Periódico Gato Negro
Momentos tensos que atraviesa la sociedad en su conjunto en este escenario de observación, control y aislamiento total de los cuerpos. La cuarentena, de romantización con series y lujos para unes, con miseria y desesperación para otres, no deja a nadie indiferente. Mientras algunes brindan por videollamada y extrañan saludar a sus amigxs con un abrazo o un beso, a otros les cruje la panza por no poder hacer el mango del día para llevar un paquete de arroz o fideos a la casa. Hay quienes osan desafiar a la ley, al gobierno y al Estado. Se animan a bajar el picaporte que separa su aislamiento, sus paredes de contención, para salir al ahora prohibido mundo exterior. Lo hacen aquellxs que pueden llenar el freezer a mitad de mes, lo hacen quienes viven hacinades entre unas chapas de 20m2. ¿El trato es igual para ambes?
Momentos tensos que atraviesa la sociedad en su conjunto en este escenario de observación, control y aislamiento total de los cuerpos. La cuarentena, de romantización con series y lujos para unes, con miseria y desesperación para otres, no deja a nadie indiferente. Mientras algunes brindan por videollamada y extrañan saludar a sus amigxs con un abrazo o un beso, a otros les cruje la panza por no poder hacer el mango del día para llevar un paquete de arroz o fideos a la casa. Hay quienes osan desafiar a la ley, al gobierno y al Estado. Se animan a bajar el picaporte que separa su aislamiento, sus paredes de contención, para salir al ahora prohibido mundo exterior. Lo hacen aquellxs que pueden llenar el freezer a mitad de mes, lo hacen quienes viven hacinades entre unas chapas de 20m2. ¿El trato es igual para ambes?
Ante la nueva avanzada nacionalista, pro patriotista, pro militarista, a favor del “orden y el progreso”, del “por la razón o por la fuerza”, los sectores y medios afines al gobierno llenan el balde con agua y detergente, toman la esponja, y así como hace cualquier vecine un domingo a la tarde en la puerta de la casa con el auto, salen a lavar bien a fondo y lustrar la maquinaria represiva monopolizada y legitimada por el Estado. Entendiendo a los medios como formadores de opinión, en este caso afines a quien ocupa el sillón de Rivadavia en este momento, no podemos pasar por alto un proceso de resurgimiento de viejos elementos nacionalistas que viene gestándose hace un tiempo, alentando el control y la vigilancia pero con una “veta popular”.
En una nota reciente de Página 12 (“12”, como el calibre de los cartuchos que dispara la yuta contra la barriada), se habla del “Elogio a la policía del cuidado”1. Como por arte de magia, la represión, crueldad y miseria inherentes a las fuerzas de seguridad y sus hechos consumados que se viralizaron por todas las redes en los últimos días parecieran haber desaparecido; salto en rana, lagartijas, balas de goma y plomo, corridas con motos, amenazas, y, como evidencia contundente de que el patriarcado, sistema de dominación 5.000 años más antiguo que el Estado y el capitalismo, no conoce pandemia a la cual resistirse, desnudar mujeres y hacerlas ponerse en cuclillas.
Cuando se habla de “por arte de magia” es porque quienes firman esa infame nota humanizando a los verdugos de borcegos y chaleco antibalas o 1) ignoran lo que está ocurriendo en los sectores más marginales, o 2) sus ansias progresistas y socialdemócratas de “reformar/reestructurar las fuerzas” son más fuertes que ellxs, o bien 3) tienen algún tipo de afinidad con el gobierno nacional y el partido que está actualmente en el poder. Sería interesante permitirse un breve análisis de lo que está pasando con esta nota y mínimamente indagar punto por punto.
La primera opción va directo al descarte; imposible que no vean o no se enteren de las situaciones que atraviesa la gente en barrios, asentamientos, barriadas, poblaciones y cárceles. En el caso de ser lo segundo, pareciera mentira que tras siglo y medio de Estado consumado el arco progresista siga teniendo la ilusión de que la policía puede ponerse del lado del pueblo; dictaduras, democracias, ya sean liberales, conservadoras, o progresistas, las fuerzas jamás se pusieron del lado de les oprimides (o quizá creen que estar con el pueblo es detener gente y labrar multas a la clase media blanca como castigo ejemplificador), imposibilitades de romper con la lógica estatal y sus instituciones. Ejemplo más claro imposible cuando echan a 500 personas de una fábrica que se organizan y arman un piquete en la puerta y al rato llegan los mercenarios de ataque del gobierno. Pensemos cuántas veces entraron a la fábrica para apalear y arrestar al patrón por burgués precarizador, y cuántas repartieron palos y esposas a quienes legítimamente reclamaban por sus fuentes de trabajo (indistintamente de quién llevara la cinta y el bastón de mando presidencial); el contador queda groseramente desequilibrado.
Todo indicaría que nos inclinaríamos por la opción 3), es decir, quienes ven una “oportunidad para imaginar una policía por fuera de un paradigma securitario punitivo” (dicho sea de paso, que sigan imaginando) son partidarios, o muestran cierta afinidad, por el partido en el poder, y siguen la misma línea que este en cuanto apoyar su discurso. La pregunta más interesante sería: ¿la lectura que hacen de la policía está descontextualizada, o en realidad está en contexto con el lavado de cara de las FFAA y FFSS que se vislumbra desde hace un tiempo? La absolución al “compañero” Milani el año pasado2, el discurso de Alberto Fernández de los “militares formados en democracia”3, el discurso neofascista de Berni promocionado por el Ministerio de Seguridad de la provincia4, y ahora la nota de Razzia a las 12. Ni en tiempos de pandemia creemos en las casualidades o actos inocentes, mucho menos de parte del periodismo hegemónico y masivo.
Citando a dos filósofos reconocidos, contemporáneos entre ellos, de ideologías que chocaron entre sí y dividieron a la Primera Internacional: “Allí donde existen partidos políticos todos ven la causa de todos los males en el hecho de que su adversario es quien gobierna y no él mismo. Incluso los políticos radicales y revolucionarios buscan la causa del mal, no en la naturaleza del Estado, sino en una forma específica de Estado que quieren cambiar por otra”5, (el análisis que hacía el sector progresista mientras gobernaba Macri, atacando a Bullrich, Montenegro y Santilli), y también “Cuando el pueblo está siendo golpeado con un palo no es mucho más feliz si a eso se le llama el palo del pueblo”6 (lo que ocurre hoy día, que tenemos un gobierno “nacional y popular”).
Para no caer en el purismo sectario de invocar solamente a escritores de antaño, Christian Ferrer, también sociólogo y profesor de la UBA, en una entrevista reciente observa:
<<No son metáforas nuevas (las del enemigo invisible que se usan ahora), son metáforas biológicas bien conocidas durante la etapa de la dictadura (…) Las personas aceptan que el Estado controle las vidas, por el tiempo que sea, no en función de un enemigo invisible, en principio, sino que las aceptan porque el motivo es humanitario; y desde siempre, los peores controles, siempre se han ejercido en nombre de motivos humanitarios”. La grieta se suspendió.
Un mes atrás teníamos a gente que se decía peronista que le tiraba cascotazos a otra gente que se decía no peronista, y estos a la vez le catapultaban adoquines sobre los otros; todo retórico, palabras. Por otro lado, la otra gran conflagración que había en las redes sociales era la enemistad entre hombres y mujeres a partir de demandas legítimas por respecto a la conducta de los hombres o a un sistema general que coloca a las mujeres en determinadas posiciones. Ese doble sistema de guerras retóricas de repente desapareció, no solo porque aparezca un “enemigo invisible” (silencioso por otra parte), si no porque en alguna medida era todo espuma. Pero no una espuma como de un mar del mediterráneo o de la polinesia, sino una espuma tóxica como la de ríos y mares contaminados. Ante la pandemia, el miedo, el pánico y la psicosis, todo el resto era una retórica falsa y punto>>. [7]
Ante la rabia e impotencia de no poder mover un dedo más que para denunciar las atrocidades, vejaciones y humillaciones perpetradas por las fuerzas, solo nos resta escribir; escribir para contrarrestar esta propaganda e intentar, desde nuestro lugar, dar el grito disonante ante la falsa grieta politiquera y binarista a la que nos tienen acostumbrades: no les molestaban los palos y las botas, solamente les molestaba no ser los dueños.
Notas
[1] https://www.pagina12.com.ar/255797-elogio-a-la-policia-del-cuidado
[2] https://www.diarioregistrado.com/politica/absolvieron-a-milani-de-todos-los-cargos-en-el-juicio-de-lesa-humanidad_a5d4dcbcad181e02681fe3428
[3] https://www.telam.com.ar/notas/202002/434085-alberto-fernandez-tenemos-fuerzas-armadas-totalmente-integradas-a-la-sociedad-argentina.html
[4] https://www.youtube.com/watch?v=CUh20CVFst4
[5] Karl Marx. Páginas malditas. “Glosas críticas marginales al artículo ´El rey de Prusia y la reforma social, por un prusiano´”
[6] Mijail Bakunin
[7] Entrevista a Christian Ferrer en el programa radial “Fuera de
tiempo” https://open.spotify.com/episode/7FKPH3BTpNCLb7QATN8Bof
[Tomado de https://periodicogatonegro.wordpress.com/2020/04/01/agua-y-jabon-para-el-monopolio-de-la-violencia.]
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