Análisis y enfoques de los y las anarquistas venezolanos
expuestos en la publicación CORREO A, la cual circulaba en la época
I.- _Editorial_ (CORREO A, # 9; mayo 1989)
Solo Manuel
Caballero tuvo la claridad de verlo y/o el coraje para decirlo entre quienes
han analizado lo ocurrido. Nadie mas se animó a expresar con todas las letras
lo que sin duda resume que sucedió el 27 de febrero. _Tuvimos una jornada
anarquista_. Sin embargo, es necesario aclarar esta expresión que algunos
confundirán con el saqueo o el desorden.
Fue anarquista
porque hubo un movimiento de todo el común; no solo los del cerro como
despectivamente se les dice, también la llamada clase medía y todos los
asalariados se enfrentaron a quienes de una forma u otra lucran con el sudor
ajeno.
Fue anarquista por
espontáneo, sin jefes o “vanguardia esclarecida” que lo guiara, sin teóricos
que tomaran examen a los participantes. Nació de lo mas hondo de la gente,
bendecido por las abuelas. Creció en la solidaridad de amigos de toda la vida
en el barrio, de hermanos. Desprecio al poder político y a una cuadra de
Miraflores hubo parrilla popular con carne tomada de un mercado vecino.
Fue anarquista
porque si durante años hemos escuchado que todos somos culpables de los males
del país, esta vez si fuimos responsables, pero no culpables, pues el 27/F
rigieron otros valores. No había ese robo que es la propiedad como lo denuncio
Proudhon, todo era de todos. Solo existieron las obligaciones autoimpuestas por
la solidaridad, no había sanciones y se olvidaron los valores de una ley hecha
para beneficio de los explotadores. Fuimos iguales y libres, juntos recuperando
lo que antes nos robaron.
Fue anarquista
porque, como en otros casos semejantes, nada lo frenó. Termino cuando los
protagonistas volvieron a sus casas, a su barrio, exhaustos de una libertad
desconocida. Luego vino la represión a buscar su cuota de muerte, mas en
venganza que en justicia, con toda la fuerza que nunca usa frente a
especuladores, narcotraficantes o quienes saquean al país. Llegó con fusiles,
con tanques y granadas, como bestia en pos de sangre, haciendo meritos con
aquellos a los que siempre defienden y protegen.
El 27/F nos unió a
Paris, a España, a los soviets en mostrar al mundo que toda persona, aun cuando
no lo exprese, identifica a la propiedad y a la autoridad como sus opresores.
La pregunta que queda y que cada uno debe responder es ¿seremos capaces de
hacer permanentes esa libertad e igualdad en una sociedad anarquista?
¿Queremos hacerlo?
Colectivo CÍRCULO A
II.- _27/F: Los mitos que cayeron_
“Creo en los poderes
creadores del pueblo”
Aquiles Nazoa
- “Venezuela
petrolera, una excepción en America Latina...” Demasiado se nos repitió lo
ricos y felices que el petróleo nos hacía, en contraste con los males del resto
de Latinoamérica. No tuvimos que esperar a que se concretara la vieja pesadilla
del agotamiento de los pozos para que la eficiencia expoliadora de los poderes
transnacionales, la burguesía parásita local y ese hatajo de corruptos e
ineptos de la llamada clase política nos llevaran a lo que hoy vivimos: el
turbulento fin del modelo de economía rentista de los hidrocarburos
característico de la
Venezuela post-Gómez; por supuesto, los costos de todo ese
fiasco se le han seguido cargando a un pueblo al que solo se prometen mas penas,
despojado hasta de las ilusiones creadas en 50 años de boom petrolero.
- “Disfrutamos de una
Democracia consolidada y abierta a las reformas que la perfeccionen...” Los
promotores de la democracia burguesa en Venezuela asentaron su oferta en un principio
esencial: la democracia se justifica por ser la mejor manera de modernizar las
instituciones políticas y de redistribuir las riquezas entre la población. Lo
que cueste llevar a cabo tales aspiraciones provendrá de la renta petrolera. Al
contrario de otros países, este sistema no se sostuvo en base al anhelo popular
por regir, en alguna medida, sus propios asuntos; aquí las cosas se
constituyeron de tal forma que la democracia ganó apoyo por su capacidad para
repartir - o simular repartir - la bonanza petrolera. Su crisis de legitimidad
ocurre cuando ya no tiene nada que ofrecer, ni siquiera buenos deseos para el
futuro. Se evidencian entonces los rasgos profundamente anti-democráticos de un
régimen que entiende al colectivo solo bajo la etiqueta borreguil de
gobernados.
No pasan de lo
risible las piruetas reformistas que abundan, especialmente en los últimos
tiempos, en la fauna política criolla. Tecnócratas, leguleyos y demagogos de
variado pelaje pretenden sostener con parches y palabrería una estructura que
ya no da mas. La ultima parida de estos personajes es el paquete económico
actualmente en ejecución, donde por enésima vez en el Tercer Mundo, se descubre
al recetario del FMI como máximo exponente de sabiduría económica y social
contemporánea; mientras que nuestros trasnochados reformadores otra vez
posponen sus lucubraciones de cambio pues, como siempre, “la patria está en
peligro y no es tiempo de utopías aventuradas.”
- “AD y COPEI son
expresión cabal del sentir político de las mayorías...” Lo que anunciaron la
abstención y el desinterés en el pasado torneo electoral, se subrayo
dramáticamente menos de tres meses después: los partidos del status son meras
maquinarias electorales y clientelares en nada representativas de las
aspiraciones ciudadanas. Los partidos son a la vez creadores y criaturas de la
democracia rentista en Venezuela, y cuando la precondición básica de ese
régimen se tambalea, como ahora ocurre con la caída del ingreso petrolero y el
peso de la deuda externa, el efecto no puede ser otro que la impotencia con la
cual la burocracia de los partidos vió esta explosión social donde se manifestó
el peor de sus temores: el pueblo los ignoró por completo. Luego, superado el
susto inicial, prosiguen con su habitual jueguito de mas de lo mismo en la
prensa, el parlamento y la TV ,
ante la gente del común que algo nuevo aprendió sobre ellos.
- “El sector
empresarial esta maduro para mayores responsabilidades económicas y
sociales...” El 27 y 28 de febrero disfrutamos de un espectáculo insólito en
este país: Burgueses al Borde de un Ataque de Nervios. Pero, igual que con los
políticos, el miedo pasó pronto y asumieron con la mayor frescura su habitual
actitud altanera de saqueadores en gran escala y a tiempo completo. Con el
catecismo neoliberal pretenden engatusar a quienes somos testigos de su
continuado enriquecimiento y desenfreno consumista, disfrutado por quienes no
cesan de llamar a la tranquilidad y al sacrificio, la misma burguesía cuyo
escándalo y condena ante la violencia popular no demuestra sino el temor a que
se desarrolle consistentemente la acción autónoma de los de abajo.
- “Los mecanismos de
seguridad del Estado venezolano son profesionalmente idóneos, con vocación
democrática y obedientes a la institucionalidad...” Santiago de Chile y
Santiago de León de Caracas ya se parecen en algo mas que el primer nombre. La
brutal desproporción de la respuesta represiva, con la mayor cifra de muertos y
heridos luego que el pueblo dejó las calles, son muestra de la tenebrosa aptitud
para su oficio de los cuerpos armados oficiales, antes evidenciadas en sucesos
tan diversos como El Amparo, Yumare o aquel paseo de tanques a Miraflores. Las
dramáticas denuncias de ejecuciones, torturas y desapariciones - que ameritaron
la intervención de Amnistía Internacional - recordaron un cuadro habitual en
otras latitudes, que siempre se había pintado como imposible o exagerado para
Venezuela. Así como el pueblo hizo la prueba de futuras acciones de libertad,
la violencia del poder ensayó en grande y sin cortapisas su rutina de terror y
muerte.
- “El pueblo
venezolano está conforme y carece de respuestas propias para afrontar sus
problemas...” Es el mito al que se enfrenta la mayor esperanza: la que surge
cuando finalizan 31 años de comedia democrática, cuando los oprimidos no solo
expresan su furia, sino también inician un camino propio con alentadores
signos, espontáneos y múltiples, de solidaridad y auto-organización. Se
demostró lo que somos capaces de hacer simultáneamente y en un ambiente de fiesta.
Falta mucho por andar pero se dio un gran paso; como nunca antes, el pueblo
entrevió la fuerza de su acción directa y el reto es avanzar por ese camino,
que es la ruta hacía la organización autogestionaría de la sociedad. Hay ahora
una chispa de confianza y de conciencia del pueblo en cuanto a lo que puede por
si mismo que, si logramos que perviva y se extienda, marcará el camino hacía
esa utopía de libertad e igualdad que hoy soñamos algunos pero que mañana
construiremos todos.
A
r m a n d o V e r g u e i r o
(CORREO A, # 9, pp 3-5; mayo 1989)
III.- Lo que Vendrá
El 27/F fue un día
que durará mucho mas que las 24 horas del calendario. Sus efectos se han de
extender por largo tiempo y entre ellos se pueden desprender algunos.
Una clase ha
muerto, la clase política, aunque ella parece que no se enteró. Quedó claro que
su mensaje, como tantas veces lo hemos repetido, solo tiene que ver con la
defensa de sus intereses sectoriales y solo tiene sentido entre los miembros de
sus clanes. El 27/F la sociedad les retiró el poder que decían detentar en
nombre de ella. Quedó claro que no representan a nadie sino a ellos mismos. La
pregunta que nos hacemos es si la población decidirá enterrar a esos muertos,
no restituyéndoles el poder y disolviéndolo en el seno de la sociedad misma, o
si permitirá que ellos, o sus herederos, sigan con mas de lo mismo.
Un grupo que mostró
su doblez y su mentira fue el que integran los sindicaleros de la CTV y la élite empresarial de
FEDECAMARAS, que han dado vueltas y vueltas, y han dicho discursos y discursos
acerca de salarios, crisis, sacrificios, productividad, deuda externa,
culpabilidad de todos y resulta que en horas, movidos por el pánico, nos dieron
un miserable aumento que el 26 de febrero era impensable. Demostraron así estos
dos socios que cuando las papas queman es posible para los trabajadores
conquistar mejoras sin esperar por consensos o negociaciones entre los de
arriba.
Otro grupo cobró
relevancia y ocupó el vacío que dejó la repentina desaparición de los políticos
la semana del 27/F. Fueron los militares y lo hicieron de la única manera que
están preparados para hacerlo: matando, golpeando, destruyendo, humillándonos
con el argumento de tener un arma en la mano. Ellos son ahora la esperanza de
la burguesía y la amenaza para todos los demás. En Latinoamérica se sabe muy
bien cuando se sacan las tropas a la calle, pero nunca se sabe cuando vuelven a
sus cuarteles, si es que vuelven.
Y están los
protagonistas, la gente, el común, nosotros. Nos queda por decidir que hacemos
con esos políticos expertos en engaños y robos, que hacemos con los burgueses
que el 27/F salieron de La
Carlota en sus aviones, que hacemos con la CTV que nos ha mantenido tanto
tiempo anulados, que hacemos para enfrentarnos a la represión que de una manera
u otra, sutil o grosera, se ha desatado contra la colectividad. Todas estas
decisiones y otras de mayor envergadura son, como lo fueron siempre, de nuestra
responsabilidad. Solo que hemos demostrado, sabemos, que podemos hacer que la
tortilla se vuelva, pero... ¿queremos?
M a r i a
n a
(CORREO A, # 9, p. 6; mayo 1989)
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