En Francia (como en todo el mundo) la precariedad digital amplía la fractura social

 

Jean-Jacques Chatelux y Ramón Pino
 
Cada vez son más las empresas, administraciones, servicios públicos que exigen pasar por Internet, incluso para concertar una cita sanitaria, lo que amenaza con la exclusión de muchas personas, especialmente de las personas mayores.

Según el INSEE, en Francia uno de cada siete adultos (15%) "no ha utilizado Internet en el último año" y el 2% no tiene ninguna de las habilidades digitales básicas (investigación de información, comunicación , uso de software y resolución de problemas): el analfabetismo afecta al 17% de la población mayor de 15 años, más de una de cada tres personas carece de al menos una habilidad digital básica. Saber utilizar una computadora no siempre es suficiente, "Una persona de cada cuatro no lo sabría".

Los mayores de 75 años son los más afectados, aunque el uso habitual del ordenador se ha incrementado del 5% al ​​19% en diez años en esta parte de la población. Entre ellos, casi dos de cada tres no se han conectado en el último año (2019). Los menos educados, los que devengan ingresos más modestos, que viven sin hijos o que residen en los departamentos de ultramar también se ven fuertemente afectados.

Los proveedores privados se están aprovechando. Cobran por los trámites administrativos desmaterializados que normalmente son gratuitos: partidas de nacimiento, expedición de permisos de conducción, etc. A estas prácticas debe ponerse fin rápidamente.

La digitalización amplifica la desigualdad en el acceso al servicio público: 19% no tiene computadora en casa, 27% no tiene teléfono inteligente, más de 500 municipios no tienen conexión a Internet y telefonía móvil. Así, un desempleado de una de estas localidades fue excluido del servicio estatal de búsqueda de empleo por ausentarse de dos citas para las que nunca fue invitado.

"La desmaterialización de los servicios públicos excluye a parte de la población". Jacques Toubon, el Defensor de los Derechos, que recibe quejas de miles de personas "perdidas en sus esfuerzos en línea" está alarmado. El gobierno francés respondió con la creación de diez nuevos centroos públicos de uso gratuito de la red y facilidades para mayores en el acceso a créditos de formación de diez a veinte horas. Ya en 1999, el Primer Ministro Lionel Jospin estaba preocupado por la “brecha digital”. Palabras, palabras ... Promesas, promesas ... En 2022, todos los trámites administrativos se realizarán online. El ahorro de reemplazar al personal por "Tecnología Inteligente", la "simplificación" del acceso a los derechos no debería suprimir las relaciones humanas. Sin embargo, unos 13 millones de personas no utilizan Internet o li sienten muy difícil de utilizar. La famosa "transición digital" programada por el candidato Macron en 2007, que iba a dar acceso a los servicios públicos al mayor número de franceses, tiene serias fallas: completar formularios de registro en el servicio nacional de empleo, en el Fondo de Asignación Familiar, comprar un billete de tren o avión, enviar cualquier reclamación a un banco o una compañía de seguros ... La virtualización de mostradores de agencias que va en aumento, la desertificación de los servicios públicos en las áreas rurales, todo se combina para el aislamiento de los ciudadanos.

El gobierno de Macronian afirmaba estar preocupado por esto y había lanzado una consulta nacional (una más) destinada a anticipar las evoluciones digitales por venir, y con este objetivo contratar a unos 28.000 formadores en este sector. Quedaba por encontrar el financiamiento de este proyecto; Para ello, se había encargado a un grupo de trabajo (uno más) la elaboración de un inventario y la búsqueda de recursos, aunque sólo fuera para ampliar la red de Internet, que está particularmente subdesarrollada en el campo. Lo menos que podemos decir es que los resultados están muy atrasados.

También es obvio para nosotros que es necesario que una parte creciente de la población se sienta perfectamente cómoda con las herramientas digitales, aunque solo sea para operar en una red como lo hacen muchos militantes anarquistas, en particular. luchando contra el control estatal por Una Internet liberada de este control, una Internet libre está totalmente integrada en el pensamiento libertario.

Los activistas ya lo están utilizando como herramienta para difundir nuestras ideas, para recolectar y centralizar información, para unirnos en torno a ciertos ejes de lucha, a diferencia de la galopante individualización de la sociedad que está al final del camino que impulsa el poder autoritario. 'Evidencia cada vez más contrario a lo que podemos proponer como un tipo de funcionamiento con la igualdad y la solidaridad como bases, nos parece cada vez más urgente acabar con la brecha social y acabar con la brecha digital; en este sentido, la lucha antiestatal está más que nunca a la orden del día, nos toca a nosotros emprender con más firmeza el camino de la revolución social y libertaria.

[Artículo publicado originalmente en el periódico Le Monde libertaire # 1816, París, abril 2020. Número completo accesible en https://monde-libertaire.net/telechargerML.php?lire=ml1816.pdf&annee=2020&id=7e808cfbd9a153fb961946e8bcfca72d. Traducido por la Redacción de El Libertario.]