Por Pablo Hernández
Una vez más en la historia política del país, las eternas bandas de la delincuencia política que desde 1830 y aun antes, se han repartido el poder y compartido el gobierno sirviéndoles a los mismos amos, hacen gala de su característico cinismo, crueldad e hipocresía ante el drama sangriento de las cárceles venezolanas..
Una vez más en la historia política del país, las eternas bandas de la delincuencia política que desde 1830 y aun antes, se han repartido el poder y compartido el gobierno sirviéndoles a los mismos amos, hacen gala de su característico cinismo, crueldad e hipocresía ante el drama sangriento de las cárceles venezolanas..
La desatada e incrementada violencia policial, militar y criminal que sacude al país ha encontrado en la Banda oficial de los “sociolistos revolucionarios” la ya conocida respuesta desvergonzada y perversa a la que estamos acostumbrados: Impunidad, descaro, insolencia, mentiras y falsas promesas. La otra banda delictiva, fiel reflejo de la anterior, denominada “Oposición democrática”, ha asumido su clásica posición de Poncio Pilatos y, fieles a su historia y pasado, descubren hoy el agua tibia y cuan charlatanes de oficio revelan que en las cárceles hay violencia, crímenes, masacres, hacinamiento, que la inseguridad reina en el país y como conclusión de su profundo análisis declaran: El gobierno corrupto del Sr. Chávez es el causante de todo.
Estamos en presencia de una autentica Sociedad Anónima con dos accionistas principales, constituida para el saqueo de este campamento petrolero llamado Venezuela cuyos testaferros políticos - léase bandas políticas-, encargados de repartirse y repartirle la Renta Petrolera a sus amos nacionales y extranjeros, se disputan a brazo partido en un autentico torneo televisado en vivo de mentiras, estafas y manipulación, el voto electoral de los millones de víctimas llamados ciudadanos. El voto del rebaño les da el “derecho” a repartir la mencionada renta de acuerdo a los intereses y poder de cada sector de los verdaderos amos del campamento petrolero: Compañías petroleras mundiales, la banca privada nacional e internacional y la minoría de “industriales y comerciantes importadores”, eternos beneficiarios de la economía de puerto que hoy se llama Venezuela.
Desde que La burguesía en Francia invento la democracia para cubrir sus intereses, ha basado su engaño, en una de las mentiras mejor contadas como es el cuento de “la soberanía popular y la igualdad de todos y todas ante la ley”. La ley que rige el funcionamiento de esta democracia se basa en un principio enunciado por el joven Marx hace ya 170 años: “Para toda oposición “democrática”, la causa de todos los males que padece una sociedad, es el gobierno de turno, mientras que para el gobierno de turno la causa de su fracaso es la acción de sabotaje y conspiración de la oposición.
En esto consiste el famoso juego democrático, cuyo macabro fin es elegir periódicamente a los verdugos de turno y administradores de los negocios colectivos del capital. Lo característico de este perverso juego, es que si al ciudadano común, que padece todos los males de la sociedad, no le gusta el gobierno del momento, puede cambiarlo, votando ”libremente” por cualquiera de las bandas y estafadores políticos que le ofrecen la “verdadera solución” a la crisis. Si resulta, como ya es conocido que el nuevo gobierno es peor que el anterior, la responsabilidad como es de esperarse es del pueblo que no supo escoger o sencillamente se equivoco.
La masacre de la cárcel de El Rodeo, cuya batalla aun no culmina, ha sido el motivo para que nuestras bandas saquen a relucir las mejores armas de su copioso arsenal “ideológico” con miras a la “madre de todas las batallas”: Las elecciones del 2012.
A la oposición se le olvida, que desde Gómez cuando se estableció las bases del moderno Estado Venezolano, ya Nereo Pacheco envenenaba a los presos de La Rotunda con vidrio molido en la comida. Desde aquel entonces y siempre las cárceles son, han sido y serán el infierno terrenal para los pecadores pobres que violan las sagradas leyes del Estado venezolano. Son el antro para el infortunado que no tiene dinero con que pagar al policía que lo detiene, al fiscal que lo acusa o el juez que lo condena.
Se olvida que las cárceles son construidas no para reeducar a nadie, sino como un vulgar deposito de seres humanos cuyo mayor delito es ser necesitado de solemnidad.
Se olvidan que bajo el capitalismo, el reino de la propiedad privada y de la libertad de negocios, que tanto defienden, la aplicación de la justicia y las cárceles son uno de los más lucrativos negocios de este sistema.
Por que hoy, se van a extrañar que en las cárceles haya aparecidos estas singulares y modernas compañías anónimas integradas por los PRANES, Guardias Nacionales y funcionarios penitenciarios. Acaso el sangriento sistema que los PRANES han implantado en los penales con el apoyo abierto de los guardias civiles y militares, no es el fiel reflejo en las prisiones de la explotación, inseguridad y desigualdad social que reina en todo el país.
Acaso Uds. a cada momento con sus ONG y dirigentes políticos, no defienden como profunda explicación que una de las causas de la inseguridad y delincuencia son los bajos salarios que perciben los policías y custodias incluyendo a los vigilantes penitenciarios, entonces porqué extrañarse que estos formen sus propios negocios, y se "rebusquen" para equilibrarse el presupuesto.
Y entonces dónde queda la libertad de industria y comercio que tanto pregonan.
Ah, ¡pero estos negocios son ilícitos! ¡Exclamaran!
Y preguntamos, cuál es el negocio licito bajo este sistema de explotación y humillación. La guerra, la especulación, el fraude financiero, la falsificación de alimentos, el lavado de dinero, el contrabando, el robo y estafa al tesoro público, el sobreprecio, la comisión, la estafa inmobiliaria, las cuotas balón, el IPC en la venta de vivienda, la compra diarias de dólares al Banco Central, la pornografía, la prostitución infantil, la esclavitud moderna en China , La India o en las Maquilas centroamericanas para solo mencionar algunos de los negocios más lucrativos y de “punta” que han proliferado bajo el reino sacrosanto de la propiedad privada y del dinero como su Dios Supremo.
En fin de qué se quejan, ¿de que las cárceles se hayan convertido en un lucrativo negocio? Deberían estar felices de este nuevo triunfo de los emprendedores del desarrollo de la propiedad privada.
¡Ah!, pero el problema es que a los “privados de libertad’, -ahora no son presos-, este gobierno les violan los Derechos Humanos. Y cuál es el gobierno en el mundo, que no los viola. Se olvidan que la razón de ser de todo gobierno, como expresión política de todo Estado, es precisamente violarle los derechos humanos a la mayoría pobre de la población. Y esto no por una razón moral o ideológica, sino por una razón eminentemente económica que Uds. conocen perfectamente y callan miserablemente.
Cumplir y garantizarle a la mayoría empobrecida de la sociedad los Derechos Humanos expresados en las Constitución, significa de hecho acabar con el sistema económico de la propiedad privada y con los negocios del capital. Y eso lo saben Uds. perfectamente.
Veamos un ejemplo sencillo. Uds. saben cuánto costaría cumplir y garantizar entre otros con los siguientes derechos:
El derecho al trabajo significaría empleo para no menos de 9 millones de venezolanos que hoy están desempleados o viviendo de la caza y la pesca, lo que estadísticamente se conoce como trabajo informal.
Derecho a la seguridad e higiene laboral….”Todo patrono o patrona garantizará a sus trabajadores y trabajadoras condiciones de seguridad, higiene y ambiente de trabajo adecuados”. (CRBV, 1999)
Saben cuánto le costaría al capital público y privado pagar solo el daño ambiental causado. Por ejemplo, cuanto valdría la recuperación del Lago de Maracaibo, el de Valencia o cualquiera de los ríos del norte de Venezuela. Para no mencionarles a los millares de enfermos y muertos por accidentes y enfermedades laborales.
Derecho a la estabilidad en el trabajo. Si este derecho se cumpliera, sencillamente el capitalismo desaparecería.
Derecho a un salario “suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales”. (CRBV, 1999)
Solo cumplir con este derecho, presupone de hecho elevar el salario familiar a 6 millones de Bs, que es el costo actual de la canasta básica, que marca precisamente la línea divisoria entre vida digna y la pobreza pura y simple.
Derecho a una vivienda “adecuada, segura, cómoda, higiénica, con servicios básicos esenciales que incluyan un hábitat que humanice las relaciones familiares, vecinales y comunitarias”. (CRBV, 1999)
Imagínense cuánto valdría construir 3 millones de viviendas adecuadas, seguras, cómodas, higiénicas, con servicios básicos esenciales, y no los ranchos de bloque y zinc que se les ofrecen a la población como “solución habitacional”, mientras esta construye su vivienda digna.
Derecho a prestaciones sociales “que les recompensen la antigüedad en el servicio y los amparen en caso de cesantía. El salario y las prestaciones sociales son créditos laborales de exigibilidad inmediata”. (CRBV, 1999)
Basta decir que solo la deuda laboral del gobierno, conservadoramente supera los 15.000 MM$, que de paso no están incluidos en las deudas del país. La deuda de los empresarios, en especial todo lo no pagado a lo largo de los últimos 20 años, puede superar fácilmente ese monto, tomando en consideración que los empleados y obreros privados son superiores a los públicos. No se incluyen los miles de millones de prestaciones no pagadas en las miles de empresas quebradas por el capital privado.
Derecho a la salud, “La salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo garantizará como parte del derecho a la vida. El Estado creará, ejercerá la rectoría y gestionará un sistema público nacional de salud, de carácter intersectorial, descentralizado y participativo, integrado al sistema de seguridad social, regido por los principios de gratuidad, universalidad, integralidad, equidad, integración social y solidaridad”. (CRBV, 1999)
Imagínense, cumplir con este derecho significaría acabar con el lucrativo negocio privado de la medicina, clínica y laboratorio.
Derecho a elevar la calidad de vida, y a “el bienestar colectivo y el acceso a los servicios. (CRBV, 1999)
Figúrense, solo lo que costaría recuperar la destrucción de los servicios de agua, electricidad, cloaca, para no incluir las carreteras y la infraestructura pública, hoy literalmente en el suelo”.
En fin señores, dejen la demagogia y el engaño con la bandera de la defensa de los derechos humanos de los casi 40.000 “privados de libertad”, cuando Uds. junto al actual gobierno le violan los más elementales derechos a no menos de 20 millones de venezolanos que viven bajo la línea del llamado Ingreso Mínimo de Subsistencia o técnicamente llamados pobres.
Qué hombre o mujer con trabajo seguro, estable, bien remunerado, vivienda digna, seguridad social garantizada, con acceso a servicios de salud, transporte, comunicación, agua, electricidad, etc, les va a trabajar a un patrón explotador público o privado.
No señores, Uds. y su aliada, la boliburguesía militar y la seudo izquierda cómplice en el actual gobierno, saben muy bien que las riquezas, privilegios, ocio, inmunidades de las que disfrutan tienen una base muy clara: La miseria y pobreza en que vive la mayoría de la población. Y así como todos Uds. no renunciaran a ese status pacíficamente y menos electoralmente, imagínense la posición de sus amos, los dueños del Capital.
El sistema que Uds., y el gobierno defienden sencillamente no puede ni respetar, ni garantizar los derechos humanos más elementales por una sencilla razón: NO SOLO NO ES NEGOCIO PARA EL CAPITAL, SINO QUE SU CUMPLIMIENTO SIGNIFICARIA EL FIN DEL CAPITALISMO.Y NINGUNA CLASE O SECTOR DOMINANTE EN UNA SOCIEDAD SE SUICIDA. Para el Estado, su gobierno, patronos y representantes políticos violar los Derechos Humanos obedece a una razón puramente económica que Uds. saben y pregonan a diario: LOS NEGOCIOS, SON LOS NEGOCIOS.
Si la anterior es la respuesta de la banda opositora, la respuesta de la banda oficial al drama de los “privados de libertad” no ha podido ser más grosera y prepotente.
Como era de esperarse, para los dirigentes de la banda oficial, el problema carcelario y en especial los sucesos de El Rodeo y de otras cárceles del país, no obedece a la política de impunidad, corrupción, estimulo a la delincuencia, propiciada y amparada por el propio gobierno, sino al único cuento que conocen: “Una conspiración para derrocar al gobierno, apoyada por el Imperio a través de sus conocidos agentes criollos: Los diputados de oposición, ahora bajo la dirección para esta “operación” de Humberto Prado y William Ojeda”.
En esta conspiración el Inquisidor Mayor, el Infalible Mario Silva en su conocido Tribunal Nocturno La Guillotina, incluyo y sentencio a “despido laboral con agresión incluida” a Gabriela Mendoza productora de Ávila TV, que intento cubrir las noticias de El Rodeo, como decía un amigo “sin los rodeos” con que el gobierno informa sobre estos sucesos y la enfermedad del supremo líder.
La respuesta del coro oficial desde el ministro Alsalmi hasta Cilia Flores y Carlos Escarra, no ha podido ser más descarada: Investigar a la oposición y Globovision por ser causantes de los sucesos de El Rodeo y de la mismísima situación carcelaria.
Para explicar una parte de la verdad sobre el origen de la crisis carcelaria es importante refrescar la memoria a los “distinguidos” miembros ambas bandas.
En septiembre del 2004, Jessie Chacón llega al Ministerio de Interior y Justicia con las banderas de la lucha contra la corrupción y por la humanización de las cárceles. Un mes después, anuncia sus planes para un nuevo Sistema Penitenciario. El desarrollo de un programa para la reducción del retardo procesal y otros proyectos para la reparación y construcción de las infraestructuras penitenciarias y de mecanismos que facilitarían la consolidación de un nuevo sistema penitenciario, el cual permitiría llevar a cabo una nueva reeducación.
En el 2005-2006 ante la sucesión de los crueles asesinatos de los Hermanos Faddoul, los estudiantes de la UCAB en el barrio Kennedy, del empresario Sindoni donde en todos los casos estuvieron involucrados funcionarios policiales, el gobierno en sus clásicas declaraciones llenas de mentiras y promesas constituyo la famosa CONAREPOL y el entonces Ministro del Interior, anunció que para el 2011 se tendría listo el “Sistema de Comunidades Penitenciarias” en todo el país. Se inauguro la nueva política “penitenciaria socialista”, con el anuncio de varios proyectos tales como los Centros de Tratamientos Comunitarios (CTC) en Falcón, Táchira, Anzoátegui, Carabobo. Lara y Monagas.
Examinando someramente los gastos que el Ministerio de Interior y Justicia, en estos 10 años le ha asignado a las partidas para la Construcción y Rehabilitación de Centros Penitenciarios; Visita y Supervisión de Centros Penitenciarios; Dotación y Equipamiento del Sistema Carcelario y Atención Integral al Interno, este ministerio supuestamente ha invertido más de un billón de bolívares (de los antiguos), así como se escribe; Un billón de bolívares para solucionar la crisis penitenciaria.
A dónde fue a parar todo ese dinero, que ni siquiera acabo con el hacinamiento, por cuanto el gobierno reconoce este mes que para los aproximadamente 38.000 presos que existen en el país, solo se tiene una capacidad instalada para albergar tan solo a 17.000 de ellos, es decir, menos de la mitad.
Precisamente una buena parte de ese dinero se gasto durante el periodo de Jessie Chacón como Ministro de Interior y Justicia (septiembre 2004- enero 2007). En ese entonces y debido a los altos precios del petróleo, se gasto una buena parte del presupuesto penitenciario del periodo 2000-2010.
El 13 de noviembre del 2005, el hermano de Jessie Chacón, el marino ARNÉ CHACÓN, da sus famosas declaraciones en una entrevista al semanario La Razón "Tengo derecho a ganar dinero". Ante una de las preguntas del periodista sobre su condición de banquero privado y sus relaciones con su hermano Ministro del gobierno, este de la manera más impúdica contesta “Soy persona muy afín al gobierno, fundador de este proceso, desde hace muchos años y estoy totalmente identificado con él... Es perfectamente normal que si mi persona es afín al gobierno, pues éste coloque más fondos en mi banco', dijo Chacón a 'La Razón'.
Lo cierto es que en el mismo año 2004, Arne Chacón, sin plata con que pagarle a Pedro Torres Ciliberto el 49% de las acciones de BANINVEST, este graciosamente se las cede a crédito, pagadero con el sueldo y comisiones que Arne ganaría por reflotar al banco quebrado y de paso le confiere la dirección absoluta de este. A partir de ese momento, Arne Chacon se transforma en un mil millonarios dueños y accionista de bancos, aseguradoras, industrias lácteas, caballos de carrera, etc. Cinco años más tarde, en junio de 2009, Arne Chacón un poco antes de su detención declara” que cuenta con US $ 1 mil millones en efectivo para comprar bancos y compañías de seguros”.
Como vemos, no se necesita ser un detective, ni una eminencia financiera para demostrar como “un pata en el suelo”, como lo calificara el presidente Chávez, pudo amansar tamaña fortuna, sin el apoyo y complicidad del gobierno y sobre todo de su hermano.
Y esto que es público y notorio no se le ocurre investigarlo a la banda oficial. Pero tampoco lo recuerda la otra banda, claro Pedro Torres Ciliberto, es un conocido financista, socio de José Vicente Rangel, el hombre de la posible transición y enlace con el gobierno, por lo tanto no hay que remover el barro del charco del cual todos viven, conocido como la política venezolana, donde no todos, ni a todos se les puede investigar. Las explicaciones sobran. (Fin primera parte)
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