Carme Álvarez
La frase del título es del obstetra francés Michel Odent, que defiende los partos naturales y menos medicalizados. Partiendo de esta premisa, en Cataluña, mujeres jóvenes optan por abordar la opción de ser madres desde la perspectiva de que el nacimiento es un acto natural y que hay que tener cuidado de que sea un momento especial y hecho con amor.
Así lo cuenta Anna Bordonada, doula que ha acompañado a mujeres que han tomado la opción de parir en casa de forma natural, como ha hecho ella:
La frase del título es del obstetra francés Michel Odent, que defiende los partos naturales y menos medicalizados. Partiendo de esta premisa, en Cataluña, mujeres jóvenes optan por abordar la opción de ser madres desde la perspectiva de que el nacimiento es un acto natural y que hay que tener cuidado de que sea un momento especial y hecho con amor.
Así lo cuenta Anna Bordonada, doula que ha acompañado a mujeres que han tomado la opción de parir en casa de forma natural, como ha hecho ella:
<<El día del nacimiento es único y especial. Que importante cuidarlo como una celebración de la vida donde madre y bebé serán los protagonistas! Juntas con las personas queridas: padre, hermanas y hermanos, comadrona, abuelas ... las personas que queremos que nos acompañen en el viaje que será parir. El día del nacimiento será una celebración íntima. Un viaje a la cueva, a la oscuridad, al silencio, a la calma y la conexión, al respecto, el dolor, incluso al miedo y, otra vez, a la calma, a dar a luz, a abrirse y recibir.
Sabemos parir, nuestro cuerpo sabe qué hacer, nosotros solamente nos paramos, escuchamos y sentimos. Reímos, lloramos, gemim, aullando ... silencio de nuevo. Nos dejamos llevar y acompañar; nuestros instintos nos guían, el bebé sabe el camino.
Es importante sentirse segura, tranquila, a gusto, sin presiones ni intervenciones externas innecesarias. Nuestras hormonas nos ayudan; es un buen viaje, inolvidable, irrepetible. Cuando parimos, el dolor pasa al olvido y las hormonas del amor, las endorfinas, invaden nuestro cuerpo y así sucede el enamoramiento de nuestro bebé para siempre, en tan solo una mirada, sólo nacer, piel con piel. Ellas nos acompañan, nos cuidan, nos observan en todo nuestro poder, abriendo como una flor que se mueve libremente a su deseo, escuchando nuestro cuerpo, pues tiene su espacio para hacerlo. El cuerpo ha hecho el bebé y sabe exactamente cómo hacerlo nacer.>>
Año 2008, Les Planes, Cataluña.
Mireia Bordona cubre como fotógrafa un parto natural en casa y lo describe gráficamente en su reportaje: "Endorfinas":
En él nos cuenta que:
<<A la hora de fotografiar un momento tan importante y delicado, una de mis principales empeños fue pasar desapercibida para no distraer la concentración y el trabajo interno de la pareja, advertida como estaba que, de lo contrario, podría generar un bloqueo en la dilatación de la madre, dado que la hormona necesaria para este proceso, la endorfina, solamente puede generarse en un estado de calma e intimidad. Este reportaje retrata las diferentes fases de un parto vivido y experimentado con intimidad, felicidad y sin tabúes. El obstetra francés Michael Odent definió así esta experiencia: "Para cambiar el mundo primero tenemos que cambiar la forma de nacer".>>
El reportaje gráfico se completa con el testimonio de una mujer que ha parido de esta manera y que, además, es doula, es decir, una persona cuyas funciones son acompañar a las madres para que el embarazo, el parto y el posparto sean experiencias llenas, saludables, que la llenen de gozo y satisfacción.
[Publicado originalmente en catalán en http://www.revistacatalunya.cat/?p=1685. Traducido por la Redacción de El Libertario.]
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