I.- Llamamiento para el 1º de Mayo de 2020 Global
Global May Day
A lo largo del mundo, a los asalariados y a las asalariadas se les conduce a competir para mantener la producción de valor añadido. Independientemente de dónde vivamos, de cuál sea el género o sexo con el que nos identifiquemos o de nuestra nacionalidad, participamos de esta misma lucha, lo queramos o no. Los recortes presupuestarios en servicios sociales, las externalizaciones, las bajadas de salarios, las privatizaciones, el incremento del coste de la vida o de las tasas educativas, así como la destrucción de los recursos naturales son algunas de las formas en las que se concreta este sistema económico global. Un sistema basado en la explotación y en la competición conduce a la comercialización de todos los aspectos de nuestras vidas. Sufrimos una creciente presión para cumplir en el trabajo, un creciente aislamiento social, una creciente alienación de nuestras necesidades y de la gente con la que convivimos y trabajamos. Esto es así en los lugares de trabajo y en las universidades, y también cada vez más durante la infancia y la juventud. La lógica de la economía de mercado y las correspondientes estructuras del Estado-nación hacen que la adaptación a los dictados de la competitividad y la producción de valor añadido tomen prioridad frente al desarrollo de nuestras capacidades emancipadoras.
No pretendemos simplemente perturbar esta realidad: queremos superarla.
Dada la naturaleza transnacional del sistema capitalista, es necesario que los trabajadores y las trabajadoras se conecten a nivel global.
Establecer redes transfronterizas permite visibilizar las interconexiones globales que condicionan nuestras realidades locales. Además, ofrece nuevas oportunidades y ámbitos de acción para luchar contra la explotación y contra la precariedad de nuestras condiciones de vida y de trabajo. El poder de negociación de la clase trabajadora se incrementaría enormemente si nos uniéramos a lo largo de las mismas cadenas de producción de valor añadido.
Especialmente en estos tiempos de nacionalismo y racismo, queremos construir una lucha común y resistirnos así a que nos lancen a competir entre nosotros y nosotras.
Nota sobre la epidemia del coronavirus
El mundo ha atravesado una grave epidemia de COVID-19 (coronavirus). En consonancia con las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud, las mejores medidas para minimizar los efectos de la epidemia son el distanciamiento social y la cuarentena. Como en todas las crisis, los colectivos de trabajadores y trabajadoras más empobrecidos han sido los que se han visto más afectados. Muchas compañías han obligado a sus plantillas a seguir trabajando, negándoles así su derecho a guardar cuarentena. Se han producido numerosos despidos, mientras que las personas autónomas, las que se dedican a la venta ambulante y otros trabajadores y trabajadoras se han quedado sin ingresos. La gente en los campos de refugiados y las personas sin hogar no tienen acceso a unas condiciones de salud mínimas para ayudarles a prevenir el contagio.
Ante este escenario de múltiples ataques contra la clase trabajadora, las organizaciones sindicales abajo firmantes y asociadas con la red por un 1º de Mayo Global hacen un llamamiento a todos los sindicatos para que emprendan acciones e inicien una campaña global sobre los distintos temas:
1) Por el derecho de los trabajadores y las trabajadoras que no forman parte de los servicios esenciales a guardar cuarentena.
2) Por unas condiciones de salud adecuadas en los lugares de trabajo para todos y todas.
3) Por el derecho a que se cubran las necesidades básicas de toda la población.
4) Por la suspensión de las facturas del agua, la electricidad, el gas, el teléfono e internet.
5) Por la suspensión de los alquileres.
¡Que la crisis la paguen los ricos!
¡Queremos una vida mejor para todos y todas – atravesando todas las fronteras!
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II.- Manifiesto por el Primero de Mayo
Coordinadora Roji Negra
Para la conmemoración del 1º de mayo de 2020 nosotras las organizaciones que formamos parte de la Coordinadora Rojinegra, no “confinaremos” nuestras reivindicaciones. Más allá de la crisis sanitaria causada por el coronavirus, elevaremos nuestras voces y seguiremos denunciando la avaricia del capital, que continúa devorando la riqueza generada por la clase trabajadora, así como las vidas y la salud de los trabajadores y de las trabajadoras.
Es bien sabido que, en el Día del Trabajo, se conmemora la figura de los conocidos como los mártires de Chicago, unos anarcosindicalistas que fueron ejecutados en los Estados Unidos.
Participaron en los días de lucha para alcanzar las jornadas laborales de 8 horas, que tuvieron como origen la huelga del 1 de mayo de 1886, y que alcanzaron un punto culminante cuatro días después, el 4 de mayo, en la revuelta de Haymarket. Desde entonces, el 1 de mayo se ha conmemorado como un día de lucha, un día para reivindicar los derechos de la clase trabajadora.
Este año, sin embargo, este día de lucha debe ir más allá de las reivindicaciones tradicionales, ya que debemos recordar cómo la crisis del COVID-19 está afectando a quienes viven en las periferias de nuestras sociedades, a quienes tienen empleos temporales, a los y las riders, a las personas sin hogar, migrantes y refugiadas, a las personas presas, dependientes, mayores, etc.
Ante las medidas gubernamentales, adoptadas por la misma gente de siempre, el apoyo mutuo y la solidaridad – valores que han definido el anarcosindicalismo – deben prevalecer, ahora más que nunca, entre las personas trabajadoras y en los barrios, así como en cualquier tipo de relación social.
Debemos tener presente, además, el ideal de la auto-gestión de los centros de producción.
Debemos permanecer alerta ante el cierre de empresas y la destrucción de puestos de trabajo que va a causar esta pandemia. Que los trabajadores y las trabajadoras tomaran el control de los lugares de trabajo y de su gestión podría ser una solución a este problema.
La Coordinadora Rojinegra se mantiene unida por las reivindicaciones que tradicionalmente asociamos a este día, aquellas que, aunque no sean nuevas, no deben ser olvidadas; y es que, ante esta pandemia, los problemas de la clase trabajadora tienen, más que nunca, una dimensión necesariamente internacional:
Un sistema sanitario universal y público
Una renta básica o la prohibición de los despidos y el mantenimiento de los salarios
Ayudas económicas a personas dependientes, mayores y vulnerables
Pensiones dignas
Fin de la represión y la defensa del derecho de huelga
Rechazo a las reformas laborales que precarizan las condiciones de trabajo
Medidas reales para luchar contra el machismo imperante en nuestras sociedades
Cuando terminen los confinamientos, iremos a la huelga y tomaremos de nuevo las calles para reivindicar que las empresas desarrollen las medidas necesarias para preservar la salud de sus trabajadores y trabajadoras y para prevenir los accidentes laborales. Reivindicaremos también que las leyes represivas y liberticidas sean revocadas y que dispongamos de los presupuestos necesarios para garantizar servicios públicos de calidad para todos y todas, incluidas las personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo.
¡Viva el 1º de Mayo! ¡Viva la clase trabajadora!
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III.- 1º de mayo: Día histórico y de lucha internacional de la clase trabajadora
Red Sindical Internacional de Solidaridad y de Luchas
* Como todo el período actual, este 1 de mayo es especial. La pandemia de coronavirus no permitirá las tradicionales grandes manifestaciones callejeras. Dependiendo de los países, regiones y vecindarios, a veces se toman iniciativas para recordar este día internacional de las luchas de los trabajadores. Los apoyamos. Pero lo esencial está en otra parte: en las luchas que se llevan a cabo cada día: antes, durante y después del 1 de mayo; en las alternativas al capitalismo que estamos construyendo. ¡Nuestra Red Sindical Internacional de Solidaridad y Lucha quiere ser una herramienta para eso!
Cada año, el 1º de mayo, Día Internacional del trabajo, resalta la importante referencia de las movilizaciones sociales contra los ataques de los gobiernos y del capitalismo. La historia del 1º de mayo nos exige que éste sea un día de movilizaciones y de reafirmación de la lucha de clase como el motor que impulsa cambios radicales en la sociedad.
En el mundo entero, las trabajadoras y trabajadores enfrenta la precarización, la supresión de derechos conquistados a lo largo de la historia, la falta de servicios públicos de calidad, la represión, la miseria, el hambre, la imposibilidad de movilidad ante gobiernos de ultraderecha, neoliberales racistas, machistas y les-trans-homo-fóbos que construyen muros y elaboran leyes discriminatorias contra los y las más pobres. Las personas más oprimidas son asesinadas a la vez que se elevan los índices de violencia. Igualmente, los movimientos sociales que luchan contra tales ataques son criminalizados y perseguidos.
Nuestros enemigos son los mismos en cualquier lugar del mundo. Contra ellos, mantengámonos unidas en las calles, en las escuelas, universidades, en las fábricas, en el campo y en los espacios públicos, demostrando nuestra disposición a hacer frente contra los ataques del capital.
Están en guerra… ¡Contra nosotros!
Global May Day
A lo largo del mundo, a los asalariados y a las asalariadas se les conduce a competir para mantener la producción de valor añadido. Independientemente de dónde vivamos, de cuál sea el género o sexo con el que nos identifiquemos o de nuestra nacionalidad, participamos de esta misma lucha, lo queramos o no. Los recortes presupuestarios en servicios sociales, las externalizaciones, las bajadas de salarios, las privatizaciones, el incremento del coste de la vida o de las tasas educativas, así como la destrucción de los recursos naturales son algunas de las formas en las que se concreta este sistema económico global. Un sistema basado en la explotación y en la competición conduce a la comercialización de todos los aspectos de nuestras vidas. Sufrimos una creciente presión para cumplir en el trabajo, un creciente aislamiento social, una creciente alienación de nuestras necesidades y de la gente con la que convivimos y trabajamos. Esto es así en los lugares de trabajo y en las universidades, y también cada vez más durante la infancia y la juventud. La lógica de la economía de mercado y las correspondientes estructuras del Estado-nación hacen que la adaptación a los dictados de la competitividad y la producción de valor añadido tomen prioridad frente al desarrollo de nuestras capacidades emancipadoras.
No pretendemos simplemente perturbar esta realidad: queremos superarla.
Dada la naturaleza transnacional del sistema capitalista, es necesario que los trabajadores y las trabajadoras se conecten a nivel global.
Establecer redes transfronterizas permite visibilizar las interconexiones globales que condicionan nuestras realidades locales. Además, ofrece nuevas oportunidades y ámbitos de acción para luchar contra la explotación y contra la precariedad de nuestras condiciones de vida y de trabajo. El poder de negociación de la clase trabajadora se incrementaría enormemente si nos uniéramos a lo largo de las mismas cadenas de producción de valor añadido.
Especialmente en estos tiempos de nacionalismo y racismo, queremos construir una lucha común y resistirnos así a que nos lancen a competir entre nosotros y nosotras.
Nota sobre la epidemia del coronavirus
El mundo ha atravesado una grave epidemia de COVID-19 (coronavirus). En consonancia con las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud, las mejores medidas para minimizar los efectos de la epidemia son el distanciamiento social y la cuarentena. Como en todas las crisis, los colectivos de trabajadores y trabajadoras más empobrecidos han sido los que se han visto más afectados. Muchas compañías han obligado a sus plantillas a seguir trabajando, negándoles así su derecho a guardar cuarentena. Se han producido numerosos despidos, mientras que las personas autónomas, las que se dedican a la venta ambulante y otros trabajadores y trabajadoras se han quedado sin ingresos. La gente en los campos de refugiados y las personas sin hogar no tienen acceso a unas condiciones de salud mínimas para ayudarles a prevenir el contagio.
Ante este escenario de múltiples ataques contra la clase trabajadora, las organizaciones sindicales abajo firmantes y asociadas con la red por un 1º de Mayo Global hacen un llamamiento a todos los sindicatos para que emprendan acciones e inicien una campaña global sobre los distintos temas:
1) Por el derecho de los trabajadores y las trabajadoras que no forman parte de los servicios esenciales a guardar cuarentena.
2) Por unas condiciones de salud adecuadas en los lugares de trabajo para todos y todas.
3) Por el derecho a que se cubran las necesidades básicas de toda la población.
4) Por la suspensión de las facturas del agua, la electricidad, el gas, el teléfono e internet.
5) Por la suspensión de los alquileres.
¡Que la crisis la paguen los ricos!
¡Queremos una vida mejor para todos y todas – atravesando todas las fronteras!
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II.- Manifiesto por el Primero de Mayo
Coordinadora Roji Negra
Para la conmemoración del 1º de mayo de 2020 nosotras las organizaciones que formamos parte de la Coordinadora Rojinegra, no “confinaremos” nuestras reivindicaciones. Más allá de la crisis sanitaria causada por el coronavirus, elevaremos nuestras voces y seguiremos denunciando la avaricia del capital, que continúa devorando la riqueza generada por la clase trabajadora, así como las vidas y la salud de los trabajadores y de las trabajadoras.
Es bien sabido que, en el Día del Trabajo, se conmemora la figura de los conocidos como los mártires de Chicago, unos anarcosindicalistas que fueron ejecutados en los Estados Unidos.
Participaron en los días de lucha para alcanzar las jornadas laborales de 8 horas, que tuvieron como origen la huelga del 1 de mayo de 1886, y que alcanzaron un punto culminante cuatro días después, el 4 de mayo, en la revuelta de Haymarket. Desde entonces, el 1 de mayo se ha conmemorado como un día de lucha, un día para reivindicar los derechos de la clase trabajadora.
Este año, sin embargo, este día de lucha debe ir más allá de las reivindicaciones tradicionales, ya que debemos recordar cómo la crisis del COVID-19 está afectando a quienes viven en las periferias de nuestras sociedades, a quienes tienen empleos temporales, a los y las riders, a las personas sin hogar, migrantes y refugiadas, a las personas presas, dependientes, mayores, etc.
Ante las medidas gubernamentales, adoptadas por la misma gente de siempre, el apoyo mutuo y la solidaridad – valores que han definido el anarcosindicalismo – deben prevalecer, ahora más que nunca, entre las personas trabajadoras y en los barrios, así como en cualquier tipo de relación social.
Debemos tener presente, además, el ideal de la auto-gestión de los centros de producción.
Debemos permanecer alerta ante el cierre de empresas y la destrucción de puestos de trabajo que va a causar esta pandemia. Que los trabajadores y las trabajadoras tomaran el control de los lugares de trabajo y de su gestión podría ser una solución a este problema.
La Coordinadora Rojinegra se mantiene unida por las reivindicaciones que tradicionalmente asociamos a este día, aquellas que, aunque no sean nuevas, no deben ser olvidadas; y es que, ante esta pandemia, los problemas de la clase trabajadora tienen, más que nunca, una dimensión necesariamente internacional:
Un sistema sanitario universal y público
Una renta básica o la prohibición de los despidos y el mantenimiento de los salarios
Ayudas económicas a personas dependientes, mayores y vulnerables
Pensiones dignas
Fin de la represión y la defensa del derecho de huelga
Rechazo a las reformas laborales que precarizan las condiciones de trabajo
Medidas reales para luchar contra el machismo imperante en nuestras sociedades
Cuando terminen los confinamientos, iremos a la huelga y tomaremos de nuevo las calles para reivindicar que las empresas desarrollen las medidas necesarias para preservar la salud de sus trabajadores y trabajadoras y para prevenir los accidentes laborales. Reivindicaremos también que las leyes represivas y liberticidas sean revocadas y que dispongamos de los presupuestos necesarios para garantizar servicios públicos de calidad para todos y todas, incluidas las personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo.
¡Viva el 1º de Mayo! ¡Viva la clase trabajadora!
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III.- 1º de mayo: Día histórico y de lucha internacional de la clase trabajadora
Red Sindical Internacional de Solidaridad y de Luchas
* Como todo el período actual, este 1 de mayo es especial. La pandemia de coronavirus no permitirá las tradicionales grandes manifestaciones callejeras. Dependiendo de los países, regiones y vecindarios, a veces se toman iniciativas para recordar este día internacional de las luchas de los trabajadores. Los apoyamos. Pero lo esencial está en otra parte: en las luchas que se llevan a cabo cada día: antes, durante y después del 1 de mayo; en las alternativas al capitalismo que estamos construyendo. ¡Nuestra Red Sindical Internacional de Solidaridad y Lucha quiere ser una herramienta para eso!
Cada año, el 1º de mayo, Día Internacional del trabajo, resalta la importante referencia de las movilizaciones sociales contra los ataques de los gobiernos y del capitalismo. La historia del 1º de mayo nos exige que éste sea un día de movilizaciones y de reafirmación de la lucha de clase como el motor que impulsa cambios radicales en la sociedad.
En el mundo entero, las trabajadoras y trabajadores enfrenta la precarización, la supresión de derechos conquistados a lo largo de la historia, la falta de servicios públicos de calidad, la represión, la miseria, el hambre, la imposibilidad de movilidad ante gobiernos de ultraderecha, neoliberales racistas, machistas y les-trans-homo-fóbos que construyen muros y elaboran leyes discriminatorias contra los y las más pobres. Las personas más oprimidas son asesinadas a la vez que se elevan los índices de violencia. Igualmente, los movimientos sociales que luchan contra tales ataques son criminalizados y perseguidos.
Nuestros enemigos son los mismos en cualquier lugar del mundo. Contra ellos, mantengámonos unidas en las calles, en las escuelas, universidades, en las fábricas, en el campo y en los espacios públicos, demostrando nuestra disposición a hacer frente contra los ataques del capital.
Están en guerra… ¡Contra nosotros!
[Textos tomados de http://rojoynegro.info.]
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