Grupo Clotario Blest
Claramente desde la trinchera proletaria y
antiimperialista, contra toda la reacción de los "Capriles", creemos
que es necesario abrir un debate sobre el real contenido de la llamada
"Revolución Bolivariana". Tomamos aquí una nota de los compañeros del
Cordón De Estudiantes Revolucionarios, que puntualiza la situación de la clase
obrera venezolana bajo el régimen chavista.
Siendo una perspectiva bastante
esquemática, creemos que ayuda a la comprensión de las tareas quel proceso
venezolano, plantea a los revolucionario de América Latina. Los retrocesos que
el régimen de Chávez ha importado a los trabajadores son los siguientes:
1º) Liquidación de la libertad sindical,
con el artículo introducido en la Constitución de 1999 -”la mejor del mundo”,
Chávez dixit-, que permite al Consejo Nacional Electoral (CNE) regir las
elecciones sindicales y gremiales en todo el país. El CNE, en complicidad con
el Ministerio del Trabajo, manipuló durante 14 años las elecciones sindicales
como le dio la gana, creando innumerables sindicatos de maletín, logrando la
atomización de las organizaciones del movimiento obrero venezolano. Existe una
regimentación estatal de las centrales obreras creadas artificialmente.
2º) Eliminó las convenciones colectivas en
casi todos las instituciones estatales (ministerios, empresas, etc.) Hubo una
convención colectiva famosa, de los trabajadores del Metro de Caracas, ya
acordada y firmada, que Chávez, manu militari, mandó a parar, eliminándola de un
plumazo.
3º) En PDVSA, por ejemplo, los trabajadores
petroleros pasaron de ser los mejores pagados del país -debido a conquistas
logradas desde hace décadas mediante luchas sindicales durísimas-, a ser de los
peor pagados del movimiento obrero venezolano. Y esto desde el año 2003, cuando
el régimen echó a más de 20.000 trabajadores petroleros. Después de ese año,
perdieron prácticamente todas las conquistas.
Es importante destacar que en
movilizaciones importantes del movimiento obrero de las empresas básicas de
Guayana, por reivindicaciones muy concretas, Chávez amenazó públicamente a los
trabajadores, en cadenas de televisión y radio, con aplicarles la misma
“medicina” que le aplicó a los trabajadores de PDVSA, sin que le “tiemble la
mano”, y con “gas del bueno” -gas lacrimógeno de la “mejor calidad”-.
Han pasado nueve años y el régimen no les
ha pagado las prestaciones sociales a los trabajadores echados de PDVSA,
llegando al extremo de apropiarse del fondo de ahorro, de varios millones de
dólares, propiedad de los trabajadores. Según el régimen se lo tienen bien
merecido por “golpistas” y “traidores a la patria”.
4º) Introducción de la tercerización,
mediante cooperativas -sin ningún derecho a prestaciones sociales y otros
derechos laborales-, en muchas instituciones del Estado.
5º) En Venezuela existe el sicariato
sindical y popular desde hace años. Para más detalles se puede buscar
información en Internet. Por ejemplo, el PSL de Orlando Chirino ha sufrido el
asesinato de ocho de sus dirigentes, mártires de la clase obrera venezolana.
6º) El régimen bonapartista ha formado
grupos de choque, sicarios, en las empresas del estado, que en muchísimas
oportunidades ha disuelto asambleas obreras a tiro limpio, con heridos y
muertos.
7º) El régimen ha introducido artículos
dentro del Código Procesal Penal que permite criminalizar las protestas obreras
y populares. Hay varias centenas de dirigentes obreros con causas penales. El
extremo de la criminalización fue la condena a prisión por siete años y medio
del dirigente obrero Rubén González, de Ferrominera, por dirigir una huelga en
defensa del Convenio Colectivo, incumplido hasta el infinito por la dirección
de la empresa.
8º) El famoso “control obrero” de las
empresas de Guayana, aplaudido por muchas organizaciones de la izquierda
nacional e internacional, en realidad es un plan del régimen para lograr
“obreros controlados”, como afirma Rubén González.
9º) En el plan de desarrollo de un “Estado
Comunal”, el régimen propone acabar con los sindicatos, creando los “Consejos
de trabajadores”, con control absoluto por parte del Estado.
Finalmente, queremos apuntar que el
desarrollo de la revolución en Venezuela, dependerá de la capacidad de la clase
obrera de expulsar del poder y expropiar a la burguesía. El llamado
"socialismo" de Chávez, se acerca al de Perón o al iraní, vale decir
alude a la fuerte presencia estatal en el aparato productivo, pero en modo
alguno soslaya el carácter de clase, burgués, del régimen de que expresa.
Mientras la burguesía venezolana siga en el poder, como sigue hasta hoy, la
posiblidad de un golpe contrarrevolucionario y de una contraofensiva
imperialista, seguirá a la orden del día.
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