Rafael Iribarren
Snowden un héroe
Para todo el mundo, de cualquiera condición
y latitud; salvo para quienes están en el Poder o viven de beneficiarse de él;
Snowden, ex-agente de la CIA, se convirtió en un guerrero de la ética los
derechos ciudadanos y la libertad; hasta en un héroe; y, en trance de ser
convertido en un mártir. Como el soldado Maniing. Y hasta mas, puesto que aquel
develó un delito continuado masivo, practicado por los gobiernos de EEUU y Gran
Bretaña contra todo el Mundo, contra miles de millones; mientras que éste sacó y
entregó información general, reveladora y comprometedora para todos o muchos de
los gobiernos del Mundo; secreta, confidencial, pero no necesariamente
delictual.
Las dos paradojas en que se monta
El caso del ex-agente CIA, aparte de la
cuestión más de fondo de la relación entre Ética y Poder; planteada en el
espionaje masivo a ciudadanos; en nombre de lo que sea; su evasión está montada
en dos paradojas simétricas e inversas. Aunque en el fondo terminan siendo la
misma, expresión ambas de las mismas dinámicas y confrontaciones de poder
mundiales. Luego de entregar la información que tenía, o parte de ella,
sobre las violaciones ilegales
anglo-americanas, de la privacidad de los ciudadanos; Snowen se refugia en
territorios y se pone en manos de los
gobiernos de China y Rusia; igual por lo menos, si no peores, violadores de
cualquiera de los derechos civiles que se les ofrezca en su ejercicio del
poder; que el americano y el inglés. Para luego, en función de asilarse,
moverse hacia regímenes que, aunque a otra escala y con otro alcance; los de
Venezuela y Cuba, y el de Ecuador;
sobretodo y constatablemente los dos primeros, menos el último; demostradamente
y sobre cualquier retórica y en función de la preservación y concentración de poder, tampoco tienen límites en
desconocer y atropellar los derechos humanos que sean; en las condiciones y a
la escala que sea.
Denunciar el espionaje es el delito de
Snowden
El gobierno de los EEUU acusa a Snowden de
traición a la patria, de delinquir contra su país. Cuando lo que hizo, fue
entregar al Mundo las pruebas de que ese
gobierno, delinquía contra la humanidad en general. En concreto se pretende que
el delito no es violar los derechos ciudadanos
de miles de millones, incluidos centenares de millones de
norteamericanos mismos; sino denunciarlo. Indicativo de la verdadera sustancia
del hecho, es que los únicos países que se han pronunciado han sido, los EEUU y
el Reino Unido; China, Rusia, Ecuador y Venezuela. Pero realmente, cualquier
país no atenido a relaciones de sumisión, de sometimiento compulsivo o
vocacional, a los dictámenes imperiales de alguna potencia; en el caso de la
americana y la inglesa; aunque ni se pronuncie ni tome la iniciativa; tiene o tendría
por qué negarse a darle asilo a Snowden. Su acción, obviamente no estando
tipificada como delito específico; impensable que lo estuviera ni nacional ni
internacionalmente; tampoco podría estar en ningún tratado de extradición
convencional que pudiera ser invocado para que se le entregara al gobierno de
su país. Es impensable, inconcebible, que internacionalmente se acepte que
denunciar un espionaje a gran escala, es un delito De tal forma que, en este
caso, apartando circunstancias concretas, ningún país podría invocar cuestiones
de principio ni siquiera, menos, de conveniencia política, para negarle asilo;
lo que explica el mutis sobre la cuestión de casi todo los países del Mundo;
particularmente ante la certeza casi absoluta de que le espera la pena de
muerte.
A pesar de Putín y de Maduro
y su retórica Venezuela estaría obligada a asilarlo
Que Maduro, al igual que Putín, tan
paradójica e inconsistentemente como él; además con una retórica vacía, le
ofrezca asilo al exagente CIA; no relativiza en nada el que en solicitándoselo,
su gobierno le otorgue asilo. Porque sobre los principios y la ética del asilo
de los que Venezuela ha sido históricamente practicante y beneficiario; el
gobierno venezolano, del signo que sea, tiene la obligación de recibirlo.
Snowden como Manning en crisis existencial y de conciencia
En sus declaraciones Snowden junto a de
hecho reclamarse patriota; en nada se identifica como antiamericano; ni como
anticapitalista o antimperialista ni como revolucionario. Como agente de la CIA
ha sido un profesional de la inteligencia y la contrainteligencia, al servicio
de los EEUU; y en contra de sus enemigos; sin que hasta el momento nada
indique, al contrario, que era un infiltrado de algún otro país. Se trata de un agente secreto que en algún
momento, crisis de conciencia o existencial, Viet Nam, Irak, Afganistán,
resolvió abrirse y sacar afuera lo que manejaba. Igualmente, como Manning
empujado por su conciencia; pero que a diferencia de tantos otros
excombatientes que han convertido su
trágica y profunda crisis existencial en absurda violencia sangrienta
contra gente que no tiene nada que ver con su trauma. Quiere decir que la
disposición de Maduro a, sin más, darle asilo si lo solicita, que está por
verse; no tiene el más mínimo contenido
político concreto; menos ideológico.
El “ruido” que precisamente busca crear
Maduro y el pragmatismo de Capriles
Maduro con la retórica, pertinente por lo
demás, sobre la cabrona protección gringa a Posada Carriles; le ofrece el asilo
a Snowden, precisa y exclusivamente, “para crear ruido” en las relaciones con
Washington; actualmente recomponiéndose; por cierto, por mutuo impulso e
interés.
Cuestionar, como hicieron Capriles y otros
voceros de la oposición, que se le ofreciera asilo al ex-agente de la CIA, con
el argumento de que “crea ruido” en las relaciones diplomáticas
venezolano-americanas, especialmente en este momento, es lamentable; además de
poco inteligente, a pesar de la intencionalidad que trasluce. Lamentable porque
niega todo contenido ético a la política; en un caso en el que hasta la
inhibición conllevaría corresponsabilidad en el pisoteo a los derechos y la
condición humana que los EEUU consumarían al condenar, si lo atrapan a Snowden
a la pena de muerte o a cadena perpetua. Lamentable, e inaceptable pragmatismo,
que no tiene otra explicación ni intención posible que el interés de mostrarse
a Washington como “su hombre aquí”.
Pero además, es nada inteligente; al
contrario. Según se señala arriba, la declaración de Maduro no tiene otro
sentido, precisamente, que “crear ruido” hacia la galería chavista; mostrando
un retórico antimperialismo que ni siquiera si finalmente el ex-agente de la
CIA, se asilara en Venezuela, se convertiría en una traba importante para
normalización de las relaciones diplomáticas; en la que los americanos están
tan interesados como los venezolanos.
Vale resaltar que el cuestionamiento de
Capriles a la posición de Maduro, es precisamente el que este quería y quizás
hasta buscaba que se le hiciera. Y que al contrario de desmeritarla, la
refuerza; demostrando un pragmatismo que niega el supuesto contenido ético de
su discurso oposicionista
Caracas
28.06.13
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