Fabio Kamp
Cualquiera que diga que hay reglas preestablecidas en la cocina se equivoca. Incluso la mera ejecución de recetas tradicionalmente consolidadas nos lleva inevitablemente a resultados con mil matices, ya sea porque los ingredientes nunca serán idénticos, o porque la mano le pone su imponderable dosis de personalización.
Esta reflexión se inspiró en un libro que me regalaron mis amig@s Enri y Susa, Ricette Anarchiche de Rino De Michele y otros autores *. Como dice el autor en la presentación, "el significado de toda la operación radica en la yuxtaposición y el significado puramente literario de las palabras receta y anarquía" - Receta: remedio, indicación escrita u oral de las reglas para preparar un compuesto, sistema, expediente - Anarquía: doctrina social y política que aboga por la igualdad y la abolición anarquía: rechazo de toda autoridad centralizada.
Así es, la comida de verdad es una mezcla de culturas, experiencias, recuerdos pero sobre todo un deseo íntimo de liberar la creatividad. Así que esta vez, con la intención de dar rienda suelta a esto, me inventé una pescando en los recuerdos, en la tradición del hogar y en mi experiencia personal, pero sobre todo aprovechando lo que actualmente se encuentra en el refrigerador de casa. y me puse manos a la obra. No les estoy dando una lista de todo lo que estaba almacenado en mi refrigerador ese día, sino solo lo que identifiqué como candidato para llegar a algo creíble ... o más bien comestible. Había rodajas de pechuga de pavo, apio, zanahorias, vino blanco abierto. Fuera de la nevera, lo que nunca puede faltar, de lo contrario también podríamos colgar las cacerolas, es decir: ajo, cebolla, aceite de oliva virgen extra, harina, sal, guindilla y luego pasta de anchoas (¡es lo mejor y para nosotros los florentinos pero si no la tienes, está bien), papas , palillos de dientes. Fuera de casa, como vivo en el campo, nunca extraño las hierbas: laurel, salvia, romero, perejil.
¿Pensaste que te estaba dando dosis para cuatro o seis personas? Para nada, acomódense como lo hice yo en ese momento, qué significaría…. ¡lo que haya en la nevera es lo que se hace!
En retrospectiva, le di el nombre de pavo con patatas
Comenzar con cebolla picada, zanahoria, apio, perejil, un chorrito de pasta de anchoas en tubo, dorar lentamente en una sartén con aceite; agrega sal y asegúrate de que no se queme y si se seca demasiado agrega un poco de agua gradualmente. Picar el ajo, las hojas de laurel, el romero, la salvia y dejarlo ahí para su uso posterior. Hervir unas patatas en agua con sal y retirarlas al dente. Coge una tabla de cortar grande, coloca las rodajas de pechuga de pavo una a la vez y bátelas hasta que se reduzcan a un grosor de unos 3 mm. Para ello lo ideal es esa especie de martillo grande de hierro o madera, si no lo tienes coge el cuchillo más grande y pesado que tengas y ármate de paciencia. Ahora sobre las rodajas adelgazadas extiende una capa de la carne recién cocida, enrolla la rodaja para formar un rollo y ciérrala pinchándola con uno o más palillos. Pon un poco de aceite en una cacerola grande y calienta la mezcla picada que ya preparaste a fuego medio, agregando guindilla s.c. (según conciencia), colocar los panecillos y dorarlos por ambos lados, agregar sal, agua con vino blanco, agregar las papas cortadas en trozos y tapar reducienndo el fuego a bajo. Revísalo cada 5 minutos dando la vuelta a los panecillos y las patatas y si se seca, vuelve a regarlo con vino, si se emborracha mejor. En unos 15/20 minutos seguramente podrás sentarte a la mesa, vertiendo un buen rojo de la casa en los vasos.
Te invito a experimentar con lo que tu refrigerador ha decidido guardar cariñosamente, mi resultado fue satisfactorio, ¡diviértete anarquicamente!
* Nota de El Libertario: El libro en italiano es accesible en https://www.scribd.com/document_downloads/direct/372295207?extension=pdf&ft=1537384442<=1537388052&show_pdf=true&user_id=29472320&uahk=dY3m6Le65aXr6K5oRRNyc8oHLqo.
[Original en italiano en http://www.kamp.it/2011/10/cucinare-e-anarchico-e-libertario. Traducido por la Redacción de El Libertario.]
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