Genera suspicacias que el Estado venezolano cuya práctica ha limitado de manera profusa el acceso a la información pública, decrete por orden de la figura presidencial la necesidad de formar un organismo que no sólo vigile la información emanada de las instituciones públicas sino de la sociedad en general.
La amplitud y generalidad en la potestad que tendrá el Estado de decidir cuál y qué información puede ser considerada “atentatoria de los intereses de la nación” podría generar situaciones graves en la limitación de las libertades democráticas. La libertad de expresión, de información, de participación protagónica, de protesta y libertad de pensamiento podría sufrir amenazas preocupantes incluso por la sola intimidación de ser vigilado y considerado por parte del Estado como sospechoso de ir contra los intereses nacionales.
Una de las críticas más fuertes realizadas a la Ley de Inteligencia y contrainteligencia fue la posibilidad de crear instituciones, funcionarias y funcionarios públicos e individuos que pudieran vigilar, espiar y acusar a personas, organizaciones, movimientos sociales y en general por dar información que el Estado a libre potestad considerara de carácter restringido. Una especie de Policía que actuará bajo los mismos preceptos similares a las inefables experiencias del siglo XX como la KGB y la GESTAPO Hitleriana.
Información concerniente al funcionamiento de las instituciones públicas que son inherentes a los derechos del pueblo quedaran vetadas, información relativa a casos de corrupción, problemas en las empresas estatales, derechos laborales confiscados, protestas populares, alto costo de la vida, homicidios, situación carcelaria, violencia ciudadana y cientos de ejemplos quedaran expuestos a ser considerados restringibles para el conocimiento de la población en general.
El Cesna, especulando, será una versión moderna del Ministerio de la Verdad y su Policía del Pensamiento encargada igual de coordinar labores de recopilación y procesamiento de información de los miembros del partido, de las instituciones del Estado y de la sociedad sobre cualquier aspecto que pudiera inferirse como el más grave de los crímenes: Pensar.
Nuestra realidad aventaja la ficción Orweliana, la Policía del pensamiento no necesitaría incorporar telepantallas en las casas de las y los sospechosos porque en el siglo XXI todos y todas tenemos las nuestras de uso colectivo o particular: Somos voluntariamente libres para ser escuchados. Si recordamos con mayor acuciosidad la novela, la delincuencia era algo común y extendido entre los “Proles” pero como no afectaba al Partido era totalmente permitida. La Policía del Pensamiento sólo perseguía a los elementos potencialmente peligrosos, aquellos que estaban desarrollando su Inteligencia y capacidad de discernimiento, los proles “poseían libertad intelectual, porque estaban desprovistos de intelecto". El objetivo último: mantener el fervor, la capacidad de creer y tener confianza en el Gran Hermano.
Esperemos que el Cesna por seguir ficcionando, no termine creando millones de habitaciones 101.
CESNA:
El 01 de Junio se publicó en Gaceta oficial Nº 39.436 por orden la Presidencia de la República el decretó 7.545 que establece la creación del Centro de Estudio Situacional de la Nación CESNA.
El Objetivo de esta Institución será: Proveer apoyo analítico informativo al Ejecutivo Nacional, suministrándole información oportuna y necesaria para facilitar la toma de decisiones estratégicas para proteger los intereses de la nación. Recopilar, procesar y analizar de manera permanente, la información proveniente de las distintas salas situacionales u órganos similares de las instituciones del Estado y de la sociedad sobre cualquier aspecto de interés nacional.
Entre las funciones de la nueva institución se encuentra la coordinación de labores de recopilación y procesamiento de informaciones que provengan de las instituciones del Estado y de la sociedad sobre cualquier aspecto de interés del país, la realización de informes valorativos y la potestad de declarar el carácter de reservado, clasificado o de divulgación limitada de cualquier información. El mismo será autónomo administrativa y financieramente pero dependiente del Ministerio del poder Popular de interior y justicia quién designará su director.
Información oficial disponible en http://www.abn.info.ve/noticia.php?articulo=237228&lee=4
La amplitud y generalidad en la potestad que tendrá el Estado de decidir cuál y qué información puede ser considerada “atentatoria de los intereses de la nación” podría generar situaciones graves en la limitación de las libertades democráticas. La libertad de expresión, de información, de participación protagónica, de protesta y libertad de pensamiento podría sufrir amenazas preocupantes incluso por la sola intimidación de ser vigilado y considerado por parte del Estado como sospechoso de ir contra los intereses nacionales.
Una de las críticas más fuertes realizadas a la Ley de Inteligencia y contrainteligencia fue la posibilidad de crear instituciones, funcionarias y funcionarios públicos e individuos que pudieran vigilar, espiar y acusar a personas, organizaciones, movimientos sociales y en general por dar información que el Estado a libre potestad considerara de carácter restringido. Una especie de Policía que actuará bajo los mismos preceptos similares a las inefables experiencias del siglo XX como la KGB y la GESTAPO Hitleriana.
Podría pensarse que cualquier información publicada a través de cualquier medio puede ser considerada que “atenta contra la nación” y por tanto similar a un acto terrorista, receta creada por George Bush. Sobre las imputaciones o consecuencias para el medio o persona que incurra en este “delito de información” queda a la igual discrecionalidad del Estado venezolano. Twitter, blog, páginas web, periódicos, televisión, radio y demás medios quedaran bajo la vigilancia de un grupo de personas que levantarán informes y podrán acusar de atentar contra la nación. El espionaje, el sapeo y la desconfianza pasaran a formar parte de las prácticas del Estado venezolano contra la libertad de sus ciudadanos y ciudadanas de informar al país y la sociedad en general.Información concerniente al funcionamiento de las instituciones públicas que son inherentes a los derechos del pueblo quedaran vetadas, información relativa a casos de corrupción, problemas en las empresas estatales, derechos laborales confiscados, protestas populares, alto costo de la vida, homicidios, situación carcelaria, violencia ciudadana y cientos de ejemplos quedaran expuestos a ser considerados restringibles para el conocimiento de la población en general.
El Cesna, especulando, será una versión moderna del Ministerio de la Verdad y su Policía del Pensamiento encargada igual de coordinar labores de recopilación y procesamiento de información de los miembros del partido, de las instituciones del Estado y de la sociedad sobre cualquier aspecto que pudiera inferirse como el más grave de los crímenes: Pensar.
Nuestra realidad aventaja la ficción Orweliana, la Policía del pensamiento no necesitaría incorporar telepantallas en las casas de las y los sospechosos porque en el siglo XXI todos y todas tenemos las nuestras de uso colectivo o particular: Somos voluntariamente libres para ser escuchados. Si recordamos con mayor acuciosidad la novela, la delincuencia era algo común y extendido entre los “Proles” pero como no afectaba al Partido era totalmente permitida. La Policía del Pensamiento sólo perseguía a los elementos potencialmente peligrosos, aquellos que estaban desarrollando su Inteligencia y capacidad de discernimiento, los proles “poseían libertad intelectual, porque estaban desprovistos de intelecto". El objetivo último: mantener el fervor, la capacidad de creer y tener confianza en el Gran Hermano.
Esperemos que el Cesna por seguir ficcionando, no termine creando millones de habitaciones 101.
CESNA:
El 01 de Junio se publicó en Gaceta oficial Nº 39.436 por orden la Presidencia de la República el decretó 7.545 que establece la creación del Centro de Estudio Situacional de la Nación CESNA.
El Objetivo de esta Institución será: Proveer apoyo analítico informativo al Ejecutivo Nacional, suministrándole información oportuna y necesaria para facilitar la toma de decisiones estratégicas para proteger los intereses de la nación. Recopilar, procesar y analizar de manera permanente, la información proveniente de las distintas salas situacionales u órganos similares de las instituciones del Estado y de la sociedad sobre cualquier aspecto de interés nacional.
Entre las funciones de la nueva institución se encuentra la coordinación de labores de recopilación y procesamiento de informaciones que provengan de las instituciones del Estado y de la sociedad sobre cualquier aspecto de interés del país, la realización de informes valorativos y la potestad de declarar el carácter de reservado, clasificado o de divulgación limitada de cualquier información. El mismo será autónomo administrativa y financieramente pero dependiente del Ministerio del poder Popular de interior y justicia quién designará su director.
Información oficial disponible en http://www.abn.info.ve/noticia.php?articulo=237228&lee=4
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