias más altas; y, del
centro; de la centro-derecha partidista-empresarial; en la que se ubican y activan los factores de
Poder en que se soporta su proyecto personal, grupal, partidista. Hay otros
líderes y eventuales candidatos antichavistas; que los hay y en muchos sentidos
mejores que él; que porque están en lo suyo, y/o porque asumen que no les
corresponde; o, porque no tienen el apoyo duro que él sí; no se involucran en las elecciones locales. Entre los que no
están, quienes igual de su mismo “centro”, “se le meten por los palos”;
abiertamente para imponer sus precandidaturas; “sus liderazgos”; para
desplazarlo: López y Machado. Que al igual que él, que Capriles, también y sin
que les corresponda, maratonean todo cuanto pueden el país; con el mismo
discurso polarizante y, según, de apoyo a sus candidatos; y realmente con el
mismo propósito concreto de promover sus propias candidaturas y de luego
mediáticamente hacer ver que localmente se votó fue por ellos; que esos votos
son suyos.
Chávez le quedó debiendo una estatua a Carmona; Maduro se
la debe a Capriles
El proyecto del “caprilismo” está en marcha; su impulso y
pretendida imposición se soportan en la polarización; a pesar de la consciencia
de que ella es el oxígeno básico de Maduro y el “madurismo”. El sinsentido del
involucramieno de Capriles en las elecciones locales apunta solo a eso; a que
de los resultados del 8D; por lo demás ya cantados por el chavismo; que en
concreto no significarán triunfo alguno ni del gobierno ni de la oposición; la
votación no-chavista sea totalizada como caprilista.
Que mediáticamente la votación no-chavista; aunque sea parcialmente y que realmente no sea así,
se totalice nacionalmente como “de Capriles”; significará un golpe triple
mediático: 1.- afirmarse como la personificación del polo antichavista; 2.-
afirmarse como el líder y candidato de la oposición; y, 3.- sacarle ventaja a
los aspirantes más cercanos de centro-derecha, López y Machado.
El efecto más importante de la promoción del caprilismo, en
la diáspora e inestructura que hoy es el chavismo es que propicia la
conformación y eventual consolidación del madurismo. Exactamente en el sentido
contrario a las dos retóricas polarizantes de ambos istmos. DE tal forma que al
igual que Chávez tendría que haberle levantado una estatua a Carmona; por, el
12A, haber sido clave en su regreso al
Poder; Maduro tendría que levantarle una a Capriles; por servirle con la
polarización a su estabilización y eventual conversión en una jefatura del
postchavismo que hoy básicamente solo político-institucionalmente ejerce.
Caracas noviembre 2013
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