Anónim@
[Nota previa de El Libertario: Alguien de Latinoamerica tuvo oportunidad de acompañar de cerca esta lucha donde de han involucrado ampliamente diuversos colectivos anarquistas de Indonesia. Dado que en el resto del mundo, y especialmente en el área de habla castellana, se conoce poco del caso, nos ha hecho llegar este reporte con el pedido de divulgarlo, lo que hacemos con gusto y plena solidaridad.]
[Nota previa de El Libertario: Alguien de Latinoamerica tuvo oportunidad de acompañar de cerca esta lucha donde de han involucrado ampliamente diuversos colectivos anarquistas de Indonesia. Dado que en el resto del mundo, y especialmente en el área de habla castellana, se conoce poco del caso, nos ha hecho llegar este reporte con el pedido de divulgarlo, lo que hacemos con gusto y plena solidaridad.]
Introducción
Dado que la cobertura de los medios de comunicación en relación con Indonesia sigue siendo, lamentablemente, muy unilateral e insuficiente, el artículo siguiente tiene por objeto dar un ejemplo de las condiciones reales en Indonesia y revelar algunas de las maquinaciones del gobierno indonesio, con el que el gobierno de Venezuela coopera en el plano económico y político (a pesar del genocidio de 1965-66, de la anexión del Timor Oriental y de Papua Occidental por Indonesia). Al gobierno se oponen, entre otros, los ciudadanos y los partidarios de Tamansari, que ofrecen una gran resistencia.
Tamansari
El distrito (kelurahan) RW11 Tamansari, está situado en el centro de negocios de Bandung, la capital de Java Occidental, que se considera un centro cultural y educativo. Bandung también tiene el título oficial de ciudad "amiga de los derechos humanos" y está comprometida con la defensa y protección de los derechos humanos a través de su pertenencia a la ONU y la constitución de 1945.
En una subasta del gobierno en 2017, Tamansari fue vendido a PT. Sartonia Agung, una empresa de construcción muy cuestionable que fue oficialmente puesta en la lista negra por la institución gubernamental LKPP. Sin embargo, en realidad se trata de tierras comunes para las que el gobierno no tiene ni un certificado de uso de la tierra ni un permiso ambiental y, por lo tanto, no tiene derecho a expedir un permiso de construcción. Esto se debe a que la Ley Básica de Agricultura (UUPA), establece que cualquier comunidad que haya vivido o trabajado en tierras comunales durante más de 20 años debe ser prioritaria como propietaria de las mismas. Dado que los habitantes de Tamansari han vivido oficialmente ahí durante mucho más de 20 años, tienen derecho legalmente a un certificado de utilización de la tierra que, a pesar de varias solicitudes, nunca les ha sido entregado (por el Ministerio de Agricultura y Planificación Regional [BPN] responsable).
La empresa constructora PT. Sartonia Agung quiere construir un bloque de apartamentos ("Rumah Deret"), los cuales están supuestamente destinados a los residentes que se deben mudar de nuevo después de la construcción. Durante la construcción, los residentes se deben trasladar a Rancacili, un pueblo a 30 km de Tamansari, que es completamente inapropiado debido a su ubicación remota y a las malas condiciones. También es probable que los alquileres de los nuevos apartamentos sean prohibitivos para los residentes. Los habitantes de Tamansari nunca han aceptado este plan.
Este plan es parte de un supuesto programa de ayuda “sin fines de lucro” llamado KOTAKU (Esto se explicará de nuevo más adelante).
Antes del primer desalojo en diciembre de 2017, 197 familias vivían en 90 casas en Tamansari. A pesar de la fuerte resistencia, el brutal procedimiento dejó sólo 33 familias y 16 casas. Muchos se fueron debido a la presión masiva de la compañía y el gobierno. Se produjeron nuevos intentos de desalojo (marzo de 2008 - enero de 2009), se destruyó el sistema de alcantarillado y continuaron los intentos de intimidación por parte de la policía y de matones a sueldo. También lo intentaron con documentos no válidos.
Una y otra vez, los ciudadanos de Tamansari trataron de mediar con las autoridades, pero a nadie le importó. Se organizaron innumerables manifestaciones y eventos. El desalojo más brutal tuvo lugar el 12 de diciembre de 2019, justamente dos días después de que la ciudad de Bandung celebrara oficialmente su título favorable a los derechos humanos en el Día Internacional de los Derechos Humanos.
Mientras el caso seguía en juicio y aún no se había tomado una decisión definitiva, la policía local, la policía nacional, la policía civil, las fuerzas armadas nacionales, los paramilitares y los matones armados llegaron sin previo aviso oficial y destruyeron todo el distrito. Derribaron las casas con excavadoras, mientras los habitantes trataban de poner a salvo sus posesiones y a los niños. Para acelerar esto, la policía nacional fue a las pertenencias de los residentes sin permiso y llevó algunas de ellas a Rancacili (el lugar a 30 km de distancia donde se envía a la gente). Muchas de las pertenencias de los habitantes de Tamansari se perdieron como resultado. Tampoco tuvieron suficiente tiempo para sacar todo de sus casas antes de que fueran destruidas. Los niños fueron heridos, llorando y gritando, viendo como golpeaban a sus familias con porras y la policía les tiraba piedras. Pero la gente lo dio todo para defender sus hogares; construyeron barricadas y defendieron a Tamansari con todo su coraje.
También se utilizaron balas de gas lacrimógeno potencialmente mortales. A pesar del eventual desalojo de todas las personas de la zona, las unidades persiguieron a la gente para seguir golpeándolos y arrestando arbitrariamente a algunos. 21 personas fueron arrestadas. Al menos 37 personas resultaron heridas, incluidos niños. Yo mism@ vi a varias docenas de oficiales golpear a Enjo, uno de los habitantes de Tamansari, con porras. Durante el tratamiento ambulatorio fue golpeado de nuevo. Debido a las graves heridas en la cabeza tuvo que ser llevado a la unidad de cuidados intensivos. Ahora está en una silla de ruedas, ya no puede caminar. Un bebé todavía tenía los ojos inflamados durante semanas como resultado del gas lacrimógeno y el polvo.
El único edificio del distrito que no fue destruido es la mezquita. La mayoría de las personas desplazadas han sido alojadas ahí hasta hoy (unas 20 familias y un número cada vez mayor de seguidores). Justo al lado de la mezquita se pueden ver ahora las "ruinas de Tamansari"; montones de piedras y objetos, recuerdos de una vida comunitaria pacífica y sobre todo de un hogar lleno de recuerdos colectivos, que el gobierno aparentemente percibe como una mercancía. Pero para la gente que vivía ahí, era mucho más que eso. Los abuelos de algunos de los residentes ya han habitado ese lugar, viendo a sus hijos y nietos crecer. Las historias de sus vidas tuvieron lugar ahí, mucho esfuerzo y amor estaba en todos los rincones y bordes de Tamansari. Pero no sólo los recuerdos, sino también el espacio vital y la base de la existencia fueron tomados de la gente. Además, la gente, y especialmente los niños, están ahora severamente traumatizados.
El alcalde en funciones, Oded M. Danial, es en parte responsable de esta tragedia. Al día siguiente se disculpó con la prensa por los disturbios, pero no sacó ninguna conclusión y tiene la intención de continuar el proceso de desarrollo como de costumbre. Ridwan Kamil, el Gobernador de Java Occidental y ex alcalde, también está involucrado en los crímenes cometidos.
El Instituto de Asistencia Jurídica (LBH), una ONG que, entre otras cosas, defiende a Tamansari, destacó en una declaración en su sitio web las violaciones de la ley que se encontraron durante el desalojo ilegal: "Los desalojos violan la Constitución de 1945, en particular el artículo 28 sobre derechos humanos, la Ley 39 de 1999 sobre derechos humanos y la Ley 1 de 2011 sobre zonas residenciales y de asentamiento." ⁴
A pesar de las reiteradas solicitudes, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (Komnas HAM) no investigó las numerosas violaciones de los derechos humanos ni la violencia estatal infligida a los ciudadanos de Tamansari durante ninguno de los desalojos llevados a cabo en dicho lugar. En el caso de Tamansari, el gobierno de Bandung invoca reivindicaciones del período colonial holandés de Indonesia (acuerdo de compra de 1930), que fueron oficialmente derogadas con la independencia del país. Esto significa que el gobierno no tiene derecho a tomar posesión de la tierra.
Detrás del velo de la democracia y el estado de derecho se esconde un autoritarismo neoliberal que impone sus intereses corporativos y comerciales con una brutalidad sin límites y sin tener en cuenta los derechos del pueblo. La lenta erradicación y segregación de la clase baja recuerda a las prácticas coloniales.
Antecedentes
Detrás del proyecto "Rumah Deret" (bloque de apartamentos) hay programas gubernamentales a gran escala.
El programa de mayor envergadura en la actualidad se denomina "Proyecto nacional de mejoramiento de barrios marginales" (NSUP) y cuenta con el apoyo del Banco Mundial y el AIIB (Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura).
Una parte importante de ello es el programa "Kota Tanpa Kumuh" ("Ciudad sin barrios de tugurios") (KOTAKU) del Ministerio de Vivienda, que tiene por objeto servir de estrategia nacional para la reducción de la pobreza y apoyar a la NSUP. Uno de los objetivos de KOTAKU es la eliminación de los barrios marginales urbanos mediante la provisión de viviendas. El ejemplo de Tamansari da una impresión de la forma en que se está implementando.
KOTAKU se presenta en la página web oficial como un proyecto sin ánimo de lucro. ⁵ Sin embargo, es evidente que hay intereses comerciales y económicos detrás del proyecto.
Estas iniciativas de mejora de los barrios marginales también están vinculadas al programa “100-0-100” lanzado por el gobierno indonesio bajo el presidente Joko Widodo (Jokowi), que significa 100% de acceso al agua potable, 0 barrios marginales y 100% de saneamiento. Este era obviamente un plan utópico cuyo final también estaba previsto para 2019. Un programa internacional del Banco Mundial denominado "Ciudades sin barrios de tugurios" está haciendo mucho daño en todo el mundo con el pretexto de luchar contra la pobreza.
En el sitio web del Huffington Post se afirma: "Más de 3 millones de personas fueron desplazadas física o económicamente entre 2004 y 2013 por casi 1.000 proyectos financiados por el Banco Mundial." ⁶
No es la pobreza lo que se combate aquí, sino los mismos pobres que pareciera que deberían salir de la ciudad por cualquier medio necesario. Además, la ubicación de Tamansari es económicamente muy valiosa e interesante para los inversores, un terreno de primera categoría situado en el centro de negocios de la ciudad, justo al lado del puente de Pasupati (Jembatan Pasupati) y el centro comercial de Balubur (Baltos/Balubur Town Square). Lamentablemente, hay casos similares en toda Indonesia. Sólo en la ciudad de Bandung se planean cientos de medidas similares con el pretexto de "mejorar los barrios marginales".
Información actual
No sólo en la televisión, sino también en Internet se encuentran alegaciones absurdas e informes falsos sobre el caso Tamansari. Por ejemplo, el Ministerio de Agricultura y Planificación Regional (BPN), que también es responsable de los certificados de uso de la tierra, afirma ahora ante la prensa que las tierras desalojadas pertenecen al gobierno, lo que no tiene fundamento ni pruebas, como se ha descrito anteriormente. De hecho, anteriormente el mismo ministerio lo había declarado oficialmente como tierra comunal. Lamentablemente, los medios de comunicación en Indonesia están estrictamente controlados y también censurados. Es una práctica común amenazar a los periodistas con violencia para que borren sus fotos. También los asesinatos de periodistas y activistas no son raros en Indonesia.
La organización socio-religiosa islámica MUI, recientemente escribió una carta a los habitantes evacuados de Tamansari, pidiéndoles que abandonaran la mezquita. También pueden estar bajo presión del gobierno, ya que la evacuación fue autorizada previamente.
Además, se colocan repetidamente carteles y volantes contra los habitantes y partidarios de Tamansari. Está claro que no han sido impresos por los vecinos, pero se supone que debe verse así (foto). El gobierno parece desesperado por la resistencia de los ciudadanos y partidarios de Tamansari, que crece día a día. Incluso los excavadores siguen siendo enviados regularmente como intentos de intimidación. La represión sistemática parece ser un programa firme del gobierno indonesio.
Pero la gente de Tamansari no se rinde. Su fuerza de voluntad, su cohesión y su valor son incansables. A menudo hay discusiones, proyecciones de películas, conciertos y exposiciones, e incluso en las ruinas todavía hay eventos. Los partidarios y habitantes de Tamansari son principalmente anarquistas, pero provienen de diferentes corrientes de izquierda.
Del 13 al 26 de enero de 2020 hubo manifestaciones diarias frente a las autoridades responsables en la capital, Yakarta, durante dos semanas. Allí también se organizaron numerosos eventos; desde discusiones y talleres hasta conciertos y espectáculos, casi todo lo que se puede imaginar bajo la protesta creativa estuvo presente. Numerosos activistas se unieron a las acciones, que también fueron apoyadas por el LBH (Instituto de Ayuda Legal/ONG). En conmemoración del desalojo de Tamansari, se celebró un festival de arte y música en las ruinas del 12 al 15 de febrero.
Conclusión
La historia de Tamansari habla de aburguesamiento, apropiación de tierras, corrupción, represión estatal, violaciones de derechos humanos, abusos de derechos e inconstitucionalidad por parte del gobierno de Bandung, Java Occidental. Sin embargo, esto no sólo se encuentra en Bandung, sino que describe la política del gobierno indonesio como tal. Pero la resistencia está creciendo y floreciendo, los ciudadanos de Tamansari y sus partidarios no se dan por vencidos y la zona aún no está perdida.
¡Esto es un llamado a la solidaridad internacional! ¡Apoya la lucha por Tamansari!
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