Circulo Anarcofeminista Ni Amas Ni Esclavas
Se impone cierre de fronteras y las primeras víctimas de una medida como esta son las personas que se encuentran en situación de migración. Lxs viajantes podrán reagendar sus vuelos, contar con el apoyo de los Estados para culminar sus travesías. Pero al migrante ningún Estado le quiere ya dentro y su periplo se convierte en un verdadero infierno. Ejemplo visible de ello han sido las cientos de personas de origen boliviano varadas en la frontera con Chile, durmiendo a la intemperie a pesar de la pandemia en curso. Niñxs y personas mayores sometidas al desprecio de los Estados. Del mismo modo, la diáspora venezolana también ha sido ejemplo de la vulnerabilidad en la que el cierre de fronteras deja a lxs migrantes. Miles de ellxs han tenido que volver caminando desde distintas regiones de Colombia a la frontera con Venezuela, después de constatar que para ellxs no hay posibilidades de subsistencia y los servicios sanitarios de los Estados siempre les serán negados.
Se impone cierre de fronteras y las primeras víctimas de una medida como esta son las personas que se encuentran en situación de migración. Lxs viajantes podrán reagendar sus vuelos, contar con el apoyo de los Estados para culminar sus travesías. Pero al migrante ningún Estado le quiere ya dentro y su periplo se convierte en un verdadero infierno. Ejemplo visible de ello han sido las cientos de personas de origen boliviano varadas en la frontera con Chile, durmiendo a la intemperie a pesar de la pandemia en curso. Niñxs y personas mayores sometidas al desprecio de los Estados. Del mismo modo, la diáspora venezolana también ha sido ejemplo de la vulnerabilidad en la que el cierre de fronteras deja a lxs migrantes. Miles de ellxs han tenido que volver caminando desde distintas regiones de Colombia a la frontera con Venezuela, después de constatar que para ellxs no hay posibilidades de subsistencia y los servicios sanitarios de los Estados siempre les serán negados.
Pero para lxs inmigrantes en Chile la situación también supone no pocos conflictos. A partir de la pandemia, el Estado dicta instrucción a gobiernos locales y regionales para garantizar la cuarentena. Y para ello suponen necesario combatir con mayor fuerza el comercio ambulante, una de las grietas del sistema económico en la que subsiste sobre todo la población inmigrante y/o racializada de las grandes urbes. Esta medida afecta profundamente a inmigrantes en situación de irregularidad que tienen que ganarse el pan sí o sí en las calles, pues otra posibilidad les ha sido negada por el Estado. Ante la cuarentena obligatoria, los salvoconductos necesarios para desplazarse en pro de la sobrevivencia se obtienen sólo con el documento de identificación. Esta opción es entonces absolutamente negada a quienes aún no cuentan con su regularización migratoria. Y es que ninguna medida se dicta en favor de la posibilidad de que lxs inmigrantes puedan resguardarse sin que falte comida en sus mesas. Y las medidas que se toman para “atender” la situación de lxs inmigrantes tienen que ver con decisiones burocráticas que facilitan al Estado el saqueo de sus bolsillos. Así, por ejemplo, se ha automatizado el cálculo de las multas que impone Extranjería y ahora lxs inmigrantes podrán saber más rápidamente cuánto dinero tienen que ir a depositar en las arcas de un Estado que les niega los más elementales derechos sociales.
Gran parte de la comunidad inmigrante está perdiendo sus fuentes de ingresos y empleo. Además, con un acceso paupérrimo a la salud y obligadxs en su mayoría a pagar arriendos, la situación que se impone es de total despojo material. Tales pérdidas serán la ocasión perfecta para que el Estado se deshaga de ellxs y masifique los procesos de deportación. Y la deportación no es un viaje pago de retorno al hogar (si existiese ese hogar). La deportación es un proceso carcelario, que supone aprensión, aislamiento, el robo del trabajo acumulado y la ruptura de los lazos materiales y afectivos construidos.
La solidaridad que debemos elevar con la comunidad inmigrante debe ser plenamente consciente de las diferencias que supone la condición extranjera ante las agresiones del Estado. Nuestra solidaridad debe ser profundamente antirracista. Es por eso que nuestra voz como anarquistas es porque se garantice visas de permanencia definitiva a todxs lxs inmigrantes que hoy enfrentan la pandemia de coronavirus en territorio chileno. ¡Papeles para todxs lxs inmigrantes! Porque nadie merece morir por no tener papeles.
[Tomado de https://lapeste.org/2020/05/el-virus-racista.]
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