Uruguay: A dos años del desalojo de La Solidaria en Montevideo

Periódico Anarquía

El 21 de marzo de 2017 por la tarde, los portales de noticias, los flashes informativos de la tele y hasta los programas de radio más pedorros comentaban alarmados los disturbios que una manga de inadaptadxs habían producido en el centro de la ciudad con el rostro cubierto. Lxs anarquistxas habían cumplido su objetivo ese día; el desalojo del centro social ocupado La Solidaria no había podido pasar desapercibido por la prensa y toda la institucionalidad estatal al servicio del capital.

No había sido noticia en los 5 años que en el Centro Social funcionó la amplia biblioteca de temas sociales que se encontraba a disposición de quien quisiera enriquecer sus conocimientos, ni las decenas de talleres gratuitos que allí funcionaron durante esos años, ni las innumerables veladas culturales que se desarrollaron gratuitamente, ni las charlas, asambleas, ferias de libros y un largo etcétera.

Tampoco se había hecho eco de la campaña contra la gentrificación que se había desarrollado en el barrio, denunciando cómo el avance del capital financiero y especulativo golpeaba directamente en la calidad de vida de lxs vecinxs que habitaban en la zona del Cordón. Menos aún, se hizo eco la prensa de la capacidad constructiva y creativa que la organización autogestiva del centro social había logrado, convirtiendo una vieja casona casi inhabitable en un confortable centro social.

Es así que la prensa demostró que fue imprescindible destrozar algunos símbolos del Capital como empresas financiaras, cámaras de vigilancia, locales partidarios o instituciones policiales, (respetando las casas y comercios de lxs vecinxs) para que el desalojo no pasara desapercibido. A su vez, la prensa nos quiso mostrar a la impulsora del desalojo (María Angélica Caprile Araneda) como una pobre señora que se quedaba sin vivienda, cuando en realidad, consta en el expediente judicial que el inmueble fue comprado a un 50% de su valor (en una zona de valor ascendente) porque se encontraba ocupado por terceros y que la misma no vivía en el país sino en Chile y pertenecía a la misma Iglesia que le había vendido la casa (¡santos negocios!).

La prensa y el Estado que pretendió presentar a La Solidaria como la encarnación del mal, juzgando y procesando a quien pudiese encontrar algún cargo, es la misma que hace la vista gorda con los empresarios que se roban millones y destruyen el medio ambiente, con los políticos que cobran fortunas y entregan nuestra riqueza al mejor postor, o lo militares violadores de derechos humanos (valga la redundancia). ¡Si esos son lxs buenxs estaremos orgullosxs de seguir siendo lxs malxs! Pero como las casas pasan y las luchas continúan, ni el desalojo, ni los procesos judiciales o intimidaciones lograron frenar las luchas sociales en el barrio y la capacidad de construcción autogestiva.

Mientras lxs políticxs afilan sus dientes para reírse de nosotrxs en este año electoral, en la calle la lucha es real. Un mundo nuevo se construye desde la autogestión, lejos del egoísmo del capital y de la farsa de la política que pretende hacernos creer que se pueden conciliar los intereses entre patrones y empleados, entre políticos que cobran 300 mil pesos por mes por gestionar los negocios de los ricos y quienes movemos la economía día a día con nuestra esclavitud laboral. Lo importante, como siempre, es saber de qué lado de la mecha nos encontramos y hacer de nuestra vida no una estética de lucha sino una práctica de lucha ética que dinamite la existencia del Estado y el Capital.

¡La Solidaria Resiste!

[Tomado de https://periodicoanarquia.wordpress.com/2019/03/21/efemerides-21-de-marzo-de-2017-desalojo-de-la-solidaria.]